El fin del juego en Ucrania

Si bien Occidente ha evitado a toda costa provocar a Rusia y con ello desatar la tercera guerra mundial, el final esperado de la guerra en Ucrania será una humillación más para Estados Unidos y sus aliados de Occidente. El costo humano y económico para Ucrania es indescriptible, y la evidencia parece indicar que a esa nación le fue peor envalentonándose con el apoyo Occidental respecto a cómo le hubiera ido si se hubiera rendido desde un principio y negociado ceder una parte de su territorio a Moscú.

Más allá de esta afirmación, hemos advertido que esta guerra era completamente evitable si tan sólo Estados Unidos y sus aliados hubieran dejado de intervenir en Ucrania, removiendo al presidente pro-ruso Viktor Yushchenko, mediante la revolución del Maidan en 2014, y posteriormente haber intentado hacer de Ucrania un miembro más de la OTAN. Se les advirtió a los ucranianos no atacar las poblaciones separatistas étnicas rusas, no escucharon y provocaron la irá rusa que culminó con la invasión el 24 de febrero de 2022.

En un artículo de Yves Smith, publicado el pasado 21 de noviembre en el portal de NakedCapitalism.com, y titulado “Fin del juego en Ucrania: Putin y Medvedev discuten mapas y ponen a Kiev en el menú” se nos da un crudo relato de lo que la guerra ha significado para Ucrania y nos brinda una idea de cómo puede terminar el conflicto en términos territoriales. Sea como sea, Ucrania ha sido devastada en todos los sentidos, en especial el humano.

El artículo comienza mencionando que el presidente ruso, Vladimir Putin, y su Vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Dmitry Medvedev, hicieron recientemente declaraciones en las que adoptaron una visión más amplia de lo que significan las “tierras rusas” en Ucrania. Al menos en lo que respecta a Putin, lo que dijo en la reunión del 3 de noviembre con miembros de la Cámara Cívica no es, filosóficamente, tan diferente respecto del tipo de observaciones históricas que Putin había hecho antes.

Sin embargo, tanto el diario ucraniano Pravada, como el analista Alexander Mercouris, consideraron los comentarios de Putin como potencialmente significativos, y la reiteración de éstas por parte de Medvedev parecería confirmar esa opinión. Y ambos sugirieron que la capital ucraniana Kiev, podría terminar siendo parte de Rusia.

Ahora bien, es cierto que Ucrania tiene muchas razones para estar nerviosa, se podría decir que Putin simplemente estaba anunciando los cambios sobre sus temas favoritos ante una audiencia relevante, y Medvedev se estaba poniendo su habitual sombrero de policía duro. O tal vez ambos líderes rusos estén tratando de hacer que Ucrania y Occidente comprendan que Rusia controlará el final del juego de este conflicto y así reajusten sus puntos de vista sobre lo que eso podría significar.

Independientemente de si estos comentarios representan un cambio significativo, sirven como recordatorio de que Rusia está en camino de adoptar una postura maximalista en términos de adquisición territorial de Ucrania. Por ejemplo, incluso los comentaristas favorables a Rusia se preguntaron si Rusia tomaría la ciudad de Odessa. La mayoría ahora parece dar por sentado esto y está agregando más secciones de Ucrania como posibles adquisiciones rusas. Pero, como se advirtió desde el principio, Rusia podría perder la paz si no encuentra una buena solución sobre qué hacer con Ucrania occidental.

Entonces, ¿se habla nuevamente de que Ucrania es una construcción artificial extraída de Rusia y de la antigua Rus? ¿O se trata simplemente de una postura, para hacer que quienes prestan atención estén menos descontentos con el final del juego, para actuar como si Rusia tuviera planes serios en partes de Ucrania occidental para que, cuando Rusia se integre menos a Rusia, Occidente pueda proclamar un éxito que salve las apariencias?

Las terriblemente malas perspectivas de Ucrania: Las cosas están tan mal que es difícil saber por dónde empezar.

Big Serge (@witte_sergei), publicó recientemente un excelente y detallado relato de por qué era cada vez más improbable que Ucrania lograra sus objetivos de hacer retroceder a Rusia a las fronteras de 1991. Es cierto que, en retrospectiva la visión de lo que pasó es perfecta. Al comienzo de la guerra, muchos pensaron, incluidos muchos en Rusia, que las sanciones impuestas por Occidente paralizarían a Rusia, idealmente conducirían al derrocamiento de Putin o al menos desestabilizarían gravemente el liderazgo ruso y socavarían la producción industrial, particularmente militar. Occidente también creía que lo que ahora está claro era su propia tontería: que Rusia tenía un ejército mal armado y dirigido, cuando fueron Estados Unidos y la OTAN los que habían optimizado sus fuerzas para luchar contra los insurgentes y se habían vuelto muy buenos en la construcción de  sistemas de armas complicados que no necesariamente funcionaron tan bien cuando se probaron. Peor aún, todavía no se ha reconocido adecuadamente que Rusia está a la cabeza en muchas categorías críticas, como la defensa aérea, los misiles hipersónicos y la interferencia de señales.

Ucrania logra pocos avances pero sufre grandes pérdidas

Lo sorprendente de la situación actual no es simplemente que Ucrania esté perdiendo la guerra con Rusia, y es sólo cuestión de tiempo antes de que Rusia dicte los términos, sino que el gobierno de Ucrania está actuando de manera que beneficia al ejército ruso, hasta la destrucción de lo que queda de su sociedad y economía.

Militarmente, Ucrania se acerca a una situación catastrófica. Eso no significa que su colapso sea inminente; Las variables clave incluyen si los líderes militares de Ucrania se rebelan contra Zelensky y con qué fuerza Rusia presiona para lograr la creciente debilidad de Ucrania. Es posible que Rusia prefiera ir despacio (fíjese, está haciendo un esfuerzo concertado para desmantelar la bien fortificada ciudad de Avdiivka), no sólo para reducir las pérdidas de sus tropas, sino también para desangrar lo más posible a Ucrania y darle tiempo a Occidente para adaptarse psicológicamente a la postración de Ucrania.

Otro factor que vale la pena mencionar es que Rusia sabe bien que se trata de una guerra contra la OTAN. Eso hará que la derrota final tenga más consecuencias, incluso si Estados Unidos y sus secuaces inventan una excusa para salvar las apariencias, como si Putin fuera a marchar hasta París (o Polonia) y tuvieron éxito deteniéndolo.  Ése es un aspecto al que el Big Serge no presta mucha atención: que se trataba de una guerra de coalición caótica, lo que significaba que para Ucrania los mensajes de éxito a menudo superaban las evaluaciones realistas (¿con qué frecuencia Rusia estuvo a punto de quedarse sin misiles? ¿O tuvo que quitarle los chips a las lavadoras?). Así que los partidarios de Ucrania no sólo no fabricaban suficiente armamento para mantenerse al día con la producción de Rusia (que Rusia siguió aumentando), sino que no era el equipo adecuado. Ucrania fue el primero en despojar los inventarios de la OTAN de los viejos equipos militares de estilo soviético, que sus tropas estaban entrenadas para manejar. Luego obtuvieron una mezcolanza de material occidental, que a menudo no estaban lo suficientemente entrenados para manejar con competencia, además esta combinación de armamento nuevo y viejo creó una pesadilla logística. Scott Ritter argumentó que tantos tipos diferentes de equipos ponen a Ucrania en una peor posición.

Y eso es antes de llegar a fuerzas mal (apenas) entrenadas. Dependiendo de cómo se cuente, Ucrania está en su tercer o cuarto ejército. Una historia reciente publicado en la revista Time sirve como una ventanilla única para observar el deterioro del estado de sus fuerzas y su dificultad para reponer las pérdidas. La edad promedio al comienzo de la guerra (30 a 35 años, debido en parte a la escasez demográfica de hombres de 20 años) ahora es de 43 años. Y:

Ahora el reclutamiento ha disminuido. A medida que los esfuerzos de reclutamiento se han intensificado en todo el país, en las redes sociales se están difundiendo historias de oficiales reclutados que sacan a hombres de trenes y autobuses y los envían al frente. Quienes tienen recursos a veces sobornan para salir de la obligatoriedad del servicio, a menudo pagando una exención médica. Estos episodios de corrupción dentro del sistema de reclutamiento se generalizaron tanto a finales del verano que el 11 de agosto el presidente ucraniano Zelensky despidió a los jefes de las oficinas de reclutamiento en todas las regiones del país.

La OTAN dice que los combates en Ucrania podrían durar años mientras los rusos atacan las ciudades del este

La decisión tenía como objetivo señalar su compromiso con la lucha contra la corrupción. Pero la medida fracasó, según el alto oficial militar, ya que el reclutamiento casi se detuvo al no contar con liderazgo. Los funcionarios despedidos también resultaron difíciles de reemplazar, en parte porque la reputación de las oficinas de reclutamiento había quedado manchada. “¿Quién quiere ese trabajo?” pregunta el oficial. “Es como ponerse un cartel en la espalda que diga: corrupto”.

Un nuevo artículo de CNN también analiza los problemas de mano de obra de Ucrania, pero extrañamente intenta hacer creer que Ucrania tiene margen de maniobra al no haber llegado aún al servicio militar obligatorio. Pero sí señala que Ucrania ha impuesto la ley marcial y restringe los viajes.

En 2020, el ejército de Ucrania estaba compuesto por aproximadamente un 15% de mujeres, y los cambios recientes en las reglas permitieron el reclutamiento de mujeres con conocimientos médicos y farmacéuticos, por lo que las recientes afirmaciones de que Ucrania está reclutando mujeres parecen en gran medida ser tergiversaciones de la política existente. Sin embargo, es posible que Ucrania esté utilizando más mujeres en funciones de combate últimamente un reporte de Dima de Military Summary, informó haber visto un vídeo de una trinchera con mujeres soldados muertas en ella.

Los expertos han argumentado que incluso con niveles cada vez menores de equipo y proyectiles, en ausencia de una revuelta o una rendición de los militares, Ucrania podría mantener la lucha por un tiempo adicional. Después de todo, Occidente probablemente sea capaz de enviar material hasta cierto nivel. Pero el problema de la mano de obra, especialmente de la mano de obra capacitada, no hará más que empeorar. Y ahora la prensa Occidental lo considera bastante malo.

Ha habido mucho menos debate sobre la economía de Ucrania, que está a punto de caer por un precipicio más dramático que su capacidad de mantener el combate. Los periodistas occidentales van casi exclusivamente a Kiev, y probablemente sólo cerca de edificios gubernamentales y lugares oficiales extranjeros (restaurantes elegantes), por lo que tienen poca sensación de la realidad de la vida cotidiana. Los periodistas que se aventuran más lejos lo hacen principalmente a zonas de combate. Necesitamos investigar un poco más y presentar un informe más completo, pero no hace falta mucho esfuerzo para descubrir que las perspectivas a corto y largo plazo para Ucrania son terribles, y eso que ya se le veía como el país más pobre y más corrupto de Europa.

Ucrania se enfrenta a un desastre demográfico, como lo ha relatado el blog Moon of Alabama y otros. Ya tenía una escasez de adultos jóvenes debido a un colapso de la natalidad (similar al que sufrió Rusia) en la década de 1990. No es ningún secreto que muchos ucranianos han huido a Europa y no se espera que la mayoría regrese. Además, es probable que esa población también sea más joven. Douglas Macgregor ha dicho que sus fuentes estiman que Ucrania ha bajado de una población de 43 millones antes de la guerra a 19 millones en los territorios que controla el gobierno de Kiev. Y el rumor es que Zelensky, para mantener la lucha, está buscando o de hecho ha comenzado a arrojar a más jóvenes a la trituradora de carne, endureciendo las exenciones universitarias y de empleo esencial.

La guerra de Rusia reducirá la economía de Ucrania en un 45%, dice el Banco Mundial

Y hay que tener en cuenta que Ucrania también está sufriendo un alto nivel de debilitamiento entre los supervivientes de la guerra. El diario Wall Street Journal informó hace meses que los pedidos de prótesis podrían llegar a 50,000. Eso fue antes de que comenzara la famosa contraofensiva de hace unos meses.

Diversos analistas lo han señalado y la prensa Occidental también ha reconocido que, Ucrania no ha hecho un muy buen trabajo reparando su red eléctrica después de los ataques rusos del otoño e invierno de 2022, hasta el punto de que puede caerse en ciertas áreas cuando ocurran las cargas invernales más altas. Algunas fuentes han sugerido que los fondos de reparación fueron en parte robados. Puede que eso sea cierto. Pero también se ha mencionado que Ucrania está utilizando equipo eléctrico soviético y ha agotado las reservas de refacciones entre los ex miembros del Pacto de Varsovia. Nadie va a establecer nuevas fábricas para fabricar una serie muy grande pero limitada de diversos componentes para la reconstrucción de Ucrania. Eso significa que cualquiera de las áreas que han sufrido daños críticos y que ya no pueden obtener refacciones de Occidente encontrarán que Rusia es quien controla su reconstrucción.

Los ingresos fiscales de Ucrania se han desplomado a medida que se ha disparado el gasto en defensa. Ucrania proyectó en marzo un déficit presupuestario para este año de 38 mil millones de dólares. Dadas las suposiciones optimistas sobre su súper tonta contraofensiva, uno tiene que pensar que el pronóstico fue igualmente optimista. Agréguele a lo anterior que en los dos proyectos de ley de gasto provisionales en los Estados Unidos no se contempla financiamiento para Ucrania y que Europa está diciendo en voz alta que no puede cubrir este déficit de recursos que está dejando Estados Unidos. No tengo idea de cuál es el desfase entre las aprobaciones de asignaciones y el efectivo que realmente llega a las arcas oficiales de Ucrania, pero uno tendría que pensar que la caja registradora de Estados Unidos está a punto de vaciarse. Y Ucrania terminará de derrumbará desde su ya caído nivel de funcionamiento. En Rusia, incluso durante el periodo de privatizaciones masivas de los noventas, con pérdida de servicios y el declive económico y demográfico, algunos servidores públicos críticos siguieron trabajando sin recibir ninguna compensación o recibiendo poca compensación. Putin se propuso dar a los profesores sus salarios atrasados en sus primeros años como presidente. ¿Cuánta cohesión social hay ahora en Ucrania, sobre todo después de que tantas personas ya la han abandonado?

También hay que tener en cuenta que Ucrania tenía un PIB nominal en 2022 de 160,000 millones de dólares en términos nominales, casi 380,000 millones de dólares en términos de Paridad de Poder de Compra. Es probable que esas cifras sean exageradas al incluir las partes de Ucrania que votaron a favor de unirse a Rusia. Así que, incluso si miramos estos resultados de la manera más generosa posible, Ucrania tiene un déficit del 10% del PIB, cuando ya tiene una inflación del 30%.

Grandes déficits después de una repentina reducción de la capacidad productiva son una receta de libro de texto para la hiperinflación.

También hemos señalado que el discurso occidental sobre la reconstrucción era un montón de tonterías, ya que tipos del sector privado hacen acuerdos de infraestructura sólo como ejercicios de previsión de un futuro saqueo. Entonces, en el mejor de los casos, esta iniciativa iba a ser como un ejercicio de explotación minera a cielo abierto en lo que quedaba de Ucrania. Esto ahora ha sido confirmado indirectamente por la propia zar de la reconstrucción, Penny Pritzker. El diario Ukrainska Pravda lo tituló “Imaginen que puede que no haya ayuda: conclusiones de la visita del Representante Especial de Estados Unidos a Ucrania”

Penny Pritzker, Representante Especial de Estados Unidos para la Recuperación de Ucrania, ha sugerido que los funcionarios imaginen cómo el país podría sobrevivir económicamente sin la ayuda de Estados Unidos durante su primera visita a Ucrania…

Ukrainska Pravda afirmó que su primera visita a Ucrania había dejado “un mal sabor de boca en muchas oficinas gubernamentales” aquí.

Una de las fuentes, familiarizada con el curso de las reuniones de Pritzker, dijo que ella trató de “llevarlos a la idea” de cómo Ucrania podría sobrevivir económicamente sin la ayuda estadounidense.

Cita de la fuente: “En las reuniones, Penny intentó que la gente pensara, imaginemos que no hay ayuda estadounidense: ¿qué deben hacer durante el próximo año para asegurarse de que su economía pueda sobrevivir incluso en este momento? ¿situación? Y realmente estresó a todos”.

Más detalles: Andrii Hunder, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en Ucrania, dijo a Ukrainska Pravda que la pregunta principal de Pritzker durante su visita y reuniones con empresas fue: “¿Qué obstaculiza el éxito y quién lo obstaculiza?”.

El artículo de UP dice que quizás la preocupación más fuerte entre la mayoría de las personas que interactuaron con la representante de Biden fue su llamado a no esperar la ayuda occidental, sino a buscar áreas de crecimiento como si no fuera a llegar.

El presidente Volodymyr Zelenskyy se reunió con la representante especial de Estados Unidos para la recuperación económica de Ucrania, Penny Pritzker.

¿Representa la charla sobre el mapa ruso una nueva forma de pensar sobre el final del juego?

El autor John Mearsheimer ha argumentado que Rusia quiere una Ucrania disfuncional. De la misma manera que Estados Unidos, la OTAN y Ucrania obligaron a un plan de guerra de desgaste de Rusia al continuar lanzando fuerzas cada vez más débiles contra las líneas rusas, para de esta manera haber causado aún más daño a la economía de Ucrania que el que la guerra ya habría causado. Todo al proporcionar un apoyo al ejército y al gobierno que no podrían mantener a largo plazo, para luego retirarlo abruptamente.

Sin embargo, aunque parece que Rusia acabará imponiendo su voluntad a Ucrania, todavía enfrenta limitaciones. Cuanto más Ucrania decida incorporar Rusia, más tendrá que reconstruir. Esos esfuerzos competirían con otra iniciativa de Putin, anunciada temprano en la Óblast de Smolensk, de mejorar en gran medida los servicios públicos en áreas remotas (ciudades manufactureras y mineras en el interior). Rusia también enfrenta ya escasez de mano de obra. Hasta cierto punto, podría redistribuir a los hombres que ahora trabajan en la industria manufacturera, particularmente en el sector armamentístico, para la reconstrucción. Pero Rusia puede enfrentar limitaciones laborales en cuanto a la rapidez con la que puede restaurar infraestructura y edificios.

Es probable que Putin y su círculo íntimo también reconozcan el riesgo y el costo de vincularse para controlar áreas donde Rusia no es bienvenida. Putin incluso dijo palabras en ese sentido desde el principio. Putin también parece valorar los referendos como una validación de la integración del territorio en Rusia. Estos argumentarían, en igualdad de condiciones, a favor de limitar las partes de Ucrania que son candidatas a la integración a aquellas con una sólida mayoría étnica rusa.

Para observar un conjunto de consideraciones superpuestas, desde la Conferencia de Seguridad de Munich, Putin ha estado tratando de lograr que una Europa y Estados Unidos hostiles reconozcan y respeten las necesidades de seguridad de Rusia. Entonces, ¿qué estado final territorial es óptimo o, alternativamente, el compromiso menos malo, sobre todo teniendo en cuenta que, excluidas Hungría y Bielorrusia, Rusia seguiría teniendo vecinos hostiles en su oeste?

Esta es la razón por la que el hecho de que Putin como Medvedev sugieran que Kiev podría ser parte de la ecuación, parece un cambio significativo. Hay muchos mapas de resultados electorales que los expertos occidentales han utilizado como sustitutos de la representación étnica rusa frente a la étnica ucraniana. Este del Washington Post es indicativo. Se puede ver que Kiev se encuentra seguramente en una parte del país de tendencia europea, como si eso estuviera en duda:

Pero en el discurso de Putin del 3 de noviembre, describió detalladamente cómo Rusia tiene reclamos sobre la “Antigua Rus” y eso parecería incluir a Kiev:

Comparemos esto con la propuesta anterior de Medvedev, que no es exactamente una broma:

Es cierto que Putin ha dicho repetidamente, como en su artículo de 2021, Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos, que los rusos y los ucranianos son un solo pueblo y que las recientes divisiones fueron diseñadas para facilitar el control. Pero será difícil devolver al genio de la discordia a la botella.

Una suposición es que Rusia ha decidido que eventualmente tendrá que buscar, o idealmente, encontrar alguna otra manera de someter a Kiev como centro administrativo de Ucrania. ¿Pero qué hace entonces? Incluso si Rusia es capaz de crear un Estado títere, ¿cómo puede ejercer suficiente control sin convertirse en un albatros financiero y de gobernanza? Recuerde, Kiev es una ciudad físicamente extensa de 3 millones de habitantes, a ambos lados del rio Dnieper. Sería difícil asegurarla contra la voluntad de sus habitantes… a menos, digamos, que se pudiera alentar aún más a sus ciudadanos a abandonar la ciudad.

Pero parece que cualquier otra manera, con Ucrania entrando en una especie de paz del vencedor con Rusia, está lista para que Occidente intente deshacer eso en cualquier momento. Quizás Rusia cree una zona de amortiguamiento, particularmente empobrecida y con una población muy baja (una manera es deselectrificándola), como una especie de zona desmilitarizada.

Una vez más, como mínimo, el liderazgo de Rusia reconoce que tiene cada vez más grados de libertad en términos de cuál podría ser el estado final de Ucrania. Y puede que no sea lo suficientemente imaginativo. Pero no veo cómo las cosas han mejorado mucho con respecto al problema potencialmente enconado del oeste de Ucrania. Quizás los expertos y políticos rusos han propuesto mejores remedios que no han tenido cobertura aquí.

Es evidente que a Ucrania le hubiera ido mejor si al inicio de las hostilidades se hubiera rendido y negociado con el régimen de Vladimir Putin, en lugar de haberse envalentonado con el apoyo de Occidente. Bajo este supuesto Ucrania tal vez hubiera perdido el 10% de su territorio, pero hubiera conservado la vida en el resto del país. Ahora parece que perderá la mitad del territorio e un país destrozado, empobrecido y con apenas una tercera parte de los habitantes que tenía antes del conflicto. 

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En X: @alejandrogomezt

Conflicto: ¿Cómo se pelean y ganan las guerras?

A medida que la primera gran guerra terrestre transfronteriza en Europa, desde la Segunda Guerra Mundial, avanza en su segundo año y comienza el asalto terrestre de Palestina, tras el ataque terrorista a Israel, lo que despierta recuerdos de la Guerra de Yom Kippur, parece que se vuelve sombríamente relevante echar una mirada a la manera en que se libran las guerras en la era de la Pax Atómica.

Hace apenas unos días, salió a la venta el libro “Conflict: The Evolution of Warfare from 1945 to Ukraine” (Conflicto: la evolución de las guerras de 1945 a Ucrania, de ahora en adelante “Conflicto”). Esta es obra de dos expertos en materia militar: David Petraeus, uno de los principales pensadores militares de Estados Unidos, coautor del manual de campo del ejército estadounidense sobre guerra de contrainsurgencia, además de haber supervisado el aumento de tropas en Irak en 2007. El otro autor es Andrew Roberts, un historiador británico que ha escrito sobre el liderazgo militar desde principios de los años 1990. El primero aporta una visión profesional de la estrategia político-militar; el segundo, ofrece un enfoque histórico al tema de la destrucción masiva. El objetivo de ambos autores es proporcionar algo de contexto al entramado de conflictos modernos y echar un vistazo a las características de las guerras venideras.

En una reseña de dicho libro, escrita por Jonathan W. Jordan, se nos narra como “Conflicto” deja en claro que la historia militar moderna es una sucesión de asociaciones y acuerdos que buscan principalmente contrarrestar los desafíos violentos de nacionalistas, terroristas y dictadores. En esta entrega combino elementos de dicha reseña, con mis propias ideas respecto del libro, con el fin de compartir con el lector muchos de los conceptos de esta obra recién publicada.

Andrew Roberts

El libro reconoce que tratar de detallar cada conflicto armado desde el final de la Segunda Guerra Mundial requeriría varios volúmenes, por lo que los autores optaron por priorizar “los conflictos que han contribuido a la evolución de la guerra”. La selección incluye todas las guerras estadounidenses importantes del período, la guerra de independencia de Israel, las guerras de los Seis Días y de Yom Kippur, las Malvinas y la guerra entre Irán e Irak. También está presente un examen de las guerras de descolonización en Cachemira, Malasia, Indochina francesa, Argelia, así como los conflictos nacionalistas de la década de 1990 en Osetia, la ex Yugoslavia y Ruanda.

David Petraeus

El libro comienza mencionando que el siglo XX fue el más brutal de todos los siglos de existencia humana; Se estima que en la primera mitad del siglo XX ya habían muerto violentamente más personas que en todos los siglos anteriores juntos.

En su primera mención a Rusia, los autores señalan que obtuvo una gloria intachable en 1945 por haber proporcionado los océanos de sangre necesarios para librar al mundo del mal del nazismo. Por cada cinco soldados muertos luchando contra la Alemania nazi en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, cuatro murieron en el Frente Oriental. Sin embargo, desde 1945, Rusia ha estado mal gastando su crédito por ese gran servicio a la humanidad, y ahora más que nunca lo hace con la invasión a Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin.

Señalan que cuando se hace bien, un liderazgo estratégico exitoso puede mejorar incluso las situaciones más desventajosas. Sin embargo, cuando se hace mal, éste puede convertir una victoria en una derrota segura. Los líderes deben poder dominar cuatro tareas principales:

  • En primer lugar, necesitan comprender de manera integral la situación estratégica general en un conflicto y diseñar el enfoque estratégico apropiado, en esencia, para acertar con la identificación de las grandes ideas.
  • En segundo lugar, deben comunicar esas grandes ideas, la estrategia, de manera efectiva en toda su organización y a todas las partes interesadas.
  • En tercer lugar, deben supervisar la implementación de las grandes ideas, impulsando la ejecución del plan de campaña de manera implacable y determinada.
  • Por último, tienen que determinar cómo deben refinarse, adaptarse y aumentarse las grandes ideas, para que puedan realizar las tres primeras tareas una y otra vez.

Los estadistas y soldados que realizan adecuadamente estas cuatro tareas son los ejemplos que se destacan en la historia militar.

La muerte de los sueños de paz

En una de las primeras reflexiones del libro, se menciona que después de la Primera Guerra Mundial, muchos asumieron que la acumulación de armamentos era fundamentalmente desestabilizadora, pero la Guerra Fría sirvió para refutar esta noción: los líderes con vastos arsenales nucleares descubrieron que una amenaza nuclear concentraba las mentes de los líderes mundiales y desincentivaba con éxito el conflicto directo entre superpotencias, aunque a favor de conflictos limitados y guerras proxy. Y eso es lo que sucedió en los siguientes 75 años de guerras que cubre el libro “Conflicto”.

Los historiadores han debatido durante mucho tiempo quién fue el responsable de la Guerra Fría que estalló sólo unos meses después de la rendición de Japón (y que de hecho ya estaba en marcha antes de que casi se retomaran las hostilidades en el momento del Puente Aéreo de Berlín de junio de 1948 a mayo de 1949). Desde la apertura de los archivos soviéticos a principios de la década de 1990, quedó claro que, desde el mismo momento en que terminó la Segunda Guerra Mundial, Joseph Stalin tenía la intención de extender el marxismo-leninismo dondequiera que encontrara una falta de determinación Occidental. Después de todo, Vladimir Lenin había afirmado que un choque entre comunismo y capitalismo era inevitable.

Puente aéreo de Berlín. Fue la primera gran crisis de la Guerra Fría. El bloqueo soviético a Berlín occidental propició el puente aéreo de Berlín, una operación única en la que los aviones de los aliados llevaron a la ciudad dividida tras la Segunda Guerra Mundial más de dos millones de toneladas de alimentos, carbón y medicinas.

Los conflictos

En cuanto a las primeras luchas de la posguerra, el libro menciona que la brutal guerra civil de China que llevó a la independencia de Formosa (hoy Taiwán), demostró “que la guerra de guerrillas emprendida según principios militares maoístas por fuerzas más pequeñas podría, en última instancia, tener éxito contra un gobierno respaldado por Occidente”. Esta forma de conflicto se desarrollaría durante los siguientes 40 años, desde Vietnam hasta Nicaragua, con superpotencias rivales asumiendo papeles de soporte a estos grupos guerrilleros.

El teórico militar prusiano y teórico Carl von Clausewitz describió la guerra como hacer política por otros medios y así como la política no terminó en 1945, tampoco acabó la guerra. Mencionaba que la primera tarea de un líder estratégico es acertar en la identificación de las grandes ideas. Entre los que han tenido éxito figura Gerald Templer, que se convirtió en alto comisionado británico para Malasia en 1952 y cuya referencia a la necesidad de ganarse “los corazones y las mentes de la gente”, se nos dice, “sigue siendo la explicación más sucinta sobre cómo ganar una campaña de contrainsurgencia”. Por el contrario, las fuerzas nacionalistas en China, los franceses en Argelia y los estadounidenses en Vietnam se equivocaron en las grandes ideas y pagaron un alto precio por sus errores.

Carl von Clausewitz

El libro “Conflicto” es eficaz al argumentar la importancia de supervisar la implementación de las grandes ideas e impulsar la ejecución del plan de campaña de manera implacable y determinada. Los estudios de caso de la guerra de Yom Kippur, los fracasos del mantenimiento de la paz en múltiples regiones en la década de 1990, así como la experiencia de Estados Unidos en Irak y Afganistán, demuestran los peligros de la complacencia y la falta de inversión. Reconoce que la guerra es altamente situacional e incluso en medio de un conflicto, los factores que la impulsan pueden cambiar dramáticamente. El enfatizar la comunicación y la preparación ayuda a minimizar las fisuras que provocan que los planes fracasen.

Los capítulos más largos cubren Irak y Afganistán, donde la disfunción política de cada país empantanó el éxito militar. Sobre el colapso en 2021 de las tropas gubernamentales de Afganistán, que habían sido tan costosamente entrenadas y equipadas bajo los presidentes estadounidenses Bush, Obama, Trump y Biden, Petraeus comenta que “las tropas fueron lo suficientemente valientes: los 66 mil soldados afganos muertos durante la guerra dan cuenta de ello”. Pero lucharon para un gobierno a menudo corrupto e incompetente que nunca se ganó la confianza de las comunidades locales, que históricamente habían determinado el equilibrio de poder dentro de Afganistán”.

Imágenes de las guerras de Vietnám, Irak y Afganistan

La guerra de Ucrania

La invasión rusa de Ucrania en 2022 sirve como estudio de caso del libro sobre cuán gravemente puede tropezar Goliat contra David. Como hizo Hitler con Stalin, el presidente ruso Vladimir Putin puso sus esperanzas en que le daría un rápido knockout a Ucrania. Cuando eso fracasó, la corrupción, la logística improvisada, la falta de superioridad aérea, la falta de preparación para una reacción económica y la falta de apoyo público masivo en Rusia condenaron al fracaso las posibilidades del país de una rápida victoria. Al observar el reciente aumento tanto en el gasto militar alemán como en el suministro de armas europeas que llegan a Ucrania, así como la expansión de la OTAN para incluir a Finlandia y probablemente a Suecia, los autores concluyen que, “al proponerse hacer grande a Rusia otra vez, Putin en realidad estaba haciendo que la OTAN volviera a ser grande”.

La discusión que se hace en el libro sobre la guerra en curso en Ucrania es la más convincente en términos de validar su tesis de la importancia de transmitir correctamente las ideas.  Petraeus y Roberts muestran efectivamente al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky como un “líder verdaderamente churchilliano, que desempeña magníficamente cada una de las tareas clave de un líder estratégico”. Por su parte, Putin y el liderazgo ruso demuestran la antítesis. Los autores mencionan que afortunadamente ellos fracasaron espectacularmente en el desarrollo de una gran idea y en el desarrollo de la estructura organizacional necesaria para llevar a cabo una visión estratégica.

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Los autores también proporcionan evidencia de cómo una moral y una disciplina superiores han ayudado a los soldados ucranianos contra sus adversarios rusos. Reconociendo el peligro de analizar una operación importante en curso, el libro “Conflicto” no busca predecir el resultado de la guerra en Ucrania, limitando su análisis simplemente a lo que ya ocurrió.

Los autores cubren ampliamente el papel de las sanciones económicas, la manipulación de las redes sociales y el activismo de los consumidores en la guerra de Ucrania. Señalan que el control de Elon Musk sobre el sistema de Internet satelital Starlink le dio un poder de veto único sobre las operaciones ucranianas en Crimea. “Con magnates individuales como Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos ejerciendo un poder tan extraordinario”, nos dicen los autores, “las guerras del futuro tendrán que tener en cuenta su influencia”.

Las guerras del futuro

Al final de la Primera Guerra Mundial, la guerra abarcaba los tres elementos terrestres (tierra, agua y aire), y al final de la Segunda Guerra Mundial, las capacidades en el aire y bajo el mar estaban resultando decisivas en teatros muy diferentes. Hoy en día, la tecnología emergente nos deja razonablemente confiados en que las guerras futuras se librarán en aún más dimensiones (entre ellas el espacio y el ciberespacio), algunas de las cuales están en su infancia pero que ahora se están volviendo cada vez más importantes y, de hecho, centrales para los conflictos modernos.

Por lo tanto, es probable que los conflictos futuros disminuyan en su alcance geográfico claro -aunque ese seguirá siendo el principal foco de atención de las grandes potencias- y al mismo tiempo lleguen a áreas más amplias que nunca. En un mundo en el que todo el mundo tiene una computadora en el bolsillo, casi todas controladas por unas pocas empresas, el espionaje, el sabotaje corporativo, la subversión, los ciberataques y la desinformación en línea pueden convertirse en métodos muy eficaces de lucha futura.

En las guerras del siglo XX, los militares fueron pioneros en avances tecnológicos. Áreas como la informática, la criptografía, el radar, la cirugía plástica e Internet habrían tardado más en emerger si no hubiera sido por la financiación militar inicial. Hoy ocurre algo al revés. Después de haber dedicado tanto tiempo a las formas tradicionales de guerra e invertido grandes cantidades de dinero en ellas, los ejércitos occidentales ahora se encuentran aún más dependientes de los avances civiles en robótica y sistemas cada vez más autónomos para iluminar sus puntos ciegos y proporcionar los medios para identificar y responder. a tales amenazas.

Es así que el capítulo final del libro perfila los contornos de conflictos futuros. La inteligencia artificial, los monopolios de minerales estratégicos y las “guerras híbridas” (donde las armas incluyen información falsa, manipulación política, guerras proxy y ataques cibernéticos) son el elemento característico de las próximas guerras. “La guerra híbrida atrae especialmente a China y Rusia, ya que son mucho más capaces de controlar la información que reciben sus poblaciones que sus adversarios occidentales”, advierten los autores. Y como la línea entre guerras limitadas y totales se vuelve más borrosa cada año, el combatiente de la próxima guerra podría ser una mujer sentada frente a una computadora controlando una serie de drones, un experto en informática pirateando una red eléctrica o un diseñador de robótica que refina sistemas de armas de energía dirigida.

El libro “Conflicto” fue escrito antes del reciente estallido de la guerra entre Hamas e Israel, donde un ataque terrorista coordinado provocó en principio una respuesta militar bastante convencional. Mientras hombres armados se dirigen a los lugares de la masacre en camionetas y misiles de precisión son lanzados en respuesta a Hamas, la advertencia introductoria de los autores salta a la vista: “La guerra evoluciona; no es estática. Sin embargo, es evidente que la guerra también es capaz de retroceder repentina y sorprendentemente”. Muchos de los elementos que “Conflicto” analiza (el uso de drones de bajo costo, los ataques contra la infraestructura, el poder de las redes sociales y el patrocinio de potencias externas, por nombrar sólo algunos) aparecen en nuestras pantallas en tiempo real, recordándonos que “por lo tanto, todavía vale la pena estudiar la guerra”.

El libro concluye mencionando que el filósofo griego Platón tenía razón: sólo los muertos han visto el fin de la guerra. Contrariamente a lo que se esperaba ampliamente a principios de este siglo, el mundo ni siquiera ha visto el fin de las grandes guerras que involucran a grandes fuerzas convencionales, y mucho menos el fin de las llamadas guerras pequeñas: insurgencias, campañas terroristas y guerras de guerrillas. Más allá de eso, las armas nucleares, que claramente siguen siendo un elemento crítico de los arsenales y regímenes de disuasión de las superpotencias y las principales naciones, ciertamente no han impedido las guerras; por el contrario, en varios casos parecen simplemente haber puesto límites indefinidos a la guerra en lugar de prevenirla.

“Conflicto” termina haciendo una mención fuerte y enfática sobre los riesgos de aislacionismo de las superpotencias, la importancia de tener el ejército que aprenda más rápido y contar con líderes que permanezcan involucrados desde el desarrollo de una idea hasta la verificación de su implementación. Esto es apropiado ya que, en todo momento, el libro destaca hábilmente que la guerra es un esfuerzo humano y que la inversión, la comprensión y la comunicación por parte de los líderes estrategas y los soldados individuales pueden superar las grandes disparidades en tecnología.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En X: @alejandrogomezt

El perverso juego Nazi en Ucrania

La historia del final de la Segunda Guerra Mundial, en su forma más simple, nos dice que el Ejército Rojo venció a la Alemania Nazi en la Batalla de Berlin, lo que provocó la rendición alemana el 7 de mayo de 1945. Debido a las atrocidades cometidas por los alemanes en suelo ruso y un costo de 27 millones de vidas rusas en el conflicto, es lógico pensar que los rusos detestan cualquier resabio de nazismo en cualquier parte del mundo. Y de igual forma, cualquier remanente de nazismo detesta a los rusos. Este es el punto de partida de esta entrega.

Una de las excusas centrales del presidente ruso, Vladimir Putin, para justificar la invasión de Ucrania es el objetivo de “desnazificar” el país; pero los partidarios de Ucrania rechazan esta acusación e inclusive argumentan que su presidente, Volodymyr Zelensky, es judío. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha acusado a los países occidentales de ignorar lo que han llamado crímenes de guerra por parte de grupos ultraviolentos y de ultraderecha en Ucrania, diciendo que su silencio “alentaba la aparición del neonazismo y la rusofobia”.

En este sentido, diferentes analistas dan cuenta de que si existe una ideología de extrema derecha en ciertos grupos en Ucrania; sin embargo, los funcionarios ucranianos y los aliados extranjeros, como Estados Unidos y los países europeos, a menudo niegan la importancia de los movimientos neonazis y de extrema derecha en la política interna de Ucrania. Es claro que esos grupos que pretenden no observar, existen y son muy activos. Este tema sigue siendo muy delicado, de hecho es un tema tabú, rechazado por los políticos y la prensa occidentales. Nadie quiere alimentar la maquinaria de propaganda rusa que por lo general enfatiza el papel de estos grupos en la política ucraniana. Podemos decir que con respecto a este tema, estamos en un régimen de censura similar al de Corea del Norte, ya que no se está diciendo la verdad.  

Ucrania resta importancia al papel de la extrema derecha en el conflicto

¿A qué viene todo esto? A que el tema del nazismo en Ucrania ha resurgido con fuerza después de que el pasado 22 de septiembre, el parlamento de Canadá elogió a un veterano de guerra ucraniano que luchó con la Alemania nazi. En los últimos días hemos visto que se centra la atención en una parte controversial de la historia de Ucrania y su papel durante la Segunda Guerra Mundial.

En este contexto, en un artículo de David Sacks, publicado en el portal American Greatness el pasado 29 de septiembre y titulado “Primavera para Hitler”, se explican algunos de los defectos del pensamiento occidental sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, y cómo en aras de destruir a Rusia han sacrificado a Ucrania, y han permitido que resurjan grupos indeseables, en un juego geopolítico perverso.

El artículo de Sacks comienza mencionando que los partidarios occidentales de la guerra en Ucrania han tratado de negar la complicada relación entre el nacionalismo ucraniano y los grupos neonazis, calificando cualquier discusión sobre el pasado o presente nazi en Ucrania como un “tema de conversación de Putin”. Pero la verdad sólo puede ser suprimida durante un tiempo, y recientemente estalló en lo que debería haber sido una aburrida sesión del Parlamento canadiense.

Mientras se presentaba al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para dar otro discurso ante la Cámara de los Comunes de Canadá, el presidente de la Cámara, Anthony Rota reconoció a Yaroslav Hunka, de 98 años, como un héroe de guerra ucraniano por luchar contra la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Aparentemente sin saber que Hunka había sido un soldado voluntario en la 14.ª División de Granaderos de las Waffen-SS de la Alemania nazi, una unidad militar famosa por sus horrendos crímenes de guerra incluido el asesinato de civiles, incluidos judíos y ciudadanos polacos. Era una unidad tan cruel que hasta el propio arquitecto del holocausto, Heinrich Himmler se sorprendía de su brutalidad por atacar a civiles no armados.

El Kremlin dice que Canadá debe llevar ante la justicia al veterano nazi, Yaroslav Hunka

Una sala entera llena de parlamentarios, junto con el primer ministro canadiense Justin Trudeau y Zelensky, agitando los puños, se levantaron para aplaudir a Hunka. Anthony Rota se ha disculpado efusivamente por su error y ha renunciado a su cargo de Presidente del Parlamento Canadiense, pero el vergonzoso espectáculo revela algunos de los defectos del pensamiento occidental sobre esta guerra.

El Presidente Ucraniano, Volodímir Zelenski y el Primer Ministro Canadiense, Justin Trudeau aplaudiendo a Yaroslav Hunka

El imperativo de señalización de virtudes

En primer lugar, el incidente muestra el imperativo de apoyar el Proyecto Ucrania, que señala las virtudes y reemplaza todos los demás valores y consideraciones. La lógica funciona al revés de la siguiente manera: Ucrania es buena, por lo tanto el nacionalismo ucraniano es bueno. Por lo tanto, si alguien es un nacionalista ucraniano, debe ser bueno. Hechos incómodos como el servicio de Junka en las Waffen-SS o incluso que el padre del nacionalismo ucraniano, Stepan Bandera, fuera un colaborador de los nazis, son meros detalles históricos que deben ser barridos o borrados, como hacen a veces los medios occidentales con las fotografías de ucranianos. Soldados que lucen símbolos nazis en sus uniformes.

Hay que recordar que uno de los objetivos declarados de la operación militar de Rusia en Ucrania fue la desnazificación. Según los rusos, el nacionalismo extremista tiene un largo historial en territorio ucraniano y cobró especial fuerza tras el golpe de Estado del 2014. Desde entonces, se ha estado desarrollando un culto a Stepán Bandera, líder ultranacionalista con una historia sangrienta, que colaboró con las tropas hitlerianas durante la Segunda Guerra Mundial.

De acuerdo con David Sacks, eliminar todo el contexto histórico y la complejidad del conflicto actual crea un indebido binario simplista: uno debe apoyar el nacionalismo ucraniano o la conquista brutal del invasor. A medida que los principales medios de comunicación y los partidarios en línea refuerzan este marco una y otra vez, cualquier esfuerzo por buscar un mayor nivel de comprensión del conflicto se vuelve sospechoso. ¿Tienes alguna pregunta más profunda sobre las causas de la guerra o los posibles caminos hacia la paz? Debes ser “prorruso”. Para la mayoría de los liberales, y ciertamente para los políticos canadienses, es más seguro entregarse a señales de virtud históricamente ignorantes que correr el riesgo de ser llamados apologistas de Putin, incluso si esto resulta en algún momento ocasional de humillación al vitorear a un nazi.

Por supuesto, la realidad es más complicada que el binario simplista. La mayoría de los nacionalistas ucranianos no son nazis. Pero la presencia de la ideología nazi en Ucrania está bien documentada, y los grupos ultranacionalistas más ardientes de Ucrania conservan la ideología racial de su patriarca Stepan Bandera. Esta es la razón por la que las insignias nazis suelen aparecer en los uniformes ucranianos. Esta es la razón por la que los nacionalistas blancos acudieron en masa desde toda Europa para luchar en el lado ucraniano al comienzo de la guerra. Por eso algunas calles de Ucrania llevan el nombre de nazis ucranianos que participaron en crímenes de guerra. Esta es la razón por la que los grupos de vigilancia llevan algún tiempo preocupados por el aumento de los grupos de odio en Ucrania.

El papel de los ultranacionalistas

A pesar de todo esto, Occidente ha cerrado los ojos, tapado sus oídos y calificado el “problema nazi” de Ucrania como un argumento mentiroso y una vil excusa por parte de Vladimir Putin. Esto revela un segundo y más inquietante defecto en el pensamiento de la política exterior estadounidense: han hecho causa común con los ultranacionalistas ucranianos y básicamente de cualquier parte del mundo. Cualquier política exterior sensata de Estados Unidos hacia Ucrania se habría esforzado por mantener a raya a esta gente. En cambio, se les cultivó. Hay dos brigadas activas peleando en Ucrania y los Estados Unidos están perfectamente bien con eso. No se han dado cuenta de que pueden apoyar a Ucrania sin glorificar a los neonazis.  Si los medios reportaran la existencia de Neonazis en cualquier parte del mundo sería un escándalo, pero como son los neonazis consentidos de Estados Unidos, la enorme mayoría prefiere callar.  

Participaron en el golpe de estado Maidan respaldado por Estados Unidos en 2014, y una vez que estalló una guerra civil como reacción al golpe, grupos de extrema derecha como el Sector Derecha (Right Sector) y el infame Batallón Azov (por ciento, muy celebrado por los medios estadounidenses), comenzaron a matar separatistas en el Donbass, acumulando un número de miles de muertos. En lugar de reprimir estos esfuerzos, el gobierno de Kiev incorporó estas milicias a la estructura de mando militar para continuar su trabajo contra Rusia.

Es una escena familiar en Ucrania estos días, donde los ultraderechistas radicales son una presencia cada vez más amenazante en las calles.

Los antecedentes y las implicaciones del golpe de extrema derecha de 2014 en Kiev, que derrocó al presidente prorruso Viktor Yanukovich, son fundamentales para comprender la actual guerra entre Ucrania y Rusia. Este golpe fue apoyado abiertamente por el imperialismo estadounidense y europeo y fue implementado principalmente por tropas de choque de extrema derecha como el Sector Derecha y el Partido neonazi Svoboda.

Representó la culminación temporal de esfuerzos de larga data del imperialismo estadounidense para instalar un régimen títere en las fronteras de Rusia y acercó al mundo a una peligrosa guerra entre las mayores potencias nucleares, Estados Unidos y Rusia. Desde entonces, Ucrania se ha convertido sistemáticamente en una plataforma de lanzamiento para una guerra de la OTAN contra Rusia.

El cambio de régimen provocó el estallido de una guerra civil en curso en el este de Ucrania, entre separatistas respaldados por Rusia y el ejército ucraniano respaldado por Estados Unidos, que se ha cobrado la vida de decenas de miles y ha desplazado a millones.

En Estados Unidos, el golpe de 2014 fue un catalizador para una campaña cada vez más agresiva contra Rusia y un giro significativo hacia la derecha entre los sectores poblacionales de la clase media alta. El imperialismo estadounidense y la OTAN han financiado la guerra, al Estado ucraniano y a las fuerzas de extrema derecha con miles de millones de dólares.

El golpe de estado en Ucrania de 2014

La clase dominante alemana aprovechó el golpe como pretexto para intensificar agresivamente su campaña para remilitarizar y justificar los crímenes de las fuerzas fascistas. Otra vez en Alemania son graciosos los chistes respecto de los judíos. Por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se vio a representantes de un gobierno alemán en fotografías con neonazis ucranianos declarados.

Estados Unidos podría haber apoyado los Acuerdos de Minsk entre 2015 y 2021 para resolver pacíficamente el conflicto, pero los políticos estadounidenses se dejaron seducir por la idea de que el fervor nacionalista en Ucrania serviría a sus intereses. Un estudio de Rand Corporation mostró cómo se podría utilizar a Ucrania como sustituto para desestabilizar a Rusia. El Gran Tablero de Ajedrez de Zbigniew Brzezinski explicó que Ucrania era un Estado bisagra; Si pudiera entrar en la órbita de Occidente, Rusia ya no sería una gran potencia. Por lo tanto, Estados Unidos racionalizó alinearse con grupos que nunca harían concesiones con Rusia y se hicieron de la vista gorda ante sus problemáticas políticas.

Una trágica negativa a negociar

Como Zelensky ha reiterado constantemente, la posición ucraniana sigue siendo que cada centímetro cuadrado de territorio (incluida Crimea) debe ser devuelto a Ucrania o no habrá paz. Pero Moscú nunca estará de acuerdo con esto, particularmente cuando está ganando una guerra de desgaste. Ahora que la contraofensiva no ha logrado recuperar una cantidad significativa de territorio, no existe ningún plan viable para desalojar a Rusia del territorio ucraniano. La intransigencia de Zelensky y sus partidarios al negarse a negociar no sirve a los intereses a largo plazo de Ucrania, que actualmente está siendo destruida, pero es coherente con la agenda de los ultranacionalistas.

En mi artículo del 10 de septiembre, titulado “Lo único a lo que debemos temerle es a la extinción”, advierto que el objetivo de Estados Unidos con la campaña en Ucrania es la destrucción de Rusia y que hay mucha gente irresponsable tomando decisiones que podrían provocar que todo este juego termine mal con un problema nuclear. Hay mucha gente que no está actuando de manera madura en el conflicto.

La tragedia es que en 2019 Zelensky fue elegido con una plataforma de paz: se suponía que debía hacer las paces con Rusia bajo los auspicios de Minsk II. Pero los grupos de extrema derecha lo amenazaron con violencia si lo hacía, y él dio marcha atrás. En 2021 había cambiado de rumbo y apoyaba resoluciones para recuperar Crimea y aumentar el bombardeo del Donbás. Con un ferviente partidario de Ucrania, el presidente Biden en la Casa Blanca y un nuevo acuerdo estratégico de Estados Unidos que prometía armas, ayuda económica y una futura membresía en la OTAN, Zelensky se animó a seguir una política de línea dura en lugar de la plataforma de paz por la que fue elegido. Con la extrema derecha de Estados Unidos y Ucrania alineada a favor de esta posición, resistirse debe haber parecido suicida.

Una mejor política estadounidense

Estados Unidos está muy mal porque ha exacerbado los grupos de neonazis. Si bien odia el nazismo, con sus acciones grita que si eres de un grupo neonazi afín, pues está bien. Te vamos a tolerar es lo que dice.

Una política estadounidense mucho mejor habría sido reconocer el derecho a la autodeterminación de todo el pueblo de Ucrania. Pero eso habría significado reconocer la pérdida de Crimea (que es mayoritariamente rusa) y conceder autonomía regional al Donbás, como Ucrania acordó hacer en Minsk II. Hacer eso y eliminar la membresía de la OTAN habría logrado la paz y habría dejado a Ucrania intacta. Pero la paz no era el objetivo de los estrategas del Departamento de Estado, que querían debilitar a Rusia y veían a Ucrania como un peón en su Gran Tablero de Ajedrez.

Dar una gran ovación a un ex soldado nazi es una mancha moral, pero sacrificar a Ucrania en un juego geopolítico mientras se pretende ser su salvador es una mancha mucho mayor.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

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En Twitter: @alejandrogomezt

Noticias del Sur Global: BRICS, Prigozhin y el alunizaje indio

Bastantes cosas importantes están pasando en países líderes, no necesariamente alineados a los intereses de Occidente. Si bien Rusia y China sufren de severos problemas económicos, de los cuales dimos cuenta en la entrega de la semana pasada, no dejan de ser noticia por la visión geopolítica que mantienen. De igual forma, el presidente ruso, Vladimir Putin vuelve al centro de atención por haber liquidado al líder del grupo paramilitar Wagner; mientras que la India, con un presupuesto del 6% del de la NASA, aterrizó una nave espacial en una región de la Luna a la que no se había llegado antes.

BRICS: Desdolarización y nuevos miembros 

El bloque de los BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, celebró su cumbre de líderes del 22 al 24 de agosto en Johannesburgo, Sudáfrica. De ella destacaron los llamados a una mayor desdolarización (al menos entre los países del bloque) y los acuerdos en materia de expansión de su membresía.

Es bien sabido que China y Rusia llevan tiempo imaginado el futuro de los BRICS fundamentalmente como un bloque antioccidental de naciones en desarrollo; sin embargo, se dice que existe un feroz desacuerdo interno entre los BRICS, respecto a si deben continuar buscando la no alineación para los intereses económicos de los países en desarrollo o si deban transformar a los BRICS en un rival de Occidente.

El presidente ruso, Vladimir Putin, no asistió a la cumbre debido a que hay una orden de arresto de la Corte Criminal Internacional (ICC por sus siglas en inglés) y el Estatuto de Roma requerirían que el gobierno sudafricano buscara su arresto, pero de forma remota enfatizó que “…el proceso objetivo e irreversible de desdolarización de nuestros vínculos económicos está ganando impulso”. Como era de esperar, adoptó un tono optimista sobre el futuro del bloque, en un momento en que el presidente Xi Jinping de China está instando a los BRICS a convertirse en un rival geopolítico del G7.

El líder ruso afirmó que los cinco miembros del BRICS se están convirtiendo en los nuevos líderes económicos mundiales, y añadió que su participación acumulada en el PIB mundial ha alcanzado el 26%. Señaló que si se mide por la paridad del poder adquisitivo, los BRICS ya han superado al Grupo de los Siete principales países industrializados, representando el 31% de la economía mundial, en comparación con el 30% del G7.

En los últimos 10 años, la inversión mutua entre los estados miembros del BRICS se ha multiplicado por seis. Sus inversiones totales en la economía mundial se han duplicado, mientras que las exportaciones acumuladas representan el 20% del total mundial.

Putin también atacó las “sanciones ilegítimas… que pesan seriamente sobre la situación económica internacional” por parte de Estados Unidos y Occidente y el “congelamiento ilegal de los activos de los estados soberanos”, en un mensaje que fue bien recibido entre muchos aspirantes a ser candidatos para ingresar al bloque BRICS. “Estamos aumentando constantemente el suministro de combustible, alimentos y fertilizantes a los países del Sur Global”, añadió, al tiempo que culpaba de la escasez internacional de alimentos a las sanciones “ilegales” de Occidente.

Respecto al presidente de China, Xi Jinping, más allá de presionar al bloque BRICS para que se convierta en un rival a gran escala del G7, busca que los miembros se conviertan en “una fuerza constructiva que optimice la gobernanza global y promueva la democratización de las relaciones internacionales”. Su visión es que si se amplían los BRICS para que representen una porción similar del PIB mundial que el G7, entonces su voz colectiva en el mundo se hará más fuerte.

Expansión del bloque

Posiblemente la mayor sorpresa de la cumbre de los BRICS es que se informó que las potencias petroleras del Golfo: Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, fueron invitadas formalmente a convertirse en miembros, lo que marca la primera expansión del bloque en más de una década.

“La membresía entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2024”, dijo el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, añadiendo que además Argentina, Egipto, Etiopía e Irán se sumarán al grupo el próximo año.

De esta manera, con la incorporación de Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos a los BRICS, el mecanismo multilateral ahora incluye a los principales productores e importadores mundiales de petróleo. De esta forma, parece más natural la adopción más amplia de las monedas locales para el comercio entre los países BRICS, en lugar de seguir utilizando el dólar estadounidense.

Desde este espacio hemos señalado que la tendencia a la desdolarización es en realidad el fruto amargo de las propias acciones de Estados Unidos. En los últimos años, las sucesivas sanciones financieras unilaterales de EE.UU. han recordado cada vez a más países la necesidad y urgencia de la desdolarización, que ahora se ha convertido en un consenso general.

Durante décadas, el dólar estadounidense ha sido una divisa fuete por la confianza mundial en la deuda estadounidense. Pero Estados Unidos ha dañado al resto de la economía mundial mediante su política de flexibilización cuantitativa (QE) ilimitada y recientemente por los aumentos bruscos y masivos de las tasas de interés. Hay que decir que Estados Unidos está sobregirando el crédito del dólar estadounidense.

En el pasado probablemente no había mejor alternativa que el dólar estadounidense, y el fuerte poder económico de los EE.UU. permitió que el dólar siguiera manteniendo su hegemonía, pero ahora las cosas han cambiado.

Estadísticas de los BRICS

Creado en 2009, los países del grupo BRICS representan alrededor del 40% de la población mundial y más de una cuarta parte del PIB mundial. Y ahora que Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos e Irán están listos para ingresar al grupo, tendrá tres de los mayores productores de petróleo del mundo.

Como observa Statista en un análisis reciente, las cinco naciones BRICS superaron al G7 en términos de su PIB combinado en 2020. Eso es cuando se mide según la paridad del poder adquisitivo, es decir, ajustado por las diferencias en las compras. Según el FMI, el bloque representará colectivamente el 32.1% del PIB mundial este año. Esto supone un aumento respecto de 1995 cuando representaban sólo el 16.9% y el G7 aportaba el 29.9% del PIB mundial.

El ascenso de los países BRICS, si bien no está exento de desafíos y disparidades dentro del grupo, ha llevado a mayores llamados a una gobernanza global más inclusiva y representativa, agregando más peso a las voces que se desvían de las políticas formuladas por el G7 liderado por Occidente. En ninguna parte esa desviación ha sido más evidente que en la respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Si bien el G7 condenó el ataque e impuso sanciones estrictas a Rusia, ninguno de los miembros del BRICS denunció las acciones de Rusia ni se sumó a las sanciones.

El líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, murió en un accidente aéreo ruso.

Los enemigos de Vladimir Putin han estado apareciendo muertos durante años, y el último es el jefe mercenario Yevgeny Prigozhin, quien, según se informó, murió el miércoles 23 de agosto en un accidente aéreo en las afueras de Moscú. Esto no es una coincidencia, camarada, como solían decir los soviéticos; esto ocurre exactamente dos meses después de la insurrección de Prigozhin en contra del Ministerio de Defensa ruso.

La autoridad de aviación civil de Rusia confirmó que Prigozhin estaba en el vuelo, mientras que los canales de las redes sociales dijeron que el avión Embraer fue derribado por un misil. El presidente Biden dijo a los periodistas que “no sé con certeza qué sucedió, pero no me sorprende”, y agregó que “no sucede mucho en Rusia que Putin no esté detrás”.

Yevgeny Prigozhin, líder de Wagner Group

El destino de Prigozhin probablemente quedó sellado después de su fallido motín de junio contra Putin. El Grupo Wagner de Prigozhin obtuvo el control de la ciudad rusa de Rostov, marchó hacia Moscú y derribó aviones rusos. El líder mercenario afirmó que “no teníamos el objetivo de derrocar el régimen existente”. Pero exigió la renuncia de los principales funcionarios de defensa de Rusia “quienes, a través de sus acciones poco profesionales, cometieron una gran cantidad de errores” en Ucrania.

Esa fue una acusación políticamente explosiva… y cierta. Putin ha utilizado a su propio pueblo como carne de cañón, y el Ministerio de Defensa del Reino Unido estima que los rusos sufrieron hasta 200 mil bajas, incluidos 60 mil muertos, en el primer año de la guerra.

El dictador bielorruso Aleksandr Lukashenko, aliado de Putin, negoció una tregua para poner fin al motín de Prigozhin. Pero la rebelión fue el desafío más importante en los 23 años de gobierno de Putin. Si la muerte de Prigozhin fue un asesinato, y su intención era ser un mensaje para otros posibles golpistas, pueden apostar que así es como lo leerán los rusos.

La desaparición de Prigozhin confirma la política brutal que ahora controla Rusia. Demasiados en Occidente, incluidos los de izquierda y derecha estadounidenses, imaginan que se puede avergonzar o apaciguar a Putin para que retroceda en sus ambiciones de reconstituir un imperio de la Gran Rusia. Pero esto subestima su ideología y su crueldad. Matará a cualquiera que se interponga en su camino en casa y hará lo mismo en el extranjero: en Ucrania, Polonia o cualquier otro lugar, si cree que puede salirse con la suya.

La India aterrizó una nave espacial en el polo sur de la Luna.

El aterrizaje exitoso, también ocurrido el miércoles 23 de agosto, fue el primero en llegar a esa parte de la Luna. Se produjo días después de que una misión rusa similar terminara en un accidente. India se une a Estados Unidos, Rusia y China en el pequeño grupo de naciones con capacidad espacial para realizar un alunizaje controlado.

Tres países del bloque BRICS ahora tienen capacidad espacial, por lo que se espera que con este logro de la India, inicie una nueva era de exploración. Todo esto es aún más notable, dado el minúsculo presupuesto espacial anual de 1.5 mil millones de dólares de la India. El presupuesto de la NASA asciende a 25 mil millones de dólares.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

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La huida desde el dólar estadounidense

Muchos países están cansados del arreglo financiero que desde 1971, año en que se rompieron los acuerdos de Bretton Woods, ha permitido a Estados Unidos controlar buena parte de la suerte económica de casi todos los países. Este país es el emisor de la moneda utilizada para la mayoría de las transacciones comerciales a nivel mundial y de reserva global. Esta posición privilegiada, también le ha permitido sancionar a las naciones que considera hostiles y hacerse de buena parte de la riqueza global, en la forma como lo expliqué en la entrega de la semana pasada.

Richard Nixon, presidente de EEUU de 1969 a 1974

Pero las cosas poco a poco han venido cambiando y desde hace algún tiempo muchos países huyen del dólar. Esto no sólo se debe a que el dólar ha perdido el 85% de su valor entre 1971 y la actualidad (debido a la emisión imparable de billones de dólares sin ningún respaldo, como el que se tenía antes con el patrón oro), sino porque además muchas naciones están cansadas de un sistema financiero injusto que permite a una nación obtener una enorme ventaja sobre las demás y hacerse de sus riquezas de manera fácil. Para ponerlo de una manera sencilla, Estados Unidos es un jugador de Monopoly, pero al mismo tiempo controla el banco, extiende créditos a los otros jugadores, por los que cobra sustanciales intereses, y jamás se le acaba el efectivo para comprar todas las propiedades y bienes que quiera a los demás jugadores.

En este sentido, en un artículo de Ted Snider, publicado el 9 de mayo en el portal de AntiWar.com, y titulado “La huida desde el dólar estadounidense”, se hace un recuento de cómo una enorme cantidad de países, enemigos y aliados de Estados Unidos por igual, realizan esfuerzos por alejarse del uso del dólar estadounidense en el comercio internacional.

El artículo comienza con un recuento de que el 20 de marzo, el presidente chino, Xi Jinping, se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú. En su artículo publicado en los medios de comunicación rusos antes de la reunión, XI dijo con entusiasmo que “el comercio entre China y Rusia superó los 190 mil millones de dólares estadounidenses el año pasado, un 116% más que hace diez años”. Aunque ha alcanzado el equivalente a 190 mil millones de dólares estadounidenses, ya no se negocia en dólares estadounidenses. En su artículo en los medios chinos, Putin dijo que “la proporción de liquidaciones en monedas nacionales” de todo ese comercio “está creciendo”. El 65% de ese comercio masivo entre China y Rusia ahora se realiza en sus monedas rusa y china.

Aunque EE.UU. ve a Rusia y China como las mayores amenazas a su posición en el mundo, no son solo los enemigos de EE.UU. los que huyen del dólar. Sus amigos más cercanos también lo han insinuado y hecho. Después de sus reuniones con XI en China, el presidente francés, Emmanuel Macron, probablemente sorprendió y enfureció a los EE.UU. al pedir a Europa que reduzca su dependencia de la “extraterritorialidad del dólar estadounidense”.

Xi Jinping y Vladimir Putin, presidentes de China y Rusia respectivamente

Estos llamados a una huida del dólar estadounidense no son meramente económicos, son también geopolíticos. Son llamados a reformar el orden financiero mundial desafiando la hegemonía estadounidense y abogando por la multipolaridad. El monopolio del dólar no solo ha asegurado la riqueza estadounidense: ha asegurado el poder estadounidense. Estados Unidos es el único país del mundo que paga su deuda externa en su propia moneda, además de que la mayor parte del comercio internacional se realiza en dólares y la mayor parte de las reservas de divisas de los países también se mantienen en dólares. Ese dominio del dólar a menudo ha permitido a los EE.UU. dictar la alineación ideológica o imponer ajustes estructurales económicos y políticos en otros países. También ha permitido que EE.UU. se convierta en el único país del mundo que puede sancionar efectivamente a sus oponentes. La emancipación de la hegemonía del dólar es la liberación de la hegemonía estadounidense. La huida del dólar estadounidense es un mecanismo para reemplazar el mundo unipolar liderado por Estados Unidos por un mundo multipolar.

Como Estados Unidos ha demostrado a lo largo de la historia con Cuba, Venezuela, Afganistán, Irán y Rusia, el monopolio del dólar permite convertirlo en un arma muy poderosa rápidamente. Las reservas internacionales y los fondos de los países pueden ser rehenes, y los países pueden verse coaccionados y obligados a acatar las sanciones estadounidenses para evitar pasar hambre. Las demostraciones recientes de ese poder han despertado a muchos países a que se den cuenta de su vulnerabilidad en el sentido de que EE.UU. en cualquier momento los puede sancionar si no están alineados a sus intereses.

La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, dijo recientemente (a raíz de las sanciones impuestas a Rusia por su invasión a Ucrania) que “existe un riesgo cuando usamos sanciones financieras que están vinculadas al papel del dólar que, con el tiempo, podría socavar la hegemonía del dólar”. Explicó que “por supuesto, crea un deseo por parte de China, Rusia e Irán de encontrar una alternativa”.

Janet Yellen, Secretaria del Departamento del Tesoro

Y eso es justo lo que se ha hecho. Pero en su diagnóstico a Yellen aún le falta considerar el efecto mayor de la guerra del dólar estadounidense. No son solo China, Rusia e Irán los que ahora buscan escapar de la presión. Los enemigos de Estados Unidos, pero también sus amigos y todo los que están en medio, están considerando huir del dólar.

China y Rusia lo están haciendo. El aliado de la OTAN, Francia, lo pide para Europa. Los países no alineados también están hablando de ello o ya lo están haciendo.

India es una potencia económica en crecimiento. Y, al igual que China, India ha aumentado enormemente su comercio con Rusia. India y Rusia ahora han comenzado las discusiones sobre un acuerdo de libre comercio entre India y la Comisión Económica Euroasiática dirigida por Rusia. Los dos países están ahora comprometidos en “negociaciones avanzadas” para un nuevo tratado bilateral de inversión. Rusia ha expresado interés en utilizar “monedas nacionales y monedas de países amigos” para el comercio. India también “ha estado interesada en” avanzar hacia dejar atrás el dólar al “aumentar el uso de su moneda rupia para el comercio con Rusia”. Y la India ha comenzado recientemente a comprar algo de petróleo ruso en rublos rusos.

La hegemonía del dólar estadounidense también se ha visto amenazada en el patio trasero de Estados Unidos. El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha propuesto escapar del control del dólar “creando una moneda latinoamericana”. Mientras estaba en China para reunirse con XI, Lula preguntó: “¿Quién decidió que el dólar sería la moneda [del mundo]?” Luego respondió a su propia pregunta. En marzo, Brasil y China escaparon del dólar estadounidense al asignar cada uno de sus bancos para realizar su comercio bilateral en el real brasileño y el yuan chino.

El presidente de Brasil, Lula da Silva y Xi Jinping

Pakistán ahora también comercia con China en su propia moneda. Irán y Rusia han huido del dólar y ahora están negociando en riales y rublos. Recientemente anunciaron que eludieron el sistema financiero de EE.UU. al vincular sus sistemas bancarios como una alternativa al SWIFT para operar entre ellos. Arabia Saudita ha dicho que no ve “problemas” en el comercio de petróleo en monedas distintas al dólar estadounidense. Robert Rabil, profesor de ciencias políticas en Florida Atlantic University, dice que los Emiratos Árabes Unidos, Egipto e Israel también se han alejado del dólar estadounidense.

La Unión Económica Euroasiática ha acordado “una transición por etapas” de la liquidación del comercio en “moneda extranjera” a “liquidaciones en rublos”.

Quizás lo más sorprendente para EE.UU. fue la decisión de la reunión del 30 y 31 de marzo de los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) de reducir la dependencia del dólar estadounidense. ASEAN está compuesta por Indonesia, Tailandia, Filipinas, Singapur, Vietnam, Camboya, Laos, Malasia, Myanmar y Brunei. La reunión produjo una declaración conjunta para “reforzar la resiliencia financiera… mediante el uso de la moneda local”. Pero lo que debe haber sido más inquietante para EE. UU. fue la explicación que dio el presidente de Indonesia, Joko Widodo, sobre la decisión. Widodo dijo que la medida es necesaria para protegerse de “posibles repercusiones geopolíticas”. ¿Qué quiso decir con eso? “Ten mucho cuidado”, explicó. “Debemos recordar las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia”.

Yellen tenía razón cuando dejó entre ver que las sanciones a Rusia habían mermado la confianza en el dólar como moneda de reserva. Widodo dijo que las sanciones de EE.UU. a Rusia expusieron cuán vulnerables son los países si dependen de los dólares estadounidenses y de los sistemas de pago extranjeros de EE.UU. Dijo que el uso del sistema de transacciones en moneda local de la ASEAN para comerciar en monedas locales ayudaría a abordar la necesidad de que Indonesia se prepare para la posibilidad de que Estados Unidos pueda sancionarlo de manera similar.

Estas naciones no son las únicas organizaciones que mapean su huida del dólar estadounidense. También lo están haciendo los países que conforman BRICS, una organización internacional enorme cuyo objetivo principal es equilibrar la hegemonía estadounidense en un nuevo mundo multipolar. Compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa el 41% de la población mundial. BRICS también está hablando de realizar operaciones comerciales en las monedas de sus miembros o incluso en una nueva moneda de BRICS.

Lula sugirió recientemente que “el banco BRICS tenga una moneda para financiar el comercio entre Brasil y China, entre Brasil y otros países BRICS” para que los países no se vean obligados “a perseguir dólares para exportar, cuando podrían exportar en sus propias monedas.”  El vicepresidente de la Duma estatal rusa, Alexander Babakov, también dijo recientemente que los BRICS están trabajando para crear su propia moneda.

Una moneda BRICS podría desafiar al dólar más allá de las fronteras de BRICS. “Debido a que cada miembro de la agrupación BRICS es un peso pesado económico en su propia región, los países de todo el mundo probablemente estarían dispuestos a hacer negocios” en la moneda, sugirió un informe en el Financial Post.

Una de esas regiones es África. En julio se celebrará en San Petersburgo la cumbre Rusia-África. Olayinka Ajala, profesora titular de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad de Leeds Beckett y autor de “The Case for Neutrality: Understanding African Stances on the Russia-Ukraine Conflict”, dijo que “un enfoque principal de Rusia y China en este momento es lograr que los países africanos apoyen la moneda BRICS propuesta”. Él dice que “este será un tema importante en la próxima conferencia”. Ajala explica que “África es un continente consumidor, lo que significa que importan muchos bienes y servicios”. Dice que “con una población de más de 1.2 miles de millones, si Rusia y China son capaces de convencer a los países africanos de la necesidad de deshacerse del dólar, será un duro golpe para Estados Unidos”.

El artículo de Ted Snider concluye mencionando que desde África hasta el Sudeste Asiático y América Latina, desde Rusia y China hasta India, Irán y Arabia Saudita, los países están trazando su curso para alejarse del dólar estadounidense. Como mecanismo de transición de la hegemonía estadounidense a un mundo multipolar, los efectos económicos serían grandes, pero los efectos geopolíticos podrían ser aún mayores.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt