Las cosas están mal, pero aún no hemos visto lo peor

El tema de la elevada y persistente inflación es muy importante y se sigue complicando conforme avanza el año, es por ello que nuevamente abordo este asunto en este espacio. El viernes 22 de abril el INEGI informó que en la primera quincena de abril, los precios al consumidor aumentaron 7.72% a tasa anual, lo que constituye la mayor inflación en 21 años e implica que llevamos 27 quincenas consecutivas con una tasa de aumento de precios por encima del 4.0%.

Dentro de esta alza anual de precios de 7.72%, el componente subyacente muestra un aumento de 7.16%, mientras que la inflación  no subyacente tiene un incremento de 9.38%. La inflación  ya es estructural, ya que el índice de precio de las mercancías (algo que no está sujeto a los movimientos coyunturales de mercado), muestra un incremento de 9.13%. Por su parte, en cuanto al índice subyacente, los productos agropecuarios muestran un aumento anual de 15.24%, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno han aumentado apenas 5.10% en el último año.

Como ya se señaló, dentro de esta alza de precios de 7.72%, destacan los aumentos en el componente no subyacente de precios agropecuarios, mismos que aumentaron 15.24% y dentro de esta categoría, están las alzas en frutas y verduras de 17.26% y de los productos pecuarios de 13.68%.  La perspectiva es que en los productos alimenticios básicos las cosas van a empeorar más antes de comenzar a mejorar.

Precisamente, en un reciente artículo editorial de Michael Snyder, publicado en el blog The Economic Collapse, y titulado “Las cosas están mal, pero no hemos visto nada todavía”, se plantea un escenario sombrío respecto de las perspectivas inflacionarias en los Estados Unidos, sobre todo en el tema de los alimentos, pero que desde luego también son aplicables a la economía mexicana. A continuación menciono varios de los puntos más destacables del artículo, acompañados de varios comentarios personales:

El artículo comienza señalando que en este momento, los precios de los alimentos en todo Estados Unidos se encuentran en niveles increíblemente bajos. Desde luego que esta afirmación hace pensar que el autor se ha vuelto loco, ya que los precios de los alimentos han estado subiendo a un ritmo muy rápido en todo el país. Pero cuando el autor dice que los precios de los alimentos se encuentran en “niveles increíblemente bajos”, no es porque los esté comparando con los del pasado. Más bien, está comparando los precios actuales con los que estarán en el futuro. Sí, es verdad que las cosas están mal ahora, pero los precios de los alimentos serán mucho más altos dentro en los próximos meses.

Y es que a la crisis global de fertilizantes ciertamente no se le ve ninguna solución; y en todo caso, sólo se va a intensificar.  La escasez de fertilizantes se ha sumado a las crecientes preocupaciones sobre el impacto de la guerra de Ucrania en el precio y la escasez de ciertos alimentos básicos.  Combinados, Rusia y Bielorrusia habían proporcionado alrededor del 40% de las exportaciones mundiales de potasa, según Morgan Stanley. Las exportaciones de Rusia se vieron afectadas por las sanciones impuestas por Occidente. Además, en febrero, un importante productor de Bielorrusia declaró un caso de fuerza mayor y que no podría cumplir con sus contratos debido a fuerzas fuera de su control.

Rusia también solía exportar el 11% de la urea del mundo y el 48% del nitrato de amonio. Rusia y Ucrania juntos exportan el 28% de los fertilizantes hechos de nitrógeno y fósforo, así como de potasio, según Morgan Stanley. ¿Hay solución a la vista? No, ya que las conversaciones de paz están absolutamente muertas, por lo que al parecer, la lucha entre dos de los principales graneros más importantes del mundo continuará durante los próximos meses.

Mientras tanto, la pandemia de gripe aviar continúa acabando con millones de pollos y pavos en todo el mundo. En los reportes de hace dos semanas se mencionaba que en las granjas de Estados Unidos, se han tenido que sacrificar a más de 27 millones de aves de corral en los últimos dos meses y sigue habiendo casos de gripe aviar reportados casi a diario. Hasta ahora se ha visto afectada el 6% de la población de gallinas ponedoras de huevos.

Nunca habíamos visto una “tormenta perfecta” como esta, pero también es cierto que algunos de los factores que harán subir los precios de los alimentos son totalmente autoinfligidos por la humanidad. Por ejemplo, el gobierno chino no necesitaba encerrar a casi 400 millones de personas en un intento desesperado por evitar la propagación del virus del Covid, tras los brotes en Shanghái y áreas circundantes. Los últimos dos años ya han proporcionado amplia evidencia de que tales bloqueos/cierres  son bastante tontos, pero los chinos siguen adelante con su plan de todas maneras.  Como resultado, ahora hay cientos de barcos comerciales esperando impacientes frente a la costa de Shanghái. Esos son barcos de carga gigantes que nos traen cosas a todo el continente americano, a través del Océano Pacífico.

Si los chinos no se relajan y dejan atrás su ridícula política de cero covid, muchos de los estantes de las tiendas de Occidente se verán bastante vacíos en los próximos meses. Esto en si mismo no debería ser una mala noticia si es que somos capaces de implementar una política de sustitución de importaciones, de manera que aprovechemos la oportunidad y produzcamos en México (para el mercado nacional y Norteamérica) lo que no sea posible traer de China.

Pero bueno, no son solo los barcos comerciales los que están inactivos… Shanghái es uno de los centros de fabricación más grandes de China, con una gran concentración de proveedores de productos electrónicos y del sector automotriz. Alberga el puerto de contenedores más grande del mundo y un importante aeropuerto que atiende una gigantesca carga aérea entrante y saliente. Las exportaciones producidas en Shanghai representan el 7.2% del volumen total de China y manejan alrededor del 20% del tráfico de contenedores de exportación de toda China.

Al día de hoy, la mayoría de los almacenes y plantas están cerrados, nueve de cada 10 camiones están fuera de servicio, el puerto y el aeropuerto tienen una función limitada, las unidades de envío están varadas en los lugares equivocados y la carga se acumula.

No hace falta decir que muchos de los principales minoristas, aquí en México y en Estados Unidos, simplemente no podrían operar sin los productos que importan de China, por lo que sería bueno que encuentren su proveeduría hecha en México. Sin embargo, la realidad es que hay muchos insumos para las industrias nacionales que vienen de China y que no se pueden sustituir en el corto plazo, por lo que esperamos que esta pesadilla se resuelva muy pronto.

Derivado de todo lo anterior, así como en México, también en Estados Unidos los precios de los alimentos han subido durante los últimos meses. Para ilustrar el punto, solo es necesario echar un vistazo a los siguientes números:

En Estados Unidos el precio promedio de la mantequilla aumentó 11.9% en el último año. La carne se ha visto especialmente afectada por los problemas de la cadena de suministro, y las salchichas tipo  Frankfurt hechas de 100% carne aumentaron un 35.2% desde marzo de 2021 a un precio promedio de $5.18 por libra (unos 230 pesos por kilo). La chuleta molida, las chuletas de cerdo y el pollo entero mostraron aumentos de precios interanuales del 11.3%, 15.0% y 11.7%, respectivamente.

Como se señaló previamente, puede que esas cifras parezcan malas, pero la verdad es que solo representan los primeros capítulos de esta crisis alimenticia que se aproxima. Las cosas van a empeorar mucho, y hoy, todavía en abril, los informes indican que los aumentos de los precios de los alimentos se están acelerando. En el caso de México, de acuerdo con la agrupación, Certeza en la Toma de Decisiones, el índice de precios de la canasta básica aumentó 13.1% anual en la primera quincena de abril 2022. Este desenvolvimiento se debe a la evolución de los siguientes precios:

  • Pollo: El precio pagado al productor de pollo vivo en granja ha tenido un crecimiento de 25.6%
  • Huevo: Los precios pagados al productor de huevo blanco y rojo presenta un incremento de 10.7 % y 12.0%, respectivamente.
  • Leche: Incremento por el costo de materias primas al productor ha impactado en un 12.5% en el precio al consumidor.
  • Res: Aumento en los precios de la cadena: Ganado para sacrificio 16.7% y la carne en cana 20.3%.
  • Cerdo: En la cadena se percibe un crecimiento de 17.0% en el precio de cerdo en pie.
  • Maíz: El precio del mercado internacional aumenta 35.5%, mientras que el precio de los granos en el mercado nacional se incrementa 30.8%.
  • Trigo: Incremento en los precios futuros de trigo duro y suave en 79.2% y 55.3%, respectivamente.  Los precios de mercado nacional se incrementan 64.8% y 49.6%, respectivamente.
  • Frijol Soya: Los precios de futuros suben 13.1% y el precio de mercado aumenta 16.7%.

Y gracias a la terrible pandemia de gripe aviar que está arrasando a los Estados Unidos, el precio de los huevos se está volviendo completamente loco…Las pérdidas en las parvadas de puesta de huevos han llevado a los productores a competir desesperadamente para satisfacer las demandas del mercado de huevos y ovoproductos, lo que ha resultado en un aumento de los precios de los huevos. El precio promedio de una docena de huevos en Estados Unidos ahora está cerca del equivalente a $60 pesos, comparado con los $32 pesos de principios de año, según un informe nacional sobre los huevos por parte del USDA. En México, el huevo blanco San Juan, con 30 piezas cuesta 75.50 pesos. Cabe señalar que más allá del impacto negativo en las familias, pues el aumento de los precios de los huevos repercute en los beneficios de las panaderías y las empresas alimentarias, que además tienen que hacer frente al aumento de los costes de la harina y otros productos.

Si crees que estos precios son salvajes, simplemente hay que esperar hasta que se dupliquen desde sus niveles actuales.

En todo el mundo ha comenzado una gran batalla por los recursos alimentarios. Los chinos si vieron venir esto con anticipación, por lo que están llevado a cabo el programa de almacenamiento/acaparamiento más grande que cualquiera de nosotros haya visto.

En este momento, la cantidad de comida que los chinos ya han acumulado y guardado, es extremadamente impresionante…De esta manera, menos del 20% de la población mundial ha logrado almacenar más de la mitad del maíz y otros cereales del mundo, lo que ha provocado fuertes aumentos de precios en todo el planeta y sumido en la hambruna a más países. El acaparamiento se está llevando a cabo en China. ¿Estados Unidos o México han estado haciendo algo similar? Por supuesto que no.

Las realidad es que cuando las cosas se pongan realmente mal en nuestro país, estaremos solos.  Por ello es que lo mejor es irse preparando para ello.  Desde que comenzó la guerra en Ucrania, nación tras nación ha comenzado a implementar restricciones a la exportación, y la lucha mundial por los productos básicos agrícolas ha hecho subir constantemente los precios.

Nadie quisiera ser sorprendido con las manos vacías en este juego de las sillas musicales, por lo que debemos emprender una carrera para asegurar los valiosos suministros mientras aún es posible hacerlo.

Lamentablemente, las partes más pobres del mundo terminarán sufriendo más a medida que los países ricos tomen lo que puedan. El aumento dramático que pronto veremos en el hambre global será absolutamente desgarrador.

Pero nadie puede decir que no fuimos advertidos con antelación. Este tipo de colapso se ha estado anunciando desde hace muchos años y ahora ha llegado. Veremos qué acciones toma el gobierno federal al respecto, ya que un pueblo con  hambre puede ser lo que termine con la aprobación presidencial y genere las condiciones para un cambio de régimen en 2024.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

A más de un año de pandemia, sigue la crisis de empleo e ingresos

Llevamos mucho tiempo padeciendo los problemas ocasionados y exacerbados por el actual gobierno federal, así como los derivados de la pandemia del Covid-19. Respecto al cierre de la actividad económica del año pasado, fue el 31 de marzo de 2020 cuando la Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo por el que se establecen acciones extraordinarias para atender la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV2. A través de ese instrumento se ordenó la suspensión inmediata de las actividades no esenciales. Esta suspensión de actividades, que fue ampliada hasta el 30 de mayo de ese año para posteriormente comenzar a relajarse muy paulatinamente a diferentes ritmos en los diferentes estados del país, sigue teniendo un costo enorme en la economía nacional y en el bienestar de millones de personas en México.

Las secuelas de la decisión gubernamental se siguen sintiendo con los indicadores económicos actuales y muestra de ello es que en la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), que tiene datos a marzo 2021, se manifiesta la cruda realidad que siguen enfrentando millones de personas en materia de empleo y de ingresos.  Esto con independencia de las graves secuelas en materia de salud y la pérdida de más de 215 mil vidas humanas, según las cifras oficiales.

En contraste a lo que vivimos en México, en los Estados Unidos su gobierno federal y banco central  han brindado diversos paquetes de apoyo y estímulos económicos por el Covid-19, mismos que representan el 24.46% de su Producto Interno Bruto (PIB). Su política de estímulos ha sido exitosa y muestra de ello es que las solicitudes de apoyo por desempleo bajaron la semana pasada a apenas 547 mil y alcanzan el nivel más bajo registrado desde principios de 2020. Mientras tanto en México, no ha habido apoyos del gobierno federal por lo hay millones de personas que a la fecha siguen sin haber recuperado su empleo, están en una situación de subempleo y/o han registrado una disminución en su nivel de ingresos.

En esta entrega se presentan los principales resultados de la ENOEN en el comparativo de marzo de 2021 respecto del mismo mes de 2020, para posteriormente abordar los problemas de carestía que viven millones de familias.

1. Se aprecia un descenso de la Población Económicamente Activa (PEA) de 1.5 millones de personas. Esta es gente que sigue sin salir a buscar trabajo ya sea por miedo a la pandemia o porque de plano piensan que no van a obtener empleo, por lo que se han retirado de la fuerza laboral. En términos de porcentajes, tenemos que en marzo de 2021, la ENOEN reportó una Tasa de Participación Económica  de 57.2% de la población en edad para trabajar, cifra 2.6 puntos porcentuales inferior a la de marzo del 2020.

En este mismo orden de ideas, la encuesta arroja que la Población No Económicamente Activa (PNEA) disponible para trabajar, es decir, población que no trabajó ni buscó trabajo pero que aceptaría un trabajo si se lo ofrecieran, fue de 8 millones, y representó 19% de la PNEA. En comparación con marzo de 2020, la PNEA disponible para trabajar pero que no trabaja aumentó en 2.1 millones de personas durante el tercer mes de 2021.

2. La población ocupada resultó de 53.8 millones de personas en marzo de 2021, cifra inferior en 2 millones de personas a la reportada en el mismo mes del 2020. En relación a la población ocupada, los y las trabajadoras subordinadas y remuneradas reportaron una disminución de 2.2 millones. Por lo general el fenómeno de personas que laboran sin remuneración se ve en los negocios familiares, pero no deja de preocupar que ahora haya más personas trabajando sin recibir ingresos.

3. Como se ha comentado, de los sectores económicos más golpeados por la pandemia están las actividades de hospedaje y preparación de alimentos. En este sentido, las estadísticas del INEGI muestran que en el sector terciario se han perdido 2.4 millones de puestos de trabajo.

4. La ENOEN en marzo de 2021 registró una Tasa de subocupación de la población ocupada de 13.2%, cifra superior en 4.1 puntos porcentuales respecto a la del mismo mes del año pasado. Este aumento representa 2 millones de personas subocupadas.

5. La ocupación informal en marzo de 2021 ascendió a 30.6 millones de personas, al tiempo que la Tasa de Informalidad Laboral 1 (TIL1) se situó en 56.8%. Si bien esta cifra es inferior en 1.1 puntos porcentuales a la observada en marzo de 2020, denota lo grave y extendido que es el problema de la informalidad laboral en México.

6. La población desocupada de 15 y más años como proporción de la PEA, representó 3.9% equivalente a 2.2 millones de personas y un punto porcentual por arriba de la del tercer mes del año pasado. Respecto a este dato, pudiera parecer que el desempleo en México es bastante bajo comparado con el de otros países, pero no debemos dejar de ver que el desempleo en nuestro país es bajo porque la gente no tiene una red de seguridad social que lo proteja, por lo que la gente se ve forzada a salir a buscar empleo de inmediato (aunque sea vendiendo macetas en el tianguis). 

Si a todo este complejo panorama le agregamos el hecho de que en la primera quincena de abril de 2021 la inflación anual se ubicó en 6.05%, mientras que el índice de precios de la canasta de consumo mínimo aumentó 7.51%, pues es evidente que la situación de pobreza y carestía de la población en general va en aumento. Si asumimos que la persona promedio sufrió una caída nominal de su ingreso en el último año de 10%, pues con el alza de precios, la pérdida sería de 15.13%. Por su parte, si la caída nominal del ingreso fuera del 20%, entonces la disminución en términos reales es de 24.56%. De este tamaño es el problema para muchos mexicanos.

En este sentido, una variable clara que denota el deterioro de la calidad de vida de las personas lo tenemos en el indicador mensual del consumo privado en el mercado interior. Con series originales tenemos que en la totalidad del año 2020 éste cayó -11.0%, mientras que en el comparativo de enero de 2021 respecto del mismo mes de 2020 la disminución es de -7.1%. Este deterioro en el nivel de vida de la población es producto de lo que he comentado líneas arriba: pérdida de empleo e ingresos, así como de un encarecimiento de las mercancías que adquieren los consumidores mexicanos. La debilidad del consumo privado es un círculo vicioso que se debe romper ya que si el consumo es bajo, la demanda es insuficiente, lo que a su vez provoca que las fábricas trabajen por debajo de su capacidad, lo que a su vez se traduce en pocas oportunidades de empleo para quienes están desempleados.  

¿Qué hacer ante esta situación? Como hemos señalado en anteriores entregas, de los cuatro posibles motores de crecimiento económico, sólo está encendido el de las exportaciones. En la medida en que más empresas manufactureras nacionales puedan incursionar en los mercados de exportación, mejor nos irá a pesar de las políticas del gobierno federal. De igual manera, los sectores de comercio y servicios deben procurar vincularse a empresas exportadoras, ya que éstas serán en promedio los mejores clientes en 2021.

Otra cosa que las empresas pueden hacer es innovar para moverse a los segmentos de mercado en los que la demanda es mayor. En este sentido hemos visto en el sector calzado múltiples fábricas que solían producir calzado escolar, pero que dada la nula demanda de estos productos, han cambiado sus líneas de producción para fabricar calzado industrial. Este tipo de ajustes, que requieren realizar inversiones, son obligados para aquellas empresas que no han logrado recuperar sus ventas.

Sabemos que no contamos con el gobierno federal. Hay que buscar en nuestro interior, en nuestra empresa y con nuestro equipo de trabajo, cómo incursionar en mayores mercados con los productos que más se están demandando. Sólo así se reactivará la economía y se recuperarán los empleos y jornadas laborales completas que se perdieron.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt