Otra vez una crisis bancaria en Estados Unidos

La lucha contra la inflación, misma que fue ocasionada en buena medida por el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), así como por las políticas fiscales expansivas por parte del gobierno federal estadounidense, ha cobrado nuevas víctimas, ahora en el sistema financiero tradicional. Contrario a lo que muchos piensan, esta situación si era completamente previsible, aunque no estoy seguro de que fuera inevitable, y en esta entrega explico por qué. 

Después del colapso del Silicon Valley Bank (SVB) ocurrido el viernes 10 de marzo, presenciamos una semana de enorme estrés financiero internacional por los temores de que haya otros bancos en una situación de insolvencia, como el caso del Signature Bank, que también quebró. También vimos como los grandes bancos de Wall Street se unieron y fueron al rescate del First Republic Bank, realizando depósitos por 30 mil millones de dólares para brindarle liquidez. Para evitar que explote una crisis bancaria como la de 2008, la FED intervino para respaldar a los depositantes bancarios hasta con sus ahorros no asegurados y tuvo que echar reversa en su política de reducir los activos en su hoja de balance, regresando a un esquema de compra de bonos a los bancos a un precio que no les implique pérdidas. En Suiza su banco central tuvo que entrar a salvar a Credit Suisse, con una línea de vida de 50 mil millones de francos suizos después de que se profundizaron las preocupaciones sobre sus perspectivas. Al momento de escribir estas líneas, parece que dicho banco será adquirido por el banco UBS o bien será nacionalizado por el gobierno suizo. 

No se sabe a ciencia cierta qué pasará con el sistema bancario estadounidense y europeo en el mediano plazo, así como el monto de los rescates que eventualmente se tendrán que realizar, pero queda claro que los bancos centrales y los propios bancos comerciales de mayor tamaño, harán todo lo posible para evitar una crisis sistémica como la de 2008 – 2009. Al día de hoy, dos bancos estadounidenses han quebrado, según la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), y sus activos combinados valían 319 mil millones de dólares (mmdd) (SVB tenía 209 mmdd en activos, mientras que Signature Bank tenía 110 mmdd). En términos de activos perdidos, eso ya coloca al 2023 en segundo lugar después de 2008, cuando 25 bancos quebraron con un total combinado de 374 mmdd en activos.

¿Cuántas veces el mundo tendrá que recorrer el camino de una crisis financiera causada por el desajuste entre una banca que presta basada en un sistema de reserva fraccionaria y los casi 9 billones de dólares adicionales que puso la FED en la forma de un alivio monetario (quantitative easing o QE) durante la crisis de la pandemia del virus chino, para demostrar que el sistema bancario estadounidense no funciona?

Hace tres semanas, en mi editorial titulado “La inevitable debilidad del dólar” (https://economex.blog/2023/02/26/la-inevitable-debilidad-del-dolar/) advertí que si el USD se fortalece con más alzas en la tasa de interés, acabará con el valor de casi todas las clases de activos, excepto el propio USD. Mencioné que ya estamos viendo esta carnicería abierta en los mercados crediticios a medida que aumentan las tasas de interés y las políticas de dólar fuerte del Jerome Powell paralizan las normas de préstamos y créditos del pasado. Y bueno, ahora Estados Unidos tiene este problema por las enormes pérdidas ocasionadas a los tenedores de bonos del Tesoro.

Antes de avanzar más en el análisis vale la pena explicar cómo el aumento en las tasas de interés puede ocasionar la insolvencia de un banco. A continuación pongo un ejemplo muy sencillo solo para ilustrar el punto: Sucede que la mayoría de bonos del gobierno se venden con descuento y la diferencia entre el precio del bono (P) y su valor al vencimiento (FB) es lo que se conoce como la tasa de interés implícita. Supongamos que hay un bono con plazo de un año que tiene un precio de 99 dólares y un valor al vencimiento de 100 dólares, entonces la tasa de interés de ese bono es 1.01% (100/99 – 1). Entonces si la tasa de interés sube a 4.75%, el precio de los nuevos bonos será de 95.46. De esta forma, si un banco tiene 1,000 bonos y la tasa de interés es de 1.01%, entonces esos activos valen 99,000 dólares, pero si la tasa sube a 4.75% el valor de dichos bonos caerá a 95,460 dólares, es decir una pérdida de 3.58 por ciento. 

Dada la lógica anterior, la caída de SVB y sus efectos posteriores no pueden ser considerados como un cisne negro, como muchos lo han querido hacer creer. Un evento bancario de estas características era 99% previsible al ver que había bancos poco diversificados y que tienen miles de millones de dólares invertidos en bonos del Tesoro de EEUU, por lo que el alza en tasas de interés ocasionaría que sus pérdidas fueran tan grandes que algunos de ellos caerían en una situación de insolvencia. Nadie quiso ver que esto pasaría y prefirieron mirar hacia otro lado.

Ahora en este 2023 una vez más, vemos que el riesgo sistémico se transformara en estrés económico, quiebras bancarias y luego un rescate del sistema bancario, no solo del Silicon Valley Bank, como ya se explicó líneas arriba, sino en una escala mucho mayor.

Si usted cree que solo se rescató a los depositantes de los dos bancos quebrados, se equivoca. La Reserva Federal también puso un respaldo del sistema a 600 mil millones de dólares para cubrir las minusvalías ocasionadas por las pérdidas del valor de los bonos, que como ya se explicó, fueron causadas por las alzas en tasas de interés que tienen el propósito de frenar la inflación. Al 16 de marzo la FED estaba de vuelta con un aumento en los activos en su balance de 297 mil millones de dólares durante la última semana, lo que implica el mayor aumento desde marzo de 2020. De esta manera, en 7 días la FED deshizo casi la mitad del ajuste cuantitativo a la baja que llevaba desde abril de 2022.

Y claro, en toda esta serie de eventos no podría faltar el elemento de corrupción. Es bien sabido que los ejecutivos de los bancos fallidos perderán sus trabajos, pero ya se ha hecho público que días antes cobraron decenas de millones de dólares ejecutando opciones financieras (put options) que les permitían vender sus acciones del banco a un precio por encima del precio spot de la acción cuando se supo de la insolvencia bancaria.  

La FED debería admitir su responsabilidad en las burbujas de activos

La Fed debe admitir que es en gran parte responsable de estas crisis financieras y de los posteriores rescates recurrentes. A través de su política de alivio monetario o QE, la Reserva Federal metió en efectivo casi 9 billones de dólares en depósitos a los bancos y es por eso que los depósitos crecieron tanto en primer lugar.

Luego, a pesar de los riesgos obvios, los reguladores eliminaron todas las reservas requeridas para los depósitos y tesorerías, alentando al Silicon Valley Bank y otros bancos a buscar rendimiento.

Es cierto que hubo tres rondas de estímulo fiscal, y la última bajo la presidencia de Joe Biden fue totalmente injustificada y altamente inflacionaria. Pero es trabajo de la FED el entender ese riesgo.

Desafortunadamente, la Reserva Federal no solo patrocinó la burbuja de activos más grande de la historia, sino que tampoco entendió cómo el dinero gratis, las cancelaciones de deudas estudiantiles y las tasas de interés del cero por ciento podrían causar inflación.

¿Qué podemos esperar para la política monetaria futura?

Muchos bancos centrales enfrentarán la disyuntiva de salvar su sistema financiero poniendo freno a los apretones monetarios con el costo de que la inflación recobre fuerzas o continuar apretando la oferta monetaria subiendo tasas de interés pero con el costo de una mayor caída en el precio de toda clase de activos.

En el caso de la FED resulta evidente que ya se dieron cuenta de que las alzas en sus tasas de interés destruyen el valor de muchos activos, en especial de los bonos del Tesoro. Es por ello que las expectativas de analistas respecto de futuros incrementos de tasas cambiaron radicalmente en la última semana tras el colapso de los dos bancos antes mencionados.

Para ilustrar el cambio de perspectivas, tenemos que el rendimiento del bono del Tesoro a 2 años pasó del 5.05 % al 3.81 % en los últimos 7 días hábiles, lo que representa la mayor caída de rendimiento en 7 días (-124 pb) desde lo sucedido entre el 19 y el  28 de octubre de 1987 (la caída del Lunes Negro fue el 19 de octubre de 1987).

Es así que las expectativas actuales del mercado sobre la trayectoria de la tasa de fondos federales de la FED son las siguientes:

– 22 de marzo de 2023: aumento de 25 pb a 4.75%-5.00%

– Pausa

– Los recortes de tasas comienzan en junio de 2023 con una tasa de fondos de fondos por debajo del 4.00% a fines de 2023 y por debajo del 3.00% a fines de 2024.

¿Qué implicaciones tendrá esto en la lucha contra la inflación en Estados Unidos? Pues los analistas piensan que la FED preferirá salvar el sistema financiero que combatir la inflación (que al mes de febrero se ubicó en 6.00% anual), por lo que con este escenario se va a complicar combatir el alza de precios y entonces será un proceso aún más largo para que ésta regrese a niveles “aceptables”.

Para México, pues es obvio que el hecho de que haya menores aumentos en la tasa de interés en Estados Unidos, pone menos presión en el Banxico para subir la tasa con motivos de mantener el tipo de cambio estable o a la baja.  Sin embargo, dado el mandato del banco central mexicano de preservar el poder adquisitivo de la moneda, pues no creo que vaya a haber mayores ajustes en la perspectiva que se tiene de un par de incrementos más de un cuarto de punto porcentual para mantener la tasa de interés objetivo en 11.50% durante seis meses y comenzar con ligeras disminuciones de tasa hacía el último trimestre de 2023.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

¿Es una buena noticia que a la economía mundial le esté yendo bien?

Los indicadores económicos de México han sido mejores a lo anticipado en el arranque de 2023. Muestra de ello es que en el segundo mes de 2023 y con datos desestacionalizados, el Indicador de Pedidos Manufactureros (IPM) presentó un incremento mensual de 1.58 puntos, con lo que hiló 31 meses consecutivos sobre el umbral de 50 puntos. De igual forma, en enero de este año la población desocupada fue de sólo 1.8 millones de personas y la Tasa de Desocupación (TD), de apenas 3% de la PEA. En este sentido, fue sorpresivo que en diciembre del año pasado, a tasa anual y con series desestacionalizadas, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) aumentó 3.1% en términos reales, apoyada de aumentos de 3.1% en las actividades secundarias y de 2.8% en las terciarias.

Estos datos han provocado que se comiencen a ajustar al alza las expectativas de crecimiento económico para 2023, como es el caso de la Encuesta de Expectativas de Banxico en la que los encuestados ajustaron su expectativa de crecimiento de 1.00% en enero a 1.16% en febrero. O como el caso de la Encuesta Citibanamex de Expectativas en la cual la perspectiva de crecimiento para este año subió a 1.2% desde el 1.0% reportado en la encuesta previa. Cabe señalar que los más optimistas hablan de que México podría crecer este año 1.7 por ciento. 

Este fenómeno de fortaleza de crecimiento en el arranque de 2023 y mejora de expectativas, no obstante la considerable subida en tasas de interés, no es exclusivo de México. En un artículo editorial de Paul Hannon, Harriet Torry y Stella Yifan, publicado en el Wall Street Journal y titulado “A la economía mundial le va bien: malas noticias para los banqueros centrales”, se menciona como Estados Unidos, China y Europa siguen con indicadores de crecimiento fuertes en un contexto de elevada inflación y crecientes tasas de interés.

El artículo comienza señalando que la economía mundial está mostrando vigor, y muestra de ello son las encuestas de opinión empresarial más recientes que apuntan a una reactivación generalizada del crecimiento a pesar de los crecientes costos del financiamiento y los elevados precios de la energía y los alimentos, lo que representa una clara señal de que los bancos centrales podrían necesitar más tiempo del originalmente previsto para controlar la inflación.

Los datos de los principales centros económicos del mundo: EE.UU., China y Europa, han mostrado una sorprendente vitalidad en las economías de estas regiones desde el arranque de 2023, lo que contradice las predicciones del Banco Mundial y otros economistas de que la economía mundial se encaminaba a uno de sus años más débiles en las últimas décadas.

Si bien esto es una buena noticia para los gobiernos, esa resiliencia puede persuadir a los banqueros centrales de que necesitan aumentar las tasas de interés clave aún más de lo previsto para poder controlar la escalada inflacionaria, recetando mayores tasas de interés a una economía que todavía se encuentra sobrecalentada. Esto podría traducirse entonces en una desaceleración del crecimiento más adelante en este 2023 y en 2024, año que se preveía como uno de recuperación.

Los datos más recientes ubican la inflación de precios al consumidor en los siguientes niveles: Brasil (5.8%), Canadá (5.9%), España (6.1%), Francia (6.2%), Estados Unidos (6.4%), India (6.5%), Singapur (6.6%), Sudáfrica (6.9%), México (7.6%), Australia (7.8%), Holanda (8.0%), Zona Euro (8.5%), Alemania (8.7%), Italia (9.2%) y Reino Unido (10.1%). Esto muestra que las tasas de inflación están demostrando ser más rígidas de lo esperado.

Un indicador clave para los bancos centrales es el mercado laboral, que sigue estando muy ajustado en muchas partes del mundo. Los formuladores de políticas públicas han estado examinando los datos del mercado laboral en busca de indicios de un aumento del desempleo, una disminución de las horas trabajadas o una desaceleración de los aumentos salariales, todo lo cual podría ayudar a enfriar la demanda y aliviar la presión al alza de los precios, pero eso es algo que aún no se ha logrado, incluyendo a México, dónde los niveles de población desocupada se encuentran en sus puntos más bajos desde que se tiene registro.

Madhavi Bokil, economista de Moody’s Investors Service, advirtió que “hemos visto a los bancos centrales subir las tasas de referencia…la esperanza es que con unas cuantas subidas adicionales  sea suficiente. Si no es así, podríamos ver a los bancos centrales endurecer más las condiciones crediticias”.

Las señales más recientes de que el crecimiento económico mundial ha sido más fuerte de lo esperado en el arranque de 2023 se produjeron en encuestas recientes aplicadas a fábricas de todo el mundo, realizadas por S&P Global. En febrero, éstas mostraron el primer aumento en la producción manufacturera agregada mundial en siete meses, ayudados por un salto en China después de que las autoridades levantaran las estrictas restricciones de Covid. Encuestas similares de proveedores de servicios en todo el mundo apuntan a una aceleración del crecimiento, incluyendo a China y Europa.

En EE.UU., la inflación general sigue elevada (6.4% en enero) y los gastos e ingresos de los estadounidenses aumentaron en el primer mes del año, de acuerdo con el Departamento de Comercio. El indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, el índice de precios de gastos de consumo personal, aumentó un 5.4% en enero respecto al año anterior, mientras que el gasto de los consumidores estadounidenses aumentó un 1.8% desestacionalizado en enero comparado en el de  diciembre, el mayor aumento en casi dos años. Los sueldos y salarios crecieron un 0.9% en enero, más del doble que el mes anterior.

Europa también comenzó el año con mucha potencia y parece poco probable que caiga en la recesión pronosticada por muchos después de que los precios de la energía aumentaron en los meses posteriores a la invasión rusa a Ucrania. El costo de ese vigor económico: los datos más recientes mostraron que la tasa de inflación subyacente, que excluye el petróleo y los alimentos, alcanzó un máximo histórico en febrero de 5.3%.

Por su parte, la reactivación de China ha ayudado a impulsar la producción industrial en otras partes de Asia. Pero los economistas son cautelosos, en parte debido a la incertidumbre respecto a cuánto, y qué tan pronto, la reapertura de China beneficiará al resto de la región. El abandono de la política de cero-covid con sus estrictas restricciones en China beneficiará principalmente al consumo, lo que podría ser una bendición para países como Tailandia, que son populares entre los turistas chinos, según Trinh Nguyen, economista sénior de Natixis en Hong Kong.

También hay dudas sobre cuán resistente será el crecimiento en los EE.UU. y Europa. Después de todo, las tasas de interés ya han aumentado considerablemente según los estándares de las últimas décadas, y puede llevar tiempo sentir el impacto total.

“Simplemente toma meses antes de que una política monetaria más estricta se abra paso en la economía real”, dijo Carsten Brzeski, economista jefe de ING Bank. “Y lo hará. O dicho de otra manera, si éste, que ha sido el mayor cambio de política monetaria en años, no deja ninguna marca en la economía real, valdría la pena considerar cerrar todos los bancos centrales”.

Una explicación alternativa para la resistencia tan sorprendente de la economía global frente a lo que parecen ser movimientos agresivos por parte de los bancos centrales es que las tasas de interés solo son efectivas por arriba de cierto nivel. Mark Dowding, director de inversiones de RBC BlueBay Asset Management, sugirió que las tasas podrían “necesitar moverse por encima de un umbral como el 2% antes de que comiencen a tener algún efecto”. Si ese fuera el caso, entonces podríamos afirmar que el ciclo alcista de tasas de interés en EE.UU. apenas comenzó realmente hace seis meses y en Europa apenas está iniciando. Dado el rezago en los efectos de la política monetaria, esto explicaría el por qué aún no se percibe todo su impacto en la economía real.

La fortaleza de la economía de EE.UU. podría llevar a la Reserva Federal a aumentar las tasas de interés aún más de lo anticipado este año para enfriar las presiones sobre los precios. Lo mismo ocurre con el Banco Central Europeo: tras el incremento de la inflación subyacente de la eurozona, los economistas de Barclays elevaron su pronóstico para la tasa de interés clave del banco central y ahora esperan que alcance un máximo histórico en los próximos meses.

En este sentido, en su testimonio del 7 de marzo ante el Congreso de Estados Unidos, el presidente del Banco de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, indicó que “es probable que el nivel final de las tasas de interés sea más alto de lo anticipado” y que “restaurar la estabilidad de precios probablemente requerirá que mantengamos una postura restrictiva durante algún tiempo”. Esta fue la dura postura por parte de la FED y, en consecuencia, los mercados se desplomaron y el dólar se fortaleció. Hace una semana escribí sobre la fortaleza artificial del peso mexicano, en 17.97 pesos por dólar, explicada por el diferencial de tasas de interés y una semana más tarde, tras las declaraciones de Powell, vemos el tipo de cambio en 18.50 pesos por dólar. 

Es así que mientras los bancos centrales sigan decididos a reducir la inflación a sus niveles objetivo, es probable que cualquier señal de fortaleza económica desencadene una respuesta de política monetaria destinada a sofocarla a través de alzas en tasas de interés.

Entonces, aunque Moody’s elevó recientemente sus pronósticos de crecimiento para EE.UU. y Europa, todavía espera una desaceleración este año, a 0.9% y 0.5%, respectivamente.

Las consecuencias de un mayor endurecimiento de la política monetaria no se limitarán a esas regiones. Es probable que afecte a las economías en desarrollo, algunas de las cuales, en particular naciones como México y Brasil, que elevaron sus tasas de interés clave desde antes de que lo hiciera Estados Unidos, por lo que podrían sufrir mayores alzas de tasas para emular las decisiones de política monetaria de EE.UU, lo que en el caso de México podría llevar la tasa objetivo a un nivel de 12.00% o superior. Esto significa mayores costos financieros para todos los que tengan deuda con tasas de interés variable, los que vayan a solicitar nuevos créditos o que tengan necesidades de refinanciar. Mayores costos para gobiernos, empresas y familias derivados del fortalecimiento económico.

Para los bancos centrales, el único mensaje de la reciente aceleración del crecimiento y la inflación puede ser que su endurecimiento hasta ahora no ha sido suficiente, lo que provoca preguntarnos si la negativa actual de las economías a frenarse finalmente tendrá que terminar en recesiones retrasadas en 2024.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

La inevitable debilidad del dólar

Existe un gran debate respecto de lo que sucederá con el valor del dólar estadounidense. Hay un grupo de analistas le cree al Banco de la Reserva Federal (FED) en su compromiso en la guerra contra la inflación y por lo tanto su voluntad para seguir aumentando su tasa de interés, aunque esto implique el colapso del mercado de bonos del Tesoro. Otro bando cree que la FED terminará salvando el mercado de bonos (y la riqueza de millones de personas) por lo que antes de que concluya este año comenzaremos a ver esquemas de compra de bonos y baja de tasas de interés, aunque esto signifique incrustar elevadas tasas de inflación en el mediano y largo plazos.

A este respecto, en un artículo de Matthew Piepenburg titulado “El momento Gettysburg de Powell, el Waterloo del dólar estadounidense y la locura de hoy”, publicado el 25 de febrero en GoldSwitzerland.com, se expone un panorama obscuro para el dólar estadounidense. El autor lo hace examinando la interacción histórica de guerras perdidas después de grandes victorias, egos acorralados, monedas que se derrumban y mayores controles gubernamentales.

La historia importa

La historia importa, y con esto Piepenburg  se refiere a todos sus maravillosos y feos matices (y lecciones). La historia, por supuesto, está llena de cifras y épocas desesperadas, muchas de las cuales implican economías desesperadas seguidas de guerras igualmente desesperadas y puntos de inflexión que surgen de la desesperación.

Guerras perdidas desde el principio

Napoleón Bonaparte, que había ganado previamente innumerables batallas desde Rivoli hasta Austerlitz, se encontró temblando en Rusia en 1812 después de perder la mayor parte de su ejército ante el General Invierno Ruso. En ese entonces le comentó a uno de sus generales que “hay solo una delgada línea entre lo sublime y el ridículo.”

Tres años más tarde, en Waterloo en 1815, los días “sublimes” de Napoleón (y el número incontable de pérdidas humanas causadas por él) terminaron para siempre.

En los Estados Unidos, en la Guerra Civil, el ejército de los Estados Confederados era talentoso y aunque era enormemente superado en número, bajo el mando de Robert E. Lee, humilló a las fuerzas de la Unión en las batallas de Manassas 1 y 2. Pero en Gettysburg, Pensilvania, el 3 de julio de 1863, fue derrotado y el campo de batalla fue sembrado de moribundos y muertos pertenecientes a sus otrora valientes divisiones. Fue aquí cuando la Guerra Civil de EE.UU. llegó a un punto de inflexión matemático.

A pesar de la carnicería de Gettysburg, la guerra se prolongó durante 2 horrendos años más (generando  innumerable cantidad de víctimas), debido a que se ignoraron las duras matemáticas de la disminución del número de tropas, suministros, cañones y caballos que hacían imposible la “victoria” del Sur.

Menos de un siglo después, esta vez cerca de Stalingrado en el invierno de 1943, la aparentemente invencible Wehrmacht alemana, después de haber conquistado Polonia, Francia, el norte de África y grandes franjas del este, se encontró (y el general von Paulus) frente a la realidad igualmente matemática de lo que alguna vez parecía una derrota imposible.

Según todas las métricas, los alemanes, habiendo provocado una guerra en los frentes Occidental y Oriental, estaban acabados; pero la guerra (y el número incontable de bajas) continuaría durante dos años más sin sentido.

Políticas financieras destinadas al fracaso desde el principio

La interacción superpuesta del ego humano, las duras matemáticas y las estrategias fallidas condenadas desde el principio, tienen su lugar tanto en la historia militar como en la financiera.

Por ejemplo, hubo una vez (alrededor de 2008) que nuestros banqueros centrales en general, y la Reserva Federal de EE.UU. en particular, tuvieron la terriblemente mala idea de que los bancos centrales podían usar irrestrictamente dinero fiduciario creado de la nada para salvar bancos comerciales que habían hecho mal las cosas, vencer recesiones, gestionar la inflación, monetizar la deuda, ganar un premio Nobel de Economía (Ben Bernanke en 2022) y lograr el pleno empleo con un clic de un mouse de computadora.

Estos grandes planes, así como las promesas de los generales fallidos y las guerras dementes de Lebensraum, la gloire de l’empire o la “Causa del Sur”, fueron seguidos inicialmente por una serie de primeros “éxitos tipo Austerlitz” (es decir, burbujas de mercado) que trajeron euforia de corto plazo.

Desafortunadamente, esas victorias tempranas y logradas con un clic del mouse ignoraron las realidades de más largo plazo, a saber: desigualdad de riqueza históricamente sin precedentes, grotesca degradación del valor de las monedas, la muerte del descubrimiento de precios del libre mercado y el nacimiento de lo que equivale a poco más que el socialismo de Wall Street y el feudalismo de mercado disfrazado hoy como “capitalismo” de la Teoría Monetaria Moderna (MMT por sus siglas en inglés).

Tal “gloria” a corto plazo a expensas de la ruina a más largo plazo es un patrón demasiado familiar para aquellos que prestamos atención…

El autor se refiere al emperador Jerome Powell, quien por ejemplo, cree que puede “ganar la guerra contra la inflación”, pero al igual que Napoleón, Lee y von Paulus, todavía es incapaz de admitirse a sí mismo (o a nosotros) que su gran visión está condenada al fracaso en cualquier sentido que la tome.

Y así, continúa luchando desesperadamente por una causa perdida a expensas de innumerables monedas e inversionistas (víctimas) en todo el mundo.

¿Cómo podemos saber esto? Todo se reduce a matemáticas duras y malas opciones.

Como se detalla en anteriores entregas, las matemáticas hablan por sí solas:  Los niveles de deuda global han superado su “momento Gettysburg” y no quedan victorias fáciles una vez que comenzamos a negociar en cifras de trillones de dólares (un trillón es un 1 con 15 ceros).

Ya sea que Powell continúe con el apretón cuantitativo (o monetario, también llamado QT) o cambie a un alivio cuantitativo (o monetario llamado QE), los soldados de a pie minoristas en todo el mundo enfrentarán una recesión/depresión económica o una inflación extrema.

Elige tu “victoria” o tu veneno. Si vemos ambos posibles resultados entonces hablamos de estanflación

Igualmente grave es la inevitable desaparición del poder adquisitivo del dólar en los Estados Unidos y su inflación exportada al resto del mundo, que el lento final de su hegemonía global.

El triste destino del dólar

Independientemente de si el USD (o el índice dólar DXY) sube o baja en el corto plazo, el resultado final es tan inevitable y matemático como la guerra de dos frentes de Alemania, la carga de Pickett en Gettysburg o el desastre de Waterloo de Napoleón.

Una vez que las burbujas de acciones y bonos alcanzan sus puntos de inflexión y comenzaron a estallar, la última burbuja en morir es siempre la moneda, que es precisamente donde nos han colocado los premiados (?) banqueros centrales.

En resumen, y como se muestra a continuación, la economía global y el USD, liderados por el General Powell, están a punto de cruzar esa línea infamemente fina que va de lo sublime a lo ridículo…

Los últimos momentos sublimes del USD

Sin embargo, como en cualquier guerra perdida, siempre hay quienes se aferran a la esperanza, incluidos aquellos que piensan que el USD nunca se rendirá. (En 2022, la libra esterlina, el yen y el euro cayeron)

Recientemente, por ejemplo, los titulares, los políticos, los mercados y los inversionistas alcistas permanentes estaban positivamente impactados por un informe de creación de empleos en EE.UU. más fuerte de lo esperado y los datos de nómina no agrícola. El índice dólar (DXY) subió fuerte.

Sin embargo, lo que fue igualmente más alto (de hecho 60% más alto…) de lo esperado fue la estimación de préstamos requeridos por el Tesoro de EE.UU. para 2023, también conocida como la cuenta del bar  del Tío Sam, ¡$ 930 mil millones de dólares! –solo para el primer trimestre de 2023.

Cada uno de estos datos ha enviado al USD temporalmente al alza, junto con las expectativas de inflación, que ahora parecen estar incrustadas.

Entonces, la gran pregunta hoy es esta: ¿Se fortalecerá o debilitará el USD en 2023 y más allá?

Hay dos campos en este debate estratégico, y dos consecuencias dependiendo de qué campo tenga razón. Ninguno de los dos es “victorioso”.

Escenario malo 1: las consecuencias de un dólar al alza

Si el USD se fortalece con más alzas en la tasa de interés, acabará con el valor de casi todas las clases de activos, excepto el propio USD.

Ya estamos viendo esta carnicería abierta en los mercados crediticios a medida que aumentan las tasas de interés y las políticas de dólar fuerte del General Powell paralizan las normas de préstamos y créditos del pasado.

Los funcionarios de crédito confirman un endurecimiento de la disponibilidad de éste (y una ampliación del spread entre tasa activa y pasiva de la actividad bancaria) a niveles que solo se vieron en recesiones anteriores, lo que agrega más peso a la afirmación actual del autor de que EE.UU. ya está en una recesión, a pesar de todos los intentos de Washington para redefinir, cancelar, ignorar o minimizar lo mismo.

El aumento igualmente sombrío en los índices de mora de los bonos de alto rendimiento agrega una prueba más de la muerte lenta (luego constante) de los bonos sangrantes debido a una tasa de interés al alza y una política de dólar fuerte.

Un USD fortalecido hará que el precio de los bonos baje más y, por lo tanto, los rendimientos y las tasas aumenten, lo que será deflacionario a medida que Estados Unidos, saturado de deudas, se empobrezca y los extranjeros se vean obligados a vender más bonos del Tesoro (UST por sus siglas en inglés) junto con una Reserva Federal más restrictiva que está haciendo exactamente lo mismo al disminuir su hoja de balance: venta masiva de bonos y creación de picos de rendimiento.

Escenario malo 2: las consecuencias de la caída del dólar

Sin embargo, si el USD se debilita, la inflación solo empeorará a medida que los déficits fiscales de más de $2 billones de dólares (trillions en inglés) anuales continúen con su ascenso constante hacia los $3 billones, $4 billones o incluso más de $5 billones de dólares para 2023 (como referencia, el PIB nominal de EE.UU. en 2022 fue de 25.5 billones de dólares).

Entonces, una vez más: ¿Se fortalecerá o debilitará el USD?

La respuesta radica en qué señales rastreas o en las que confíes: ¿la FED de Powell o el mercado de los bonos del Tesoro (UST)?

¿Creer en lo que Powell dice? Dólar fuerte adelante

Si, por ejemplo, crees en lo que dice la FED y su narrativa falsa, pero mortalmente seria sobre la inflación, entonces te verás atraído por el grito de guerra de Powell “debemos vencer la inflación”, que se reduce a un plan de batalla de suma cero de “alta inflación” es mala, baja inflación es buena. Debo vencer la inflación”.

Igualmente parte de este falso plan de batalla (Powell necesita inflación y tasas negativas…) es la  valerosa idea de que “el aumento de las tasas mata la inflación”.

Bueno… sí, pero ¿a qué precio?

Si Powell gana la batalla de los titulares de prensa contra la inflación, pierde la guerra para salvar los mercados crediticios globales, las economías y la credibilidad política, cuya pérdida se atribuirá de inmediato al virus covid y al villano ruso, pero nunca a los banqueros centrales que nos empujaron al precipicio de la deuda.

Sin embargo, si vamos más allá de los titulares lineales y el pensamiento bidimensional de los banqueros centrales como Powell, rápidamente nos damos cuenta de que el mercado de bonos UST tridimensional es quizás el indicador real (y superior) de las probabilidades futuras.

O, ¿confíar en lo que sucede en los mercados de bonos?—Un dólar más débil por delante

Por lo tanto, en lugar de mirar a la FED, el autor está observando los mercados de bonos para obtener su brújula direccional: el norte en un mundo de política lleno de humo de cañón.

Como se ha dicho más veces de las que se pueden contar: el mercado de bonos es la cosa (The bond market is the thing). 

Y en cuanto al mercado de bonos soberanos, se han visto 3 períodos de completa disfunción en los últimos años, a saber: 1) el pico de la tasa de recompra de septiembre de 2019; 2) la caída del “Covid” de marzo de 2020, y 3) la implosión dorada de octubre pasado generada por el aumento del USD. La suma de estos tres eventos recientes ha estado a punto de romper el delgado hielo que mantiene la economía global fuera de un escenario financiero apocalíptico.  

No se puede culpar a aquellos que siguen a la FED (y esto es completamente comprensible dado que la FED ES el mercado en esta pesadilla del nuevo papel de los bancos centrales posterior a 2008) por esperar que el USD se fortalezca por mayores ajustes de tasas de interés, mientras Powell “combate la inflación”.

Pero aquellos que le creen a la FED también están ignorando esas 3 grietas en el mercado de bonos arriba mencionadas. En opinión del autor, el hielo está a punto de romperse si tenemos un cuarto momento/grieta en los bonos soberanos.

Por lo tanto, en lugar de seguir a la Reserva Federal, sería más prudente observar el mercado de UST, que se dirige precisamente en esa dirección de peligro a menos de que alguien (¿es decir, Janet Yellen?) impulse otro episodio de liquidez (QE) más tóxico y, por lo tanto, un USD más débil.

Pero como se argumentó anteriormente, de cualquier manera el dólar está condenado…

Plan de batalla fallido 1: endurecimiento en una crisis de deuda (dólar más fuerte)

Primero el autor presenta el escenario actual de la Reserva Federal y argumenta que si nos fijamos solo en lo que dice la FED, y sigue endureciendo su postura, lo que por ahora parece ser el plan para el primer y segundo trimestre de este año, el USD se fortalecerá, los rendimientos y las tasas (de 5% a 5.25%) aumentarán aún más y el mercado de bonos del Tesoro UST vería tal ola de ventas (extranjeras e impulsadas por el QT de la propia FED), que será inevitable un cuarto momento de riesgo en el mercado de bonos soberanos, y sería un evento lo suficientemente probable no solo como para “romper el hielo” de los mercados de bonos globales, sino también ahogar a todos los que patinan encima de él.

Dadas estas realidades y riesgos en el mercado de bonos UST, riesgos que incluso un Jerome Powell  totalmente acorralado entiende, no se ve un camino realista a seguir que no sea un USD más débil y, por lo tanto, un cambio de restricción monetaria (QT) a alivio monetario (QE).

¿Por qué? Porque esta es la información que se obtiene al analizar las señales del mercado de bonos, no de Powell.

Rastrear (y confiar) en Powell significa un Tesoro de EE.UU. hundido y tasas de interés peligrosamente elevadas, que es como kryptonita para el modelo “acomodaticio” estadounidense basado en la deuda.

Es así que lo más probable es que Powell se verá obligado a considerar estratégicamente el hecho de que esta guerra inflacionaria ha matado a su ejército de bonos UST y, por lo tanto, lo obligará (bajo la dirección de Janet Yellen) a cambiar de táctica.

O dicho de manera más simple, al igual que Napoleón, Robert E. Lee e incluso la Wehrmacht aprendieron que ningún ejército superado en número puede ganar una guerra prolongada, Powell descubrirá que ninguna política sostenida de aumento de las tasas puede terminar bien para los bonos/pagarés tóxicos que abundan en una nación en quiebra (Estados Unidos).

En resumen: a menos de que Powell debilite el USD e inyecte más liquidez QE en algún momento de 2023, su victoria sobre la inflación será a expensas de la sangre vital de Estados Unidos, a saber, el mercado de bonos UST.

Plan de batalla fallido 2: recurra a más “milagros” con un clic del mouse (dólar más débil)

Al final del día, y a pesar de toda esta retórica de “vencer la inflación” de Powell, el salvar al salvavidas que representan los pagarés del Tío Sam (es decir, el mercado de UST ) tendrá prioridad estratégica sobre “vencer la inflación”. Obviamente que esta es una opinión ciertamente contraria e impopular.

Sin embargo, parece ser una opinión compartida por nada menos que la mismísima Comandante del Cuerpo de Liquidez Tóxica: la Secretaria del Tesoro Janet Yellen.

En otras palabras, bajo este escenario, espere una capitulación eventual (no inmediata) en la política de subir tasas de interés y disminuir la hoja de balance de la FED, favoreciendo la creación de más dinero falso, también conocido como QE, es decir, “liquidez”.

Esto significa que, a pesar de los movimientos giratorios del dólar estadounidense y, por lo tanto, de las oscilaciones del índice dólar (DXY) hoy en día, la única dirección y opción a largo plazo para vencer una recesión y salvar los pagarés del Tío Sam es un dólar más débil, no más fuerte.

¿Juego final definitivo? Culpa, reinicio y control centralizado

Un USD más débil comprará tiempo (y UST) hasta que, en última instancia, las economías desarrolladas del mundo, que de hecho controlan los balances de las repúblicas bananeras, finalmente se den cuenta de que no queda nada para salvarlos, excepto un gran “reinicio”, es decir, una quiebra o Chapter Eleven global o un “Tratado de Versalles” económico.

Por supuesto, se culpará convenientemente de la necesidad de este “reajuste” a Putin y al Covid en lugar de a los banqueros centrales (generales fallidos) que causaron esta horrible guerra contra el dinero real, la deuda sostenible y el gasto fiscal sólido con el que los países desarrollados vivían hace años.

En ese momento, la historia nos recordará que las guerras perdidas y las políticas fallidas siempre se convierten en controles más centralizados disfrazados de “orientación” gubernamental, eficiencia de pago y liderazgo “democrático”, muy bien encapsulados en esa nueva dirección tóxica de las Monedas Digitales de los Bancos Centrales y un modelo de Nueva normalidad orwelliana…

¿Cómo posicionarse para no perder?

Cambiando de metáforas militares a ecuestres, el autor argumenta que los inversionistas, como los jugadores de polo, deben pensar hacia dónde se dirige la pelota, no dónde se encuentra actualmente.

Independientemente de lo que diga Powell hoy, la jugada real es de 3 a 4 movimientos por delante, que apuntan a un USD inevitablemente más débil y, por lo tanto, a un precio del oro que inevitablemente irá al alza.

Powell, por supuesto, es más político que economista, y los bancos centrales como la FED son cualquier cosa menos que independientes.

Como tal, Powell, los políticos en Washington, DC y los escritores creativos de matemáticas y ficción del Bureau of Labor Statistics (oficina responsable de medir la inflación en EE.UU.)  continuarán haciendo lo que hacen todos los políticos (o los ejércitos perdedores) cuando las cosas van en su contra: mentir.

El autor asegura que por lo tanto, los escritores creativos de Washington DC continuarán manipulando, distorsionando y “ajustando” los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para informar erróneamente que la inflación real casi “supera las expectativas”, lo que permitirá a Powell salvar las apariencias en una “guerra contra la inflación” perdida, mientras que la teniente Yellen calladamente impulsa una narrativa en favor de un USD más débil para salvar el mercado de bonos UST (es decir, evitar más ventas masivas de UST extranjero).

Esta política para salvar las apariencias permitirá entonces que EE.UU. haga lo que mejor sabe hacer: seguir pidiendo prestado, gastar y profundizar las espirales inflacionarias causadas por sus déficits fiscales crónicos y acumulación de deuda.

El molesto factor humano y conclusiones

Matthew Piepenburg concluye señalando que con base en la Realpolitik del mercado de bonos, las probabilidades apuntan hacia un punto de inflexión para regresar la liquidez que eventualmente generará un USD más débil a largo plazo.

Pero la historia también nos recuerda que a las figuras ebrias de poder no les gusta admitir la derrota. Sus egos se interponen en el camino de las decisiones racionales.

Jerome Powell, que desea desesperadamente ser recordado como un Paul Volcker napoleónico en lugar de un Arthur Burns cómico, no es una excepción a esa estrechez de miras humana demasiado humana.

No dispuesto a aceptar un momento Gettysburg, que se originó con el coronel Alan Greenspan, el general J. Powell podría presionar demasiado y durante demasiado tiempo con tasas de interés en aumento, lo que ocasionará un USD más fuerte y precios de bonos hundidos hasta que la inflación y el valor de todos los demás activos financieros se destruya.

Sólo podemos esperar y ver.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Lo que va a acabar con el mundo

En un nuevo artículo de Egon Von Greyerz, titulado “¿La guerra nuclear, el colapso de la deuda o el agotamiento de la energía acabarán con el mundo?”, publicado el sábado 18 de febrero en GoldSwitzerland.com, este controvertido autor hace un análisis de algunos grandes riesgos y retos para la humanidad en la actualidad. Con independencia de que podamos o no estar de acuerdo con su visión, me parece una lectura interesante e ilustrativa de lo que está sucediendo y que en ocasiones no nos enteramos por los medios de comunicación tradicionales.

El artículo de Von Greyerz, a quien ya he citado en entregas anteriores,  comienza señalando que hay tres palabras clave en el mundo en la actualidad: Guerra, Deuda y Energía. Hay una cuarta palabra que, de acuerdo con el autor, salvará financieramente a aquellos que entiendan su significado y también desempeñará un papel importante en el futuro sistema monetario mundial. Esa cuarta palabra es obviamente ORO. A medida que el mundo pasa de un frágil sistema occidental basado en la deuda o dinero fiat, hacía un sistema basado en productos básicos (commodities) y energía proveniente de Oriente y el Sur, el oro asumirá un papel estratégico en el nuevo  sistema monetario.

Egon von Greyerz

Guerra – Tercera Guerra Mundial

La guerra es una amenaza potencialmente catastrófica, ya que la mera existencia del mundo y de la humanidad se encuentra ahora en riesgo máximo. Las guerras son horribles, con independencia de quien las inicie. Desde el comienzo de la humanidad probablemente ha habido más de 100 mil guerras y conflictos importantes.

La mayoría de las guerras terminan con muertes y heridos importantes y un enorme costo humano y financiero. Y al final de la guerra, la situación es a menudo peor que cuando comenzó, como por ejemplo en Afganistán, Vietnam, Irak y Libia, países que Estados Unidos invadió sin provocación. Probablemente será lo mismo en el caso en Ucrania.

Von Greyerz menciona que siempre hay dos bandos en una guerra y que hace muchos años aprendió que antes de juzgar a alguien, debemos ponernos en sus zapatos. Así que primero nos pondremos en los zapatos de Vladimir Putin.

Todo Occidente odia a Rusia y la ha personalizado en Putin. Pocos se dan cuenta de que muchas de las personas que están detrás de Putin son de línea dura extrema y mucho más peligrosas. Históricamente, Ucrania (como muchos países europeos) ha tenido una existencia heterogénea. Desde finales de 1700 hasta 1991, Ucrania fue parte de Rusia/Unión Soviética con una breve interrupción después de la revolución bolchevique en 1917.

Después de la revolución de Maidan en Ucrania en 2014, el acuerdo de Minsk negociado por Alemania y Francia estipuló que partes de la región de Donbas deberían tener autogobierno. También debería haber un alto el fuego y la retirada de las armas pesadas por parte de los ucranianos. Von Greyerz menciona que el acuerdo de Minsk nunca se cumplió y Ucrania siguió matando a más de 20 mil rusos en la región y bombardeando el Donbas. A medida que el bombardeo se intensificó a principios de febrero de 2022 (supuestamente por insistencia de los EE.UU.), Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022.

Entonces, lo anterior es cómo Rusia y Putin ven la situación de Ucrania.

Ahora veamos la situación con los zapatos de Estados Unidos. Los neoconservadores estadounidenses están extremadamente preocupados por perder la hegemonía estadounidense. Desde la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. básicamente ha fracasado en todas las guerras en las que ha estado involucrado. Pero, en su opinión, si fracasan en el conflicto actual, ese será el fin del dominio de EE.UU. tanto política como financieramente.

Ucrania es claramente solo un peón en un juego mucho más grande entre los dos titanes: Estados Unidos y Rusia.

Pero las guerras siempre se tratan de CONSECUENCIAS. Está claro en este punto que Occidente tristemente está ignorando las posibles consecuencias de esta guerra mientras siguen enviando dinero y armas pero no pacificadores de la ONU. Estados Unidos no tiene ningún deseo de paz en este momento y Europa simplemente sigue ciegamente cualquier iniciativa de Estados Unidos sin pensar en las consecuencias que, tanto económica como militarmente, son mucho más graves para Europa.

Zelensky ha pedido tanques y los está consiguiendo. Ahora pide aviones que también están considerando los países de la OTAN. Todavía no hay tropas de la OTAN oficialmente en Ucrania, pero está claro que hay muchos soldados de la OTAN allí sin los uniformes oficiales. Un coronel austríaco confirma que si un soldado de la OTAN se quita el uniforme es un mercenario y así parece que la OTAN envía tropas a Ucrania extraoficialmente. También el grupo de Mozart dirigido por un coronel retirado del Cuerpo de Marines de los EE.UU. actúa en Ucrania como mercenario.

Entonces, lo que está claro es que no solo hay armas de la OTAN en Ucrania, sino también soldados. Esto, por definición, es lo más cercano a la Tercera Guerra Mundial que el mundo puede estar.

Parece muy poco probable que Rusia pierda esta guerra con su superioridad militar. Incluso con una importante ayuda adicional de la OTAN, es poco probable que Ucrania tenga una oportunidad.

Si la OTAN decide intensificar la guerra con tropas y equipos importantes, no solo Rusia responderá con fuerza, sino posiblemente también China y tal vez India y Corea.

Pero claramente solo hay perdedores en una guerra nuclear.

Si eso sucede, la mayor parte del mundo y la población desaparecerán y no tendremos que preocuparnos por los déficits y las deudas o las acciones y el oro.

Esperemos que los líderes mundiales y los que manejan sus hilos entren en razón.

Burbuja de deuda

Von Greyerz comienza este apartado mencionando que según el Génesis de la Biblia, Nimrod (nieto de Noé) construyó la Torre de Babel. El deseo de los babilonios era hacerlo “con su cúspide en los cielos”. Pero Dios los castigó por este hecho, detuvo la construcción y dispersó a la gente por todo el mundo. Antes de ese momento hablaban el mismo idioma, pero a partir de entonces todos hablaron idiomas diferentes, por lo que no podían entenderse entre sí.

Desde entonces, los banqueros centrales se han construido torres o estructuras que no han llegado del todo al cielo, pero tanto sus aspiraciones como el dinero que han impreso probablemente lo hayan hecho.

Lo que derribará estos edificios probablemente no será la ira de Dios, sino la ira de la gente al darse cuenta de que estos monumentos son una señal de la arrogancia de los banqueros basada en dinero falso. Y este dinero falso no solo ha construido edificios grandiosos como la torre del Banco de Pagos Internacionales (BIS) en Babel Basilea o el edificio Eccles que alberga la FED en Washington.

No, el dinero falso también ha generado una riqueza asombrosa para el porcentaje más alto de personas ricas y ha empobrecido al resto.

La Revolución Francesa a fines del siglo XVIII o la Revolución Rusa en 1917 fueron causadas por diferencias significativamente menores entre ricos y pobres que en la actualidad.

La pobreza y el hambre que muchas personas en el mundo ya están experimentando en los próximos años/décadas probablemente causen malestar social y revoluciones a gran escala. En el último trimestre, aumentaron los disturbios civiles en más de 100 países y más de 30 países están actualmente en guerra. Un colapso del sistema financiero que sea menos estable que un castillo de naipes obviamente exacerbará la situación y fácilmente podría causar grandes trastornos en muchas partes del mundo.

La burbuja de deuda global de 2.3 trillones de dólares

Un trillón  de dólares son mil billones, así de grande es el número. Von Greyerz ha señalado en muchos artículos que estas torres mencionadas anteriormente han sido fundamentales para crear una burbuja de deuda global de $300 billones de dólares más los contratos de instrumentos derivados y pasivos no financiados de alrededor de $2 trillones, la mayoría de los cuales se convertirán en deuda en la próxima década o menos.

Entonces, incluso si el mundo puede evitar una gran guerra nuclear, es probable que sufra repercusiones masivas de la calamidad financiera que se avecina.

Como dijo Ghandi:

“HAY SUFICIENCIA EN EL MUNDO PARA LAS NECESIDADES DEL HOMBRE PERO NO PARA SU CODICIA.”

Crear $2.3 trillones de dólares de pasivos globales no tiene nada que ver con la necesidad del hombre sino con la codicia de unos pocos a expensas de la humanidad.

Cuando la burbuja financiera nuclear estalle en los próximos años, veremos una implosión de los precios de los activos en términos reales en un 75-90%, como Von Greyerz lo ha señalado en muchos artículos. En su artículo “AL FINAL, EL $ SE VA A CERO Y LOS ESTADOS UNIDOS INCUMPLEN SU DEUDA”, explica que “no hay forma de evitar el colapso final de un auge provocado por la expansión del crédito”, como dijo von Mises.

Entonces, incluso si el mundo sobrevive a la amenaza de una guerra nuclear, el colapso del sistema financiero es absolutamente inevitable. La codicia y la adoración al becerro de oro que han practicado algunas partes del mundo en los últimos 50 años, no quedará impune.

Esta gran transformación que se avecina será como un evento nuclear financiero. Después de una transición difícil, el mundo no solo saldrá de ella con una base mucho más sólida, sino también basado en valores humanos mucho mejores que los actuales.

Petróleo – Energía

Von Greyerz menciona que a medida que el mundo pasa de un sistema monetario falso y basado en la deuda a uno mucho más sólido, basado en valores reales, especialmente energía y otros productos básicos, el equilibrio de poder cambiará continuamente de Occidente a Oriente y al Sur. Ha escrito sobre el declive de Occidente y el ascenso de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la Organización de Cooperación de Shanghái y la Unión Económica de Eurasia.

Es probable que el movimiento final a la baja del dólar implique un incumplimiento de los EE.UU. aunque su arrogancia les impedirá usar esa palabra. En cambio, se llamará reinicio, pero todo el mundo sabrá que este reinicio desordenado implicará que la moneda estadounidense haya perdido su valor.

Von Greyerz  agrega que el banco de la Reserva Federal obviamente inventará una nueva moneda digital que el resto del mundo no debería tocar. Nos recuerda que el dólar, como la mayoría de las monedas, producto de la inflación, ya ha perdido un 98% de su valor desde 1971. Pero la caída final del 2% representa una caída del 100% a partir de hoy.

A lo largo de la historia ha ocurrido la misma destrucción total con todas las monedas. Los gobiernos arrogantes y los banqueros centrales claramente merecen este castigo. Pero, lamentablemente, siempre son las personas que no lo merecen las que más sufrirán.

Energía

Otra gran crisis económica para el mundo es la contracción del sistema energético.

La economía mundial está impulsada por la energía. Sin suficiente energía, el nivel de vida disminuiría drásticamente. Actualmente los combustibles fósiles representan el 83% de la energía mundial. Es poco probable que la fuerte dependencia de los combustibles fósiles cambie en las próximas décadas.

La energía derivada de los combustibles fósiles ha disminuido en los últimos años. Esta tendencia se acelerará en los próximos 20 años o más a medida que disminuya la disponibilidad de combustibles fósiles y aumente el costo. El costo económico de producir energía se ha quintuplicado desde 1980.

Lo que muy poca gente se da cuenta es que la prosperidad del mundo no mejora con más deuda sino con más energía y más barata.

Pero lamentablemente, algunas proyecciones muestran que la producción de energía disminuirá durante al menos 20 años. Menos energía significa menor prosperidad para el mundo. Y recuerde que esto se suma a una importante disminución de la prosperidad debido a la implosión del sistema financiero y los valores de los activos.

La energía procedente de combustibles fósiles disminuirá un 18% entre 2021 y 2040. Pero aunque la eólica y solar aumentarán proporcionalmente, de ninguna manera compensará la caída de los combustibles fósiles. Para que la energía renovable compense la diferencia, tendría que aumentar en un 900% con una inversión superior a los 100 billones de dólares. Esto es muy poco probable ya que la producción de energía eólica y solar depende en gran medida de los combustibles fósiles.

Otro problema importante es que no existe un método eficiente para almacenar energía renovable.

Tomemos el ejemplo de obtener suficiente energía de las baterías. La fábrica de baterías más grande del mundo es la fábrica Tesla Giga. La producción total anual de esta fábrica produciría 3 minutos de la demanda anual de electricidad de EE.UU. Incluso con 1000 años de producción de baterías, las baterías de esta fábrica producirían solo 2 días de la demanda de electricidad de EE.UU.

Por lo tanto, lo más probable es que las baterías no sean una fuente viable de energía durante décadas, especialmente porque necesitan combustibles fósiles para ser producidas y cargadas.

La energía nuclear es la mejor opción disponible en la actualidad. Pero el tiempo y el costo de producir energía nuclear significa que no será una alternativa viable durante décadas. Además, muchos países han detenido la energía nuclear por razones políticas. Se espera que la energía nuclear y la hidroeléctrica solo aumentarán muy marginalmente en los próximos 20 años.

Por supuesto que el mundo quiere lograr una energía más limpia y eficiente. Pero hoy no tenemos los medios para producir esta energía en cantidad a partir de nada más que combustibles fósiles.

Por lo tanto, detener o reducir la producción de combustibles fósiles, que es el deseo de muchos políticos y activistas climáticos, seguramente exacerbará sustancialmente el declive de la economía mundial.

Von Greyerz  dice que podríamos obtener un aire más limpio, pero muchos tendrían que disfrutarlo en cuevas con poca comida u otras necesidades y comodidades que tenemos hoy.

Entonces, lo que está claro es que el mundo no está preparado ni siquiera para el mejor escenario energético que implica una gran disminución en el nivel de vida en los próximos 20 a 30 años por lo menos.

Oro

Las monedas digitales son el medio perfecto para controlar a las personas en un mundo totalitario. Le da al Gran Hermano poder total en relación con el dinero de la gente. Pueden ser gravados, multados o dirigidos por cualquier capricho del gobierno. Esto incluiría la imposición arbitraria o la confiscación.

Por lo tanto, las CBDC (Monedas Digitales del Banco Central por sus siglas en inglés) son un desastre total en relación con la libertad personal. Pero en muchos países los siervos ya han sido entrenados para esto. Tomemos como ejemplo a Suecia, donde el efectivo apenas existe y las tarjetas de crédito se utilizan para todos los gastos, incluso para comprar un periódico o una barra de pan. La mayoría de las tiendas ni siquiera aceptan efectivo.

Así, los plácidos suecos entregarían felizmente el control de su dinero al gobierno, totalmente ajenos a las consecuencias.

Como amante de la libertad, Von Greyerz  dice que odiaría vivir en tales circunstancias a pesar de que nació en Suecia.  Menciona que con la próxima caída del dólar y muchas otras monedas, así como el fin del petrodólar, es probable que el oro desempeñe un papel importante en el sistema monetario dominado por el Oriente y el Sur.

Con el gasto público fuera de control en la mayoría de los países, el oro es la única moneda en la que puede confiar tal como lo ha sido durante miles de años.

Es probable que los BRICS, con China, Rusia e India como principales países auríferos, hagan del oro una parte importante del futuro sistema monetario.

El oro no es para inversión o especulación.

El oro es seguro y preserva la riqueza.

El oro es ahorro y supervivencia financiera.

Es probable que 2023 sea el año del oro. Tanto fundamental como técnicamente, parece que el oro hará grandes movimientos alcistas este año. Cualquier corrección debe utilizarse para acumular.

Termina recomendando que sólo debemos comprar oro físico y guardarlo en una jurisdicción segura lejos de los gobiernos cleptocráticos.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

La ineficacia de la política monetaria en México

Derivado de costosos apretones monetarios traducidos en incrementos de tasas de interés, es que en la mayoría de los países parece que se está ganando la lucha contra la inflación. Los datos más recientes indican que el alza de precios está cediendo en naciones como Turquía, Holanda, Italia, Estados Unidos, Canadá, Indonesia, entre otras; aunque cabe señalar que las tasas de inflación anualizadas se mantienen elevadas en el promedio de la Zona Euro (8.5%), Alemania (8.7%), Italia (10.1%), Reino Unido (10.5%), Rusia (11.9%) y Turquía (57.7%). 

En Estados Unidos, donde la tasa de interés de fondos federales pasó de prácticamente 0% al nivel actual de un rango de 4.50% a 4.75%, ha habido avances significativos en la lucha contra la inflación. De haber registrado un alza anual de precios al consumidor de 9.1% en junio de 2022, ésta disminuyó hasta 6.5% en diciembre y es altamente probable que el dato de enero de este año sea aún más bajo (estamos en espera de la publicación de dicho indicador el 14 de febrero).  Cabe señalar que la más reciente decisión de política monetaria por parte de su banco central fue el miércoles 1 de febrero y fue en el sentido de aumentar su tasa de fondos federales en un cuarto de punto porcentual, lo que ocurre después de 6  aumentos consecutivos que habían sido más grandes (de entre 0.50 y 0.75 puntos porcentuales).

En el caso de México la lucha contra la inflación ha sido mucho más complicada, lenta y costosa. Hay que recordar que el alza anual de precios llegó a un máximo de 8.70% en los meses de agosto y septiembre de 2022 y después de eso la tasa de inflación comenzó a disminuir hasta llegar a 7.80% en noviembre. Con esa evolución muchos se sentían optimistas, pero el problema es que desde entonces la tasa de inflación se ha estancado y de hecho ha repuntado ligeramente. La inflación anual fue de 7.82% en diciembre y el INEGI sorprendió a la mayoría de los analistas cuando el jueves 9 de febrero informó que ésta repuntó a 7.91% en enero de este año. Lo más preocupante es que el componente subyacente, que refleja mejor la tendencia de la inflación no ha dejado de subir y se ubicó en 8.45% en enero, lo cual fue una sorpresa al alza.

En este contexto, el mismo jueves 9 de febrero, en su primera reunión de este año, la Junta de Gobierno del Banco de México anunció que decidió incrementar en 50 puntos base su objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 11.00%. Esto tomó por sorpresa a la inmensa mayoría de analistas, quienes pronosticaban que el Banxico incrementaría su tasa objetivo en 25 puntos base, en línea con el aumento de tasa por parte de la FED.

Cabe señalar que el Banxico inició su ciclo alcista de tasas de interés en junio de 2021 cuando aumentó su tasa de interés objetivo de 4.00 a 4.50%. Esto significa que en los últimos 19 meses la tasa de interés objetivo del banco central ha aumentado en 7 puntos porcentuales completos (de 4.00% a 11.00%), lo que denota uno de los endurecimientos monetarios más agresivos del mundo.

Volviendo al tema del alza de medio punto porcentual en la tasa de referencia ocurrida el pasado jueves 9, como ya se señaló, el mercado casi de manera unánime esperaba un aumento de tasa de un cuarto de punto. Esta suposición de analistas estaba basada en que se esperaba que la inflación tuviera una tendencia a la baja a partir de este año, pero el INEGI sorprendió ese día por la mañana. Es obvio que la Junta de Gobierno del Banxico tomó su decisión el miércoles 8 y ya conocían anticipadamente el dato de inflación anual de 7.91%, por lo que en retrospectiva pues no sorprende la reacción del Banxico de haber aumentado su tasa de interés de referencia en esa magnitud.

La lucha contra la inflación en México será de larga duración y costosa. En su comunicado de prensa, el Banco de México revisó al alza sus expectativas de inflación para este año y 2024, mientras que las de mayor plazo disminuyeron ligeramente, aunque permanecen por arriba de la meta. Concretamente, el Banxico espera que la inflación general sea de 4.9% en el cuarto trimestre de 2023 y de 3.1% en el cuarto trimestre de 2024. En cuanto a la inflación subyacente, el banco espera que se ubique en 5.0% y 3.1% en el último trimestre de 2023 y 2024 respectivamente.   

Pero es evidente que este tipo de proyecciones han fallado en el pasado y lo más probable es que vuelvan a estar erradas ya que de hecho están sujetas a riesgos al alza. El Banxico identifica a esos riesgos como: i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; ii) presiones en los precios de energéticos o agropecuarios; iii) la reapertura de la economía china; iv) depreciación cambiaria; y v) mayores presiones de costos. Desde luego que también hay factores que podrían ayudar a que la tasa de inflación  baje más rápido de lo esperado, entre los que destacan: i) una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; ii) una disminución en la intensidad del conflicto geopolítico; iii) un mejor funcionamiento de las cadenas de suministro; iv) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y v) un efecto mayor al previsto de las medidas del Gobierno Federal ante la carestía. El balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza.

Dado todo lo anterior, pues resulta evidente que la lucha contra la inflación en México ha sido ineficaz ya que no se están dando los resultados esperados, pero que quede claro que no es por culpa del Banco de México. Desde luego que la gran pregunta es porqué si ahora tenemos una tasa de interés objetivo siete puntos porcentuales más alta que la que teníamos en la pandemia, la inflación no cede. La respuesta tiene que ver con cuestiones estructurales de la economía y el hecho de que el problema no es exclusivamente monetario.

Entre las razones estructurales de la inflación, tenemos las siguientes:  

1. Persistente y creciente desequilibrio fiscal. Esto se refiere a un desequilibrio entre la demanda y oferta agregadas. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en 2022 como porcentaje del PIB, hubo un balance primario deficitario de 0.5%, mientras que el déficit público se situó en 3.4%. Por su parte, los Requerimientos Financieros del Sector Público se ubicaron en 4.4%.  En este sentido, en la entrega de la semana pasada hice mención que la deuda neta del sector público federal creció 7.9% nominal en un monto equivalente a 1.03 billones de pesos. Destaca que la deuda interna en pesos creció el año pasado en 15.5%, en un monto equivalente a 1.322 billones de pesos.

2. Gasto público creciente e improductivo.  Esto se refiere a un excesivo gasto público que genera consumo, pero que no aumenta las capacidades productivas del país. En una nota de Alicia Mendoza, publicada el 15 de enero de este año, se menciona que desde 2019 a 2023, el Congreso de la Unión ha destinado un total de $625,925 millones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación solo para la construcción del Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, según datos de organizaciones civiles. Por su parte, se estima que el total de gasto que se habría tenido en materia de pensiones en 2022 fue de casi 1.5 billones de pesos, lo que representa 1 de cada 5 pesos del presupuesto de egresos de dicho año. Resulta evidente pues que además de endeudarnos de manera importante cada año, mucho de lo que gasta el gobierno no es para tener una economía más productiva o más competitiva.

Una tercera causa de inflación que es independiente de las políticas monetaria y fiscal es la siguiente:

3. Inflación importada. Como se señaló al inicio de esta entrega, hay naciones que si bien han disminuido su tasa de inflación, la siguen manteniendo elevada. Las importaciones de México representan poco más del 40% del PIB, por lo que las alzas de precios de insumos, commodities, bienes intermedios y productos terminados, que ocurren a nivel mundial, nos van a afectar aquí, dado lo expuesta que está nuestra economía.

A manera de conclusión, podemos mencionar que mientras se le siga dando toda la responsabilidad de la lucha contra la inflación a la política monetaria del Banco de México, los resultados positivos seguirán siendo escasos. Si se sigue dejando toda la responsabilidad al Banxico y se sigue aumentando la tasa de interés y ésta llega a niveles de 12.00% como algunos anticipan, se lanzará a México a una recesión y a una situación de mayor pobreza. El gobierno federal debe ver esta situación, no se trata solo de política monetaria o de elaborar programas como el PACIC o PACIC 2, se deben resolver los problemas estructurales que dificultan la lucha contra la inflación.

Alejandro Gómez Tamez*

Director general GAEAP*

alejandro@gaeap.om

En Twitter: @alejandrogomezt

Se les acabó la fiesta: dos serios problemas de China

China sin duda es una nación que ha logrado avances gigantescos en materia de desarrollo económico y social. Desde que el gigante asiático comenzó a abrirse y reformar su economía en 1978, su crecimiento del PIB había promediado más del 9% anual y más de 800 millones de personas han salido de la pobreza. También ha habido mejoras significativas en el acceso a la salud, la educación y otros servicios durante el mismo período. De igual manera, es innegable su avance tecnológico y que efectivamente representa una amenaza para la hegemonía de Estados Unidos.

Pero ahora China enfrenta grandes problemas que hacen pensar a muchos que el sueño terminó, tales como: 1. La crisis en su sector inmobiliario; 2. La pérdida de confianza causada por la represión regulatoria para sus titanes tecnológicos (que ya ha durado dos años); 3. La vulnerabilidad de las cadenas globales de manufactura que ha provocado que muchas empresas globales quieran salirse total o parcialmente de dicha nación; 4. El hecho de que su sector privado enfrenta una deuda excesiva; 5. Los señalamientos de que China es uno de los países más irresponsables en materia ecológica y causantes de gran parte de los problemas del cambio climático; entre otros.

No obstante lo anterior, en esta entrega quiero centrarme en dos grandes problemas que enfrenta China y que se si bien no son sorpresivos, se materializaron y dieron a conocer la semana que recién concluye. En un artículo de German Lopez, publicado el pasado 18 de enero en el diario New York Times, y titulado “Buenos días. El gobierno autoritario de China se ha interpuesto en el camino del crecimiento del país”, se nos narra como es que dicha nación ha estropeado sus perspectivas de alguna vez superar a los EE.UU. en hegemonía económica e influencia global.

Un ascenso vacilante

Durante años, diversos analistas advirtieron que China podría desafiar a EE.UU. como la principal superpotencia mundial. Como el crecimiento de China superó regularmente a las principales economías occidentales, parecía estar en camino para convertirse en la economía más grande del mundo.

Pero incluso las predicciones más optimistas respecto al ascenso de China siempre previeron  que su crecimiento eventualmente se desaceleraría. Esa menor tasa de aumento de la producción ha llegado antes de lo esperado, como resultado de las malas decisiones del liderazgo chino, encabezado por su todo poderoso presidente Xi Jinping.

Dos acontecimientos publicados el martes 17 de este mes dejaron en claro que los riesgos para China se siguen acumulando. Los funcionarios chinos anunciaron que la población del país disminuyó en 2022 por primera vez en más de 60 años. También publicaron datos que muestran que la economía del país creció solo un 3% en 2022, muy por debajo del objetivo del gobierno para dicho año de 5.5 por ciento.

Ambos resultados están estrechamente relacionados con las políticas públicas implementadas por China. Los esfuerzos gubernamentales, que duraron décadas, para reducir las tasas de natalidad en todo el país, incluida la política de permitir que la mayoría de las familias tengan un solo hijo (misma que fue eliminada apenas en 2016), aceleraron la disminución de la población. Y la desaceleración económica está en parte ligada a la política de cero covid que China apenas abandonó el mes pasado, lo que sorprendió al país, mismo que no contaba con la preparación para reabrir.

El autor, German Lopez, explica lo que significan ambos acontecimientos para el futuro de China:

Crecimiento sofocado

Los expertos habían anticipado, desde hace mucho tiempo, la disminución de la población de China. Algunos analistas argumentan que el declive en realidad había comenzado desde hace años. De todos modos, la caída está llegando más rápido de lo esperado; las proyecciones anteriores de la ONU eran de que el declive poblacional chino comenzaría hasta la próxima década.

El recuento de la población de China en 2022 es de aproximadamente 1,400 millones, unas 850 mil personas menos que el año anterior, según estadísticas gubernamentales. Este dato destaca ya que no se había producido una disminución de la población china desde 1961, cuando el desastroso “Gran Salto Adelante” de Mao Zedong desencadenó una de las peores hambrunas registradas en la historia.

Y a pesar del impulso del gobierno para alentar a más parejas a tener hijos, la tasa de natalidad de China cayó a su nivel más bajo jamás registrado. La tasa de natalidad en 2022 se situó en 6.8 nacimientos por cada 1,000 habitantes (frente a los 7.5 por cada 1,000 del año anterior).

Ahora es casi seguro que India superará a China para convertirse en el país más poblado del mundo.

En China la población está envejeciendo rápidamente. La edad media en China ya ha superado a la de EE.UU. y podría superar los 50 años en promedio para 2050. Ni siquiera se espera que los países de Europa que envejecen más rápido superen la edad media de 50 sino hasta alrededor del año  2100.

La población en edad laboral de China alcanzó su punto máximo en 2014. Los ancianos ahora representan una quinta parte de sus 1,400 millones de habitantes. Es una tendencia que no será fácil de revertir: se prevé que la cantidad de personas de 65 años o más supere la población en edad laboral de China para el año 2080, según un análisis publicado por el Foro Económico Mundial el año pasado.

Esto es por demás relevante, ya que de acuerdo con Frederic Neumann, economista jefe para Asia de HSBC: “La economía china está entrando en una fase de transición crítica, ya no puede depender de una mano de obra abundante y competitiva en costos para impulsar la industrialización y el crecimiento”. O sea, se les acabó el bono demográfico.  

Esto implica que a medida que la oferta de trabajadores comience a reducirse, el crecimiento de la productividad deberá aumentar para sostener el acelerado ritmo de expansión que su economía necesita para continuar con su proceso de desarrollo.

Es verdad que hasta cierto punto, China está siguiendo la trayectoria típica por la que han transitado los países ahora desarrollados: las tasas de natalidad tienden a disminuir y la edad promedio tiende a aumentar. Las tasas de natalidad también han disminuido en general en todo el este de Asia. Pero China aceleró su trayectoria a tal grado que ahora sus tasas de fertilidad son más bajas que las de EE.UU., Europa y Japón.

La disminución de la población es una pésima noticia para el crecimiento económico de China. Una población que envejece genera una fuerza laboral débil, y tiende a utilizar más recursos del gobierno a través de la asistencia por pensiones de jubilación y atención médica, como explicó Paul Krugman en Times Opinion.

La noticia demográfica llega en un momento en que el crecimiento económico se desacelera aun más. Y es que debemos recordar que la tasa de crecimiento de China comenzó a disminuir desde hace poco más de una década.

La política de cero covid implementada por el gobierno desde el surgimiento de la pandemia, empeoró el problema económico al obligar a gran parte del país, incluidos los grandes motores económicos como Shanghái, a cerrar abrupta y repetidamente cada vez que había un brote de la enfermedad. Ahora que se levantó dicha política, el virus se ha estado propagando rápidamente por todo el país, perjudicando nuevamente la economía de China en la medida que los trabajadores enfermos se quedan en casa y otros tantos prefieren no salir.

En ambos casos, las decisiones de los líderes chinos jugaron un papel central, sofocando el potencial de China. Obviamente, esto es posible en cualquier país, pero es un riesgo especialmente grande para China porque su forma autoritaria de gobierno concentra el poder con menos responsabilidad pública y rendición de cuentas. En la era de Xi Jinping, el poder se ha concentrado aún más.

Carl Minzner, investigador principal de estudios de China en el Consejo de Relaciones Exteriores, menciona que mientras que en las décadas de 1980 y 1990 en China se vivieron debates reales sobre muchas políticas estatales, ahora en día los líderes del Partido Comunista de China (PCCh) se ven obligados a simplemente repetir como un loro la línea política de Xi Jinping o quedarse callados para salvar su propio pellejo.

Futuro incierto

Ninguno de estos acontecimientos significa que el ascenso de China esté condenado al fracaso o a terminar abruptamente.  Es evidente que la China moderna, como fenómeno, no tiene precedentes, lo que hace que la predicción sobre su futuro sea muy difícil y cualquiera que diga que sabe lo que sucederá, sin dudas está mintiendo.

China es lo suficientemente grande como para seguir desempeñando un papel importante en el escenario mundial, y no se descarta que el tamaño de su economía pueda eventualmente superar al de EE.UU. La gran pregunta es si China se convertirá en una verdadera superpotencia, tan rica e influyente como lo es EE.UU.

Es importante considerar que el PIB per cápita de China es menos de una quinta parte del de los estadounidenses. Esto implica que en promedio, los chinos siguen siendo mucho más pobres que los estadounidenses.

China no sería el primer país en no cumplir las predicciones de que superaría a los EE.UU. En la década de 1980, los políticos y expertos estadounidenses temían que Japón hiciera lo mismo. Japón, en parte debido a una crisis demográfica, obviamente no lo hizo.

Los problemas de China sin duda abren toda clase de posibilidades para las naciones que efectivamente implementen políticas que las pongan en condiciones de competir. México es uno de esos países que se puede ver beneficiado, pero la gran pregunta es si las autoridades gubernamentales de todos los órdenes de gobierno tienen la capacidad de transformar las políticas públicas, y si el sector privado hará lo propio para capitalizar las oportunidades que estarán disponibles en esta ventana de tiempo.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Sustituir importaciones cerrándole la puerta a China

Es importante cerrarle la puerta a China, nación que no juega limpio en el comercio internacional. En un estudio de la Fundación de Innovación y Tecnología de la Información (ITIF por sus siglas en inglés) y titulado Falsas promesas II: La brecha continua entre los compromisos de China en el marco de la OMC y sus prácticas, se destaca lo siguiente:

  • El modelo económico chino, dirigido por el estado, es impulsado en gran medida por prácticas mercantilistas innovadoras, y va en contra de los principios fundamentales de la OMC de aplicar políticas orientadas al mercado, trato no discriminatorio, trato nacional y reciprocidad.
  • China ha incumplido numerosos compromisos de la OMC en temas como los subsidios industriales, la falta de protección de la propiedad intelectual extranjera, forzar a las empresas a hacer inversiones conjuntas y realizar transferencia de tecnología, así como limitar el acceso al mercado chino para las empresas de servicios extranjeras.
  • El comportamiento de China hacia la OMC y sus socios comerciales es el de una nación que sabía lo que tenía que prometer para ingresar a la organización, pero sus acciones posteriores han demostrado que nunca tuvo la intención de cumplir esas promesas.
  • Décadas de jugar con el sistema de comercio mundial y no cumplir con los compromisos de la OMC han permitido a China acumular enormes superávit comerciales y reservas de divisas, que utiliza para perseguir objetivos de política interior y exterior.

Esto no debería sorprender dado que es frecuente leer en la prensa sobre las acusaciones que se le hacen a China por otorgar subsidios a sus exportadores, vender mercancías en el exterior en condiciones de dumping, robar propiedad intelectual y patentes, entre muchas otras acciones que, como ya se dijo, constituyen violaciones a las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), organismo internacional reumático e inoperante que ha permitido a China salirse con la suya. El freno a China es imperativo dado que su presidente, Xi Jinping, ha mostrado ser una persona decidida a acabar con la hegemonía de Occidente.

Una forma de cerrarle el paso a China y acelerar el crecimiento económico de la región es a través de una política de sustitución de importaciones en los países que conforman el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Para darnos una idea del potencial de crecimiento si se logra desplazar algunas de las importaciones de productos chinos, tenemos los siguientes datos: En los primeros 11 meses de 2022, las importaciones estadounidenses de mercancías chinas fueron de 499.5 miles de millones de dólares (mmdd), mientras que las importaciones de México de mercancías chinas sumaron 109.5 mmdd. Por su parte, las importaciones canadienses de mercancías chinas fueron de 74.86 mmdd en los primeros nueve meses de 2022. Con estos datos, podemos estimar que el valor de las importaciones por parte de las tres naciones norteamericanas de mercancías chinas debió haber sido de unos 760 mmdd en 2022. Dada esta cantidad, que representa más de la mitad del PIB mexicano, uno puede imaginarse el impulso que tendría la región si se logrará sustituir el 10% de dichas importaciones moviendo los procesos productivos de China hacía México.

A la luz de lo anterior, es muy positivo que en el marco de la Décima Cumbre de Líderes de América del Norte se informó de la creación de un comité para acelerar la sustitución de importaciones en la región. Este comité estará integrado por 12 expertos de los tres países. Por México participará el canciller Marcelo Ebrard, el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro y el consejero honorario de la Presidencia, Alfonso Romo.

El cerrarle el paso a China es algo que Estados Unidos se ha tomado muy en serio. A diferencia de sus antecesores, el presidente Donald Trump caracterizó a China  como un competidor económico desleal e impuso fuertes aranceles punitivos a los productos chinos que ingresaban a su país. El presidente Biden no solo ha mantenido esos aranceles, sino que también ha impuesto controles de exportación y límites al otorgamiento de visas, así como restricciones a los flujos de inversión. La Ley CHIPS for America recientemente aprobada agrega subsidios para la producción nacional de semiconductores a la mezcla.

¿Y México que hará en la práctica al respecto? ¿Impondrá alguna clase de medida en contra de China? No creo que el gobierno mexicano se atreva a tomar ninguna medida en materia de comercio, sino que por el contrario, lo más seguro es que le seguirá abriendo las puertas a los productos chinos, haciéndose de la vista gorda y permitiendo que siga el creciente problema de contrabando e importación de productos que entran al país en condiciones de subvaluación.

Es importante señalar que México padece un déficit comercial crónico con China, que nos impide poder desarrollar más ampliamente nuestra planta manufacturera. En 2012 nuestro déficit con la nación asiática fue de -51.215 mmdd, en 2018 de -76.081 mmdd, en 2021 llegó a -91.759 mmdd y en los primeros once meses de 2022 fue de -99.433 mmdd, por lo que sin problema se puede asumir que este año ¡nuestro desequilibrio comercial con China superará los 110 mil millones de dólares!

No obstante lo anterior, lo que probablemente hará el gobierno mexicano como su política de sustitución de importaciones es esperar a que simplemente llegue la inversión extranjera directa para producir aquí lo que ya no se quiere producir en China. Pero el reto no será fácil dado el actual problema de escasez de energía eléctrica y la falta de inversión en generación de energías limpias. Es bien sabido que muchas empresas que quisieran ubicarse en el norte y centro del país no lo hacen porque ya no hay suficiente energía para dotarles, y tampoco hay el compromiso del gobierno mexicano de que en el futuro cercano determinado porcentaje de la energía eléctrica que se les abastecerá provendrá de fuentes renovables.

Un problema adicional es el de escasez de mano de obra, en especial la capacitada; la escasez de agua en el norte del país y pues también está el tema de la inseguridad.

Desde luego que se puede desarrollar la zona del corredor transístmico de Tehuantepec, pero el desarrollar la zona, la infraestructura carretera y de parques industriales, así como la requerida para dotar de energía eléctrica, probablemente tardará más tiempo del que los inversionistas están dispuestos a esperar.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha estimado que México podría atraer otros 35 mil millones de dólares adicionales de inversión extranjera directa, gracias al nearshoring de empresas que buscan salirse de China. Veremos cuanto de este monto llega a México dada nuestra realidad No debemos olvidar que la ventana de olvidar que la ventana de tiempo que se abrió con el nearshoring es de corta duración y es de una sola vez. Es decir, la empresa que se quiere salir de China y analiza mudarse a México o Guatemala o Brasil, pues toma la decisión y una vez tomada, si no le favorece a México, pues ya se cerró la oportunidad.  

Espero equivocarme y que veamos al equipo de 4 representantes expertos mexicanos en el comité recién creado, con una actitud proactiva y generando las condiciones para atraer la inversión extranjera y que se dejen de importar productos chinos a la región de Norteamérica en beneficio de la producción y empleo en México. Ojala que cuando estos cuatro personajes vayan con el presidente López Obrador, él les haga caso y se realicen los ajustes en políticas públicas que son indispensables para consumar la sustitución de importaciones.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt    

Los mayores riesgos globales para el 2023

En cada arranque de año confiamos en que vendrán cosas buenas para nosotros y nuestros seres queridos. Igual sabemos que es inevitable que algunos eventos negativos sucederán, y para ellos debemos estar preparados. En esta entrega quiero abordar algunos de los riesgos globales que enfrentaremos este año y que de materializarse podrían tener un impacto en nosotros.

El Grupo Eurasia recién publicó su listado de principales riesgos globales para el 2023. Top Risks es el nombre del documento en el que plasman los pronósticos anuales de Eurasia Group respecto de los riesgos globales que es más probable que se desarrollen en el transcurso del año. El informe de este año se publicó el 3 de enero de 2023, y a continuación presento los aspectos más relevantes del mismo:

Visión general

Top Risks 2023 comienza mencionando que hemos superado (en su mayor parte) la pandemia del Covid-19, Rusia no tiene forma de ganar en Ucrania, la Unión Europea es más fuerte que nunca, la OTAN redescubrió su razón de ser, El G7 se fortalece, las energías renovables se están volviendo muy baratas, el poder militar estadounidense no tiene rival, las elecciones intermedias en los Estados Unidos fueron decididamente normales… y muchos de los candidatos que representaban la mayor amenaza para la democracia (especialmente aquellos que habrían tenido autoridad sobre los resultados electorales, como gobernadores y secretarios de estado) perdieron en sus respectivas elecciones. Mientras tanto, Donald Trump está en la posición más débil desde que salió de la presidencia de Estados Unidos, con una gran cantidad de republicanos preparándose para enfrentarlo en la nominación presidencial para el 2024.

Tiene que haber una trampa

Hemos visto que un pequeño grupo de personas ha acumulado una cantidad extraordinaria de poder, tomando decisiones de profundas consecuencias geopolíticas. Desde la óptica del espectro de la geopolítica vemos que las bondades de la globalización están en un extremo, pero estos desarrollos están en el otro extremo y generan una cantidad desproporcionada de incertidumbre en el mundo de hoy.

Los principales riesgos este año están sesgados hacia estos actores y su impacto: Rusia malvada, Maximum Xi, Armas de disrupción masiva, e Irán arrinconado, todos son riesgos que provienen de actores internacionales que enfrentan severos desafíos estructurales y una fuerte oposición (interna y/o externa) para lograr sus objetivos deseados, sin supervisión local, ni contrapesos, controles y equilibrios que pongan freno a sus acciones.

Algunas dictaduras tropiezan mientras que otras se consolidan. La Rusia de Vladimir Putin está demasiado aislada para que su líder asista a la cumbre del G20, y enfrenta un grave declive económico y militar… mientras que la OTAN nunca se ha visto más fuerte. Irán, el aliado militar más importante de Rusia, se enfrenta a un entorno geopolítico profundamente hostil viviendo los mayores disturbios internos desde la revolución de 1979 que llevó al poder a la República Islámica. Por su parte, China no estaba completamente preparada para lidiar con sus problemas ocasionados por la política de cero Covid (el riesgo número 1 del año pasado), lo que provocó manifestaciones populares sin precedentes… y un cambio repentino en la política del presidente Xi Jinping, que puso fin a las restricciones dos años después que los estadounidenses y los europeos.

En términos más generales, hemos visto que el progreso en el desarrollo humano ha sido revertido por una pandemia global, una guerra terrestre en Europa, un shock inflacionario masivo y una catástrofe climática creciente. Después de décadas de globalización que impulsaron un crecimiento global sin precedentes y el surgimiento de una sólida clase media global, ahora vemos que a la mayoría de los 8 mil millones de personas del mundo les va peor, no mejor, en niveles de educación, esperanza de vida, bienestar económico y seguridad. Desafortunadamente, los obstáculos para el desarrollo humano aumentarán en 2023.

El liderazgo estadounidense es una espada de doble filo. Un año después de la guerra fallida de Rusia, Estados Unidos ha ganado la posición de único líder militar global del mundo. Los principales aliados reconocen claramente su dependencia de Estados Unidos para la seguridad nacional, en un sentido amplio. El poder económico comparativo de Estados Unidos es más fuerte después de la pandemia y de la guerra de Rusia respecto de lo que era después de la crisis financiera mundial de 2008. Se ha vuelto más fuerte el susurro en Europa de que la posición global de Estados Unidos se está beneficiando de la guerra, mientras que los europeos y Japón enfrentan la desindustrialización y el fin permanente del dividendo de la paz. China también enfrenta desafíos económicos masivos, mucho mayores que otros países importantes. Todavía se espera que su economía supere a la de Estados Unidos en PIB para 2030, pero existe una posibilidad cada vez mayor de que nunca lo haga. Y si lo hace, esto no presagia que vayamos a presenciar un siglo de influencia china conforme su población se reduce a la mitad para el año 2100. Si algún país importante de ingresos medios tiene la perspectiva de superar al resto de naciones en las próximas décadas, es la próxima tercera economía más grande del mundo (y la democracia más grande): India.

Pero en términos de liderar con el ejemplo, es una historia radicalmente diferente para Estados Unidos. En 1989, Estados Unidos era el principal exportador mundial de democracia. Hoy en día, es el principal exportador de herramientas que socavan la democracia, el resultado de algoritmos y plataformas de redes sociales que han desgarrado el tejido de la sociedad civil mientras maximizan las ganancias de sus creadores. Esto ha creado división política, disrupción y disfunción social sin precedentes. Esa tendencia se está acelerando rápidamente, no impulsada por los gobiernos sino por un pequeño grupo de personas con poca comprensión del impacto social y político de sus acciones.

¿Son los dueños de las plataformas tecnológicas una mayor amenaza para la inestabilidad global que Putin o Xi? No está claro, pero es una pregunta correcta para hacerse, dado el desafío crítico para las democracias del mundo, la vulnerabilidad de las instituciones políticas representativas y el creciente atractivo de control y la vigilancia por parte de los gobiernos. Como se demostró en 2006, las sociedades abiertas eran las más estables, en parte porque la tecnología las fortalecía y debilitaba los regímenes autoritarios. En 2023, menos de dos décadas después, ocurre lo contrario.

No es el fin de la democracia (ni de la OTAN ni de Occidente). Pero seguimos en las profundidades de una recesión geopolítica, con los riesgos de este año como los más peligrosos que hemos encontrado en los 25 años desde que comenzamos Eurasia Group.

Y ahora, se presentan algunos rasgos de los principales riesgos detectados por parte de Eurasia Group.

1. Rusia malvada

Una Rusia humillada pasará de ser un actor global a convertirse en el estado canalla más peligroso del mundo, lo que representa una grave amenaza para la seguridad de Europa, Estados Unidos y más allá.

Rusia es una nación que ha sido derrotada en el campo de batalla en Ucrania, está cada vez más golpeada por las sanciones económicas, carece de influencia sobre la Unión Europea o los Estados Unidos, tiene poco que perder y vive en un mayor aislamiento con las represalias occidentales, además de que enfrenta una intensa presión interna para mostrar su fuerza. Es por ello que Rusia recurrirá a la guerra asimétrica contra Occidente para infligir daño y debilitar la unidad de la OTAN, en lugar de emplear una agresión abierta que depende del poder militar y/o económico que Rusia ya no tiene.

El ruido nuclear por parte de Moscú se intensificará en 2023. Las amenazas de Putin se harán más explícitas; es probable que mueva las armas nucleares tácticas más cerca de Ucrania, y lo haga público. Podríamos ver un aumento en el estado de alerta del arsenal nuclear de Rusia. Por su parte, los hackers y piratas informáticos afiliados al Kremlin intensificarán los ataques cibernéticos contra las empresas y los gobiernos occidentales. Los oleoductos, así como las terminales de GNL, serán objetivos atractivos para el sabotaje ruso.

2. Maximum Xi

Xi Jinping salió del 20º Congreso del Partido de China en octubre de 2022 con un control y poder sin igual desde Mao Zedong.

Después de haber llenado el Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista con sus aliados más cercanos, Xi prácticamente no tiene restricciones en su capacidad para seguir su agenda política estatista y nacionalista. Pero con pocos controles y contrapesos que lo limiten y sin voces disidentes que desafíen sus puntos de vista, la capacidad de Xi para cometer grandes errores tampoco tiene rival. Las decisiones arbitrarias, la volatilidad de las políticas y la elevada incertidumbre serán endémicas en la China de Xi. Ese es un desafío global masivo y subestimado, dada la realidad sin precedentes de una dictadura capitalista de estado que tiene un papel tan grande en la economía global.

3. Armas de disrupción masiva

Cuando cayó el Muro de Berlín, Estados Unidos era el principal exportador mundial de democracia. No siempre de manera consistente y no siempre con resultados positivos, pero ningún otro país se le acercaba en términos de la influencia que ejercía en el resto del mundo. Desde entonces, la mayor parte del tiempo, la innovación tecnológica (mucha de la cual tuvo lugar en Estados Unidos) ha sido una fuerza liberalizadora. Pero hoy, EE.UU. se ha convertido en el principal exportador de herramientas que socavan la democracia, no intencionalmente, sino como consecuencia directa de los modelos comerciales que impulsan el crecimiento. Los avances tecnológicos resultantes en inteligencia artificial (IA) erosionarán la confianza social, empoderarán a los demagogos y autoritarios y perturbarán los negocios y los mercados.

Este año será un punto de inflexión para el papel de la tecnología disruptiva en la sociedad. Una nueva forma de Inteligencia Artificial (IA), conocida como IA generativa, permitirá a los usuarios crear imágenes, videos y texto realistas con solo unas pocas oraciones de orientación. Los modelos de lenguaje grande como GPT-3 y el GPT-4 que se lanzará próximamente podrán pasar de manera confiable la prueba de Turing, un Rubicon para la capacidad de las máquinas para imitar la inteligencia humana.

Los demagogos y los populistas utilizarán la IA como arma para obtener ganancias políticas a expensas de la democracia y la sociedad civil. Ya hemos visto a personas como Trump, el brasileño Jair Bolsonaro y el húngaro Viktor Orbán aprovechar el poder de las redes sociales y la desinformación para manipular a los electores y ganar elecciones, pero los avances tecnológicos crearán ventajas estructurales para que cada líder político implemente estas herramientas, no importa dónde estén ubicados en el espectro político.

4. Ondas de choque de la inflación

El shock de inflación global que comenzó en los Estados Unidos en 2021, y se consolidó en todo el mundo en 2022, tendrá un poderoso efecto dominó económico y político en 2023. Será el principal impulsor de la recesión global, se sumará a la tensión financiera y avivará el descontento social y político por todas partes.

Con el endurecimiento de las condiciones crediticias y financieras en un momento de inflación aún alta, los hogares y las empresas sentirán los efectos. Temerosos de echar combustible al fuego inflacionario y enfrentar el aumento de los costos por mayores tasas de interés, los encargados de formular políticas públicas en las economías avanzadas solventes intentarán absorber los mayores costos para los hogares y aliviar las presiones de costos para las empresas a través de intervenciones en el mercado energético y subsidios financiados con más deuda pública.

5. Irán en una esquina

Más de tres meses después de que una joven llamada Mahsa Amini fuera asesinada por la llamada Policía de la Moralidad de Irán, continúan las protestas antigubernamentales en todo el país. Al mismo tiempo, Teherán ha intensificado su programa nuclear de manera dramática, casi acabando con cualquier posibilidad de revivir el acuerdo nuclear. Y ahora Irán se ha casado con las ambiciones imperiales de Putin en Ucrania. Enfrentando convulsiones en casa mientras arremeten en el extranjero, este año contará con nuevos enfrentamientos entre la República Islámica y Occidente.

6. Crunch energético

Los consumidores de energía respiran aliviados ahora que el shock del suministro de petróleo, esperado después de la invasión rusa de Ucrania, no se materializó y los precios del gas, especialmente en Europa, han retrocedido desde sus máximos de 2022. Pero a pesar de las previsiones en su mayoría optimistas para este año, una combinación de geopolítica, economía y factores de producción creará condiciones de mercado mucho más estrictas, especialmente en la segunda mitad de 2023. Eso aumentará los costos para los hogares y las empresas, aumentará la carga fiscal en las economías de consumo, ampliará la brecha entre la OPEP+ y las principales naciones consumidoras, y creará otra fuente de mayores tensiones entre Occidente y el mundo en desarrollo.

7. Desarrollo global arrestado

Las últimas dos generaciones de la humanidad han experimentado un período sin precedentes de rápida expansión y prosperidad generalizada. La economía mundial se triplicó en tamaño, casi todos los países se enriquecieron significativamente y más de mil millones de personas escaparon de la pobreza extrema para unirse a las filas de la primera clase media mundial de la historia, reduciendo la brecha de oportunidades entre las naciones en desarrollo y las industrializadas avanzadas. Los indicadores de desarrollo humano, que van desde la mortalidad infantil y la esperanza de vida hasta la educación y los derechos de la mujer, cuentan una historia de mejora casi ininterrumpida de los niveles y la calidad de vida en todo el mundo.

Ese progreso se ha visto revertido por tres años de choques que se refuerzan mutuamente, incluida la pandemia de Covid-19, la guerra entre Rusia y Ucrania y el aumento de la inflación mundial. Las Naciones Unidas estiman que se han perdido cinco años de progreso en el desarrollo humano desde que golpeó el Covid-19, y el impacto ha sido global: más del 90% de los países experimentaron una disminución en el desarrollo humano en 2020 o 2021. En 2023, miles de millones de personas se volverán más vulnerables a medida que se sigan perdiendo más ganancias económicas, políticas y de seguridad.

8. Estados Desunidos de América

Primero, las buenas noticias. Las elecciones de mitad de período de 2022 detuvieron el deslizamiento hacia una crisis constitucional en las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. No porque los republicanos ganaran el control de la Cámara de Representantes, ni porque los demócratas dominaran el Senado. Lo que es más importante, los votantes de los Estados Unidos rechazaron prácticamente a todos los candidatos a gobernador o secretario de estado que negaron la legitimidad de la victoria de Biden sobre Trump en la votación de 2020. Y son los gobernadores y secretarios de estado quienes administrarán las futuras elecciones a nivel estatal. Es por eso que la política estadounidense no aparece más arriba en la lista de los principales riesgos de este año.

Estados Unidos sigue siendo una de las democracias industriales avanzadas más políticamente polarizadas y disfuncionales del mundo. La creciente polarización partidista del electorado estadounidense continúa erosionando la legitimidad de las instituciones federales centrales: las tres ramas del gobierno y la transferencia pacífica del poder a través de elecciones libres y justas. En consecuencia, el poder político se está devolviendo a los estados, cada vez más liderado por partidarios que ocupan el vacío dejado por Washington para perseguir agendas que no pueden ser implementadas por un gobierno federal díscolo y esclerótico.

Este entorno se volverá cada vez más desafiante para las empresas acostumbradas a pensar en los Estados Unidos como un mercado coherente con un régimen regulatorio predecible. Los estados tradicionalmente han competido por la inversión corporativa a través de paquetes de incentivos. Pero ahora, los políticos conservadores se están diferenciando al pelear con los principales empleadores sobre temas como las regulaciones ambientales, sociales y de gobierno (ESG), mientras que los políticos de izquierda están buscando políticas ambientales, más favorables para los trabajadores y consumidores que aumentan el costo de hacer negocios en sus estados.

9. Boom de Tik Tok

Nacida entre mediados de la década de 1990 y principios de la de 2010, la Generación Z es la primera sin experiencia de vida sin Internet. Los dispositivos digitales y las redes sociales han conectado a sus miembros a través de las fronteras para crear la primera generación verdaderamente global. Y eso los convierte en una nueva fuerza política y geopolítica, especialmente en Estados Unidos y Europa. La Generación Z tiene tanto la capacidad como la motivación para organizarse en línea para remodelar las políticas corporativas y públicas, dificultando la vida de las multinacionales en todas partes e interrumpiendo la política con solo hacer clic en un botón.

La Generación Z creció a medida que se desvanecía el dominio de Estados Unidos después de la Guerra Fría, revelando las fallas de liderazgo en el país y en el extranjero a través de una serie de eventos históricos formativos: la crisis financiera de 2008, la Primavera Árabe y la guerra civil de Siria, Brexit, la elección de Trump, El movimiento Black Lives Matter, el ajuste de cuentas #MeToo, los tiroteos masivos en escuelas en los EE.UU., la pandemia de Covid-19 y ahora la guerra entre Rusia y Ucrania.

El resultado es una generación radicalizada por la naturaleza turbulenta de su época y la falta de respuesta de los líderes y las instituciones existentes. La Gen Z tiene expectativas, demandas e impulsos políticos más amplios que sus predecesores, incluida una marcada desconfianza en las instituciones y los canales tradicionales de cambio político y logros económicos.

Gen Z está redefiniendo el lugar de trabajo al presionar a las empresas para que incorporen cambios fundamentales en la forma en que reclutan, organizan, retienen y desarrollan el talento; adoptar nuevos caminos y oportunidades profesionales; fomentar la diversidad y la inclusión genuinas; y reevaluar su impacto social, político y ambiental. Como resultado, las corporaciones sentirán una presión sin precedentes para tomar partido en los debates políticos y geopolíticos, les guste o no.

10. Estrés hídrico

Este año, el estrés hídrico se convertirá en un desafío global y sistémico… mientras que los gobiernos aún lo tratarán como una crisis temporal.

En 2022, la disminución de los niveles de agua exacerbó la crisis alimentaria en África, detuvo el transporte marítimo y la producción nuclear en Europa y provocó el cierre de fábricas en China. La escasez de agua también obligó a Estados Unidos a limitar las descargas de agua en los estados del oeste y provocó disturbios sociales en América Latina, aumentando las tensiones entre las empresas y las comunidades. Las previsiones para 2023 son peores. El estrés hídrico se convertirá en la nueva normalidad: los niveles de los ríos caerán a nuevos mínimos y dos tercios de las empresas a nivel mundial enfrentarán riesgos de agua sustanciales para sus operaciones o cadenas de suministro.

Si bien las consecuencias del estrés hídrico empeorarán, la capacidad de los gobiernos para manejarlas no mejorará. Habiendo fallado en prepararse adecuadamente para una disminución permanente en la disponibilidad de agua, los formuladores de políticas confiarán en medidas de emergencia a corto plazo que restringen y redistribuyen abruptamente los recursos.

Y ahora algunas líneas rojas…

Grietas en apoyo a Ucrania

Estados Unidos y Europa permanecerán alineados en su firme apoyo a Ucrania a pesar del creciente escepticismo sobre la participación de Estados Unidos y el desacuerdo interno en la UE sobre si presionar a Ucrania para que negocie.

Disfunción política en la Unión Europea

A medida que gran parte de la UE entra en recesión este trimestre, el bloque comienza a sentir una gran tensión por la guerra de Ucrania. La recesión económica y la crisis energética de este año (consulte los riesgos n.º 4 y n.º 6) se sumarán a esta presión, lo que exacerbará las perspectivas de la UE en un momento en que se enfrenta a desafíos de liderazgo. Con un nuevo gobierno en Berlín luchando en casa y en el extranjero, el presidente francés Emmanuel Macron cojeando por su falta de mayoría parlamentaria y la salida de Mario Draghi como primer ministro de Italia, no hay nadie capaz de liderar el bloque a través de las tribulaciones de este año.

La crisis de Taiwán

Existe una creciente preocupación en Washington de que Estados Unidos y China se dirijan a una confrontación por Taiwán… y que sea cada vez más probable que China cambie proactivamente el statu quo, posiblemente incluso conduciendo a un conflicto militar directo en el corto plazo. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha afirmado que Xi de China está “decidido a buscar la reunificación en un plazo mucho más rápido” de lo que se pensaba anteriormente. Altos funcionarios de defensa han sugerido que el uso de la fuerza por parte de China para retomar Taiwán podría ocurrir en 2027, y posiblemente tan pronto como este año.

Respecto a este punto, y dejando atrás la lista de riesgos elaborada por Eurasia Group, quiero hacer mención a lo mencionado en un artículo de MN Gordon, publicado en el portal EconomicPrism.com el pasado 30 de diciembre, en el cual se pinta un panorama sombrío para este año en lo que respecta a la geopolítica. Gordon menciona que, a modo de divulgación completa, su conjetura principal para este año no es única ni desconocida. De hecho, muchos pueden sentir lo que viene. Pero al igual que cuando se enfrentan a la presencia de un veterano de guerra al que le faltan extremidades, casi todos miran hacia otro lado. Los horrores son demasiado graves para contemplarlos.

Para entender esta predicción, primero algo de contexto:

¿Quién lo hizo?

Para ser completamente franco, si aún no ha llegado a esta conclusión por su cuenta, la Tercera Guerra Mundial comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania. Muchas personas siguen siendo incapaces de comprender esto.

Bien o mal, durante 20 años la OTAN provocó a Rusia a través de una expansión progresiva hacia el este acercándose a la frontera de Rusia. Una reacción agresiva estaba destinada a suceder tarde o temprano.

Si recuerdan, los EE.UU. y sus aliados de la OTAN respondieron rápidamente con una “guerra de sanciones” contra Rusia y una guerra de disparos real utilizando a los ucranianos como representantes. Las piezas centrales iniciales de las sanciones masivas incluían cortar el acceso a SWIFT a las instituciones financieras rusas y evitar que el Banco de Rusia utilizara sus reservas de moneda extranjera. Pronto siguieron las órdenes de “congelar y confiscar” los bienes de los oligarcas rusos.

Pero Putin tenía preparadas sus propias contramedidas. Para estabilizar el rublo, el Banco de Rusia ofreció comprar oro de los bancos rusos a un precio fijo de 5 mil rublos por gramo, vinculando así el rublo al oro. Esto limitó rápidamente la devaluación del rublo en términos de dólares estadounidenses porque el oro se negocia en dólares.

Luego, en represalia por las sanciones, Putin exigió a los compradores extranjeros de gas natural ruso que pagaran sus importaciones con rublos. Al vincular el rublo al oro y el precio del gas natural a los rublos, Putin, en efecto, vinculó el precio del gas natural al precio del oro.

Al vincular el rublo al oro y luego vincular los pagos de energía al rublo, el Banco de Rusia y Putin alteraron fundamentalmente todo el libro de reglas del sistema de comercio mundial. También aceleraron el cambio en el sistema monetario mundial.

Desde 1971, el estatus de divisa de reserva mundial del dólar estadounidense se ha visto respaldado por el petróleo. La era del petrodólar se ha mantenido debido al uso continuo de dólares estadounidenses en el mundo para comercializar petróleo y la capacidad del gobierno de los EE.UU. y su ejército para evitar cualquier competidor del dólar.

El 26 de septiembre de 2022, una serie de bombardeos secretos interrumpió el flujo de gas a través de los oleoductos Nord Stream entre Rusia y Alemania a través del Mar Báltico. ¿Quién lo hizo? Puede que nunca lo sepamos.

En este punto, las sanciones económicas han sido mucho menos efectivas para disuadir a Putin que las armas denominadas Jabalinas y Aguijones. Aún así, ¿entiendes la sabiduría de enviar $45 mil millones de dólares adicionales a Ucrania este año junto con los sistemas de defensa antimisiles Patriot (sarcasmo)?

Por desgracia, si debe hacer la pregunta, la delgada línea ya se ha cruzado.

Habiendo repasado este contexto, pasemos al 2023. ¿Cuál es el gran evento, aunque pasado por alto, sucederá en 2023?

Una gran predicción desagradable para 2023

Como ya se mencionó, en octubre, el presidente chino, Xi Jinping, terminó con éxito su informe para el 20º Congreso Nacional del Partido Comunista Chino. Salió del congreso del partido con un histórico tercer mandato de cinco años como secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) y presidente de la Comisión Militar Central.

Este resultado elevó a Xi a un nivel de extremo poder y ser comparado con Mao Zedong. Él es el “emperador de por vida”. El evento también subrayó la posición del PCCh de que la unificación de Taiwán es “un requisito natural para lograr el rejuvenecimiento de la nación china”. Xi y el PCCh ven a Taiwán como un asunto que Mao dejó pendiente.

El día de Navidad de 2022, poco después de que Santa Claus atravesara el mundo, China envió 71 aviones de combate y siete barcos cerca de Taiwán. Muchos de estos aviones de combate cruzaron la línea media del Estrecho de Taiwán. El ejército taiwanés contó 47 aviones que violaron la línea fronteriza de facto.

El casus belli, en este caso, fue que el presidente Biden firmó la Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2023, que incluye $10 mil millones en asistencia militar a Taiwán. Una reacción similar se desencadenó durante el verano tras una visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Casi al mismo tiempo que la visita de Pelosi, se llevaron a cabo juegos de guerra simulados de una invasión china de Taiwán en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Los resultados fueron sombríos tanto para China como para Estados Unidos.

Ciertamente, una invasión de Taiwán a través del Estrecho de Taiwán por parte del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China parece improbable. Pero también lo hicieron los tanques rusos que cruzaron la frontera hacia Ucrania, hasta momentos antes de que sucediera.

Según JPMorgan, “mientras que el mundo tiene escasez de productos básicos, China ha comenzado a almacenar productos básicos desde 2019 y actualmente posee el 80% de los inventarios mundiales de cobre, el 70% del maíz, el 51% del trigo, el 46% de la soja, el 70% del petróleo crudo y más del 20% de los inventarios mundiales de aluminio.

¿Por qué China está acumulando cantidades tan masivas de productos básicos?

Hay que recordar que las sanciones de Estados Unidos a Rusia tuvieron la consecuencia no deseada de obligar a China y Rusia a cooperar estratégicamente. Todo el 2022 Rusia estuvo vendiendo petróleo a China a cambio de yuanes.

Además, Xi se reunió recientemente en Arabia Saudita con el príncipe heredero Mohammed bin Salman y otros líderes árabes del Golfo. En un desafío directo al petrodólar, Xi comentó que China trabajaría para comprar petróleo y gas de las naciones árabes en yuanes.

¿Qué hacer con todo esto?

Se está librando una guerra económica. El escenario geopolítico se está preparando para la próxima etapa de la Tercera Guerra Mundial en el Teatro del Pacífico.

Con toda modestia y pleno reconocimiento de las limitaciones del pensamiento abstracto del autor, esa es su gran y desagradable predicción para el Año 2023: Esperar lo inesperado. China invadirá Taiwán.

Esto pondrá una antorcha a todas las demás predicciones para 2023.

Conclusiones

Por parte de Eurasia Group, mencionan  que tratan de no pensar demasiado en escribir un informe respecto hacia dónde se dirige el mundo; pero no se trata de predicción. Comienzas con dónde está el mundo, dónde realmente está en la actualidad, y en la medida en que obtienes esa valoración de manera correcta, se restringen más resultados que cualquier bola de cristal. En muchos sentidos, cada edición de Top Risks se trata del arte de encontrar lo que no es posible.

Aprendemos tanto sobre nosotros mismos como sobre el mundo en el proceso. ¿A qué sesgos nos aferramos que necesitan ser desafiados? ¿Cuáles son las cosas que creemos que sabemos que en realidad no lo son? ¿Y qué nos haría mal? Esas son las preguntas que se responden al encontrar los riesgos de este año.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Avanza la lucha contra la inflación, ¿qué esperar con las tasas de interés en 2023?

Más allá de la invasión de Rusia a Ucrania, el regreso a una vida “normal” después de la pandemia del virus chino de Covid-19, el año 2022 será recordado como el año en el que el mundo en su conjunto vivió la inflación de precios al consumidor más alta de los últimos 40 años (la más elevada de los últimos 22 años en el caso de México). Afortunadamente, para la mayoría de países, la inflación ha comenzado a ceder en los últimos meses. Entre los países que más han logrado bajar su tasa de inflación en el último mes, destacan: Holanda, que pasó de 14.3% a 9.9%; India, que pasó de 6.8% a 5.9%; Brasil, que pasó de 6.5% a 5.9%; y España de 7.3% a 6.8%.

Una parte de la explicación de la disminución de la tasa de inflación interanual en muchos países se encuentra en la implementación de políticas monetarias restrictivas, que se han traducido en mayores tasas de interés, en la mayoría de los países.  Si bien los aumentos en tasas de interés tienen efectos de mediano plazo, y no ayudan a estabilizar los precios de algunos bienes como los alimentos, si pueden servir para evitar un mayor deterioro de las expectativas de inflación.

Desde mi punto de vista, lo que más ha ayudado en la lucha contra la inflación es que el precio del barril de petróleo alcanzó un máximo en junio de este año y desde entonces ha venido disminuyendo hasta el punto en el que ahora en día su precio se encuentra en un nivel apenas por encima del de hace un año.  Las razones de la disminución del precio del petróleo son varias, pero destacan: 1. El lento crecimiento de la economía de China; 2. El hecho de que Rusia sigue vendiendo su petróleo (con un precio castigado); y 3. Las perspectivas de menor crecimiento económico o inclusive recesión, en la mayoría de las economías del mundo en 2023.

Otro factor que ha contribuido en la lucha contra la inflación es el hecho de que la mayoría de los precios internacionales de los alimentos han regresado a su nivel de hace un año, después de haber alcanzado un pico en marzo de este año. Tenemos que de acuerdo con el índice de precios de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), entre noviembre de 2021 y el mismo mes de 2022 el índice de precios de los alimentos registra un incremento de apenas 0.3% (cabe señalar que la inflación mensual interanual de alimentos, medida a través de este índice llegó a ser de 33.95% en marzo de este año y ha venido disminuyendo gradualmente desde entonces). No obstante lo anterior, cabe destacar que en noviembre de 2022, los precios de cárnicos, lácteos y cereales todavía se encuentran 4.1%, 9.2% y 6.3% por encima de su nivel de hace un año, respectivamente.    

En los Estados Unidos también van avanzando en su lucha contra la inflación. El martes 13 de diciembre, se publicó que la inflación interanual de noviembre bajó a 7.10% desde el 7.70% observado en octubre. Hubo mejoría en la mayoría de sus componentes agregados ya que la inflación de alimentos bajó de 10.90% a 10.60%, la de Energéticos disminuyó de 17.60% a 13.10%, mientras que la subyacente bajó de 6.30% a 6.00%.  Se debe destacar que las tasas de inflación general y subyacente siguen siendo inaceptables y es por ello que el Banco de la Reserva Federal (FED) realizó siete incrementos en su tasa de interés de fondos federales. En su reunión del 13 y 14 de diciembre el aumento de tasa fue de 0.50 puntos porcentuales, lo cual contrasta con los incrementos de 0.75 puntos porcentuales en las anteriores cuatro decisiones del Comité de Mercado Abierto de la FED.

De hecho, en su conferencia de prensa para el anunció de la decisión de política monetaria, el presidente de la FED, Jerome Powell, dejó en claro que las tasas de interés tendrán que subir más de lo proyectado previamente ya que la inflación se mantiene muy por encima de la meta. Esto derrumbó los mercados bursátiles los dos días posteriores.

En el caso de México, también se han registrado avances en materia de inflación general, apoyados principalmente en lo mencionado líneas arriba. Tenemos que durante noviembre de este año, la inflación interanual de precios al consumidor fue de 7.80%, tasa por debajo del 8.41% observado en octubre, ubicándose como la menor tasa inflacionaria desde mayo de 2022. El gran problema es que no obstante de que la inflación general fue menor, la tasa de inflación subyacente subió a 8.51% interanual, producto de que la inflación de mercancías aumentó a 11.28% y la de servicios subió a 5.35%.  En cuanto a la inflación de mercancías, destaca que la de alimentos procesados, bebidas y tabaco se mantiene muy elevada y fue de 14.08% en la segunda quincena de noviembre. En cuanto a la inflación no subyacente, ésta disminuyó a 5.73% interanual en noviembre, producto de que la de bienes agropecuarios se moderó a 8.89% interanual y la de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno fue de apenas 3.23%. 

En el caso de México, quiero insistir en la importancia del dato de inflación subyacente de 8.51%, ya que es una medida de la tendencia general de evolución de los precios, cuando se excluyen los elementos más volátiles del índice de precios. Este componente inflacionario resultó el más alto desde agosto del año 2000 y es lo que mantiene preocupada a la Junta de Gobierno del Banco de México.  Es por esta evolución que las perspectivas inflacionarias continúan muy deterioradas y por lo que continúan los apretones monetarios por parte del Banco de México.

Tras darse a conocer el dato de inflación general de 7.80%, el grupo financiero Citibanamex publicó que anticipa que la inflación general para el cierre de 2022 será de 8.6%, aunque con riesgos sesgados a la baja. Esto implica que se espera una escalada fuerte de precios en diciembre o un rebote de la inflación de 7.80% a 8.6%.  Citibanamex también ha mencionado que espera que la inflación sea de 4.8% al final de 2023.

La elevada inflación subyacente y las deterioradas expectativas de inflación para este año y el 2023, provocaron que la Junta de Gobierno del Banco de México anunciara el 15 de diciembre que decidió incrementar en 0.5 puntos porcentuales su tasa de interés objetivo a un nivel de 10.5%, aunque cabe destacar que al igual que en el caso de la FED, esto implica una moderación en el ritmo de incremento de las alzas. Así mismo, se debe destacar que el voto de los miembros de la Junta de Gobierno estuvo dividido, con el subgobernador Esquivel optando por un aumento de 0.25 puntos porcentuales. Ningún miembro votó por un alza de 0.75 puntos porcentuales, lo que india que el conjunto de los miembros apoya la moderación en el ritmo de alzas (fue de 75pb en noviembre).

Cabe destacar que junto con el comunicado de prensa emitido al respecto, el Banxico publicó ajustes moderados a sus trayectorias de inflación. Los ajustes más significativos fueron a los de inflación subyacente durante 2023, aunque se aprecia el optimismo del banco central con pronósticos por debajo de las expectativas de la mayoría de los analistas.

En su comunicado de prensa, el Banxico reitera que sigue anticipando que la inflación converja a la meta de 3% hasta el tercer trimestre de 2024. Sin embargo, el cumplimento de dicha expectativa esta sujeta a diversos riesgos. Al alza: i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; ii) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; iii) presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico; iv) depreciación cambiaria; y v) mayores presiones de costos. A la baja: i) una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; ii) una disminución en la intensidad del conflicto geopolítico; iii) un mejor funcionamiento de las cadenas de suministro; iv) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y v) un efecto mayor al previsto de las medidas del Gobierno Federal ante la carestía. El Banxico apunta que si bien algunos choques han dado señales de mitigación, el balance de riesgos en la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico sigue sesgado al alza.

La Junta también mencionó en su comunicado (y lo hace explícitamente) que será necesario incrementar la tasa de interés nuevamente en febrero de 2023, y que “hacia delante, valorará la necesidad de ajustes adicionales en la tasa de referencia” y su magnitud.  Para varios analistas, lo anterior abre la puerta para detener el ciclo de alzas a partir de marzo de 2023, con lo que se reafirmaría el pronóstico de una última alza de 0.25 puntos porcentuales en febrero para llevar la tasa objetivo a un nivel de 10.75%. Esta creencia está sustentada en la desaceleración del índice general de la inflación y sus sorpresas positivas recientes, la estabilización de las expectativas inflacionarias en la mayoría de las encuestas, el menor ritmo de incrementos en tasa de interés por parte de la FED de Estados Unidos, así como a la muy elevada tasa de interés real (10.50% en tasa de interés vs 7.80% en inflación).

Como conclusión de todo esto podemos mencionar que se han logrado avances en la lucha contra la inflación, pero tardaremos muchos meses más para volverla a ver en niveles aceptables para el Banco de México. Durante ese periodo, viviremos con elevadas tasas de interés, lo cual mermará la inversión productiva y el consumo, en detrimento de la actividad económica. Es posible que en 2023 México se libre de una recesión, pero sin duda será un año de menor crecimiento económico, lo que dará como resultado que al quinto año del actual sexenio, el saldo de crecimiento sea cero, el peor desempeño económico desde la década de los ochenta.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

El fraude de las criptomonedas, el caso FTX

Las criptomonedas han estado de capa caída desde que inició la llamada “carnicería criptográfica” en noviembre de 2021, cuando el mercado global tenía un valor de 3 billones de dólares de capitalización. Para ilustrar esto, tenemos que el 19 de noviembre de 2021, un bitcoin tenía un valor de 56,896 dólares y un año después su valor es de sólo 16,695 dólares, lo que implica una caída de 70.65%. Si tomamos en cuenta que un bitcoin llegó a costar 65,467 dólares el 11 de julio de 2021, pues queda claro que las pérdidas para muchos que apostaron a esta criptodivisa han sido gigantescas. En lo personal, jamás he aconsejado a nadie a comprarlas, ni siquiera a utilizarlas como medio de pago y mucho menos tenerlas como un “activo” que sirva como instrumento de inversión.

La evidencia ha  mostrado que su precio se mueve por especulación y no por una verdadera demanda de utilizarlas como medio de pago, pero más allá de cuestiones monetarias y burbujas especulativas, la razón para no “tenerlas” es mucho más elemental: si no hay electricidad, tu criptomoneda no existe, a diferencia de otras formas de propiedad como el oro o un bien inmueble, que siempre estarán ahí. Como lo mencioné en un twit reciente: “TODAS las criptomonedas son una mala inversión. Es un engaño de la A a la Z. Su alza de precio fue consecuencia directa de la mega impresión de dólares desde 2009, que ocasionó malas inversiones en proporciones épicas. En inglés ya no son crypto, son “crapto” #cryptocrash”

Hojas de balance de los principales bancos centrales

Las razones por las cuales las criptomonedas han perdido hasta más del 70% de su valor en el último año son diversas. Una de ellas es el apretón monetario en todo el mundo, lo que ha disminuido la liquidez, elevado tasas de interés y provocado que los inversionistas sean más cuidadosos respecto a dónde invierten su dinero. El fin de los años de dinero ultrabarato acabaron con la burbuja de todo y  se desplomaron los precios de toda clase de activos. Otra razón es la reiterada vulnerabilidad de las plataformas de intercambio o comercio (exchanges) a los hackeos, plataformas en las que mucha gente tiene sus cuentas, Y finalmente, está el tema de los malos manejos corporativos por parte de quienes dirigen las grandes plataformas de intercambio, que al descubrirse acaban con los ahorros de la gente de la noche a la mañana.

El riesgo es enorme. De acuerdo con Tuomas Malinen, derivado de la especulación financiera masiva, inducida por los programas de facilitación cuantitativa (QE) por parte de los bancos centrales, el criptomercado se convirtió en un centro de especulación. Durante su primer colapso global en la primavera de 2021, se rumoraba que algunos grandes jugadores se habían involucrado en especulaciones con un apalancamiento de 100 a 1. Es decir, tomando prestado 100 veces el valor del activo subyacente (criptomoneda) e invirtiéndolo nuevamente en el mercado. Tengo que admitir que nunca había oído hablar de algo similar. En el pensamiento económico estándar, el apalancamiento de 12 a 1 (12x) se consideraba extremo. Esa “regla general” se hizo añicos en los criptomercados.

En este sentido, tenemos que hace apenas unos meses, la empresa FTX (con sede en Bahamas) parecía ser una gran historia de éxito en el mundo de las criptomonedas. ¿No está familiarizado con la empresa o lo qué es una criptomoneda? FTX es la abreviatura en inglés de “Futures Exchange” o “Intercambio de futuros”. Por su parte, una criptomoneda es una forma de “dinero” negociado en forma digital. Se supone que tiene algunas “seguridades” que evitan que se intercambie más de una vez, es rastreable y tiene protecciones contra la duplicación o el hackeo. Respecto a este último punto, a lo que me refiero es que una criptomoneda no puede ser hackeada o pirateada, pero lo que si puede suceder es que alguien hackie una plataforma de comercio y se robe los nombres de usuarios y contraseñas de los que tienen ahí sus cuentas, vaciándoles sus cuentas.

En fin, volviendo al tema, FTX era uno de las plataformas de intercambios más grandes del mundo, donde se comerciaban esos activos digitales, y muchos artistas y observadores del mercado de las criptomonedas, lo promocionaban como uno de los negocios con operaciones criptográficas más transparentes.

Sam Bankman-Fried, el CEO de FTX

¿Qué desató el escándalo de FTX? Inicialmente, el mercado creía que la implosión de FTX era el resultado de una corrida bancaria a la antigua en las reservas de la bolsa. Sin embargo, a medida que han pasado los días, han surgido más hechos reveladores, por lo que la historia en torno a cómo se manejaba la empresa se ha vuelto mucho más complicada con implicaciones potencialmente criminales.

Todo esto, en una gran esquina del mercado financiero mundial, poco regulada, y en un contexto en el que gran parte del mundo todavía está aprendiendo cómo la propiedad, el comercio y el seguimiento de las criptomonedas funcionarán realmente para los compradores, vendedores y reguladores.

Esto es relevante dado el tamaño de la compañía.  Fue una de las plataformas de intercambios de criptomonedas más grandes y estaba valorada en un estimado de $32 mil millones de dólares en enero. Puede encontrar su nombre en el la FTX Arena de los Estados Unidos, donde juega el equipo Miami Heat de la NBA, o en comerciales con celebridades como Tom Brady y Larry David.

Todo eso se ha ido. Después de declararse en bancarrota la semana pasada, el intercambio de criptomonedas ha perdido todo su valor, su CEO y toda su credibilidad.

Los expertos dicen que la implosión de FTX podría tener un efecto dominó en la industria de las criptomonedas en general.

“Si las corporaciones se comportan como casas de cambio y bancos, deberían ser reguladas como casas de cambio y bancos, independientemente de si se trata de dólares o bitcoins”, dijo Omid Malekan, profesor adjunto de la Escuela de Negocios de Columbia y veterano de la criptoindustria.

Si usted desea conocer más sobre la caída de este gigante, con facilidad puede encontrar cientos de notas al respecto en internet. En lo que me quiero centrar en este artículo es en revisar como una y otra vez, las personas caen en este tipo de fraudes, que al final son esquemas ponzi o piramidales en los que se mantiene la atracción de inversionistas pagándole a los viejos inversores con los recursos de los nuevos.

En un artículo de Charles Hugh Smith, publicado el 17 de noviembre en OfTwoMinds blog, titulado “FTX: Las fichas de dominó del fraude financiero aún no han caído” se desarrolla bastante bien el tema. Comienza señalando que una vez que se revela al público o a unos cuantos inversionistas, que los activos que respaldan a una compañía valen mucho menos de lo que supuestamente plasman los libros, el resultado inevitable es la insolvencia.

En este artículo se presenta una vista respecto de la verdadera creatividad e innovación de FTX, al haber comprimido en su historia, todos los libros de jugadas y esquemas de fraudes financieros en un breve ciclo en el que nuevamente cayeron miles de crédulos embaucados. Todos los fraudes financieros comparten el mismo conjunto de herramientas y la caja de herramientas del fraude financiero, ya sea tradicional o criptográfico, contiene variaciones de los siguientes mecanismos básicos:

1. Usar el capital de los clientes (sin compromisos de transparencia o divulgación completa) para así aumentar la ganancia privada de los propietarios de la estafa.

2. Usar el capital de los clientes para arbitrar diferenciales de rendimiento en duración, riesgo y otras asimetrías en beneficio, no de los clientes, sino de los propietarios de la estafa.

3. Sobreestimar el valor de sus activos, inclusive enumerando en sus hojas de balance a activos sin liquidez, controlados internamente y que no están acordes a valoraciones de mercado y por lo tanto están completamente desconectadas de la realidad; es decir, no hay correspondencia con lo que obtendrían por dichos activos en el mercado abierto. Tienen sus hojas de balance llenos de activos emitidos por la propia empresa o sus subsidiarias.

4. Atraer nuevas inversiones de capital y fondos de clientes con rendimientos, objetivos y promesas “demasiado buenos para ser verdad” (pero en el límite de lo creíble, dado el fantástico crecimiento y el historial de altos rendimientos), por lo que el fraude se mantiene desapercibido (Esquema Ponzi).

5. Juegan rápido y sin recato con el apalancamiento, cuyo alcance total no se revela a los clientes ni a los reguladores.

6. Emiten valores (es decir, “dinero”: fichas, bonos, acciones, etc.) cuyo valor se basa en los dizque activos que tiene la empresa y que han sido valorados de forma fraudulenta y están basados en el crecimiento espectacular de la empresa.

7. Convencen a los inversionistas y clientes de que les estás haciendo un favor al permitirles obtener una parte de la ganancia o una parte de la diversión. En otras palabras, explotan la codicia casi infinita.

8. Presentan una fachada de estabilidad prudente, auditada, transparente y regulada que encubre la red entrelazada de fraude, contabilidad falsa, activos que no son líquidos, etc., además de que realizan saqueo de información privilegiada.

Charles Hugh Smith menciona que a menudo ha recomendado la novela de Herman Melville The Confidence-Man por su descripción magistral de cómo, al organizar un viaje por el Mississippi, un estafador disfrazado pone a prueba la confianza de los pasajeros en un absurdo espectáculo de marionetas donde las apariencias engañan y el significado es esquivo. El estafador convence a los escépticos de que no solo es digno de confianza, sino que les está haciendo un favor al permitirles entrar en su estafa.

Hay que tomar en cuenta que existen versiones casi legales de algunas de las ocho prácticas de fraude arriba mencionadas. La exposición total a los riesgos inherentes al apalancamiento extremo y la falta de liquidez pueden ocultarse, disfrazarse en activos y pasivos fuera de balance, etc., mientras que los estados financieros con divulgaciones aturdidoras, seguramente fueron debidamente firmadas por despachos financieros comprados y cegados por la codicia. Ahí está el caso de Vinson & Elkins, una firma de abogados independiente, que en su momento concluyó, en su revisión de las prácticas contables de la empresa Enron, que no habían encontraron ningún delito.

En la historia de FTX, hay muchos afectados y es posible que veamos otras piezas del domino financiero (en especial en el mundo de las criptomonedas) caer.  Ahí está el caso de Crypto Bank Silvergate, que busca calmar a sus accionistas ante su elevada exposición a FTX (el precio de la acción ha caído más del 50% este mes). En las próximas semanas veremos como todos los que se queden cortos por las pérdidas, los reembolsos y las reclamaciones de la contraparte estarán desesperados por ocultar su exposición a la insolvencia por las pérdidas del lado izquierdo de sus balances. Los seres humanos somos animales de manada, y una vez que la manada se asusta, la confianza en las garantías se desploma rápidamente. Todos los ojos están puestos en los riesgos de la contraparte y el mercado real de activos.

Una vez que se revele que los activos que las empresas tienen, valen mucho menos de lo que piensan, el resultado inevitable será la insolvencia. ¿Hasta dónde caerán las  fichas del dominó tras el colapso de FTX? Muy posiblemente mucho más lejos de lo que los crédulos creen posible.

¿Es el final de las criptomonedas? La confianza en las instituciones financieras convencionales se basa en parte en la validación gubernamental: el gobierno supervisa los bancos, regula los riesgos que pueden asumir y garantiza los depósitos hasta cierto límite que cubre a la mayoría de los clientes del banco, mientras que las criptomonedas operan en gran medida sin supervisión y están expuestas a muchos más riesgos. Por tanto, los inversionistas deben confiar en la honestidad y la competencia de los empresarios del mundo cripto; cuando ofrecen rendimientos excepcionalmente buenos, los inversionistas deben creer no solo en sus competencias sino también en que son unos genios.

Todas las predicciones anteriores sobre la inminente desaparición de las criptomonedas han resultado incorrectas. De hecho, el hecho de que Bitcoin y otras criptomonedas no sean realmente utilizables como dinero no significa que vayan a perder la totalidad de su valor. Pero si después de lo sucedido con FTX, el gobierno finalmente interviene para regular las criptoempresas, lo que, entre otras cosas, les impediría prometer rendimientos imposibles de entregar y limitaría su apalancamiento, es difícil ver qué ventaja tendrían estas empresas sobre los bancos comunes o fondos de inversión. Pero incluso si el valor de Bitcoin no llega a cero (lo que podría suceder), el día de hoy hay un caso sólido de que la industria de la criptografía, que se veía tan inmensamente grande hace solo unos meses, se dirige al olvido.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP

alejandro@gaeap.com

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