Desde 2012, cuando terminaron las medidas de transición con China, México sufre de un déficit comercial crónico con esa nación. De acuerdo con cifras de INEGI, en 2023 le exportamos a China mercancías con un valor de apenas 10,058 millones de dólares (mdd) e importamos desde aquel país 114,191 mdd, lo que nos ocasionó un déficit comercial gigantesco de 104,133 mdd. El nivel del nuestro desequilibrio comercial con China ha venido empeorando, lo cual queda claro cuando vemos que apenas hace seis años, en 2018, nuestro déficit era de 76,082 mdd.
El agravamiento de nuestro déficit con China es producto de que entre 2018 y 2024 nuestras exportaciones a dicho país crecieron en apenas 2,629 mdd, mientras que nuestras importaciones desde China subieron en 30,680 mdd. Esto es producto de políticas públicas equivocadas en México y prácticas comerciales predatorias por parte de China. Mientras que México importa grandes volúmenes de bienes como electrónicos, maquinaria, textiles, vestido, calzado y productos manufacturados a costos competitivos, sus exportaciones a China, principalmente materias primas como minerales y agroindustria, han tenido un crecimiento nominal mucho más limitado. Esto refleja una dependencia creciente de México de bienes terminados e insumos chinos y una estructura comercial desequilibrada.
La situación comercial está empeorando aceleradamente en lo que va de 2024, ya que en el acumulado de los primeros nueve meses del año nuestras exportaciones a China presentan una caída de -6.0%, mientras que nuestras importaciones desde ese país crecieron 13.3%. De esta manera, en el periodo de enero a septiembre de 2024, acumulamos un déficit comercial con China de 88,341 mdd, cifra 15.2% más grande respecto del déficit de 76,686 mdd registrado en los primeros nueve meses de 2023.
Estas son las estadísticas oficiales, pero en realidad nuestro desequilibrio comercial con China es mucho más grave cuando se toman en cuenta el contrabando bronco, la subvaluación y los millones de paquetes que llegan desde ese país por la venta a través de plataformas digitales como Shein, Temu, Alibaba, etc.
Estas crecientes importaciones no solo han devastado varias industrias nacionales, con la consiguiente pérdida de empleos y cierre de empresas, sino que también han encendido las alarmas entre nuestros socios comerciales en Norteamérica. Mientras Estados Unidos y Canadá implementan esfuerzos serios para desacoplarse de China a través de elevados aranceles, México, en contraste, se vuelve cada vez más dependiente del gigante asiático, obteniendo incluso una ventaja competitiva al acceder a insumos de menor costo. Esto genera una preocupación legítima sobre el rumbo de nuestras políticas comerciales y su impacto en la integración regional.
Es verdad que Canadá tiene diferencias importantes con Estados Unidos en el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), migración y la insuficiente aportación canadiense para la OTAN, pero recientemente los políticos de ambas naciones se han unido en la queja contra la cercanía de México con China en el tema comercial, siendo los canadienses más vocales pidiendo que México quede fuera de este acuerdo comercial.
En este sentido, en un artículo de Riley Donovan publicado en el portal de The Epoch Times el pasado 11 de noviembre y titulado “Cómo la avalancha de productos chinos en Norteamérica le valió a México la etiqueta de “puerta trasera”, se explica cómo es que ven en Norteamérica la relación de México con China.
El artículo comienza mencionando que, en un contexto amenazador por los posibles aranceles y las tensiones comerciales generadas tras la reelección de Donald Trump, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, ha dicho que todos los primeros ministros provinciales de Canadá están de acuerdo en pedir que se expulse a México del T-MEC porque funciona como una “puerta trasera” para los productos chinos.
“Si México no lucha contra el transbordo de productos, al menos igualando los aranceles canadienses y estadounidenses a las importaciones chinas, no debería tener un lugar en la mesa ni disfrutar del acceso a la economía más grande del mundo”, dijo Ford en una declaración el 12 de noviembre.
Posteriormente, el 20 de noviembre agregó que “Todos los primeros ministros, sabemos que México está importando piezas chinas baratas, les coloca etiquetas de “Hecho en México”, enviándolas a través de Estados Unidos y Canadá, lo que provoca la pérdida de empleos estadounidenses y canadienses”.
Según un informe del Descartes Systems Group, México aumentó sus exportaciones a Estados Unidos en un 54% entre 2016 y 2022. Durante este mismo período de seis años, las importaciones mexicanas procedentes de China se dispararon en un impactante 138 por ciento.
En 2022, los productos chinos representaron una parte importante de las exportaciones de México a Estados Unidos: aproximadamente el 15.7% de los muebles y productos relacionados, el 28% de los productos electrónicos, el 35.7% de los productos plásticos y el 32.6% de los productos de caucho.
Si bien esas cifras son sorprendentes, la intensificación del comercio entre los dos países apenas estaba comenzando en 2022. De enero de 2023 a enero de 2024, las exportaciones chinas de contenedores a México aumentaron casi un 60 por ciento. El comercio entre México y China está aumentando a un ritmo espectacular, con una tasa de crecimiento anual que alcanzó el 34.8% en 2023, frente a solo el 3.5 por ciento del año anterior.
La preocupación entre los críticos es que China esté utilizando a México para librarse de los elevados aranceles punitivos que Estados Unidos le ha impuesto a miles de productos desde la primera Administración Trump y que la administración Biden dejo en su mayor parte en vigor. Esta práctica comercial se conoce como transbordo o triangulación: producir bienes, enviarlos a un destino intermedio y luego presentarlos como si vinieran de ese segundo país.
“Le están poniendo una etiqueta de Hecho en México y enviándolos al extranjero”, dijo Ford.
China ha enfrentado acusaciones de transbordo en muchos casos antes. Esto incluye, por ejemplo, la producción barata de miel cortada con azúcar barata como jarabe de maíz o jarabe de arroz en la provincia oriental de Zhejiang y su exportación a países vecinos para posteriormente enviarla a otros países.
Riley Donovan comenta que siempre que las mercancías chinas sufran una “transformación sustancial” después de su entrada a México, pueden acogerse a las tasas arancelarias preferenciales del T-MEC, aunque esta barrera no es tan alta como parece. Para que se considere que han sido transformadas sustancialmente en ocasiones es tan sencillo como traer componentes de otras partes y luego ensamblarlos en México. Obvio, no es tan fácil como ponerle una nueva etiqueta como argumenta el primer ministro de Ontario, pero tampoco es mucho más difícil que eso.
El término de “puerta trasera” descrito por Ford incluye una importante fuente de preocupación para la industria automotriz tanto en Estados Unidos como en Canadá y se refiere a un aumento en las plantas de ensamblaje de automóviles chinos en México.
El T-MEC elimina los aranceles sobre los automóviles en el mercado norteamericano siempre que al menos el 75% de las piezas se fabriquen en América del Norte. Esto representa un aumento del 62.5% que se establecía en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) anterior. La preocupación es si China está haciendo uso de esta disposición al aumentar la fabricación de automóviles en México. Solo entre 2019 y 2023, 12 nuevas empresas chinas de autopartes se instalaron en México.
Un informe de la Alliance For American Manufacturing publicado en febrero de 2024 advirtió que el paso de automóviles de China a través de México constituye una “amenaza existencial para la industria automotriz estadounidense”.
El informe sostiene que la importación de grandes cantidades de automóviles chinos extraordinariamente baratos (algunos de los cuales se venden a un precio tan bajo como 14,000 dólares estadounidenses) “amenaza los empleos de millones de trabajadores de la industria manufacturera estadounidense” y provoca “un evento de nivel de extinción para el sector automotriz estadounidense”.
Los analistas llevan años escribiendo sobre la amenaza de que China utilice a México para pasar sus productos a Estados Unidos, pero la reelección de Trump el 5 de noviembre dio el impulso a los primeros ministros provinciales de Canadá para empezar a sonar las alarmas. En Canadá, empiezan a surgir preocupaciones ante la perspectiva de que la nueva administración Trump promulgue una política económica firme que podría incluso incluir un arancel general del 10% a todos los productos, incluidas las importaciones estadounidenses procedentes de Canadá.
Cabe recordar que Canadá se unió a Estados Unidos a principios de este año al imponer aranceles del 100% a los vehículos eléctricos chinos y del 25% al acero y el aluminio chinos. México hasta ahora no ha seguido su ejemplo.
La viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, dijo la semana pasada que comparte las preocupaciones de Washington sobre si México está “alineado” con sus otros dos socios norteamericanos en lo que respecta a la cuestión de las prácticas comerciales desleales de China.
“He escuchado… algunas preocupaciones reales sobre si México está totalmente alineado en lo que respecta a sus políticas con respecto a China”, dijo Freeland el 13 de noviembre. “Creo que esas son preocupaciones legítimas que nuestros socios y vecinos estadounidenses deben tener. Esas son preocupaciones que comparto”.
“Tenemos que hacer frente”
El ministro de Desarrollo Económico de Ontario, Vic Fedeli, afirmó en una entrevista con CBC News que la reelección de Trump fue la razón por la que Ford eligió este momento para pedir que México sea excluido del T-MEC. “Sabemos que el presidente electo habla de China y de los transbordos, por lo que tenemos que hacer frente”, dijo.
Al adoptar una postura firme contra la triangulación de productos chinos por parte de México, los primeros ministros de Ontario y Alberta se están alineando con la visión del mundo económico de la nueva administración Trump, buscando así garantizar que Canadá sea visto como un amigo de los estadounidenses con intereses económicos mutuamente beneficiosos.
La buena voluntad que podría surgir de esta alineación de intereses será particularmente relevante cuando el T-MEC sea revisado (y posiblemente renegociado) antes del 1 de julio de 2026. En ese momento, Ontario, que tiene una importante industria automotriz, se beneficiará enormemente si Canadá queda protegido de los aranceles sobre los automóviles. El gobierno de Alberta, por su parte, presionará contra los aranceles que puedan perjudicar a su extensa industria energética.
Además de convertir a Canadá en un aliado económico de los Estados Unidos, el gobierno de Ontario en particular tiene un interés directo en frenar el flujo de productos chinos a través de México. Fedeli expresó especial preocupación por la importación clandestina de automóviles chinos.
“Estas medidas arancelarias que están adoptando realmente van a perjudicar a Ontario y a Canadá, pero principalmente van a perjudicar a Ontario porque somos el único fabricante de automóviles”, dijo en la entrevista de CBC.
Se estima que la industria automotriz de Ontario empleó a 160,800 trabajadores en 2019. El gobierno de Ford tiene como objetivo mantener el apoyo de estos trabajadores, sus familias y las comunidades del sur de Ontario que dependen de la industria, especialmente si los rumores de una elección provincial anticipada son ciertos.
Dadas las opiniones de la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, sobre China, no es sorprendente que haya sido la primera en hacerse eco de la preocupación de Ford de que México se ha convertido en una puerta trasera para los productos chinos.
Smith ha expresado fuertes sospechas sobre el Partido Comunista Chino (PCCh), incluso en una entrevista con The Epoch Times donde advirtió contra depositar demasiada confianza en China como socio geopolítico.
“Creo que ahora tenemos que asegurarnos de que entendemos qué adversario es China, y asegurarnos de que no estamos contribuyendo a nuestra propia desaparición”, dijo.
Continuó advirtiendo contra volverse demasiado dependiente económicamente de China.
“La producción barata china ha vaciado nuestro sector manufacturero, no solo en los Estados Unidos sino también en Canadá”, dijo.
El 16 de noviembre, el primer ministro Justin Trudeau se sumó a la preocupación y reconoció el problema de que China utilice a México como puerta trasera para el ingreso de sus productos, y dijo que “existen preocupaciones en torno al nivel de inversión china en México que creo que deben abordarse”. Sin embargo, Trudeau dijo que sigue teniendo la esperanza de que Canadá y México “puedan trabajar de manera constructiva en los próximos meses y quizás años” para resolver el problema.
El artículo de Riley Donovan termina mencionando que ante las crecientes críticas, México podría verse en la necesidad de elegir entre frenar el lucrativo flujo de productos chinos a sus costas o terminar siendo excluido de la economía norteamericana por sus socios comerciales.
Mi conclusión va en el sentido de que el creciente déficit comercial de México con China y su papel como “puerta trasera” para que entren los productos chinos a Norteamérica, plantean serios desafíos no solo para nuestra economía interna, sino también para la relación estratégica con Estados Unidos y Canadá, que no podemos darnos el lujo de deteriorar. La integración regional bajo el T-MEC es fundamental para el crecimiento y la estabilidad económica de México, y la percepción reiterada de desalineación en nuestras políticas comerciales pondrá en riesgo nuestra participación en el bloque económico más importante del mundo. México debe, a como dé lugar, priorizar el fortalecimiento de sus lazos comerciales con sus socios norteamericanos, garantizando prácticas que fomenten la confianza mutua, impulsen la competitividad regional y refuercen nuestro compromiso con un desarrollo económico equilibrado en la región.
Son tiempos de mucha incertidumbre y necesitamos estar informados.
Alejandro Gómez Tamez*
Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com
Suscríbete GRATIS a mi newsletter en Substack: https://economex.substack.com/
Sígueme en X: https://x.com/alejandrogomezt
Si disfrutas de nuestro contenido, te invitamos a apoyar nuestro trabajo suscribiéndote a nuestro servicio informativo premium. Tu suscripción nos permitirá seguir adelante con nuestra labor y, además, te dará acceso a contenido exclusivo. ¡Agradecemos de antemano tu apoyo!

