Lo que va a acabar con el mundo

En un nuevo artículo de Egon Von Greyerz, titulado “¿La guerra nuclear, el colapso de la deuda o el agotamiento de la energía acabarán con el mundo?”, publicado el sábado 18 de febrero en GoldSwitzerland.com, este controvertido autor hace un análisis de algunos grandes riesgos y retos para la humanidad en la actualidad. Con independencia de que podamos o no estar de acuerdo con su visión, me parece una lectura interesante e ilustrativa de lo que está sucediendo y que en ocasiones no nos enteramos por los medios de comunicación tradicionales.

El artículo de Von Greyerz, a quien ya he citado en entregas anteriores,  comienza señalando que hay tres palabras clave en el mundo en la actualidad: Guerra, Deuda y Energía. Hay una cuarta palabra que, de acuerdo con el autor, salvará financieramente a aquellos que entiendan su significado y también desempeñará un papel importante en el futuro sistema monetario mundial. Esa cuarta palabra es obviamente ORO. A medida que el mundo pasa de un frágil sistema occidental basado en la deuda o dinero fiat, hacía un sistema basado en productos básicos (commodities) y energía proveniente de Oriente y el Sur, el oro asumirá un papel estratégico en el nuevo  sistema monetario.

Egon von Greyerz

Guerra – Tercera Guerra Mundial

La guerra es una amenaza potencialmente catastrófica, ya que la mera existencia del mundo y de la humanidad se encuentra ahora en riesgo máximo. Las guerras son horribles, con independencia de quien las inicie. Desde el comienzo de la humanidad probablemente ha habido más de 100 mil guerras y conflictos importantes.

La mayoría de las guerras terminan con muertes y heridos importantes y un enorme costo humano y financiero. Y al final de la guerra, la situación es a menudo peor que cuando comenzó, como por ejemplo en Afganistán, Vietnam, Irak y Libia, países que Estados Unidos invadió sin provocación. Probablemente será lo mismo en el caso en Ucrania.

Von Greyerz menciona que siempre hay dos bandos en una guerra y que hace muchos años aprendió que antes de juzgar a alguien, debemos ponernos en sus zapatos. Así que primero nos pondremos en los zapatos de Vladimir Putin.

Todo Occidente odia a Rusia y la ha personalizado en Putin. Pocos se dan cuenta de que muchas de las personas que están detrás de Putin son de línea dura extrema y mucho más peligrosas. Históricamente, Ucrania (como muchos países europeos) ha tenido una existencia heterogénea. Desde finales de 1700 hasta 1991, Ucrania fue parte de Rusia/Unión Soviética con una breve interrupción después de la revolución bolchevique en 1917.

Después de la revolución de Maidan en Ucrania en 2014, el acuerdo de Minsk negociado por Alemania y Francia estipuló que partes de la región de Donbas deberían tener autogobierno. También debería haber un alto el fuego y la retirada de las armas pesadas por parte de los ucranianos. Von Greyerz menciona que el acuerdo de Minsk nunca se cumplió y Ucrania siguió matando a más de 20 mil rusos en la región y bombardeando el Donbas. A medida que el bombardeo se intensificó a principios de febrero de 2022 (supuestamente por insistencia de los EE.UU.), Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022.

Entonces, lo anterior es cómo Rusia y Putin ven la situación de Ucrania.

Ahora veamos la situación con los zapatos de Estados Unidos. Los neoconservadores estadounidenses están extremadamente preocupados por perder la hegemonía estadounidense. Desde la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. básicamente ha fracasado en todas las guerras en las que ha estado involucrado. Pero, en su opinión, si fracasan en el conflicto actual, ese será el fin del dominio de EE.UU. tanto política como financieramente.

Ucrania es claramente solo un peón en un juego mucho más grande entre los dos titanes: Estados Unidos y Rusia.

Pero las guerras siempre se tratan de CONSECUENCIAS. Está claro en este punto que Occidente tristemente está ignorando las posibles consecuencias de esta guerra mientras siguen enviando dinero y armas pero no pacificadores de la ONU. Estados Unidos no tiene ningún deseo de paz en este momento y Europa simplemente sigue ciegamente cualquier iniciativa de Estados Unidos sin pensar en las consecuencias que, tanto económica como militarmente, son mucho más graves para Europa.

Zelensky ha pedido tanques y los está consiguiendo. Ahora pide aviones que también están considerando los países de la OTAN. Todavía no hay tropas de la OTAN oficialmente en Ucrania, pero está claro que hay muchos soldados de la OTAN allí sin los uniformes oficiales. Un coronel austríaco confirma que si un soldado de la OTAN se quita el uniforme es un mercenario y así parece que la OTAN envía tropas a Ucrania extraoficialmente. También el grupo de Mozart dirigido por un coronel retirado del Cuerpo de Marines de los EE.UU. actúa en Ucrania como mercenario.

Entonces, lo que está claro es que no solo hay armas de la OTAN en Ucrania, sino también soldados. Esto, por definición, es lo más cercano a la Tercera Guerra Mundial que el mundo puede estar.

Parece muy poco probable que Rusia pierda esta guerra con su superioridad militar. Incluso con una importante ayuda adicional de la OTAN, es poco probable que Ucrania tenga una oportunidad.

Si la OTAN decide intensificar la guerra con tropas y equipos importantes, no solo Rusia responderá con fuerza, sino posiblemente también China y tal vez India y Corea.

Pero claramente solo hay perdedores en una guerra nuclear.

Si eso sucede, la mayor parte del mundo y la población desaparecerán y no tendremos que preocuparnos por los déficits y las deudas o las acciones y el oro.

Esperemos que los líderes mundiales y los que manejan sus hilos entren en razón.

Burbuja de deuda

Von Greyerz comienza este apartado mencionando que según el Génesis de la Biblia, Nimrod (nieto de Noé) construyó la Torre de Babel. El deseo de los babilonios era hacerlo “con su cúspide en los cielos”. Pero Dios los castigó por este hecho, detuvo la construcción y dispersó a la gente por todo el mundo. Antes de ese momento hablaban el mismo idioma, pero a partir de entonces todos hablaron idiomas diferentes, por lo que no podían entenderse entre sí.

Desde entonces, los banqueros centrales se han construido torres o estructuras que no han llegado del todo al cielo, pero tanto sus aspiraciones como el dinero que han impreso probablemente lo hayan hecho.

Lo que derribará estos edificios probablemente no será la ira de Dios, sino la ira de la gente al darse cuenta de que estos monumentos son una señal de la arrogancia de los banqueros basada en dinero falso. Y este dinero falso no solo ha construido edificios grandiosos como la torre del Banco de Pagos Internacionales (BIS) en Babel Basilea o el edificio Eccles que alberga la FED en Washington.

No, el dinero falso también ha generado una riqueza asombrosa para el porcentaje más alto de personas ricas y ha empobrecido al resto.

La Revolución Francesa a fines del siglo XVIII o la Revolución Rusa en 1917 fueron causadas por diferencias significativamente menores entre ricos y pobres que en la actualidad.

La pobreza y el hambre que muchas personas en el mundo ya están experimentando en los próximos años/décadas probablemente causen malestar social y revoluciones a gran escala. En el último trimestre, aumentaron los disturbios civiles en más de 100 países y más de 30 países están actualmente en guerra. Un colapso del sistema financiero que sea menos estable que un castillo de naipes obviamente exacerbará la situación y fácilmente podría causar grandes trastornos en muchas partes del mundo.

La burbuja de deuda global de 2.3 trillones de dólares

Un trillón  de dólares son mil billones, así de grande es el número. Von Greyerz ha señalado en muchos artículos que estas torres mencionadas anteriormente han sido fundamentales para crear una burbuja de deuda global de $300 billones de dólares más los contratos de instrumentos derivados y pasivos no financiados de alrededor de $2 trillones, la mayoría de los cuales se convertirán en deuda en la próxima década o menos.

Entonces, incluso si el mundo puede evitar una gran guerra nuclear, es probable que sufra repercusiones masivas de la calamidad financiera que se avecina.

Como dijo Ghandi:

“HAY SUFICIENCIA EN EL MUNDO PARA LAS NECESIDADES DEL HOMBRE PERO NO PARA SU CODICIA.”

Crear $2.3 trillones de dólares de pasivos globales no tiene nada que ver con la necesidad del hombre sino con la codicia de unos pocos a expensas de la humanidad.

Cuando la burbuja financiera nuclear estalle en los próximos años, veremos una implosión de los precios de los activos en términos reales en un 75-90%, como Von Greyerz lo ha señalado en muchos artículos. En su artículo “AL FINAL, EL $ SE VA A CERO Y LOS ESTADOS UNIDOS INCUMPLEN SU DEUDA”, explica que “no hay forma de evitar el colapso final de un auge provocado por la expansión del crédito”, como dijo von Mises.

Entonces, incluso si el mundo sobrevive a la amenaza de una guerra nuclear, el colapso del sistema financiero es absolutamente inevitable. La codicia y la adoración al becerro de oro que han practicado algunas partes del mundo en los últimos 50 años, no quedará impune.

Esta gran transformación que se avecina será como un evento nuclear financiero. Después de una transición difícil, el mundo no solo saldrá de ella con una base mucho más sólida, sino también basado en valores humanos mucho mejores que los actuales.

Petróleo – Energía

Von Greyerz menciona que a medida que el mundo pasa de un sistema monetario falso y basado en la deuda a uno mucho más sólido, basado en valores reales, especialmente energía y otros productos básicos, el equilibrio de poder cambiará continuamente de Occidente a Oriente y al Sur. Ha escrito sobre el declive de Occidente y el ascenso de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la Organización de Cooperación de Shanghái y la Unión Económica de Eurasia.

Es probable que el movimiento final a la baja del dólar implique un incumplimiento de los EE.UU. aunque su arrogancia les impedirá usar esa palabra. En cambio, se llamará reinicio, pero todo el mundo sabrá que este reinicio desordenado implicará que la moneda estadounidense haya perdido su valor.

Von Greyerz  agrega que el banco de la Reserva Federal obviamente inventará una nueva moneda digital que el resto del mundo no debería tocar. Nos recuerda que el dólar, como la mayoría de las monedas, producto de la inflación, ya ha perdido un 98% de su valor desde 1971. Pero la caída final del 2% representa una caída del 100% a partir de hoy.

A lo largo de la historia ha ocurrido la misma destrucción total con todas las monedas. Los gobiernos arrogantes y los banqueros centrales claramente merecen este castigo. Pero, lamentablemente, siempre son las personas que no lo merecen las que más sufrirán.

Energía

Otra gran crisis económica para el mundo es la contracción del sistema energético.

La economía mundial está impulsada por la energía. Sin suficiente energía, el nivel de vida disminuiría drásticamente. Actualmente los combustibles fósiles representan el 83% de la energía mundial. Es poco probable que la fuerte dependencia de los combustibles fósiles cambie en las próximas décadas.

La energía derivada de los combustibles fósiles ha disminuido en los últimos años. Esta tendencia se acelerará en los próximos 20 años o más a medida que disminuya la disponibilidad de combustibles fósiles y aumente el costo. El costo económico de producir energía se ha quintuplicado desde 1980.

Lo que muy poca gente se da cuenta es que la prosperidad del mundo no mejora con más deuda sino con más energía y más barata.

Pero lamentablemente, algunas proyecciones muestran que la producción de energía disminuirá durante al menos 20 años. Menos energía significa menor prosperidad para el mundo. Y recuerde que esto se suma a una importante disminución de la prosperidad debido a la implosión del sistema financiero y los valores de los activos.

La energía procedente de combustibles fósiles disminuirá un 18% entre 2021 y 2040. Pero aunque la eólica y solar aumentarán proporcionalmente, de ninguna manera compensará la caída de los combustibles fósiles. Para que la energía renovable compense la diferencia, tendría que aumentar en un 900% con una inversión superior a los 100 billones de dólares. Esto es muy poco probable ya que la producción de energía eólica y solar depende en gran medida de los combustibles fósiles.

Otro problema importante es que no existe un método eficiente para almacenar energía renovable.

Tomemos el ejemplo de obtener suficiente energía de las baterías. La fábrica de baterías más grande del mundo es la fábrica Tesla Giga. La producción total anual de esta fábrica produciría 3 minutos de la demanda anual de electricidad de EE.UU. Incluso con 1000 años de producción de baterías, las baterías de esta fábrica producirían solo 2 días de la demanda de electricidad de EE.UU.

Por lo tanto, lo más probable es que las baterías no sean una fuente viable de energía durante décadas, especialmente porque necesitan combustibles fósiles para ser producidas y cargadas.

La energía nuclear es la mejor opción disponible en la actualidad. Pero el tiempo y el costo de producir energía nuclear significa que no será una alternativa viable durante décadas. Además, muchos países han detenido la energía nuclear por razones políticas. Se espera que la energía nuclear y la hidroeléctrica solo aumentarán muy marginalmente en los próximos 20 años.

Por supuesto que el mundo quiere lograr una energía más limpia y eficiente. Pero hoy no tenemos los medios para producir esta energía en cantidad a partir de nada más que combustibles fósiles.

Por lo tanto, detener o reducir la producción de combustibles fósiles, que es el deseo de muchos políticos y activistas climáticos, seguramente exacerbará sustancialmente el declive de la economía mundial.

Von Greyerz  dice que podríamos obtener un aire más limpio, pero muchos tendrían que disfrutarlo en cuevas con poca comida u otras necesidades y comodidades que tenemos hoy.

Entonces, lo que está claro es que el mundo no está preparado ni siquiera para el mejor escenario energético que implica una gran disminución en el nivel de vida en los próximos 20 a 30 años por lo menos.

Oro

Las monedas digitales son el medio perfecto para controlar a las personas en un mundo totalitario. Le da al Gran Hermano poder total en relación con el dinero de la gente. Pueden ser gravados, multados o dirigidos por cualquier capricho del gobierno. Esto incluiría la imposición arbitraria o la confiscación.

Por lo tanto, las CBDC (Monedas Digitales del Banco Central por sus siglas en inglés) son un desastre total en relación con la libertad personal. Pero en muchos países los siervos ya han sido entrenados para esto. Tomemos como ejemplo a Suecia, donde el efectivo apenas existe y las tarjetas de crédito se utilizan para todos los gastos, incluso para comprar un periódico o una barra de pan. La mayoría de las tiendas ni siquiera aceptan efectivo.

Así, los plácidos suecos entregarían felizmente el control de su dinero al gobierno, totalmente ajenos a las consecuencias.

Como amante de la libertad, Von Greyerz  dice que odiaría vivir en tales circunstancias a pesar de que nació en Suecia.  Menciona que con la próxima caída del dólar y muchas otras monedas, así como el fin del petrodólar, es probable que el oro desempeñe un papel importante en el sistema monetario dominado por el Oriente y el Sur.

Con el gasto público fuera de control en la mayoría de los países, el oro es la única moneda en la que puede confiar tal como lo ha sido durante miles de años.

Es probable que los BRICS, con China, Rusia e India como principales países auríferos, hagan del oro una parte importante del futuro sistema monetario.

El oro no es para inversión o especulación.

El oro es seguro y preserva la riqueza.

El oro es ahorro y supervivencia financiera.

Es probable que 2023 sea el año del oro. Tanto fundamental como técnicamente, parece que el oro hará grandes movimientos alcistas este año. Cualquier corrección debe utilizarse para acumular.

Termina recomendando que sólo debemos comprar oro físico y guardarlo en una jurisdicción segura lejos de los gobiernos cleptocráticos.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Se les acabó la fiesta: dos serios problemas de China

China sin duda es una nación que ha logrado avances gigantescos en materia de desarrollo económico y social. Desde que el gigante asiático comenzó a abrirse y reformar su economía en 1978, su crecimiento del PIB había promediado más del 9% anual y más de 800 millones de personas han salido de la pobreza. También ha habido mejoras significativas en el acceso a la salud, la educación y otros servicios durante el mismo período. De igual manera, es innegable su avance tecnológico y que efectivamente representa una amenaza para la hegemonía de Estados Unidos.

Pero ahora China enfrenta grandes problemas que hacen pensar a muchos que el sueño terminó, tales como: 1. La crisis en su sector inmobiliario; 2. La pérdida de confianza causada por la represión regulatoria para sus titanes tecnológicos (que ya ha durado dos años); 3. La vulnerabilidad de las cadenas globales de manufactura que ha provocado que muchas empresas globales quieran salirse total o parcialmente de dicha nación; 4. El hecho de que su sector privado enfrenta una deuda excesiva; 5. Los señalamientos de que China es uno de los países más irresponsables en materia ecológica y causantes de gran parte de los problemas del cambio climático; entre otros.

No obstante lo anterior, en esta entrega quiero centrarme en dos grandes problemas que enfrenta China y que se si bien no son sorpresivos, se materializaron y dieron a conocer la semana que recién concluye. En un artículo de German Lopez, publicado el pasado 18 de enero en el diario New York Times, y titulado “Buenos días. El gobierno autoritario de China se ha interpuesto en el camino del crecimiento del país”, se nos narra como es que dicha nación ha estropeado sus perspectivas de alguna vez superar a los EE.UU. en hegemonía económica e influencia global.

Un ascenso vacilante

Durante años, diversos analistas advirtieron que China podría desafiar a EE.UU. como la principal superpotencia mundial. Como el crecimiento de China superó regularmente a las principales economías occidentales, parecía estar en camino para convertirse en la economía más grande del mundo.

Pero incluso las predicciones más optimistas respecto al ascenso de China siempre previeron  que su crecimiento eventualmente se desaceleraría. Esa menor tasa de aumento de la producción ha llegado antes de lo esperado, como resultado de las malas decisiones del liderazgo chino, encabezado por su todo poderoso presidente Xi Jinping.

Dos acontecimientos publicados el martes 17 de este mes dejaron en claro que los riesgos para China se siguen acumulando. Los funcionarios chinos anunciaron que la población del país disminuyó en 2022 por primera vez en más de 60 años. También publicaron datos que muestran que la economía del país creció solo un 3% en 2022, muy por debajo del objetivo del gobierno para dicho año de 5.5 por ciento.

Ambos resultados están estrechamente relacionados con las políticas públicas implementadas por China. Los esfuerzos gubernamentales, que duraron décadas, para reducir las tasas de natalidad en todo el país, incluida la política de permitir que la mayoría de las familias tengan un solo hijo (misma que fue eliminada apenas en 2016), aceleraron la disminución de la población. Y la desaceleración económica está en parte ligada a la política de cero covid que China apenas abandonó el mes pasado, lo que sorprendió al país, mismo que no contaba con la preparación para reabrir.

El autor, German Lopez, explica lo que significan ambos acontecimientos para el futuro de China:

Crecimiento sofocado

Los expertos habían anticipado, desde hace mucho tiempo, la disminución de la población de China. Algunos analistas argumentan que el declive en realidad había comenzado desde hace años. De todos modos, la caída está llegando más rápido de lo esperado; las proyecciones anteriores de la ONU eran de que el declive poblacional chino comenzaría hasta la próxima década.

El recuento de la población de China en 2022 es de aproximadamente 1,400 millones, unas 850 mil personas menos que el año anterior, según estadísticas gubernamentales. Este dato destaca ya que no se había producido una disminución de la población china desde 1961, cuando el desastroso “Gran Salto Adelante” de Mao Zedong desencadenó una de las peores hambrunas registradas en la historia.

Y a pesar del impulso del gobierno para alentar a más parejas a tener hijos, la tasa de natalidad de China cayó a su nivel más bajo jamás registrado. La tasa de natalidad en 2022 se situó en 6.8 nacimientos por cada 1,000 habitantes (frente a los 7.5 por cada 1,000 del año anterior).

Ahora es casi seguro que India superará a China para convertirse en el país más poblado del mundo.

En China la población está envejeciendo rápidamente. La edad media en China ya ha superado a la de EE.UU. y podría superar los 50 años en promedio para 2050. Ni siquiera se espera que los países de Europa que envejecen más rápido superen la edad media de 50 sino hasta alrededor del año  2100.

La población en edad laboral de China alcanzó su punto máximo en 2014. Los ancianos ahora representan una quinta parte de sus 1,400 millones de habitantes. Es una tendencia que no será fácil de revertir: se prevé que la cantidad de personas de 65 años o más supere la población en edad laboral de China para el año 2080, según un análisis publicado por el Foro Económico Mundial el año pasado.

Esto es por demás relevante, ya que de acuerdo con Frederic Neumann, economista jefe para Asia de HSBC: “La economía china está entrando en una fase de transición crítica, ya no puede depender de una mano de obra abundante y competitiva en costos para impulsar la industrialización y el crecimiento”. O sea, se les acabó el bono demográfico.  

Esto implica que a medida que la oferta de trabajadores comience a reducirse, el crecimiento de la productividad deberá aumentar para sostener el acelerado ritmo de expansión que su economía necesita para continuar con su proceso de desarrollo.

Es verdad que hasta cierto punto, China está siguiendo la trayectoria típica por la que han transitado los países ahora desarrollados: las tasas de natalidad tienden a disminuir y la edad promedio tiende a aumentar. Las tasas de natalidad también han disminuido en general en todo el este de Asia. Pero China aceleró su trayectoria a tal grado que ahora sus tasas de fertilidad son más bajas que las de EE.UU., Europa y Japón.

La disminución de la población es una pésima noticia para el crecimiento económico de China. Una población que envejece genera una fuerza laboral débil, y tiende a utilizar más recursos del gobierno a través de la asistencia por pensiones de jubilación y atención médica, como explicó Paul Krugman en Times Opinion.

La noticia demográfica llega en un momento en que el crecimiento económico se desacelera aun más. Y es que debemos recordar que la tasa de crecimiento de China comenzó a disminuir desde hace poco más de una década.

La política de cero covid implementada por el gobierno desde el surgimiento de la pandemia, empeoró el problema económico al obligar a gran parte del país, incluidos los grandes motores económicos como Shanghái, a cerrar abrupta y repetidamente cada vez que había un brote de la enfermedad. Ahora que se levantó dicha política, el virus se ha estado propagando rápidamente por todo el país, perjudicando nuevamente la economía de China en la medida que los trabajadores enfermos se quedan en casa y otros tantos prefieren no salir.

En ambos casos, las decisiones de los líderes chinos jugaron un papel central, sofocando el potencial de China. Obviamente, esto es posible en cualquier país, pero es un riesgo especialmente grande para China porque su forma autoritaria de gobierno concentra el poder con menos responsabilidad pública y rendición de cuentas. En la era de Xi Jinping, el poder se ha concentrado aún más.

Carl Minzner, investigador principal de estudios de China en el Consejo de Relaciones Exteriores, menciona que mientras que en las décadas de 1980 y 1990 en China se vivieron debates reales sobre muchas políticas estatales, ahora en día los líderes del Partido Comunista de China (PCCh) se ven obligados a simplemente repetir como un loro la línea política de Xi Jinping o quedarse callados para salvar su propio pellejo.

Futuro incierto

Ninguno de estos acontecimientos significa que el ascenso de China esté condenado al fracaso o a terminar abruptamente.  Es evidente que la China moderna, como fenómeno, no tiene precedentes, lo que hace que la predicción sobre su futuro sea muy difícil y cualquiera que diga que sabe lo que sucederá, sin dudas está mintiendo.

China es lo suficientemente grande como para seguir desempeñando un papel importante en el escenario mundial, y no se descarta que el tamaño de su economía pueda eventualmente superar al de EE.UU. La gran pregunta es si China se convertirá en una verdadera superpotencia, tan rica e influyente como lo es EE.UU.

Es importante considerar que el PIB per cápita de China es menos de una quinta parte del de los estadounidenses. Esto implica que en promedio, los chinos siguen siendo mucho más pobres que los estadounidenses.

China no sería el primer país en no cumplir las predicciones de que superaría a los EE.UU. En la década de 1980, los políticos y expertos estadounidenses temían que Japón hiciera lo mismo. Japón, en parte debido a una crisis demográfica, obviamente no lo hizo.

Los problemas de China sin duda abren toda clase de posibilidades para las naciones que efectivamente implementen políticas que las pongan en condiciones de competir. México es uno de esos países que se puede ver beneficiado, pero la gran pregunta es si las autoridades gubernamentales de todos los órdenes de gobierno tienen la capacidad de transformar las políticas públicas, y si el sector privado hará lo propio para capitalizar las oportunidades que estarán disponibles en esta ventana de tiempo.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Sustituir importaciones cerrándole la puerta a China

Es importante cerrarle la puerta a China, nación que no juega limpio en el comercio internacional. En un estudio de la Fundación de Innovación y Tecnología de la Información (ITIF por sus siglas en inglés) y titulado Falsas promesas II: La brecha continua entre los compromisos de China en el marco de la OMC y sus prácticas, se destaca lo siguiente:

  • El modelo económico chino, dirigido por el estado, es impulsado en gran medida por prácticas mercantilistas innovadoras, y va en contra de los principios fundamentales de la OMC de aplicar políticas orientadas al mercado, trato no discriminatorio, trato nacional y reciprocidad.
  • China ha incumplido numerosos compromisos de la OMC en temas como los subsidios industriales, la falta de protección de la propiedad intelectual extranjera, forzar a las empresas a hacer inversiones conjuntas y realizar transferencia de tecnología, así como limitar el acceso al mercado chino para las empresas de servicios extranjeras.
  • El comportamiento de China hacia la OMC y sus socios comerciales es el de una nación que sabía lo que tenía que prometer para ingresar a la organización, pero sus acciones posteriores han demostrado que nunca tuvo la intención de cumplir esas promesas.
  • Décadas de jugar con el sistema de comercio mundial y no cumplir con los compromisos de la OMC han permitido a China acumular enormes superávit comerciales y reservas de divisas, que utiliza para perseguir objetivos de política interior y exterior.

Esto no debería sorprender dado que es frecuente leer en la prensa sobre las acusaciones que se le hacen a China por otorgar subsidios a sus exportadores, vender mercancías en el exterior en condiciones de dumping, robar propiedad intelectual y patentes, entre muchas otras acciones que, como ya se dijo, constituyen violaciones a las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), organismo internacional reumático e inoperante que ha permitido a China salirse con la suya. El freno a China es imperativo dado que su presidente, Xi Jinping, ha mostrado ser una persona decidida a acabar con la hegemonía de Occidente.

Una forma de cerrarle el paso a China y acelerar el crecimiento económico de la región es a través de una política de sustitución de importaciones en los países que conforman el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Para darnos una idea del potencial de crecimiento si se logra desplazar algunas de las importaciones de productos chinos, tenemos los siguientes datos: En los primeros 11 meses de 2022, las importaciones estadounidenses de mercancías chinas fueron de 499.5 miles de millones de dólares (mmdd), mientras que las importaciones de México de mercancías chinas sumaron 109.5 mmdd. Por su parte, las importaciones canadienses de mercancías chinas fueron de 74.86 mmdd en los primeros nueve meses de 2022. Con estos datos, podemos estimar que el valor de las importaciones por parte de las tres naciones norteamericanas de mercancías chinas debió haber sido de unos 760 mmdd en 2022. Dada esta cantidad, que representa más de la mitad del PIB mexicano, uno puede imaginarse el impulso que tendría la región si se logrará sustituir el 10% de dichas importaciones moviendo los procesos productivos de China hacía México.

A la luz de lo anterior, es muy positivo que en el marco de la Décima Cumbre de Líderes de América del Norte se informó de la creación de un comité para acelerar la sustitución de importaciones en la región. Este comité estará integrado por 12 expertos de los tres países. Por México participará el canciller Marcelo Ebrard, el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro y el consejero honorario de la Presidencia, Alfonso Romo.

El cerrarle el paso a China es algo que Estados Unidos se ha tomado muy en serio. A diferencia de sus antecesores, el presidente Donald Trump caracterizó a China  como un competidor económico desleal e impuso fuertes aranceles punitivos a los productos chinos que ingresaban a su país. El presidente Biden no solo ha mantenido esos aranceles, sino que también ha impuesto controles de exportación y límites al otorgamiento de visas, así como restricciones a los flujos de inversión. La Ley CHIPS for America recientemente aprobada agrega subsidios para la producción nacional de semiconductores a la mezcla.

¿Y México que hará en la práctica al respecto? ¿Impondrá alguna clase de medida en contra de China? No creo que el gobierno mexicano se atreva a tomar ninguna medida en materia de comercio, sino que por el contrario, lo más seguro es que le seguirá abriendo las puertas a los productos chinos, haciéndose de la vista gorda y permitiendo que siga el creciente problema de contrabando e importación de productos que entran al país en condiciones de subvaluación.

Es importante señalar que México padece un déficit comercial crónico con China, que nos impide poder desarrollar más ampliamente nuestra planta manufacturera. En 2012 nuestro déficit con la nación asiática fue de -51.215 mmdd, en 2018 de -76.081 mmdd, en 2021 llegó a -91.759 mmdd y en los primeros once meses de 2022 fue de -99.433 mmdd, por lo que sin problema se puede asumir que este año ¡nuestro desequilibrio comercial con China superará los 110 mil millones de dólares!

No obstante lo anterior, lo que probablemente hará el gobierno mexicano como su política de sustitución de importaciones es esperar a que simplemente llegue la inversión extranjera directa para producir aquí lo que ya no se quiere producir en China. Pero el reto no será fácil dado el actual problema de escasez de energía eléctrica y la falta de inversión en generación de energías limpias. Es bien sabido que muchas empresas que quisieran ubicarse en el norte y centro del país no lo hacen porque ya no hay suficiente energía para dotarles, y tampoco hay el compromiso del gobierno mexicano de que en el futuro cercano determinado porcentaje de la energía eléctrica que se les abastecerá provendrá de fuentes renovables.

Un problema adicional es el de escasez de mano de obra, en especial la capacitada; la escasez de agua en el norte del país y pues también está el tema de la inseguridad.

Desde luego que se puede desarrollar la zona del corredor transístmico de Tehuantepec, pero el desarrollar la zona, la infraestructura carretera y de parques industriales, así como la requerida para dotar de energía eléctrica, probablemente tardará más tiempo del que los inversionistas están dispuestos a esperar.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha estimado que México podría atraer otros 35 mil millones de dólares adicionales de inversión extranjera directa, gracias al nearshoring de empresas que buscan salirse de China. Veremos cuanto de este monto llega a México dada nuestra realidad No debemos olvidar que la ventana de olvidar que la ventana de tiempo que se abrió con el nearshoring es de corta duración y es de una sola vez. Es decir, la empresa que se quiere salir de China y analiza mudarse a México o Guatemala o Brasil, pues toma la decisión y una vez tomada, si no le favorece a México, pues ya se cerró la oportunidad.  

Espero equivocarme y que veamos al equipo de 4 representantes expertos mexicanos en el comité recién creado, con una actitud proactiva y generando las condiciones para atraer la inversión extranjera y que se dejen de importar productos chinos a la región de Norteamérica en beneficio de la producción y empleo en México. Ojala que cuando estos cuatro personajes vayan con el presidente López Obrador, él les haga caso y se realicen los ajustes en políticas públicas que son indispensables para consumar la sustitución de importaciones.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt    

Los mayores riesgos globales para el 2023

En cada arranque de año confiamos en que vendrán cosas buenas para nosotros y nuestros seres queridos. Igual sabemos que es inevitable que algunos eventos negativos sucederán, y para ellos debemos estar preparados. En esta entrega quiero abordar algunos de los riesgos globales que enfrentaremos este año y que de materializarse podrían tener un impacto en nosotros.

El Grupo Eurasia recién publicó su listado de principales riesgos globales para el 2023. Top Risks es el nombre del documento en el que plasman los pronósticos anuales de Eurasia Group respecto de los riesgos globales que es más probable que se desarrollen en el transcurso del año. El informe de este año se publicó el 3 de enero de 2023, y a continuación presento los aspectos más relevantes del mismo:

Visión general

Top Risks 2023 comienza mencionando que hemos superado (en su mayor parte) la pandemia del Covid-19, Rusia no tiene forma de ganar en Ucrania, la Unión Europea es más fuerte que nunca, la OTAN redescubrió su razón de ser, El G7 se fortalece, las energías renovables se están volviendo muy baratas, el poder militar estadounidense no tiene rival, las elecciones intermedias en los Estados Unidos fueron decididamente normales… y muchos de los candidatos que representaban la mayor amenaza para la democracia (especialmente aquellos que habrían tenido autoridad sobre los resultados electorales, como gobernadores y secretarios de estado) perdieron en sus respectivas elecciones. Mientras tanto, Donald Trump está en la posición más débil desde que salió de la presidencia de Estados Unidos, con una gran cantidad de republicanos preparándose para enfrentarlo en la nominación presidencial para el 2024.

Tiene que haber una trampa

Hemos visto que un pequeño grupo de personas ha acumulado una cantidad extraordinaria de poder, tomando decisiones de profundas consecuencias geopolíticas. Desde la óptica del espectro de la geopolítica vemos que las bondades de la globalización están en un extremo, pero estos desarrollos están en el otro extremo y generan una cantidad desproporcionada de incertidumbre en el mundo de hoy.

Los principales riesgos este año están sesgados hacia estos actores y su impacto: Rusia malvada, Maximum Xi, Armas de disrupción masiva, e Irán arrinconado, todos son riesgos que provienen de actores internacionales que enfrentan severos desafíos estructurales y una fuerte oposición (interna y/o externa) para lograr sus objetivos deseados, sin supervisión local, ni contrapesos, controles y equilibrios que pongan freno a sus acciones.

Algunas dictaduras tropiezan mientras que otras se consolidan. La Rusia de Vladimir Putin está demasiado aislada para que su líder asista a la cumbre del G20, y enfrenta un grave declive económico y militar… mientras que la OTAN nunca se ha visto más fuerte. Irán, el aliado militar más importante de Rusia, se enfrenta a un entorno geopolítico profundamente hostil viviendo los mayores disturbios internos desde la revolución de 1979 que llevó al poder a la República Islámica. Por su parte, China no estaba completamente preparada para lidiar con sus problemas ocasionados por la política de cero Covid (el riesgo número 1 del año pasado), lo que provocó manifestaciones populares sin precedentes… y un cambio repentino en la política del presidente Xi Jinping, que puso fin a las restricciones dos años después que los estadounidenses y los europeos.

En términos más generales, hemos visto que el progreso en el desarrollo humano ha sido revertido por una pandemia global, una guerra terrestre en Europa, un shock inflacionario masivo y una catástrofe climática creciente. Después de décadas de globalización que impulsaron un crecimiento global sin precedentes y el surgimiento de una sólida clase media global, ahora vemos que a la mayoría de los 8 mil millones de personas del mundo les va peor, no mejor, en niveles de educación, esperanza de vida, bienestar económico y seguridad. Desafortunadamente, los obstáculos para el desarrollo humano aumentarán en 2023.

El liderazgo estadounidense es una espada de doble filo. Un año después de la guerra fallida de Rusia, Estados Unidos ha ganado la posición de único líder militar global del mundo. Los principales aliados reconocen claramente su dependencia de Estados Unidos para la seguridad nacional, en un sentido amplio. El poder económico comparativo de Estados Unidos es más fuerte después de la pandemia y de la guerra de Rusia respecto de lo que era después de la crisis financiera mundial de 2008. Se ha vuelto más fuerte el susurro en Europa de que la posición global de Estados Unidos se está beneficiando de la guerra, mientras que los europeos y Japón enfrentan la desindustrialización y el fin permanente del dividendo de la paz. China también enfrenta desafíos económicos masivos, mucho mayores que otros países importantes. Todavía se espera que su economía supere a la de Estados Unidos en PIB para 2030, pero existe una posibilidad cada vez mayor de que nunca lo haga. Y si lo hace, esto no presagia que vayamos a presenciar un siglo de influencia china conforme su población se reduce a la mitad para el año 2100. Si algún país importante de ingresos medios tiene la perspectiva de superar al resto de naciones en las próximas décadas, es la próxima tercera economía más grande del mundo (y la democracia más grande): India.

Pero en términos de liderar con el ejemplo, es una historia radicalmente diferente para Estados Unidos. En 1989, Estados Unidos era el principal exportador mundial de democracia. Hoy en día, es el principal exportador de herramientas que socavan la democracia, el resultado de algoritmos y plataformas de redes sociales que han desgarrado el tejido de la sociedad civil mientras maximizan las ganancias de sus creadores. Esto ha creado división política, disrupción y disfunción social sin precedentes. Esa tendencia se está acelerando rápidamente, no impulsada por los gobiernos sino por un pequeño grupo de personas con poca comprensión del impacto social y político de sus acciones.

¿Son los dueños de las plataformas tecnológicas una mayor amenaza para la inestabilidad global que Putin o Xi? No está claro, pero es una pregunta correcta para hacerse, dado el desafío crítico para las democracias del mundo, la vulnerabilidad de las instituciones políticas representativas y el creciente atractivo de control y la vigilancia por parte de los gobiernos. Como se demostró en 2006, las sociedades abiertas eran las más estables, en parte porque la tecnología las fortalecía y debilitaba los regímenes autoritarios. En 2023, menos de dos décadas después, ocurre lo contrario.

No es el fin de la democracia (ni de la OTAN ni de Occidente). Pero seguimos en las profundidades de una recesión geopolítica, con los riesgos de este año como los más peligrosos que hemos encontrado en los 25 años desde que comenzamos Eurasia Group.

Y ahora, se presentan algunos rasgos de los principales riesgos detectados por parte de Eurasia Group.

1. Rusia malvada

Una Rusia humillada pasará de ser un actor global a convertirse en el estado canalla más peligroso del mundo, lo que representa una grave amenaza para la seguridad de Europa, Estados Unidos y más allá.

Rusia es una nación que ha sido derrotada en el campo de batalla en Ucrania, está cada vez más golpeada por las sanciones económicas, carece de influencia sobre la Unión Europea o los Estados Unidos, tiene poco que perder y vive en un mayor aislamiento con las represalias occidentales, además de que enfrenta una intensa presión interna para mostrar su fuerza. Es por ello que Rusia recurrirá a la guerra asimétrica contra Occidente para infligir daño y debilitar la unidad de la OTAN, en lugar de emplear una agresión abierta que depende del poder militar y/o económico que Rusia ya no tiene.

El ruido nuclear por parte de Moscú se intensificará en 2023. Las amenazas de Putin se harán más explícitas; es probable que mueva las armas nucleares tácticas más cerca de Ucrania, y lo haga público. Podríamos ver un aumento en el estado de alerta del arsenal nuclear de Rusia. Por su parte, los hackers y piratas informáticos afiliados al Kremlin intensificarán los ataques cibernéticos contra las empresas y los gobiernos occidentales. Los oleoductos, así como las terminales de GNL, serán objetivos atractivos para el sabotaje ruso.

2. Maximum Xi

Xi Jinping salió del 20º Congreso del Partido de China en octubre de 2022 con un control y poder sin igual desde Mao Zedong.

Después de haber llenado el Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista con sus aliados más cercanos, Xi prácticamente no tiene restricciones en su capacidad para seguir su agenda política estatista y nacionalista. Pero con pocos controles y contrapesos que lo limiten y sin voces disidentes que desafíen sus puntos de vista, la capacidad de Xi para cometer grandes errores tampoco tiene rival. Las decisiones arbitrarias, la volatilidad de las políticas y la elevada incertidumbre serán endémicas en la China de Xi. Ese es un desafío global masivo y subestimado, dada la realidad sin precedentes de una dictadura capitalista de estado que tiene un papel tan grande en la economía global.

3. Armas de disrupción masiva

Cuando cayó el Muro de Berlín, Estados Unidos era el principal exportador mundial de democracia. No siempre de manera consistente y no siempre con resultados positivos, pero ningún otro país se le acercaba en términos de la influencia que ejercía en el resto del mundo. Desde entonces, la mayor parte del tiempo, la innovación tecnológica (mucha de la cual tuvo lugar en Estados Unidos) ha sido una fuerza liberalizadora. Pero hoy, EE.UU. se ha convertido en el principal exportador de herramientas que socavan la democracia, no intencionalmente, sino como consecuencia directa de los modelos comerciales que impulsan el crecimiento. Los avances tecnológicos resultantes en inteligencia artificial (IA) erosionarán la confianza social, empoderarán a los demagogos y autoritarios y perturbarán los negocios y los mercados.

Este año será un punto de inflexión para el papel de la tecnología disruptiva en la sociedad. Una nueva forma de Inteligencia Artificial (IA), conocida como IA generativa, permitirá a los usuarios crear imágenes, videos y texto realistas con solo unas pocas oraciones de orientación. Los modelos de lenguaje grande como GPT-3 y el GPT-4 que se lanzará próximamente podrán pasar de manera confiable la prueba de Turing, un Rubicon para la capacidad de las máquinas para imitar la inteligencia humana.

Los demagogos y los populistas utilizarán la IA como arma para obtener ganancias políticas a expensas de la democracia y la sociedad civil. Ya hemos visto a personas como Trump, el brasileño Jair Bolsonaro y el húngaro Viktor Orbán aprovechar el poder de las redes sociales y la desinformación para manipular a los electores y ganar elecciones, pero los avances tecnológicos crearán ventajas estructurales para que cada líder político implemente estas herramientas, no importa dónde estén ubicados en el espectro político.

4. Ondas de choque de la inflación

El shock de inflación global que comenzó en los Estados Unidos en 2021, y se consolidó en todo el mundo en 2022, tendrá un poderoso efecto dominó económico y político en 2023. Será el principal impulsor de la recesión global, se sumará a la tensión financiera y avivará el descontento social y político por todas partes.

Con el endurecimiento de las condiciones crediticias y financieras en un momento de inflación aún alta, los hogares y las empresas sentirán los efectos. Temerosos de echar combustible al fuego inflacionario y enfrentar el aumento de los costos por mayores tasas de interés, los encargados de formular políticas públicas en las economías avanzadas solventes intentarán absorber los mayores costos para los hogares y aliviar las presiones de costos para las empresas a través de intervenciones en el mercado energético y subsidios financiados con más deuda pública.

5. Irán en una esquina

Más de tres meses después de que una joven llamada Mahsa Amini fuera asesinada por la llamada Policía de la Moralidad de Irán, continúan las protestas antigubernamentales en todo el país. Al mismo tiempo, Teherán ha intensificado su programa nuclear de manera dramática, casi acabando con cualquier posibilidad de revivir el acuerdo nuclear. Y ahora Irán se ha casado con las ambiciones imperiales de Putin en Ucrania. Enfrentando convulsiones en casa mientras arremeten en el extranjero, este año contará con nuevos enfrentamientos entre la República Islámica y Occidente.

6. Crunch energético

Los consumidores de energía respiran aliviados ahora que el shock del suministro de petróleo, esperado después de la invasión rusa de Ucrania, no se materializó y los precios del gas, especialmente en Europa, han retrocedido desde sus máximos de 2022. Pero a pesar de las previsiones en su mayoría optimistas para este año, una combinación de geopolítica, economía y factores de producción creará condiciones de mercado mucho más estrictas, especialmente en la segunda mitad de 2023. Eso aumentará los costos para los hogares y las empresas, aumentará la carga fiscal en las economías de consumo, ampliará la brecha entre la OPEP+ y las principales naciones consumidoras, y creará otra fuente de mayores tensiones entre Occidente y el mundo en desarrollo.

7. Desarrollo global arrestado

Las últimas dos generaciones de la humanidad han experimentado un período sin precedentes de rápida expansión y prosperidad generalizada. La economía mundial se triplicó en tamaño, casi todos los países se enriquecieron significativamente y más de mil millones de personas escaparon de la pobreza extrema para unirse a las filas de la primera clase media mundial de la historia, reduciendo la brecha de oportunidades entre las naciones en desarrollo y las industrializadas avanzadas. Los indicadores de desarrollo humano, que van desde la mortalidad infantil y la esperanza de vida hasta la educación y los derechos de la mujer, cuentan una historia de mejora casi ininterrumpida de los niveles y la calidad de vida en todo el mundo.

Ese progreso se ha visto revertido por tres años de choques que se refuerzan mutuamente, incluida la pandemia de Covid-19, la guerra entre Rusia y Ucrania y el aumento de la inflación mundial. Las Naciones Unidas estiman que se han perdido cinco años de progreso en el desarrollo humano desde que golpeó el Covid-19, y el impacto ha sido global: más del 90% de los países experimentaron una disminución en el desarrollo humano en 2020 o 2021. En 2023, miles de millones de personas se volverán más vulnerables a medida que se sigan perdiendo más ganancias económicas, políticas y de seguridad.

8. Estados Desunidos de América

Primero, las buenas noticias. Las elecciones de mitad de período de 2022 detuvieron el deslizamiento hacia una crisis constitucional en las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. No porque los republicanos ganaran el control de la Cámara de Representantes, ni porque los demócratas dominaran el Senado. Lo que es más importante, los votantes de los Estados Unidos rechazaron prácticamente a todos los candidatos a gobernador o secretario de estado que negaron la legitimidad de la victoria de Biden sobre Trump en la votación de 2020. Y son los gobernadores y secretarios de estado quienes administrarán las futuras elecciones a nivel estatal. Es por eso que la política estadounidense no aparece más arriba en la lista de los principales riesgos de este año.

Estados Unidos sigue siendo una de las democracias industriales avanzadas más políticamente polarizadas y disfuncionales del mundo. La creciente polarización partidista del electorado estadounidense continúa erosionando la legitimidad de las instituciones federales centrales: las tres ramas del gobierno y la transferencia pacífica del poder a través de elecciones libres y justas. En consecuencia, el poder político se está devolviendo a los estados, cada vez más liderado por partidarios que ocupan el vacío dejado por Washington para perseguir agendas que no pueden ser implementadas por un gobierno federal díscolo y esclerótico.

Este entorno se volverá cada vez más desafiante para las empresas acostumbradas a pensar en los Estados Unidos como un mercado coherente con un régimen regulatorio predecible. Los estados tradicionalmente han competido por la inversión corporativa a través de paquetes de incentivos. Pero ahora, los políticos conservadores se están diferenciando al pelear con los principales empleadores sobre temas como las regulaciones ambientales, sociales y de gobierno (ESG), mientras que los políticos de izquierda están buscando políticas ambientales, más favorables para los trabajadores y consumidores que aumentan el costo de hacer negocios en sus estados.

9. Boom de Tik Tok

Nacida entre mediados de la década de 1990 y principios de la de 2010, la Generación Z es la primera sin experiencia de vida sin Internet. Los dispositivos digitales y las redes sociales han conectado a sus miembros a través de las fronteras para crear la primera generación verdaderamente global. Y eso los convierte en una nueva fuerza política y geopolítica, especialmente en Estados Unidos y Europa. La Generación Z tiene tanto la capacidad como la motivación para organizarse en línea para remodelar las políticas corporativas y públicas, dificultando la vida de las multinacionales en todas partes e interrumpiendo la política con solo hacer clic en un botón.

La Generación Z creció a medida que se desvanecía el dominio de Estados Unidos después de la Guerra Fría, revelando las fallas de liderazgo en el país y en el extranjero a través de una serie de eventos históricos formativos: la crisis financiera de 2008, la Primavera Árabe y la guerra civil de Siria, Brexit, la elección de Trump, El movimiento Black Lives Matter, el ajuste de cuentas #MeToo, los tiroteos masivos en escuelas en los EE.UU., la pandemia de Covid-19 y ahora la guerra entre Rusia y Ucrania.

El resultado es una generación radicalizada por la naturaleza turbulenta de su época y la falta de respuesta de los líderes y las instituciones existentes. La Gen Z tiene expectativas, demandas e impulsos políticos más amplios que sus predecesores, incluida una marcada desconfianza en las instituciones y los canales tradicionales de cambio político y logros económicos.

Gen Z está redefiniendo el lugar de trabajo al presionar a las empresas para que incorporen cambios fundamentales en la forma en que reclutan, organizan, retienen y desarrollan el talento; adoptar nuevos caminos y oportunidades profesionales; fomentar la diversidad y la inclusión genuinas; y reevaluar su impacto social, político y ambiental. Como resultado, las corporaciones sentirán una presión sin precedentes para tomar partido en los debates políticos y geopolíticos, les guste o no.

10. Estrés hídrico

Este año, el estrés hídrico se convertirá en un desafío global y sistémico… mientras que los gobiernos aún lo tratarán como una crisis temporal.

En 2022, la disminución de los niveles de agua exacerbó la crisis alimentaria en África, detuvo el transporte marítimo y la producción nuclear en Europa y provocó el cierre de fábricas en China. La escasez de agua también obligó a Estados Unidos a limitar las descargas de agua en los estados del oeste y provocó disturbios sociales en América Latina, aumentando las tensiones entre las empresas y las comunidades. Las previsiones para 2023 son peores. El estrés hídrico se convertirá en la nueva normalidad: los niveles de los ríos caerán a nuevos mínimos y dos tercios de las empresas a nivel mundial enfrentarán riesgos de agua sustanciales para sus operaciones o cadenas de suministro.

Si bien las consecuencias del estrés hídrico empeorarán, la capacidad de los gobiernos para manejarlas no mejorará. Habiendo fallado en prepararse adecuadamente para una disminución permanente en la disponibilidad de agua, los formuladores de políticas confiarán en medidas de emergencia a corto plazo que restringen y redistribuyen abruptamente los recursos.

Y ahora algunas líneas rojas…

Grietas en apoyo a Ucrania

Estados Unidos y Europa permanecerán alineados en su firme apoyo a Ucrania a pesar del creciente escepticismo sobre la participación de Estados Unidos y el desacuerdo interno en la UE sobre si presionar a Ucrania para que negocie.

Disfunción política en la Unión Europea

A medida que gran parte de la UE entra en recesión este trimestre, el bloque comienza a sentir una gran tensión por la guerra de Ucrania. La recesión económica y la crisis energética de este año (consulte los riesgos n.º 4 y n.º 6) se sumarán a esta presión, lo que exacerbará las perspectivas de la UE en un momento en que se enfrenta a desafíos de liderazgo. Con un nuevo gobierno en Berlín luchando en casa y en el extranjero, el presidente francés Emmanuel Macron cojeando por su falta de mayoría parlamentaria y la salida de Mario Draghi como primer ministro de Italia, no hay nadie capaz de liderar el bloque a través de las tribulaciones de este año.

La crisis de Taiwán

Existe una creciente preocupación en Washington de que Estados Unidos y China se dirijan a una confrontación por Taiwán… y que sea cada vez más probable que China cambie proactivamente el statu quo, posiblemente incluso conduciendo a un conflicto militar directo en el corto plazo. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha afirmado que Xi de China está “decidido a buscar la reunificación en un plazo mucho más rápido” de lo que se pensaba anteriormente. Altos funcionarios de defensa han sugerido que el uso de la fuerza por parte de China para retomar Taiwán podría ocurrir en 2027, y posiblemente tan pronto como este año.

Respecto a este punto, y dejando atrás la lista de riesgos elaborada por Eurasia Group, quiero hacer mención a lo mencionado en un artículo de MN Gordon, publicado en el portal EconomicPrism.com el pasado 30 de diciembre, en el cual se pinta un panorama sombrío para este año en lo que respecta a la geopolítica. Gordon menciona que, a modo de divulgación completa, su conjetura principal para este año no es única ni desconocida. De hecho, muchos pueden sentir lo que viene. Pero al igual que cuando se enfrentan a la presencia de un veterano de guerra al que le faltan extremidades, casi todos miran hacia otro lado. Los horrores son demasiado graves para contemplarlos.

Para entender esta predicción, primero algo de contexto:

¿Quién lo hizo?

Para ser completamente franco, si aún no ha llegado a esta conclusión por su cuenta, la Tercera Guerra Mundial comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania. Muchas personas siguen siendo incapaces de comprender esto.

Bien o mal, durante 20 años la OTAN provocó a Rusia a través de una expansión progresiva hacia el este acercándose a la frontera de Rusia. Una reacción agresiva estaba destinada a suceder tarde o temprano.

Si recuerdan, los EE.UU. y sus aliados de la OTAN respondieron rápidamente con una “guerra de sanciones” contra Rusia y una guerra de disparos real utilizando a los ucranianos como representantes. Las piezas centrales iniciales de las sanciones masivas incluían cortar el acceso a SWIFT a las instituciones financieras rusas y evitar que el Banco de Rusia utilizara sus reservas de moneda extranjera. Pronto siguieron las órdenes de “congelar y confiscar” los bienes de los oligarcas rusos.

Pero Putin tenía preparadas sus propias contramedidas. Para estabilizar el rublo, el Banco de Rusia ofreció comprar oro de los bancos rusos a un precio fijo de 5 mil rublos por gramo, vinculando así el rublo al oro. Esto limitó rápidamente la devaluación del rublo en términos de dólares estadounidenses porque el oro se negocia en dólares.

Luego, en represalia por las sanciones, Putin exigió a los compradores extranjeros de gas natural ruso que pagaran sus importaciones con rublos. Al vincular el rublo al oro y el precio del gas natural a los rublos, Putin, en efecto, vinculó el precio del gas natural al precio del oro.

Al vincular el rublo al oro y luego vincular los pagos de energía al rublo, el Banco de Rusia y Putin alteraron fundamentalmente todo el libro de reglas del sistema de comercio mundial. También aceleraron el cambio en el sistema monetario mundial.

Desde 1971, el estatus de divisa de reserva mundial del dólar estadounidense se ha visto respaldado por el petróleo. La era del petrodólar se ha mantenido debido al uso continuo de dólares estadounidenses en el mundo para comercializar petróleo y la capacidad del gobierno de los EE.UU. y su ejército para evitar cualquier competidor del dólar.

El 26 de septiembre de 2022, una serie de bombardeos secretos interrumpió el flujo de gas a través de los oleoductos Nord Stream entre Rusia y Alemania a través del Mar Báltico. ¿Quién lo hizo? Puede que nunca lo sepamos.

En este punto, las sanciones económicas han sido mucho menos efectivas para disuadir a Putin que las armas denominadas Jabalinas y Aguijones. Aún así, ¿entiendes la sabiduría de enviar $45 mil millones de dólares adicionales a Ucrania este año junto con los sistemas de defensa antimisiles Patriot (sarcasmo)?

Por desgracia, si debe hacer la pregunta, la delgada línea ya se ha cruzado.

Habiendo repasado este contexto, pasemos al 2023. ¿Cuál es el gran evento, aunque pasado por alto, sucederá en 2023?

Una gran predicción desagradable para 2023

Como ya se mencionó, en octubre, el presidente chino, Xi Jinping, terminó con éxito su informe para el 20º Congreso Nacional del Partido Comunista Chino. Salió del congreso del partido con un histórico tercer mandato de cinco años como secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) y presidente de la Comisión Militar Central.

Este resultado elevó a Xi a un nivel de extremo poder y ser comparado con Mao Zedong. Él es el “emperador de por vida”. El evento también subrayó la posición del PCCh de que la unificación de Taiwán es “un requisito natural para lograr el rejuvenecimiento de la nación china”. Xi y el PCCh ven a Taiwán como un asunto que Mao dejó pendiente.

El día de Navidad de 2022, poco después de que Santa Claus atravesara el mundo, China envió 71 aviones de combate y siete barcos cerca de Taiwán. Muchos de estos aviones de combate cruzaron la línea media del Estrecho de Taiwán. El ejército taiwanés contó 47 aviones que violaron la línea fronteriza de facto.

El casus belli, en este caso, fue que el presidente Biden firmó la Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2023, que incluye $10 mil millones en asistencia militar a Taiwán. Una reacción similar se desencadenó durante el verano tras una visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Casi al mismo tiempo que la visita de Pelosi, se llevaron a cabo juegos de guerra simulados de una invasión china de Taiwán en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Los resultados fueron sombríos tanto para China como para Estados Unidos.

Ciertamente, una invasión de Taiwán a través del Estrecho de Taiwán por parte del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China parece improbable. Pero también lo hicieron los tanques rusos que cruzaron la frontera hacia Ucrania, hasta momentos antes de que sucediera.

Según JPMorgan, “mientras que el mundo tiene escasez de productos básicos, China ha comenzado a almacenar productos básicos desde 2019 y actualmente posee el 80% de los inventarios mundiales de cobre, el 70% del maíz, el 51% del trigo, el 46% de la soja, el 70% del petróleo crudo y más del 20% de los inventarios mundiales de aluminio.

¿Por qué China está acumulando cantidades tan masivas de productos básicos?

Hay que recordar que las sanciones de Estados Unidos a Rusia tuvieron la consecuencia no deseada de obligar a China y Rusia a cooperar estratégicamente. Todo el 2022 Rusia estuvo vendiendo petróleo a China a cambio de yuanes.

Además, Xi se reunió recientemente en Arabia Saudita con el príncipe heredero Mohammed bin Salman y otros líderes árabes del Golfo. En un desafío directo al petrodólar, Xi comentó que China trabajaría para comprar petróleo y gas de las naciones árabes en yuanes.

¿Qué hacer con todo esto?

Se está librando una guerra económica. El escenario geopolítico se está preparando para la próxima etapa de la Tercera Guerra Mundial en el Teatro del Pacífico.

Con toda modestia y pleno reconocimiento de las limitaciones del pensamiento abstracto del autor, esa es su gran y desagradable predicción para el Año 2023: Esperar lo inesperado. China invadirá Taiwán.

Esto pondrá una antorcha a todas las demás predicciones para 2023.

Conclusiones

Por parte de Eurasia Group, mencionan  que tratan de no pensar demasiado en escribir un informe respecto hacia dónde se dirige el mundo; pero no se trata de predicción. Comienzas con dónde está el mundo, dónde realmente está en la actualidad, y en la medida en que obtienes esa valoración de manera correcta, se restringen más resultados que cualquier bola de cristal. En muchos sentidos, cada edición de Top Risks se trata del arte de encontrar lo que no es posible.

Aprendemos tanto sobre nosotros mismos como sobre el mundo en el proceso. ¿A qué sesgos nos aferramos que necesitan ser desafiados? ¿Cuáles son las cosas que creemos que sabemos que en realidad no lo son? ¿Y qué nos haría mal? Esas son las preguntas que se responden al encontrar los riesgos de este año.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Lecciones de la guerra de 2034

El mundo está enfrentando riesgos gigantescos y pocos parecen darse cuenta o preocuparse. Dada la fallida estrategia de Rusia en su invasión a Ucrania y la ilegal anexión de cuatro territorios ucranianos, Vladimir Putin amenaza con una guerra nuclear; China tiene los ojos puestos en Taiwán y mantiene un tono agresivo con los Estados Unidos; Irán realiza ejercicios militares de forma regular con China y Rusia; y Corea del Norte acaba de lanzar un misil sobre Japón.  Si eso no suena lo suficientemente catastrófico, el congresista estadounidense, Mike Gallagher tiene peores noticias: EE.UU. es cada vez más vulnerable a perder una guerra, “ya ​​sea por no participar en el conflicto o por la posibilidad de efectivamente ser derrotado en combate”.

En este complicado contexto internacional, el jueves 6 de octubre, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió que el riesgo de un “armagedón” nuclear ahora está en su nivel más alto desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, ya que los funcionarios rusos discuten la posibilidad de utilizar armas nucleares tácticas después de los importantes reveses sufridos en Ucrania.

Después de estas declaraciones ultraalarmistas de un “armagedón” nuclear, naturalmente la primera pregunta que surgió fue si su evaluación se basa en alguna evidencia clara o si observó alguna postura nuclear intensificada que se avecine fuera de Rusia. El viernes 7, CNN citó a varios funcionarios de inteligencia estadounidenses no identificados para decir: “Estados Unidos todavía no ha visto evidencia de que Putin esté avanzando hacia el uso de la capacidad nuclear de Rusia, ni hay ninguna inteligencia que demuestre que ha decidido hacerlo”.

Con esto en mente, y derivado del persistente conflicto entre Estados Unidos y China, por temas como Taiwán, el robo de propiedad intelectual tecnológica y la andanada del PCCh contra intereses privados en general, es que en esta ocasión quiero escribir sobre el libro “2034: Una novela sobre la siguiente guerra mundial” de Elliot Ackerman y James Stavridis, mismo que fue publicado en 2021 (obvio, antes de la invasión de Rusia a Ucrania). Esta novela especula sobre cómo sería una guerra nuclear entre las dos principales potencias económicas del planeta: China y Estados Unidos, con la participación activa de Irán y Rusia como aliados de China, e India como el mediador y eventual potencia económica que queda de pie tras la catástrofe relatada. Si bien, es una novela, nos da un deprimente panorama del resultado de una conflagración nuclear a gran escala y advierte sobre algunas supuestas vulnerabilidades de la economía más grande del mundo. El mensaje principal de este libro es que la guerra debe ser evitada a todo costo.

Los autores del libro son expertos en el tema. Elliot Ackerman es un autor estadounidense y exlíder del equipo de operaciones especiales del Cuerpo de Marines. James George Stavridis es un almirante retirado de la Armada de los Estados Unidos. Desempeñó los cargos de comandante supremo aliado en Europa de la OTAN y de comandante del Mando Europeo de los Estados Unidos en el período de la intervención militar en Libia de 2011 y de las operaciones secretas de Estados Unidos en Siria. En 2034: una novela de la próxima guerra mundial, ambos autores nos ofrecen su punto de vista, a través de una obra de ficción predictiva, uniéndose a las filas de escritores-practicantes que han utilizado el mercado de la ficción para advertir a EE.UU. de las implicaciones de una guerra contra China

El libro comienza narrando cómo el 12 de marzo de 2034, la comodora de la Marina de los EE.UU., Sarah Hunt está en el puente de su buque insignia, el destructor de misiles guiados USS John Paul Jones, realizando un patrullaje rutinario en el Mar de China Meridional cuando su barco detecta un barco pesquero sin bandera que está en situación de peligro, con humo saliendo del mismo. Ese mismo día, el aviador mayor de la Marina de los EE. UU. Chris “Wedge” Mitchell está volando un F35E Lightning sobre el Estrecho de Ormuz, probando una nueva tecnología furtiva mientras se encuentra cerca de espacio aéreo iraní. Pierde control de su avión en lo que aparenta ser una falla en su computadora de vuelo, cosa que no es. Al final de ese día, Wedge será un prisionero iraní y el destructor de Sarah Hunt yacerá en el fondo del mar, hundido por la Armada china. Lo que parecería dos eventos no relacionados, en realidad si lo están. Irán y China han coordinado claramente sus movimientos, que implican el uso de nuevas y poderosas formas de armamento cibernético que dejan indefensos a los barcos y aviones estadounidenses. En un solo día, la fe de Estados Unidos en el poderío estratégico de sus militares queda hecha trizas y comienza el conflicto militar con China, mismo que escala a una guerra mundial que a su vez conduce a una guerra nuclear entre ambas potencias globales. Reitero, es un libro de ficción, pero dadas las credenciales de los autores, debe ser tomada como una seria advertencia.

El propio Elliot Ackerman menciona que en los Estados Unidos, la historia que tantas veces se ha repetido sobre su dominación mundial, su falta de sensibilidad a cualquier amenaza y creencia de que no hay ninguna nación en el mundo que pueda competir con ellos militarmente o económicamente, así como el sentirse que seguirán siendo la mayor y única potencia mundial, es probablemente la historia que los meterá en muchos problemas.

El mensaje que deja 2034 es que Estados Unidos perderá el rumbo en un mundo cambiante si sus líderes no actúan con visión para evitar el desastre y mantener la relevancia global. Hay muchas alusiones a los Estados Unidos como un imperio en declive, con personajes que señalan paralelismos entre éste y un Imperio Británico sobreextendido a mediados del siglo XX. Ackerman y Stavridis enfatizan la amenaza que representa la guerra cibernética china y la necesidad de liderazgo para prepararse para un posible ataque coordinado entre varias naciones. Los autores yuxtaponen las acciones frías y calculadoras de China contra la ineptitud de un Estados Unidos en declive.

En una reseña de este libro, por parte de John A. Nagl, publicada en el sitio del National Defense University Press, coincide en que si bien el libro es una novela, mucho de lo que menciona  eventualmente podría suceder. Cabe señalar que el Dr. John A. Nagl, es un teniente coronel retirado de la armada de EE.UU. y es profesor visitante de estudios de seguridad nacional en la Escuela Superior de Guerra del Ejército de dicho país.

Nagl señala que después de 20 años de guerras largas y agotadoras en Irak y Afganistán, el Pentágono ahora se esfuerza por alejarse de temas de contrainsurgencia en Medio Oriente, para concentrarse en disuadir conflictos convencionales con Rusia y China. En este contexto es que Elliot Ackerman y James Stavridis, lanzaron, en un momento impecable, una novela que imagina qué podría salir mal si Estados Unidos no logra disuadir a sus adversarios históricos.

Decir que 2034 salió de los titulares de los diarios de hoy en día, no le hace justicia. El libro proyecta un Estados Unidos incapaz de recuperarse de sus divisiones políticas actuales, dejando a la nación vulnerable a la inquebrantable voluntad de sus adversarios autoritarios. En el libro no se nombra al presidente estadounidense, aunque nos enteramos de que el presidente es una mujer además que no pertenece a ninguno de los dos principales partidos políticos, ya que ninguno de éstos pudo unir lo suficiente al país detrás de su candidato para ganar en la elección de 2032. También sabemos que ella llegó a la Oficina Oval después del presidente Michael Pence, quien solo duró un periodo presidencial. También nos enteramos de que Vladimir Putin todavía está a cargo de una Rusia ampliada, como lo era en la década de los  ochenta.

Nada de lo planteado en la novela parece del todo inverosímil, a la luz del ciberataque/hackeo del oleoducto Colonial sucedido en mayo de 2021. Tampoco es increíble el argumento principal de la trama en el sentido de que las fuerzas armadas estadounidenses son vulnerables a ataques a través de las capacidades cibernéticas ampliadas de sus adversarios.

Nagl menciona que esta es una historia trepidante que todos los oficiales del ejército de los EE.UU. deberían leer. Es una historia clásica de arrogancia, confianza excesiva en la tecnología, incapacidad para comprender al adversario y de pensar estratégicamente, así como del daño que esos errores pueden causar en un frágil sistema internacional. Es lamentablemente plausible y, por lo tanto, es una advertencia importante para quienes tienen a su cargo responsabilidades de seguridad nacional.

Nagl agrega que 2034 es un libro que se lleva bien con “Unrestricted Warfare”, escrito por los coroneles del Ejército Popular de Liberación de China, Qiao Liang y Wang Xiangsui, en 1999. Este libro argumenta que Estados Unidos sigue siendo vulnerable a un enfoque indirecto, incluidos los ataques cibernéticos y de red. M. Taylor Fravel del MIT, cuyo libro reciente Active Defense: China’s Military Strategy Since 1949 (Princeton University Press, 2019) agregaría profundidad adicional a la discusión del escenario de 2034.

Los escenarios para la guerra y el arte operacional en una era de globalización son exactamente los temas que deben ser discutidos en el Pentágono y en las instituciones de educación militar profesional. La belleza de 2034 es que plantea cuestiones de tal importancia de una manera compulsivamente legible que es un libro excelente para una sesión de desarrollo profesional de oficiales militares.

En otra reseña del libro, ahora por parte de Kathryn Urban y publicada en diciembre de 2021, se pregunta ¿Cómo sería un choque de superpotencias entre Estados Unidos y China? ¿Cómo podrían las tecnologías militares innovadoras y el error de cálculo estratégico escalar un conflicto focalizado en una guerra mundial? ¿Qué líneas rojas dibujaría cada gran potencia y cómo respondería si se cruzaran esas líneas?

Urban menciona que en una entrevista sobre el libro, Stavridis explicó su intención de “hacer sonar una campana de advertencia sobre el surgimiento de China y la propensión en la historia humana” de las potencias emergentes y las potencias establecidas a ir a la guerra. Pero es pertinente la pregunta respecto de la validez de este género literario como herramienta valiosa para los políticos o si es simplemente un libro más con una trama convincente.

Si usted, estimado lector piensa comprar el libro 2034 y no quiere que le echen a perder la trama, NO lea los siguientes dos párrafos:

La crisis de 2034 descansa en la forma como Beijing coloca una “trampa de dedos china” que atraiga intencionalmente a los EE.UU. a una confrontación por el control del Mar de China Meridional. Un grupo de portaaviones de la Marina de los EE.UU., en una patrulla de libertad de navegación captura el Wen Rui, un barco chino que transporta tecnologías de telecomunicaciones avanzadas. Simultáneamente, un piloto de un moderno F-35 que volaba cerca del espacio aéreo iraní sufre el secuestro de su avión a través de una intrusión cibernética y él termina siendo prisionero. China se acerca a EE.UU. con la oferta de un intercambio: devolver el Wen Rui a cambio de que Irán libere al piloto estadounidense en nombre de su aliado chino. Cuando las negociaciones se rompen, ambos estados escalan hacia la guerra.

Mientras las fuerzas de EE.UU. se concentran en China, Rusia sabotea los cables subterráneos de Internet como una demostración de fuerza, eliminando la conectividad de Internet de EE.UU. y desencadenando el intercambio de armas nucleares tácticas que destruyen Zhanjiang, Galveston y San Diego. China no había anticipado una escalada nuclear, pero se ve forzada a atacar en represalia para disuadir a Estados Unidos de acercarse a Taiwán. Con las tensiones de las superpotencias avanzando hacia la destrucción mutua, India interviene como árbitro externo en un intento por restaurar la paz, por la fuerza, si es necesario. Pero sus esfuerzos llegan demasiado tarde para evitar que EE.UU. lance una bomba nuclear en Shanghái, matando a decenas de millones, provocando una caída libre del mercado global y dejando a India como la única potencia viable del mundo.

Otro tema abordado en 2034 es la sobreextensión de la proyección del poder estadounidense y una confianza desmesurada en los principios de la gran estrategia del siglo XX. Un mediador indio advierte que “la arrogancia de Estados Unidos finalmente ha superado su grandeza. ¿Has derrochado tu sangre y tu tesoro con qué fin?… ¿Por la libertad de navegación en el Mar de China Meridional? ¿Por la soberanía de Taiwán? ¿No es el mundo lo suficientemente grande para su gobierno y el de Beijing?”

2034 demuestra que EE.UU. ya no puede tratar a China como una potencia intermedia. La vívida caracterización de las patrullas estadounidenses en el Mar de China ilustra cuán provocativamente Beijing ve tales actividades. Sentimientos similares surgieron durante los primeros intentos de negociación cuando un agregado de defensa chino dice: “Durante décadas, su armada ha navegado a través de nuestras aguas territoriales, ha volado a través del espacio aéreo de nuestros aliados y hoy se ha apoderado de uno de nuestros barcos; pero usted sostiene que usted es la parte agraviada, y nosotros somos los que debemos apaciguarlo?” Al invocar el lenguaje de la territorialidad sacrosanta y los compromisos de defensa mutua con los aliados, Ackerman y Stavridis invitan a los lectores a cambiar el guion  del conflicto geopolítico, contemplando cómo reaccionaría una audiencia estadounidense ante incursiones similares de una potencia extranjera.

Entre los elementos más interesantes de la trama de 2034 está el papel de la tecnología en la demarcación del poder ascendente de China y el declive de Estados Unidos. Beijing se presenta como una potencia cibernética sin rival: Justo cuando las negociaciones se rompen, China cierra todos los sistemas de la Casa Blanca, acumulando un ataque cibernético devastador sobre uno cinético devastador. Beijing también piratea las redes del grupo de portaaviones de EE.UU. en el Mar de China Meridional, cortando las comunicaciones externas y dejando a los comandantes dependiendo de la navegación manual y el despliegue de armas. Detrás de todos estos puntos de la trama está la suposición de que EE.UU. es incapaz de defenderse de las incursiones cibernéticas o responder del mismo modo: “Si los estadounidenses realmente hubieran querido amenazar a los chinos, habrían lanzado un ciberataque masivo. El único problema era que no podían”, se menciona en el libro.

Kathryn Urban se pregunta ¿Qué tan realista es esta imagen de una brecha de capacidad cibernética insuperable entre los EE.UU. y China? Si bien las operaciones cibernéticas de Beijing son una de las principales preocupaciones de los funcionarios estadounidenses, la ventaja comparativa de China parece estar en sus operaciones de influencia que manipulan la opinión pública y el robo cibernético de propiedad intelectual. La idea de que los guerreros cibernéticos chinos puedan penetrar sin problemas en las redes militares de los EE.UU. parece descabellada, al igual que la idea de la lentitud de respuesta estadounidense frente a los ataques cibernéticos concertados. Sin embargo, por exagerado que pueda ser este escenario, Ackerman y Stavridis resaltan los riesgos de la complacencia estadounidense en la disuasión y defensa cibernéticas, por lo que 2034 sirve como una advertencia sobre los peligros de una gran escalada de poder.

Pero la pregunta sigue en pie: ¿es útil la novela como herramienta de política exterior? 2034 tiene una narrativa apasionante y una introducción convincente a los riesgos de la competencia entre grandes potencias y una historia de advertencia occidental que confía demasiado en la posición estadounidense frente a China. Pero para que una obra de ficción tenga un impacto duradero en las creencias políticas, debe hacer sonar la alarma sobre las amenazas emergentes a través de conjeturas plausibles y bien enfocadas. La ruptura de las relaciones entre Estados Unidos y China en la novela de Ackerman y Stravidis se basa en suposiciones poco probables y el desastre impulsado por la tecnología, narrada en el libro, aunque interesante, amplía los límites de la credulidad.

Pero a pesar de las posibles deficiencias en el alcance y la construcción del mundo, 2034 ofrece un sólido drama de personajes que se asoma al futuro justo en el horizonte e imagina cómo sería un temido choque de las grandes potencias globales y es más que claro que LA GUERRA NUCLEAR DEBE SER EVITADA A CUALQUIER COSTO. Las implicaciones para los Estados Unidos son aleccionadoras ya que dicho país necesita volver a encontrar su camino, tomar las amenazas en serio y tal vez invertir más en la Armada si no quiere convertirse en otra hegemonía global caída, o peor aún, en un páramo nuclear.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Los 10 temas más explosivos que enfrenta el mundo

En un artículo de Bruce Wilds, publicado el 14 de septiembre en el Advancing Time blog, titulado “El mundo es un Hindenburg en busca de una chispa: Los 10 asuntos más explosivos que enfrentamos”, se hace un recuento de eventos que demuestran que como sociedad, nos hemos vuelto demasiado complacientes con las crecientes amenazas que crecen a nuestro alrededor.

El artículo comienza mencionando que el rostro de Estados Unidos se está volviendo cada día menos amigable, algo que hace años Dale Carnegie escribió en un libro titulado; Como ganar amigos e influenciar personas. Se publicó por primera vez en 1936 y se convirtió en un gran éxito de ventas. Carnegie fue uno de los primeros defensores de lo que ahora se llama asunción de responsabilidad, una de las ideas centrales de sus libros es que es posible cambiar el comportamiento de otras personas al cambiar la reacción de uno hacia ellas.

Si Carnegie estuviera vivo hoy, lo más probable es que se sorprendiera de cuántas personas se acercan a los demás con el ceño fruncido y la desconfianza. Este sentimiento, o realidad, se ha extendido por todo el mundo, convirtiendo al mundo en un globo dirigible en busca de una chispa, como el dirigible de pasajeros alemán LZ 129 Hindenburg que explotó el 6 de mayo de 1937.

Para la mayoría de las personas, los pensamientos sobre lo que depara el futuro están en suspenso por un sentimiento general de que será más de lo mismo. Esto no significa necesariamente mejor, pero ciertamente no mucho peor. Las opiniones y suposiciones que se forman las personas están muy influenciadas por los principales medios de comunicación y el control de las grandes tecnologías respecto a cómo obtenemos información.

Esta información a menudo se configura para distraer en lugar de informar. Las cosas y la pelusa presentadas como noticias por los principales medios de comunicación generalmente omiten muchos de los eventos importantes que ocurren en todo el mundo. En resumen, la mayoría de la gente nunca se entera de las protestas, los asesinatos y los gobiernos que no protegen los derechos de su gente. La mayoría de la gente nunca escucha las cosas que los medios excluyen intencionalmente de su cobertura. En general, nosotros, como sociedad, estamos mal informados.

El futuro es incierto, sin embargo, la siguiente lista contiene los 10 problemas más grandes y explosivos que tenemos a nivel mundial ante nosotros.

Con esto en mente, proteger sus ahorros y capital debe ser el trabajo número uno. Algunos analistas de la política global han estado prediciendo que se avecina una tormenta, y ahora parece que ha llegado.

1. ¿Cómo se desarrollarán las cosas en China? – ¿Sobrevivirá Xi Jinping el Congreso del Partido Comunista de China del 16 de octubre? Su leonina política de cero covid mantiene a muchas ciudades cerradas y la gente está protestando (como los ahorradores a quienes les han congelado sus cuentas bancarias). Hay insatisfacción por parte de muchos. China con sus “ciudades fantasma” no es la máquina bien engrasada que mucha gente cree que es.

2. Si China invade o se mueve en Taiwán, ¿cómo se resolverá eso? Lo más probable es que las cosas no salgan bien, es difícil esperar que algo bueno surja de tal confrontación.

3. ¿Sobrevivirán la Unión Europea y el euro? Putin ha mostrado ser paciente en Ucrania, mantiene una estrategia de ojo por ojo y tiene todas las cartas cuando se trata del tema energético. Por su parte, el Complejo Industrial Militar de Estados Unidos nunca ha encontrado una guerra que no le guste, ya que se puede ganar mucho dinero haciendo estallar cosas. Con Biden enviando entusiastamente miles de millones de dólares estadounidenses y armas a Ucrania, sigue el riesgo de iluminar a Europa y el mundo con un resplandor nuclear.

4. Enigma energético, en todo el mundo la energía se ha convertido en un gran problema. Esto debido a que el mundo está convencido de que nosotros estamos causando el cambio climático y eso provocará que pronto estemos hasta los tobillos de agua debido al aumento de las mareas, además de que ya no podremos cultivar alimentos porque las plantas se cocerán en los campos. Para muchos esto significa que debemos apagar las luces, vivir en la oscuridad y comer insectos.

5. La esperanza en los vehículos eléctricos. Con la crisis energética en mente, la respuesta ha sido usar más electricidad para hacer funcionar los automóviles en lugar de diseñar un mundo en el que conduzcamos menos o usemos vehículos más eficientes.

6. ¿Está muerta la globalización? Solo podemos esperar. Cuando se unen mega corporaciones globales y grandes gobiernos tontos y le agregas la provocación de disturbios sociales masivos, ¿qué podría salir mal? Desde antes de la pandemia de covid-19 y de la guerra en Ucrania, el crecimiento económico mundial se había desacelerado y, como resultado, el crecimiento se había vuelto más “financiarizado”: ​​la deuda ha aumentado y ha habido más “activismo monetario”.

7. Monedas fiduciarias, el sector financiero y el contagio – Con lo que hemos visto de inflación a nivel global, crecientes niveles de deuda pública y privada, podemos argumentar con sarcasmo que allí no hay fraude en la capacidad de crear dinero de la nada, que no hay castillos de naipes a punto de caer, pero bueno, sigamos creyéndole cuando nos aseguran que todo está construido sobre cimientos de roca. 

8. Inflación, deflación o estanflación, la estabilidad se ha ido. ¿Qué significa esto para nosotros mientras planificamos con anticipación? Significa que la mayoría de la población  está jodida al ver que su dinero cada vez vale menos y que la enorme mayoría no tienen acceso a instrumentos o activos que los protejan.

9. ¡Desigualdad creciente! Este es un problema gigantesco en todo el mundo. Hemos demostrado que podemos aumentar la desigualdad y enriquecer a Jeff Bezos. Al comprar cosas en línea y cerrar las tiendas locales donde trabajan nuestros vecinos, podemos empobrecernos más. Como beneficio adicional, Amazon entregará los productos en nuestra puerta pronto para que podamos devolverlos al día siguiente. De esta manera las cosas pueden tirarse (sin usar) a un relleno sanitario y así las fábricas tendrán que producir más bienes. No debe sorprendernos (incluso al más escéptico), que al analizar alguna gráfica relacionada con el “efecto riqueza” y la pésima distribución del ingreso, que está pasando algo muy malo en el mundo.

10. Inteligencia artificial y cosas “robóticas”. “Al menos nos están cuidando”. o debería decir espiando. Lo que deberíamos temer es que cuando los robots comiencen a construir y reparar robots, seremos simplemente una infestación molesta para ellos. Ese es el día en que se lanzarán los robots asesinos.

Los 10 explosivos problemas arriba mencionados deberían superar la necesidad, que la mayoría de la gente tiene, de leer artículos o ver videos que hablan principalmente sobre el colapso del mundo financiero o del mundo en su totalidad (doom porn). La respuesta a todos estos problemas, que algunas personas con un coeficiente intelectual disminuido han planteado, es que las mujeres necesitan tener más bebés. Esto se basa en la idea de que necesitaremos más trabajadores, pero tal estrategia es un poco como echar gasolina al fuego para apagarlo. Se podría argumentar mejor que si dejáramos de destruir todo lo que tocamos, necesitaríamos muchos menos trabajadores y comenzaríamos a resolver las cosas.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejansdrogomezt

La desglobalización y los bancos centrales

En los últimos meses, el gobierno federal había venido destacando que México estaba en una mejor situación inflacionaria comparado con Estados Unidos. Pues sucede que ya no es el caso, dado que al mes de julio la inflación anual en el vecino del norte fue de 8.5% (con una inflación mensual de 0%), mientras que en México en la primera quincena de agosto la inflación siguió aumentando y ya superó dicho porcentaje.

Pero lo más preocupante no es eso, sino que la creencia de que a nivel mundial pronto regresaremos a una vida con bajas tasas de inflación, como las que existían antes de la pandemia del covid-19, no se van a cumplir. Debemos prepararnos para una nueva realidad con varios años de una elevada inflación.  Probablemente no serán alzas de precios como las actuales por encima del 8% anual, pero tampoco regresarán a los niveles previos como los de 2% en Estados Unidos o de un 4% en el caso de México.

En esta entrega analizaremos primero el más reciente dato inflacionario de México y posteriormente veremos las causas del nuevo escenario inflacionario mundial.  

El deterioro de la inflación en México

Una enorme cantidad de analistas se sorprendieron el pasado miércoles 24 de agosto, cuando el INEGI informó que en la primera quincena de agosto de este año, la inflación anual en México alcanzó un nivel de 8.62%, la tasa de inflación más alta desde la segunda quincena del año 2000. El dato del crecimiento en el porcentaje de inflación en los primeros 15 días de agosto fue 0.48 puntos porcentuales superior al observado en la segunda quincena de julio, cuando ascendió a 8.14%.

Los factores que provocaron que la inflación se disparara fueron los siguientes aumentos de precios (en paréntesis se indica el aumento en puntos porcentuales de la inflación entre la segunda quincena de julio y la primera quincena de agosto): Energéticos (3.91); Alimentos, bebidas y tabaco (0.50) y Educación/Colegiaturas (0.48).

Lo más preocupante del dato inflacionario de la primera quincena de agosto es lo que está sucediendo con la inflación subyacente, lo que muchos llaman el corazón de la inflación. El alza de precios anual de los alimentos, bebidas y tabaco fue de 12.73%, mientras que el incremento de las mercancías no alimenticias es de 7.88%, lo que nos da una tasa de inflación de mercancías de 10.43%. En contraste, el dato de inflación de Estados Unidos en el rubro de “Todos los bienes excepto energéticos y alimentos” fue de 5.90% anual en julio. Queda claro que el panorama inflacionario de México es mucho más gris y que las expectativas inflacionarias aquí están más arraigadas. 

Desde este espacio, al igual que diversos analistas, comentamos que parte del problema inflacionario era por un componente de inflación importada. Desde mi punto de vista esto sigue siendo parcialmente cierto para el caso de algunos insumos para la producción, así como para los precios de alimentos (procesados y no procesados). Pero el dato de inflación  de mercancías y la contaminación de precios de algunos servicios como las colegiaturas, dejan en claro que la inflación ya se volvió a arraigar en el país y que será muy difícil abatirla.  En otras palabras, ya no se le puede echar la culpa de la inflación sólo al entorno económico adverso internacional, dado que también hay factores estructurales y de políticas públicas en México que le echan gasolina a un problema inflacionario global.

El Banco de México no la tiene fácil, tiene que luchar contra un monstruo inflacionario de dos cabezas: la interna con un arraigamiento de altas expectativas inflacionarias, y la externa, que se explica más adelante. El propio banco central mexicano reconoce, en la minuta de su más reciente decisión de política monetaria que la inflación en México alcanzará su nivel máximo en el tercer trimestre de este año y llegará a la meta de 3% durante los tres primeros meses de 2024; sin embargo, el organismo también anticipa que ese último plazo se podría alargar si hay mayores presiones externas derivadas de la pandemia, si continúan aumentando los precios de agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania y si el peso se deprecia.  

Dado este complejo escenario, es que organismos como el Grupo Financiero Citibanamex han vuelto a revisar al alza su expectativa de inflación. Ahora estiman que la inflación subyacente anual será de 7.8% en diciembre (desde un estimado de 7.5%), y una inflación general de 8.2% al cierre de 2022 desde el 7.7% anterior. Sin duda la negociación de incrementos salariales para el año 2023 será muy compleja y eso seguirá contaminando los costos y precios en México, con independencia de lo que suceda en otros países. De igual forma, las tasas de interés se mantendrán elevadas por un buen tiempo.   

La nueva inflación crónica mundial

En un artículo de Michael Lebowitz, publicado el pasado 24 de agosto en RealInvestmentAdvice.com, el autor menciona que básicamente hay dos grandes opiniones respecto de la trayectoria futura de la inflación. Una es la creencia casi generalizada de que la inflación pronto volverá a los niveles previos a la pandemia, a medida que las distorsiones de la oferta y la demanda relacionadas con ésta continúen normalizándose. La otra teoría, con menos seguidores, argumenta que este aumento de la inflación, a diferencia de otros episodios de los últimos 30 años, será crónica.

Respecto a esta segunda teoría, desde luego que la inflación persistente pone nerviosos a los bancos centrales, por lo que debemos prepararnos para elevadas tasas de interés por un mucho mayor tiempo del originalmente previsto (con consecuencias en todo tipo de mercados). Además de que es preocupante que de manera paralela está ocurriendo un cambio de comportamiento que podría generar una espiral de alzas de precios y salarios. Dada la enorme incidencia de la política monetaria (en su lucha contra la inflación) en el crecimiento económico y en los precios de los activos, es pertinente analizar el efecto del proceso de desglobalización en la creación de un fenómeno de inflación persistentemente alta.

En su artículo del 1 de agosto, titulado “Guerra y Tasas de Interés”, el analista y estratega Zoltan Pozsar argumenta sólidamente que las “guerras económicas calientes” (a diferencia de la guerra fría) cambiarán el panorama económico mundial, revirtiendo décadas de beneficios por parte de la globalización económica, dando como resultado una desglobalización y niveles de inflación más altos de lo que estamos acostumbrados. El resultado puede cambiar los objetivos de la política monetaria alejándolos del apoyo a los mercados de activos (como las bolsas de valores) y moviéndolos hacía el fomento del uso de la deuda como herramienta para gestionar el cambio geopolítico y la desglobalización.

Zoltan es el jefe global de estrategia de tasas de interés a corto plazo en Credit Suisse. Sus opiniones son a menudo visiones alternas, pero ya sea que estés de acuerdo con él o no, lo que él dice provoca un alto nivel de análisis.

¿Por qué importa la alta tasa de inflación?

Antes de mencionar los aspectos más importantes del artículo de Zoltan, vale la pena hacer una breve explicación de por qué la trayectoria futura de la inflación es tan crucial para los inversionistas. Estados Unidos y la mayoría de las demás naciones desarrolladas tienen enormes niveles de deuda. En las  gráficas del FMI se muestra que la deuda global como porcentaje del PIB se ha multiplicado por 2.5 en los últimos cincuenta años.

Los niveles de deuda más altos, como porcentaje del PIB, fueron posibles por las tasas de interés continuamente más bajas y emisión de cantidades crecientes de deuda improductiva. En algunos casos, las tasas de interés negativas y la política del alivio monetario o quantitative easing (QE) por parte de los bancos centrales, mantuvieron las economías en funcionamiento y ayudó a que los países no incumplieran con los pagos de sus compromisos de deuda.

Los banqueros centrales se salieron con la suya con políticas monetarias expansivas negligentes porque la inflación no era una preocupación. La globalización del comercio permitió el flujo de bienes baratos entre naciones. En consecuencia, la FED y otros bancos centrales llevaron a cabo políticas monetarias laxas por muchos años con poco temor de avivar la inflación. Este entorno generó a su vez una burbuja de precios de toda clase de activos, o puesto de manera elegante: valoraciones de activos elevadas.

Los niveles más altos de inflación provocan que los bancos centrales suban sus tasas de interés. Las tasas de interés altas elevan la presión fiscal en las economías con niveles de deuda crecientes. Este entorno es desfavorable para las valoraciones altas y el buen comportamiento de los precios de los activos. Por lo tanto, la inflación y las altas tasas de interés son un factor clave que merma la rentabilidad de los activos.

La advertencia de Zoltan

Zoltan escribió su artículo después de visitar recientemente a los clientes europeos de su firma. En general, parece estar en desacuerdo con las expectativas de inflación y de política del banco central de muchos de sus clientes. Esto es:

El camino esperado de las tasas de política occidentales se basa en dos esperanzas: primero, que la inflación está a punto de alcanzar su punto máximo. En segundo lugar, que estamos cerca del pico de las posturas restrictivas de los bancos centrales (hawkishness).

Según su experiencia, muchos inversionistas creen que la inflación está llegando a su punto máximo y que los banqueros centrales darán marcha atrás en su agresiva política monetaria diseñada para combatir la inflación. Zoltan advierte que los inversionistas con tal visión pueden estar mujy equivocados. Como tal, necesitamos considerar algunas preguntas difíciles. Por ejemplo:

  • ¿Qué pasa si la inflación resulta persistente y no retrocede tanto o tan rápido como esperan los inversionistas?
  • ¿Qué pasa si los banqueros centrales no tienen más remedio que seguir administrando la dura medicina monetaria que los mercados están luchando por digerir?

Los tres pilares de la era de baja inflación

Para apreciar la preocupación de Zoltan por un nuevo régimen de inflacionario, vale la pena compartir su opinión sobre lo que fomentó el entorno de baja inflación de los últimos 30 años o más.

Zoltan postula que las bajas tasas de inflación del pasado se basaron en tres pilares.

  • En primer lugar, la mano de obra inmigrante barata mantiene estancados los salarios del sector servicios en EE.UU.
  • En segundo lugar, los productos baratos de China elevan el nivel de vida en medio de salarios estancados
  • En tercer lugar, el gas ruso barato impulsa la industria alemana y la de la Unión Europea (UE) en general.

Los consumidores estadounidenses estaban absorbiendo todas las cosas baratas que el mundo tenía para ofrecer… Todo esto funcionó durante décadas hasta que el nativismo, el proteccionismo y la geopolítica desestabilizaron el mundo de baja inflación.

Los tres pilares se están derrumbando

Los tres pilares descritos anteriormente están ahora convirtiendo las presiones deflacionarias en presiones inflacionarias. Analicemos cómo están cambiando.

  1. Nativismo

Las recientes restricciones a la inmigración en los EE.UU. revirtieron una tendencia de décadas en la que la mano de obra inmigrante barata proporcionaba una amplia oferta de trabajadores. Como resultado del exceso de empleados potenciales, los salarios estaban relativamente estancados para un gran porcentaje de la población activa.

Con los salarios bajo control, las empresas podrían aumentar los márgenes de beneficio, aumentar las ganancias y evitar que los precios de sus productos suban demasiado rápido. En algunas industrias, las empresas podrían bajar los precios y mantener las ganancias gracias a la mano de obra barata.

Con menos inmigración, los trabajadores actuales tienen más poder de negociación. Ahora hay más ofertas de trabajo que en cualquier otro momento en los últimos 20 años. Parte de esto se debe a la pandemia, pero la realidad es que la cantidad de vacantes está muy por encima de los niveles anteriores al covid.

A medida que los empleados se vuelven más difíciles de reemplazar y tienen una mayor demanda por parte de los competidores, buscan salarios más altos. Diversos análisis muestran que las ganancias promedio por hora de los empleados de manufactura en general tenían una tendencia a la baja hasta hace unos cinco años, cuando la inmigración se volvió más restrictiva.

Una de las principales preocupaciones del Banco de la Reserva Federal y las razones de su agresiva política monetaria es la posibilidad de una espiral de precios y salarios. Una espiral de precios y salarios se basa en la capacidad de los trabajadores para exigir aumentos de sueldo para compensar los precios más altos. Este círculo vicioso aumenta las probabilidades de que la alta inflación se vuelva persistente.

  • China

Los productos baratos de China no son tan baratos como solían ser. Además, la escasez relacionada con la pandemia dejó en claro que EE.UU. depende demasiado de países hostiles para obtener bienes esenciales, incluidos algunos productos tecnológicos y farmacéuticos. Según el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR): Se cree que alrededor del 80% de los componentes básicos utilizados en los medicamentos estadounidenses, conocidos como ingredientes farmacéuticos activos (API), provienen de China e India”.

El reciente Proyecto de Ley de Reducción de la Inflación busca traer de vuelta la producción de semiconductores y otros bienes esenciales a los EE.UU. Desde un punto de vista estratégico, la desglobalización puede ser inteligente y necesaria. Sin embargo, la mano de obra más costosa, los impuestos más altos y las regulaciones más estrictas hacen más costoso el regreso de la manufactura a EE.UU.

  • Rusia

Antes de que Rusia invadiera Ucrania, suministraba a Europa aproximadamente el 40% de su gas natural y más del 50% de su carbón. El carbón y el gas natural ayudan a generar alrededor del 30% de la producción de energía de Europa. Europa, y Alemania en particular, han sufrido en su lucha por disminuir su dependencia energética con Rusia, pero no han visto nada respecto a lo que le espera con la reducción del suministro ruso este invierno, sufrirán mayores aumentos de los precios del gas.

Los costos energéticos más elevados no se limitarán a Europa. Todo el mundo los pagará también ya que Alemania probablemente restringirá su producción de la industria química. Esta industria y la farmacéutica de Alemania representan alrededor del 15% de su consumo total de gas. Según la agencia Reuters, la industria química de Alemania ya ha hecho todo lo posible para conservar el uso de gas, dijo el martes la asociación química VCI, que advirtió que los únicos pasos que le quedan a la industria serían reducir o abandonar la producción por completo.

Alemania es el tercer mayor exportador mundial de productos químicos. Si recortan la producción, la inflación de los precios de los productos químicos afectará a todas las naciones. A su vez, los precios de muchos productos que utilizan estos químicos también subirán.

Incluso si Rusia hiciera las paces y se retirará de Ucrania, es probable que Europa busque nuevas dependencias energéticas. Estos vienen a costos más altos. Como tal, los bienes que produce también deben tener precios más altos.

Guerra económica caliente

La guerra es inflacionaria.

Las guerras vienen en muchas formas. Hay guerras calientes, guerras frías y lo que Pippa Malmgren llama guerras calientes en lugares fríos.

Zoltan y Malmgren caracterizan la guerra caliente con Rusia y China que involucra el comercio de bienes y mercancías como ocurriendo en lugares fríos, los “corredores del poder”.

Las guerras calientes o frías y las continuas hostilidades exageran el efecto inflacionario del desmoronamiento de los pilares dos y tres mencionados líneas arriba. Esencialmente, la globalización y la deflación de los últimos treinta años serán revertidas. ¡Bienvenidos a la era de la desglobalización!

La banca central en la era de la desglobalización

La desglobalización es el proceso de disminución de la interdependencia y la integración entre ciertas unidades en todo el mundo, típicamente estados-nación. Es ampliamente utilizado para describir los períodos de la historia cuando el comercio económico y la inversión entre países disminuyen. –Wikipedia

Los bancos centrales han estado diciendo durante más de una década que su objetivo era combatir la deflación inflando los precios de los activos. (Como inversionistas) todo lo que teníamos que hacer era pedir prestado con bajas tasas de interés y comprar activos, independientemente de su calidad.

Ahora nuestros trabajos son cada vez más difíciles.

Más adelante, Zoltan afirma:

Los bancos centrales pasaron de librar la guerra contra los impulsos deflacionarios provenientes de la globalización de los recursos baratos a “limpiar” los impulsos inflacionarios provenientes de una guerra económica compleja.

La desglobalización traerá inflación, al igual que la globalización trajo deflación. Si Zoltan tiene razón, el argumento de que nos dirigimos a un mundo de inflación persistente o crónica es creíble.

En tal entorno, los bancos centrales lucharán contra eventos geopolíticos inflacionarios. Esto implica que estamos saliendo de un mundo en el que los bancos centrales gestionan el lado de la demanda de la economía. Son muy hábiles y tienen las herramientas para controlar la demanda (a través de sus políticas monetarias), pero no tienen las herramientas para gestionar la macroeconomía por el lado de la oferta. De acuerdo con Zopltan, estamos potencialmente en la cúspide de un cambio enorme en la forma de gestionar el alza de precios.

A manera de resumen

Zoltan termina ”Guerra y tasas de interés” con la siguiente cita:

Hoy, es hora de pensar más en el riesgo de que la inflación se mantenga alta por más tiempo debido a la guerra económica, y menos en la inflación impulsada por un desordenado proceso de reapertura y estímulo.

El Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) argumenta que la inflación puede permanecer más alta de lo que nos hemos acostumbrado debido a una espiral de precios y salarios. Zoltan agrega que las guerras económicas calientes con China y Rusia aumentan la probabilidad de una inflación crónicamente más alta.

Los inversionistas se sienten cómodos con una FED que voluntariamente baja las tasas de interés y mantiene una política de alivio monterio (QE), a la primera señal de problemas económicos o de mercado. Eso puede cambiar si la inflación más alta es más persistente. Es posible que la FED tenga que sacrificar la economía y los mercados hasta cierto punto para garantizar una inflación tolerable. El trabajo de los miembros de la FED es aún más crucial considerando las enormes cargas de deuda pública y privada y la adicción creada a las bajas tasas de interés.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

México se salva de la recesión…por el momento; en Estados Unidos y China los problemas siguen

Las malas noticias respecto de la economía mundial no terminan. Muestra de ello es que en la semana que recién concluye se informó que la economía de EE.UU. se contrajo por segundo trimestre consecutivo, lo que de acuerdo con la definición común de recesión, implica que nuestro principal socio comercial ya estaría en ese problema. Las principales causas de la nueva caída del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense son que el mercado de la vivienda se derrumbó ante el aumento de las tasas de interés, mientras que  la alta inflación le ha quitado fuerza al gasto de los consumidores.

El Departamento de Comercio informó que el PIB de la principal economía del mundo cayó a una tasa anual ajustada estacionalmente de 0.9% en el segundo trimestre, la cual se suma a la contracción de 1.6% en los primeros tres meses de 2022.

¿Estados Unidos está en recesión? Como lo señalé líneas arriba, la respuesta es un sí, si nos atenemos a la definición de libro de texto. Sin embargo, aún no lo sabemos ya que la autoridad que determina oficialmente las recesiones en los EE.UU. es la Oficina Nacional de Investigación Económica. Para ellos, una recesión es una disminución significativa en la actividad económica, que se extiende por toda la economía durante más de unos pocos meses. El Business Cycle Dating Committee considera factores que incluyen el empleo, la producción y los ingresos del hogar, y por lo general no toma una determinación de recesión hasta mucho después del hecho.

Ya sea que EE.UU. esté o no en una recesión ahora, el economista de ING, James Knightley, declaró al Wall Street Jorrnal que una recesión es “realmente solo cuestión de tiempo”, dada la presión sobre los hogares estadounidenses por la inflación, el mal desempeño de los mercados de valores y porque “la recesión en el sector vivienda realmente se está acelerando ahora”, lo que “refuerza la sensación de que es solo cuestión de tiempo antes de que estemos en una recesión formal”.

Aunado a lo anterior, en la semana que recién concluye el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) decidió volver a aumentar su tasa de interés de fondos federales en tres cuartos de punto porcentual a un rango de 2.25% a 2.50%. Esta alza ya se había descontado en los mercados financieros, pero ahora el gran problema es que los mayores tipos de intereses en EE.UU. han ocasionado el fortalecimiento del dólar, lo que a su vez empieza a perjudicar a muchas empresas de dicho país con operaciones en el extranjero.

Empresas como Microsoft e IBM se encuentran entre los grandes nombres en una lista creciente de empresas estadounidenses que reportan dificultades derivadas de un tipo de cambio que afecta negativamente sus ganancias extranjeras denominadas en dólares. En términos de dólares, un euro ahora vale 17% menos de lo que costaba en septiembre de 2021, por lo que las utilidades en euros para las empresas estadounidenses ahora valen considerablemente menos de lo que valían hace un año. Desde hace dos semanas, el euro ha cotizado por debajo de la paridad uno a uno con el dólar, lo que también ha exacerbado el problema de inflación, ya que ahora todos los productos importados por los europeos, que se cotizan en dólares, son más caros, especialmente en los precios de la energía. Lo mismo ocurre con Japón, donde el yen oscila en mínimos de varias décadas frente al dólar.

Fuente: Publicado en el Wall Street Journal (29/Jul/22)

El caso México

No obstante que Estados Unidos es el destino del 80.6% de nuestras exportaciones, por ahora México se ha salvado de las caídas del PIB y la economía nacional sigue en expansión. El viernes 29 de julio, el INEGI dio a conocer la estimación oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral del segundo trimestre de 2022, y el resultado es que con respecto al trimestre inmediato anterior, la tasa de crecimiento fue de 1.0%. Esto fue producto de que las actividades primarias (agricultura, ganadería, pesca, caza) aumentaron 0.9%, las secundarias (industria) aumentaron 0.9% y las terciarias (comercio y servicios) crecieron 1.0%.

Por su parte, si se compara el PIB del segundo trimestre de 2022 con el del mismo trimestre de 2021, vemos que el crecimiento fue de 1.9%, producto de que las actividades primarias aumentaron 1.4%, las secundarias 3.3% y las terciarias 1.0%. De esta manera, en el acumulado del primer semestre del año, el PIB de México acumula un crecimiento de 1.9%, derivado de un aumento de 1.8% en las actividades primarias, 3.2% en las secundarias y 1.0% en las terciarias.

Cabe señalar que no obstante este aceptable resultado, el PIB del segundo trimestre de 2022 todavía está 0.6% por debajo del nivel que tenía en el segundo trimestre de 2019.

El crecimiento del PIB de México en el primer semestre del año va en línea con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien recientemente revisó al alza la expectativa de crecimiento para  este año a un 2.4% (desde un 2.0% que estimaba en abril). Este ajuste es significativo, ya que el FMI revisó a la baja las expectativas de crecimiento de la mayoría de naciones y de la economía mundial. En el caso del PIB mundial la expectativa pasó de 3.6% a 3.2% y en el caso de Estados Unidos pasó de 3.7% a 2.3%.

No obstante lo anterior y en contraste con la proyección de crecimiento de PIB para México en 2022, en el 2023 el FMI ve un panorama de crecimiento menor al esperado para México. Ahora, prevé que la economía mexicana crezca solo 1.2%, dato menor a la proyección de 2.5% de abril. Esto debido a la enorme probabilidad de que Estados Unidos entre en una recesión el año que viene.

Imagen tomada de la cuenta de Twitter de @CarlosRamirezF

El caso de China

Finalmente, resulta pertinente analizar lo que está sucediendo con la segunda mayor economía mundial. En un artículo editorial publicado el viernes 29 de julio en el Wall Street Journal y titulado “Las luchas económicas de China” se analizan las causas e implicaciones de la desaceleración del crecimiento económico. Menciona que el gobierno de Pekín estableció un objetivo de crecimiento del PIB del 5.5% para 2022, que es modesto según los estándares históricos. Pero incluso el Partido Comunista Chino (PCCh) ahora parece admitir que el país no va a alcanzar ese objetivo, al menos no honestamente, ya que el crecimiento fue solo del 2.5% en la primera mitad del año. Para una economía del tamaño de China, con cientos de millones de ciudadanos aún en la pobreza, este es el equivalente funcional de una recesión.

La desaceleración del crecimiento es global, pero Xi le ha agregado características chinas. Un problema crónico es su política de “covid cero dinámico”, que Pekín no da muestras de relajar. Esto impone bloqueos repentinos y estrictos requisitos de prueba en cualquier lugar donde se detecte Covid-19. Los bloqueos son una tensión severa para los chinos comunes y un peligro para las cadenas de suministro globales que pasan por China. Es por ello que las empresas extranjeras están replanteándose las inversiones, mientras que las empresas locales no paran de sufrir.

La implosión en el mercado inmobiliario chino también continúa. La represión a la especulación inmobiliaria que comenzó en 2020 se ha convertido en una crisis más amplia. Cada vez son más los desarrolladores privados que han incumplido el pago de sus deudas o que han estado cerca de hacerlo, y la caída del valor de las propiedades está perjudicando a los gobiernos locales que dependen de la venta de tierras para obtener ingresos. Grupos de posibles compradores de viviendas recientemente organizaron una huelga hipotecaria, negándose a pagar sus créditos de apartamentos que los desarrolladores en quiebra no han terminado. El gobierno rápidamente reprimió las protestas.

Mucho más preocupante es la difícil situación de las pequeñas empresas proveedoras de desarrolladores que han quebrado. Estos acreedores poseen grandes cantidades de papel comercial que representa dinero adeudado por bienes y servicios suministrados, y en el sistema financiero del Lejano Oeste de China, esos pagarés se intercambian con frecuencia como una forma de dinero. Un colapso de la confianza aquí podría causar graves daños.

Una importante noticia llegó el fin de semana pasado en el sentido de que Pekín está considerando un rescate inmobiliario que podría alcanzar los 44 mil millones de dólares. El dinero se canalizaría a través de bancos estatales para comprar proyectos inacabados, según sugieren los informes, y el gobierno podría entonces alquilar algunas de las casas en lugar de venderlas. Esto sería consistente con la especulación de que el Sr. Xi planea usar la crisis inmobiliaria para poner la industria en manos estatales. Pero no resolverá el problema de que la economía de China sigue con un enorme peso derivado del apalancamiento relacionado con los bienes raíces y que los hogares todavía tienen muy pocas otras salidas para el ahorro y la inversión.

En cuanto a la economía en general, Pekín parece querer recurrir a su vieja receta económica para crecer. Se está planeando una nueva explosión del gasto en obras públicas. Las estimaciones varían hasta $1 billón de dólares, gran parte de eso financiado con cuotas de préstamos del gobierno extraídas de años futuros. Esto podría aumentar el PIB por un tiempo, pero a costa de una montaña de deuda aún más alta y menos estable. Se debe tener en cuenta también que la mayoría de los planes económicos del Sr. Xi extraen recursos de la economía privada productiva para expandir el alcance del estado y las empresas estatales, una gran amenaza para la prosperidad futura.

Imagen tomada del Wall Street Journal (China Home Sales Plunge in July, as Mortgage Revolt Deters Buyers, 31/Jul/22)

Estamos hablando de la segunda mayor economía del mundo, por lo que si la economía china también está enferma, pues eso es un peligro geoestratégico.

En el marco de la visita de Nancy Pelosi a Taiwán y toda la tensión global que esto ha causado, no debemos dejar de lado que el presidente Xi busca un tercer mandato como líder del país en una reunión del PCCh a finales de este año. Una economía débil deja al nacionalismo matizado por el militarismo como una de sus cartas políticas más fuertes. Se ha dicho durante algún tiempo que “gestionar el ascenso de China” es el principal desafío estratégico de Occidente. Pero manejar los problemas económicos de China podría ser igual de difícil.

Conclusión

La conclusión de todo esto es que  es evidente que las mayores economías del mundo están en problemas, al igual que la Unión Europea aunque no abordé su situación en esta entrega. Debido a la inflación y las respuestas de política monetaria de la mayoría de bancos centrales, el mundo se perfila a un escenario recesivo hacia finales de 2022 y en 2023. Lamentablemente México no se va a salvar y en el mejor de los casos creceremos 1.2% el año que viene, aunque no se descarta una caída del PIB.

Hemos visto que nuestro país aún no recupera su nivel de PIB que tenía previo a la pandemia del Covid-19, y todo indica que este sexenio será de crecimiento cero. La ausencia de políticas públicas que incentiven el crecimiento, así como el daño causado a la confianza empresarial y la inversión productiva, son las culpables de el rezago de México. Somos el único país de la OCDE que aún no recupera su nivel de PIB de antes de la pandemia.

El problema es que por ningún lado se ve que las políticas públicas vayan a cambiar para bien en el sentido de impulsar el crecimiento económico, por lo que seguiremos dependiendo de nuestro sector exportador y de lo que suceda con Estados Unidos y la economía mundial.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Rusia y China anunciarán la “Nueva moneda de reserva global”

Mucho se ha dicho con relación a la pérdida de confianza respecto al dólar estadounidense, por parte de muchos países no alineados a los intereses de Washington. Por una parte, la invasión de Rusia a Ucrania y el posterior congelamiento de las reservas internacionales de Rusia, creó una enorme desconfianza en el sentido de que cuando las naciones actúen en contra de los intereses de Occidente, las naciones de la OTAN pueden simplemente impedirte el acceso a tus reservas. Una segunda fuente de desconfianza hacía el dólar se deriva de la inflación que afecta a Estados Unidos, misma que fue de 9.1% en junio, con una tasa de interés de los bonos del Tesoro a plazo de un mes en apenas 2.15% al momento de escribir estas líneas.

Si, es verdad que no obstante lo anterior, el dólar se ha fortalecido a nivel global y muestra de ello es que un euro cuesta sólo 0.98 dólares. Sin embargo, no podemos dejar de mencionar que hay naciones que quisieran dar por terminado el sistema financiero global basado en el dólar estadounidense y que fue implementado hace más de 75 años en la conferencia de Bretton Woods.

A este respecto, en un artículo del 22 de julio que apareció en el portal de Zerodge, por parte de Quoth the Raven y titulado Es oficial: Rusia y China anuncian “nueva moneda de reserva global”, se menciona China y Rusia están amenazando al dólar estadounidense; pero como sucede a menudo con las noticias importantes en los Estados Unidos y Occidente, pocos parecen darse cuenta o incluso preocuparse.

Desde principios de este año, el autor ha estado escribiendo sobre la posibilidad de que Rusia y China desafíen el estado de moneda de reserva global que tiene el dólar estadounidense; y al parecer ahora ya está sucediendo. Desde hace meses se menciona que Rusia está regresando al patrón oro y China será la siguiente nación en hacer lo propio, lo cual constituye el cambio sísmico más profundo en la base monetaria global en décadas.

El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin

No debería sorprender a quienes prestan atención a estos temas, el que Rusia y China están fortaleciendo sus lazos económicos en medio de las continuas sanciones occidentales contra Rusia como resultado de la guerra de ese país en Ucrania.

Sin embargo, lo que puede sorprender a algunas personas es que Rusia y los países BRICS, incluidos Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, están trabajando oficialmente en su propia “nueva moneda de reserva global”, informó la agencia de noticias RT a fines de junio, pero no muchos se dieron cuenta.

El presidente ruso, Vladimir Putin dijo en el marco del foro empresarial BRICS del mes pasado: “Se está resolviendo el tema de crear una moneda de reserva internacional basada en una canasta de monedas de nuestros países”.  

Y, por supuesto, dado que Rusia ha sido aislada del sistema de pagos SWIFT, también se está asociando con China y las naciones BRIC para desarrollar “mecanismos alternativos confiables para pagos internacionales” con el fin de “reducir la dependencia del sistema financiero occidental”.

Mientras tanto, Rusia también está tomando otras medidas para fortalecer la alianza entre las naciones BRIC, incluido el desvío del comercio a China e India, según CNN:

El presidente Vladimir Putin dijo el miércoles (20) que Rusia está desviando el comercio a “socios internacionales confiables” como Brasil, India, China y Sudáfrica, mientras Occidente intenta romper los lazos económicos.

“Estamos comprometidos activamente en reorientar nuestros flujos comerciales y contactos económicos extranjeros hacia socios internacionales confiables, principalmente los países BRICS”, dijo Putin en su discurso de apertura en video a los participantes de la Cumbre BRICS virtual.

De hecho, “el comercio entre Rusia y los países BRICS aumentó un 38% y alcanzó los 45 mil millones de dólares en los primeros tres meses del año” en este año. Mientras tanto, las ventas de petróleo crudo ruso a China alcanzaron cifras récord durante la primavera de este año, superando a Arabia Saudita como el principal proveedor de petróleo de China.

“Junto con los socios de BRICS, estamos desarrollando mecanismos alternativos confiables para acuerdos internacionales”, dijo Putin.

Importaciones chinas de petróleo ruso

Putin continuó, afirmando en el foro del mes pasado: “Los contactos entre los círculos empresariales rusos y la comunidad empresarial de los países BRICS se han intensificado. Por ejemplo, se están llevando a cabo negociaciones para abrir cadenas de tiendas indias en Rusia [y para] aumentar la participación de automóviles, equipos y productos de hardware chinos en nuestro mercado”.

En junio, Putin también acusó a Occidente de ignorar “los principios básicos de [la] economía de mercado”, como el libre comercio. “(Occidente) socava los intereses comerciales a escala global, afectando negativamente el bienestar de las personas y en efecto, de todos los países”, dijo.

El presidente Xi hizo eco de los sentimientos de Putin, según un artículo de junio de Bloomberg:

“Politizar, instrumentalizar y armar la economía mundial usando una posición dominante en el sistema financiero global para imponer sanciones sin sentido, solo dañaría a los otros, además de dañarse a uno mismo, dejando a la gente en todo el mundo sufriendo. Aquellos que se obsesionan con una posición de fuerza, expanden su alianza militar y buscan su propia seguridad a expensas de los demás, solo caerán en un enigma de seguridad”.

Para el autor, todos estos hechos refuerzan la creencia basada en acumulación de muchos datos e información, de que una moneda de reserva global respaldada por oro está en camino, algo sobre lo que ha estado escribiendo durante meses. Y es sorprendente que a nadie parezca importarle que posiblemente se esté produciendo el mayor cambio en el campo de juego macroeconómico mundial en el último medio siglo.

Claro, en el contexto del conflicto en Ucrania, estas noticias pueden parecer “normales”, lo que puede resultar en que los medios y el mundo financiero le resten importancia. Pero se se expusiera esta información por sí sola, sin contexto, que se está produciendo un desafío global coordinado en contra del dólar estadounidense, sería la noticia más importante en décadas. Imagínese si China y Rusia anunciaran esto de la nada. Ahora, recuerde que ambos países han estado trabajando y preparándose para esta situación durante años.

Esto resulta evidente al observar como las tenencias rusas de bonos del Tesoro de Estados Unidos se desplomaron desde el segundo trimestre de 2018 y siguieron una tendencia descendente desde entonces hasta ser prácticamente nulas. Esto mientras sus reservas internacionales crecieron de manera casi ininterrumpida hasta alcanzar casi 500 mil millones de dólares a finales de 2021.

Tenencias rusas de bonos del Tesoro estadounidense y sus reservas internacionales

Y aunado a lo anterior, en el mismo periodo Rusia también estuvo aumentando sus tenencias de oro, más que cuadruplicándolas de 2008 a 2022.

Tenencias de oro por parte de Rusia

Y titulares de la prensa, señalando que China y Rusia abandonan el dólar en un intento de crear una “alianza financiera”, se publicaron a principios de 2020, solo unos meses antes de la invasión rusa de Ucrania.

¿Alguien piensa que es una coincidencia?

El diario Nikkei escribió en ese momento:

La desdolarización ha sido una prioridad para Rusia y China desde 2014, cuando comenzaron a expandir la cooperación económica tras el alejamiento de Moscú de Occidente por la anexión de Crimea. Reemplazar el dólar en los acuerdos comerciales se convirtió en una necesidad para eludir las sanciones de Estados Unidos contra Rusia.

Los datos muestran que el porcentaje de transacciones entre China y Rusia liquidadas en dólares pasó de cerca del 90% en 2015 a cerca de un 45% en 2020. Desconozco el porcentaje actual, pero debe ser muy bajo.

Por lo tanto, para el autor es evidente que las naciones que conforman el grupo de los BRIC entienden exactamente cuán precaria es la situación financiera de EE.UU. y del dólar. No obstante el reciente fortalecimiento del dólar frente a la mayoría de divisas, estas naciones han estado trabajando en un plan de varias décadas para desdolarizarse. Incluso antes de que comenzara el conflicto de Ucrania, tanto China como Rusia estaban acumulando oro y trabajando en la denominación de transacciones fuera del dólar estadounidense. Este era  otro “secreto” que estaba a la vista.

Todavía hace unos meses era considerado una locura considerar que había llegado la “hora cero” al dinero fiat estadounidense, dado que Rusia y China podían desafiar colectivamente el estatus del dólar de moneda global de reserva. 

Muchos pensaban que era imposible. Hoy en día, ya no es tanto.

Mientras tanto, desde la conferencia BRIC de junio, los lazos entre Rusia y China continúan estrechándose, y Japón incluso advirtió esta semana sobre el “fortalecimiento de los lazos militares” de la pareja; al mismo tiempo de que China ha estado muy atenta a un viaje planeado para el mes que entra por parte de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán.

Japón dijo la semana pasada:

“Como resultado de la agresión actual (a Ucrania), es posible que el poder nacional de Rusia disminuya a mediano y largo plazo, y que el equilibrio militar dentro de la región y la cooperación militar con China cambien…En las cercanías de Japón, Rusia ha tomado medidas para fortalecer la cooperación con China, como vuelos conjuntos de bombarderos y navegación conjunta de buques de guerra que involucran a los ejércitos ruso y chino, así como medidas para representar dicha cooperación militar como coordinación estratégica”.

Japón dijo que esta alineación entre los dos países “debe continuar siendo observada de cerca en el futuro”.

Mientras los engranajes económicos giran tras bastidores, China también se está volviendo cada vez más cautelosa con respecto a Taiwán. El país “ha enviado aviones de combate muchas veces en los últimos meses a  la zona identificada como zona de defensa aérea autodeclarada de Taiwán”, según CNN, y recientemente aludió a la idea de una zona de exclusión aérea sobre Taiwán antes de la visita planificada de Nancy Pelosi.

El presidente Biden comentó sobre los planes de viaje de Pelosi esta semana y afirmó: “El ejército cree que no es una buena idea en este momento. Pero no sé cuál es el estado de eso”. En este sentido, el Washington Post publicó unan nota el sábado 23 de julio señalando que la administración Biden teme que un viaje de Pelosi a Taiwán pueda desencadenar una crisis a través del estrecho. Según los informes, el viaje de la presidenta del Congreso, una crítica de Beijing desde hace mucho tiempo, puede provocar a China en un momento muy delicado.

A manera de conclusión podemos señalar que por primera vez en más de 75 años el dólar estadounidense enfrenta una verdadera amenaza para comenzar a ser desplazado como moneda hegemónica global. No creo que el dólar sea desplazado en países como México, ya que el 62% de nuestro comercio internacional es con Estados Unidos. Sin embargo, las naciones que comercian menos con la principal economía del mundo podrán optar por tener un menor porcentaje de sus reservas internacionales en dólares.

Sin duda este es un tema que debe preocuparle a Estados Unidos, ya que si los países comienzan a rechazar el dólar como moneda de reserva, el dólar podría sufrir la peor devaluación de su historia, lo que ocasionaría una crisis financiera mundial de proporciones jamás vistas. Veremos como se va desarrollando la situación.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Las cosas están mal, pero aún no hemos visto lo peor

El tema de la elevada y persistente inflación es muy importante y se sigue complicando conforme avanza el año, es por ello que nuevamente abordo este asunto en este espacio. El viernes 22 de abril el INEGI informó que en la primera quincena de abril, los precios al consumidor aumentaron 7.72% a tasa anual, lo que constituye la mayor inflación en 21 años e implica que llevamos 27 quincenas consecutivas con una tasa de aumento de precios por encima del 4.0%.

Dentro de esta alza anual de precios de 7.72%, el componente subyacente muestra un aumento de 7.16%, mientras que la inflación  no subyacente tiene un incremento de 9.38%. La inflación  ya es estructural, ya que el índice de precio de las mercancías (algo que no está sujeto a los movimientos coyunturales de mercado), muestra un incremento de 9.13%. Por su parte, en cuanto al índice subyacente, los productos agropecuarios muestran un aumento anual de 15.24%, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno han aumentado apenas 5.10% en el último año.

Como ya se señaló, dentro de esta alza de precios de 7.72%, destacan los aumentos en el componente no subyacente de precios agropecuarios, mismos que aumentaron 15.24% y dentro de esta categoría, están las alzas en frutas y verduras de 17.26% y de los productos pecuarios de 13.68%.  La perspectiva es que en los productos alimenticios básicos las cosas van a empeorar más antes de comenzar a mejorar.

Precisamente, en un reciente artículo editorial de Michael Snyder, publicado en el blog The Economic Collapse, y titulado “Las cosas están mal, pero no hemos visto nada todavía”, se plantea un escenario sombrío respecto de las perspectivas inflacionarias en los Estados Unidos, sobre todo en el tema de los alimentos, pero que desde luego también son aplicables a la economía mexicana. A continuación menciono varios de los puntos más destacables del artículo, acompañados de varios comentarios personales:

El artículo comienza señalando que en este momento, los precios de los alimentos en todo Estados Unidos se encuentran en niveles increíblemente bajos. Desde luego que esta afirmación hace pensar que el autor se ha vuelto loco, ya que los precios de los alimentos han estado subiendo a un ritmo muy rápido en todo el país. Pero cuando el autor dice que los precios de los alimentos se encuentran en “niveles increíblemente bajos”, no es porque los esté comparando con los del pasado. Más bien, está comparando los precios actuales con los que estarán en el futuro. Sí, es verdad que las cosas están mal ahora, pero los precios de los alimentos serán mucho más altos dentro en los próximos meses.

Y es que a la crisis global de fertilizantes ciertamente no se le ve ninguna solución; y en todo caso, sólo se va a intensificar.  La escasez de fertilizantes se ha sumado a las crecientes preocupaciones sobre el impacto de la guerra de Ucrania en el precio y la escasez de ciertos alimentos básicos.  Combinados, Rusia y Bielorrusia habían proporcionado alrededor del 40% de las exportaciones mundiales de potasa, según Morgan Stanley. Las exportaciones de Rusia se vieron afectadas por las sanciones impuestas por Occidente. Además, en febrero, un importante productor de Bielorrusia declaró un caso de fuerza mayor y que no podría cumplir con sus contratos debido a fuerzas fuera de su control.

Rusia también solía exportar el 11% de la urea del mundo y el 48% del nitrato de amonio. Rusia y Ucrania juntos exportan el 28% de los fertilizantes hechos de nitrógeno y fósforo, así como de potasio, según Morgan Stanley. ¿Hay solución a la vista? No, ya que las conversaciones de paz están absolutamente muertas, por lo que al parecer, la lucha entre dos de los principales graneros más importantes del mundo continuará durante los próximos meses.

Mientras tanto, la pandemia de gripe aviar continúa acabando con millones de pollos y pavos en todo el mundo. En los reportes de hace dos semanas se mencionaba que en las granjas de Estados Unidos, se han tenido que sacrificar a más de 27 millones de aves de corral en los últimos dos meses y sigue habiendo casos de gripe aviar reportados casi a diario. Hasta ahora se ha visto afectada el 6% de la población de gallinas ponedoras de huevos.

Nunca habíamos visto una “tormenta perfecta” como esta, pero también es cierto que algunos de los factores que harán subir los precios de los alimentos son totalmente autoinfligidos por la humanidad. Por ejemplo, el gobierno chino no necesitaba encerrar a casi 400 millones de personas en un intento desesperado por evitar la propagación del virus del Covid, tras los brotes en Shanghái y áreas circundantes. Los últimos dos años ya han proporcionado amplia evidencia de que tales bloqueos/cierres  son bastante tontos, pero los chinos siguen adelante con su plan de todas maneras.  Como resultado, ahora hay cientos de barcos comerciales esperando impacientes frente a la costa de Shanghái. Esos son barcos de carga gigantes que nos traen cosas a todo el continente americano, a través del Océano Pacífico.

Si los chinos no se relajan y dejan atrás su ridícula política de cero covid, muchos de los estantes de las tiendas de Occidente se verán bastante vacíos en los próximos meses. Esto en si mismo no debería ser una mala noticia si es que somos capaces de implementar una política de sustitución de importaciones, de manera que aprovechemos la oportunidad y produzcamos en México (para el mercado nacional y Norteamérica) lo que no sea posible traer de China.

Pero bueno, no son solo los barcos comerciales los que están inactivos… Shanghái es uno de los centros de fabricación más grandes de China, con una gran concentración de proveedores de productos electrónicos y del sector automotriz. Alberga el puerto de contenedores más grande del mundo y un importante aeropuerto que atiende una gigantesca carga aérea entrante y saliente. Las exportaciones producidas en Shanghai representan el 7.2% del volumen total de China y manejan alrededor del 20% del tráfico de contenedores de exportación de toda China.

Al día de hoy, la mayoría de los almacenes y plantas están cerrados, nueve de cada 10 camiones están fuera de servicio, el puerto y el aeropuerto tienen una función limitada, las unidades de envío están varadas en los lugares equivocados y la carga se acumula.

No hace falta decir que muchos de los principales minoristas, aquí en México y en Estados Unidos, simplemente no podrían operar sin los productos que importan de China, por lo que sería bueno que encuentren su proveeduría hecha en México. Sin embargo, la realidad es que hay muchos insumos para las industrias nacionales que vienen de China y que no se pueden sustituir en el corto plazo, por lo que esperamos que esta pesadilla se resuelva muy pronto.

Derivado de todo lo anterior, así como en México, también en Estados Unidos los precios de los alimentos han subido durante los últimos meses. Para ilustrar el punto, solo es necesario echar un vistazo a los siguientes números:

En Estados Unidos el precio promedio de la mantequilla aumentó 11.9% en el último año. La carne se ha visto especialmente afectada por los problemas de la cadena de suministro, y las salchichas tipo  Frankfurt hechas de 100% carne aumentaron un 35.2% desde marzo de 2021 a un precio promedio de $5.18 por libra (unos 230 pesos por kilo). La chuleta molida, las chuletas de cerdo y el pollo entero mostraron aumentos de precios interanuales del 11.3%, 15.0% y 11.7%, respectivamente.

Como se señaló previamente, puede que esas cifras parezcan malas, pero la verdad es que solo representan los primeros capítulos de esta crisis alimenticia que se aproxima. Las cosas van a empeorar mucho, y hoy, todavía en abril, los informes indican que los aumentos de los precios de los alimentos se están acelerando. En el caso de México, de acuerdo con la agrupación, Certeza en la Toma de Decisiones, el índice de precios de la canasta básica aumentó 13.1% anual en la primera quincena de abril 2022. Este desenvolvimiento se debe a la evolución de los siguientes precios:

  • Pollo: El precio pagado al productor de pollo vivo en granja ha tenido un crecimiento de 25.6%
  • Huevo: Los precios pagados al productor de huevo blanco y rojo presenta un incremento de 10.7 % y 12.0%, respectivamente.
  • Leche: Incremento por el costo de materias primas al productor ha impactado en un 12.5% en el precio al consumidor.
  • Res: Aumento en los precios de la cadena: Ganado para sacrificio 16.7% y la carne en cana 20.3%.
  • Cerdo: En la cadena se percibe un crecimiento de 17.0% en el precio de cerdo en pie.
  • Maíz: El precio del mercado internacional aumenta 35.5%, mientras que el precio de los granos en el mercado nacional se incrementa 30.8%.
  • Trigo: Incremento en los precios futuros de trigo duro y suave en 79.2% y 55.3%, respectivamente.  Los precios de mercado nacional se incrementan 64.8% y 49.6%, respectivamente.
  • Frijol Soya: Los precios de futuros suben 13.1% y el precio de mercado aumenta 16.7%.

Y gracias a la terrible pandemia de gripe aviar que está arrasando a los Estados Unidos, el precio de los huevos se está volviendo completamente loco…Las pérdidas en las parvadas de puesta de huevos han llevado a los productores a competir desesperadamente para satisfacer las demandas del mercado de huevos y ovoproductos, lo que ha resultado en un aumento de los precios de los huevos. El precio promedio de una docena de huevos en Estados Unidos ahora está cerca del equivalente a $60 pesos, comparado con los $32 pesos de principios de año, según un informe nacional sobre los huevos por parte del USDA. En México, el huevo blanco San Juan, con 30 piezas cuesta 75.50 pesos. Cabe señalar que más allá del impacto negativo en las familias, pues el aumento de los precios de los huevos repercute en los beneficios de las panaderías y las empresas alimentarias, que además tienen que hacer frente al aumento de los costes de la harina y otros productos.

Si crees que estos precios son salvajes, simplemente hay que esperar hasta que se dupliquen desde sus niveles actuales.

En todo el mundo ha comenzado una gran batalla por los recursos alimentarios. Los chinos si vieron venir esto con anticipación, por lo que están llevado a cabo el programa de almacenamiento/acaparamiento más grande que cualquiera de nosotros haya visto.

En este momento, la cantidad de comida que los chinos ya han acumulado y guardado, es extremadamente impresionante…De esta manera, menos del 20% de la población mundial ha logrado almacenar más de la mitad del maíz y otros cereales del mundo, lo que ha provocado fuertes aumentos de precios en todo el planeta y sumido en la hambruna a más países. El acaparamiento se está llevando a cabo en China. ¿Estados Unidos o México han estado haciendo algo similar? Por supuesto que no.

Las realidad es que cuando las cosas se pongan realmente mal en nuestro país, estaremos solos.  Por ello es que lo mejor es irse preparando para ello.  Desde que comenzó la guerra en Ucrania, nación tras nación ha comenzado a implementar restricciones a la exportación, y la lucha mundial por los productos básicos agrícolas ha hecho subir constantemente los precios.

Nadie quisiera ser sorprendido con las manos vacías en este juego de las sillas musicales, por lo que debemos emprender una carrera para asegurar los valiosos suministros mientras aún es posible hacerlo.

Lamentablemente, las partes más pobres del mundo terminarán sufriendo más a medida que los países ricos tomen lo que puedan. El aumento dramático que pronto veremos en el hambre global será absolutamente desgarrador.

Pero nadie puede decir que no fuimos advertidos con antelación. Este tipo de colapso se ha estado anunciando desde hace muchos años y ahora ha llegado. Veremos qué acciones toma el gobierno federal al respecto, ya que un pueblo con  hambre puede ser lo que termine con la aprobación presidencial y genere las condiciones para un cambio de régimen en 2024.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt