La economía mexicana está experimentando una desaceleración significativa a pesar de un déficit fiscal del 5.9% y una deuda pública en niveles récord. El crecimiento nacional del 1.5% en el primer semestre del año se atribuye al desempeño desigual de los sectores agrícola, industrial y de servicios. La difícil situación fiscal y los crecientes compromisos sociales plantean desafíos para el gobierno y el sector privado.