China quiere entrar al CPTPP, EE.UU. lo puede impedir

El 16 de septiembre de este año, el gobierno de Pekín presentó su solicitud formal para formar parte del Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), que es un acuerdo comercial integrado por 11 países, cuyos miembros incluyen a Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. China envió una notificación al ministro de comercio de Nueva Zelanda, quien funge como el miembro designado del CPTPP que actúa como depositario de los asuntos administrativos.

En el caso de México, los dirigentes de sectores sensibles como calzado y vestido han manifestado su rechazo total al ingreso de China al CPTPP, ya que dicha nación sigue realizando prácticas poco competitivas al no ser una economía de mercado con precios distorsionados. A la fecha no ha habido una respuesta formal por parte del gobierno de México ante la solicitud de China, no obstante que existe una cláusula en el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) que limita a México a negociar acuerdos comerciales con economías de no mercado, como la de China. Sin embargo, no sería sorpresa que en el discurso, México le diera el visto bueno a China, sobre todo a la luz de los guiños que ha tenido el presidente López Obrador con Xi Jinping, a quien se le dio un espacio para hablar a través de un video grabado para la reciente VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Otros países han sido más francos y expeditos al fijar una postura respecto a China, como es el caso de Australia, que señaló que no estaría dispuesta a negociar la solicitud de China para unirse al CPTPP a menos de que Beijing elimine los aranceles de represalia que ha impuesto sobre los productos australianos. Por su parte, Japón mantiene una relación tensa con China por su intrusión en las aguas de las islas Senkaku administradas precisamente por Japón, por lo que no sería sorpresa que manifieste una negativa en tanto ese asunto se resuelve.

Con independencia de lo anterior y de la habilidad de China de cumplir lo que manda el CPTPP a sus países miembros. Existe una gran brecha entre los estándares básicos del CPTPP y los compromisos vigentes de China en otros acuerdos comerciales. El CPTPP tiene capítulos sobre el trabajo y las empresas estatales que exigen la libertad de asociación, eliminan todas las formas de trabajo forzoso y establecen disciplinas sobre las actividades comerciales de las empresas públicas; mientras que el RCEP (Asociación Económica Integral Regional) no lo hace. Tanto el CPTPP como el RCEP contienen un capítulo sobre comercio electrónico, pero los compromisos asumidos son muy diferentes. No se trata solo de que las disposiciones digitales del CPTPP van más allá (por ejemplo, que prohíben la divulgación forzada del código fuente), sino que están sujetas a la solución de controversias entre las partes y no permiten que se invoquen exenciones de seguridad nacional autoevaluables (algo a lo que China es muy proclive).

En este contexto, es importante analizar el papel que Estados Unidos pueda tomar en esta posible negociación de los países miembros del CPTPP con China. En un artículo editorial publicado el pasado 29 de septiembre en el Wall Street Journal y titulado “Estados Unidos tiene un camino para regresar al comercio del Pacífico”, Tim Groser, Ministro de Comercio de Nueva Zelanda del 2008 al 2015 y embajador en los EE.UU. de 2016  a 2018, se señala que Estados Unidos, por razones militares y políticas que contrarresten a China, debe regresar al Tratado Transpacífico. Esto a pesar de que en principio este no es un tema que sea prioritario para el Presidente Joe Biden, ni para los legisladores republicanos ni demócratas.

Recuerda que fue en febrero de 2017 cuando el presidente Donald Trump daba su primer discurso en una sesión conjunta del Congreso. Fue en esa ocasión que el presidente anunció la retirada de Estados Unidos del recientemente negociado Tratado Transpacífico (TPP). Tim Groser relata que mientras Trump daba su discurso, él recordaba una conversación que había tenido con un embajador asiático, particularmente astuto, quien le había dicho que si alguna vez se escribía un libro sobre el declive de la influencia estadounidense en Asia y la región del Indo-Pacífico, su primer capítulo sería un relato sobre la retirada de Estados Unidos del TPP.

Se debe reconocer que en gran parte, fue gracias a la valiente decisión de Japón de avanzar sin EE.UU., que el TPP sobrevivió. Con algunos cambios en algunas de sus disposiciones y un nuevo apodo fue que el TPP se volvió “integral y progresivo” y se convirtió en CPTPP. Nada hubiera sido posible si Japón, por mucho la economía dominante que queda en el acuerdo, hubiera tomado una decisión distinta.

Para Groser, la reciente decisión de China de solicitar acceso como miembro del CPTPP debería ser un recordatorio para los legisladores republicanos y demócratas por igual, de que si Estados Unidos se toma en serio competir con China en la región del Indo-Pacífico, debe enfrentar una realidad central: habiéndose retirado del TPP, Estados Unidos muestra que no tiene una estrategia comercial para respaldar su postura militar en la región. China es el principal socio comercial de muchos países del Indo-Pacífico. El tamaño de la economía de China, así como su ambición militar y geoestratégica, significa que Pekín estará en el centro del debate sobre todos los problemas regionales y globales del siglo XXI, desde el cambio climático hasta el comercio. Su capacidad para influir en los resultados de esos problemas estará determinada por el grado de influencia que EE.UU. mantenga en la zona, y no se ve que vaya a ser mucha.

Todavía no sabemos a dónde conducirá el nuevo guion político que el Partido Comunista Chino está escribiendo sobre el rumbo de la segunda economía más grande del mundo. Cuando Deng Xiaoping, hace 40 años, orientó a China hacia el crecimiento y una economía abierta con su lema “ser rico es glorioso”, fue el comienzo del programa de reducción de la pobreza más grande de la historia de la humanidad. Cientos de millones de chinos salieron de la indigencia y se abrieron enormes oportunidades para los socios comerciales de China. Sin embargo, las cosas se han estado moviendo hacia atrás últimamente, en la dirección de una mayor centralización y control estatal. En este sentido, se podría argumentar que la propia China necesita un equilibrio a partir del compromiso total de Estados Unidos en la región.

El pueblo chino se ha beneficiado del compromiso positivo de Pekín con el modelo económico liberal diseñado por Estados Unidos. Las opciones y estrategias comerciales futuras de China serán fundamentalmente diferentes si no se les pone un freno a través de una estrategia económica comercial estadounidense sólida y exitosa en la región Indo-Pacífico.

Curiosamente, Estados Unidos está paulatinamente implementando los elementos de un nuevo compromiso regional. Es verdad que ninguna política exterior (o política comercial) es políticamente sostenible sin un electorado nacional sólido que la respalde. El comercio ha sido durante mucho tiempo un tema tortuoso en la política interna estadounidense, particularmente para los demócratas, porque el cambio económico crea ansiedad en la clase media (por esa razón este segmento del electorado apoyó a Donald Trump en su campaña de 2016). Cuando las personas se encuentran bajo una fuerte presión económica, el comercio siempre será un buen chivo expiatorio.

En septiembre de 2020, la Fundación Carnegie para la Paz Internacional publicó un documento técnico titulado “Hacer que la política exterior de los Estados Unidos funcione mejor para la clase media”. Entre los autores se encontraba Jake Sullivan, quien ahora es asesor de seguridad nacional del presidente Biden. El enfoque de la Casa Blanca para calmar los temores tradicionales de los demócratas de un cambio económico inducido por el comercio internacional parece claro: apuntalar la política interna antes de avanzar agresivamente en cualquier acuerdo comercial internacional.

Sin embargo, el reciente establecimiento del acuerdo de seguridad de AUKUS, entre los EE.UU., el Reino Unido y Australia, no puede dejar ninguna duda de que la administración Biden ve al Indo-Pacífico como el escenario más importante de competencia estratégica con China. Kurt Campbell, el coordinador del Consejo de Seguridad Nacional para el Indo-Pacífico, ha dejado en claro que la estrategia de Estados Unidos en la región debe extenderse más allá de un plan militar para proteger a los aliados estadounidenses de las ambiciones expansionistas de China. Necesita un componente económico.

No obstante lo anterior, en opinión de Tim Groser, es poco probable que EE.UU. rectifique el error de haber dejado el TPP solicitando unirse al CPTPP. Biden ha dicho que se opondría a unirse al acuerdo original sin una renegociación. Eso por sí solo dificultaría que Estados Unidos vuelva a entrar. Pero también es cierto que el entorno estratégico ha evolucionado. Gran parte del TPP, como sus disposiciones sobre comercio y medio ambiente, siguen siendo pertinentes, pero los últimos cinco años han agudizado la comprensión del mundo respecto de las políticas sobre cuestiones clave como el comercio digital y las empresas estatales. Además, hay un chico nuevo en el bloque del TPP: el Reino Unido, la sexta economía más grande del mundo, un importante socio de inteligencia y defensa de los EE.UU. que ha manifestado que quiere unirse al tratado. El deseo del Reino Unido después del Brexit de expandir sus horizontes más allá de la Europa geográfica se desprende del acuerdo comercial anunciado este verano entre Londres y Canberra.

Independientemente de los resultados de las elecciones al Congreso estadounidense en 2022, la participación activa en política exterior siempre requiere del apoyo de los dos partidos políticos estadounidenses. El Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), que actualizó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se aprobó fácilmente con el apoyo de republicanos y demócratas durante la administración Trump. Si Estados Unidos vuelve a comprometerse con el TPP, debería rebautizarse como Acuerdo de Asociación Económica Indo-Pacífico. Un nuevo nombre podría facilitar la venta políticamente.

Groser concluye su artículo señalando que ya había mucho en juego en la región incluso antes del movimiento agresivo de China sobre Hong Kong, sus amenazas a Taiwán y su creciente guerra comercial con Australia. Ahora se vuelve necesario que los líderes políticos estadounidenses de ambos partidos comiencen a hablar sobre que la participación en la región es fundamental para cerrarle la puerta a China, no solo en los niveles político y militar, sino en la arquitectura comercial y económica que moldeará las relaciones económicas durante la próxima década y más allá. Sólo entonces el astuto embajador asiático, podrá descansar tranquilo, seguro de saber que el declive de la influencia estadounidense en el Indo-Pacífico es un libro que nunca se escribirá.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

En Twitter: @alejandrogomezt

alejandro@gaeap.com

México, el país más aplicado en aperturismo comercial

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Los senadores Teofilo Torres Corzo (PRI) y Héctor Larios (PAN) son los principales impulsores del CPTPP en el Senado

El pasado miércoles 18 de abril, las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores Asia – Pacífico, Relaciones Exteriores, y Comercio y Fomento Industrial del Senado de la República aprobaron por mayoría el Acuerdo Integral y Progresivo Transpacífico (CPTPP) para que éste sea turnado, y en su caso aprobado por el pleno de dicho cuerpo legislativo; algo que muy probablemente sucederá el martes 24 de abril.

 

De esta manera, México está a punto de convertirse en el primer país, de los once que conforman el CPTPP, en aprobar dicho acuerdo comercial, sin haber realizado una verdadera consulta con la sociedad y con los sectores productivos. Es verdad que el pasado 11 de abril se realizó un foro en el Senado al que acudieron representantes de las industrias textil, vestido, calzado, carne de res, conservas alimenticias y cítricos, pero dicho evento quedó muy lejos de ser una consulta de la que se desprendieran compromisos de políticas públicas. De hecho, en la reunión de las Comisiones Unidas del Senado del 18 de abril, la senadora Dolores Padierna crítico la “falta de democracia” en México, al dejar fuera la opinión de muchos mexicanos que pudieron haber dicho algo importante respecto a este acuerdo, y criticó que ni Singapur, ni Brunei (que son casi dictaduras) han ratificado este acuerdo, mientras que México si lo hace.

 

Queda claro que muchos senadores tienen prisa de que el CPTPP se apruebe antes de que termine la actual legislatura, el 30 de abril. Esto porque tienen miedo de que la siguiente legislatura será mayoritariamente de izquierda y ésta seguramente no aprobaría un acuerdo internacional que pone en riesgo la existencia de la poca industria nacional que aún le queda a México. Es cierto que en México hay mucha industria manufacturera, pero en su mayoría ya es de capital extranjero. Con el CPTPP se pone en riesgo a las industrias del calzado, textil y vestido, las cuales están constituidas en su mayoría por empresas de capital mexicano, lo cual es positivo porque las utilidades que generan se reinvierten en el país y de hecho permiten la diversificación económica del país.

 

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Sesión de Comisiones Unidas en las que se aprobó el CPTPP para turnarlo al pleno

El querer aprobar el CPTPP por el pleno del Senado sin haber realizado todos los análisis que se requieren sobre los impactos que este acuerdo tendrá en la vida de millones de mexicanos es incorrecto. Inclusive porque muchos senadores no tienen la información completa respecto a la forma en que operará este acuerdo comercial. Se han dicho muchas cosas respecto a cómo este acuerdo beneficiará al país y que las industrias sensibles como las de calzado, textil y vestido no tienen nada que temer. Respecto a este último punto, a continuación explico varias cosas que se han dicho a los senadores que no son ciertas:

 

  1. Se ha dicho que el CPTPP no acabará con la industria mexicana del sector textil-confección y cuero-calzado. A este respecto, se puede señalar que es verdad que estas industrias no se acabarán, pero si resultarán seriamente afectadas por las importaciones de Vietnam. Tenemos para el caso de calzado que desde 2014 las importaciones de Vietnam se han incrementado desplazando a China, esta tendencia se agravará debido a la reducción de aranceles derivada del CPTPP, pues este país enfrenta actualmente un arancel promedio ponderado de 24.08%, que en 5 años será de 14.01% y en 13 años cera 0%. Según diversas estimaciones, en un plazo de 5 a 10 años se perdería 40% del mercado interno para los fabricantes nacionales.

 

  1. Se ha dicho que en materia de acceso al mercado mexicano, que se darán los suficientes espacios de ajuste a estos sectores ante la competencia. En el caso concreto de calzado con Vietnam y Malasia se negociaron plazos de 13 años para los productos más sensibles, así como el establecimiento de reglas de origen que incentivan la integración regional. Respecto a este punto, se debe señalar que en realidad sólo 15 de las 59 fracciones arancelarias de calzado tienen plazos de desgravación a 13 años, y no significa que conservará el arancel actual durante los 13 años, en realidad la desgravación inicia en el año 1, por lo que la afectación será inmediata, en sólo 5 años el arancel promedio habrá bajado de 25.77% a 10.04%.

 

  1. Se ha dicho que las reglas de origen aplicadas salvaguardan a la industria y que promueven las cadenas de suministro regionales. Esto es falso, y por el contrario, en el caso de calzado la regla de origen está diseñada para incentivar el uso de suministros externos a la región. Esto significa que Vietnam podrá obtener el 100% de sus insumos de China (elásticos, sintéticos, pieles, telas, etc.), los procesa en Vietnam para convertirlos en zapatos y ya se considerará un zapato hecho en Vietnam. Esto representa la peor de las combinaciones para México porque entonces las fábricas mexicanas competirán con fábricas que trabajan con las materias primas más baratas del mundo (provenientes de China) y fabricarán zapatos con una mano de obra a la que se le pagan sueldos de miseria. Se debe señalar que China es el principal proveedor de insumos y materias primas de las fábricas de calzado en Vietnam. De acuerdo a Lefaso, la Asociación de Cuero, Calzado y Bolsas de Mano de Vietnam, el 55% de los insumos totales de su cadena de producción son importados, y en su mayoría son de China.

 

  1. Se ha dicho que se definen compromisos para que las autoridades aduaneras de las Partes intercambien información y brinden asistencia que permita identificar e imponer sanciones a infracciones aduaneras, así como evitar la evasión de impuestos, contrabando y fraude. La realidad es que en estos “compromisos” no hay una obligación de proporcionar información, la obligación se limita en el texto de la regla a “esforzarse”, adicionalmente, no existe ninguna sanción para el incumplimiento de este “compromiso” de tal manera que: Vietnam puede asegurar que se esforzó para atender una solicitud, pero no entregar la información; y si Vietnam se rehúsa a cumplir con una solicitud, lo cual es casi seguro que suceda, no existe ningún mecanismo jurídico para obligarlo a cumplir. La experiencia nos muestra que en realidad este tipo de obligaciones generalmente son letra muerta, como ha sucedido con los acuerdos de cooperación aduanera entre México y Taiwán o entre México y la República Popular China.

 

  1. Se ha dicho que en materia de subsidios y otro tipo de apoyos a las empresas fabricantes de calzado, textil y vestido en Vietnam, que no hay de qué preocuparse porque existe un capítulo de Empresas de Estado, el cual regula este tipo de empresas, y que se establecen disciplinas que impedirán que éstas incurran en prácticas desleales al comercio. A este respecto es muy importante señalar que este capítulo no es aplicable para las empresas propiedad del Estado y monopolios designados de países que no son Parte, como es el caso de la República Popular China. Al respecto, una enorme cantidad de fábricas de calzado en Vietnam son de propiedad, control y participación de Inversión Extranjera Directa de capital chino, en realidad son fábricas chinas instaladas en Vietnam, aprovechando su bajo costo de mano de obra, estas empresas son propiedad del Estado Chino; sin embargo, para estas empresas no aplican las disciplina del capítulo 17 del CPTPP porque China no es Parte del tratado, de esta manera, China puede exportar a Vietnam los subsidios que otorga a sus empresas, otorgar financiamientos blandos, y estas acciones no estarán controladas por el acuerdo.

 

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El Senador Teófilo Torres Corzo (PRI – San Luis Potosí) desdeña los argumentos de las industrias del calzado, textil y vestido. Es el representante del gobierno federal en el Senado.

Así como estos cinco puntos, podemos elaborar más respecto a cómo hay muchos mitos que pretenden minimizar el daño que el CPTPP hará a la industria nacional. Los senadores tomarán la semana que viene una decisión en base a ideas que les han dicho que no son del todo ciertas, y por lo tanto es muy importante que sepan cómo funciona el CPTPP y el impacto que tendrá en la industria nacional.

 

A juicio de muchos analistas, entre ellos Arnulfo R. Gómez, sin duda el CPTPP es un tratado en el que los mexicanos nada vamos a ganar. Señala que el modelo de aperturismo económico que se ha seguido desde 1994 no le ha servido al país y tan es así que desde ese año México ha registrado enormes retrocesos en todas sus variables económicas. Y para ilustrar esto menciona varios ejemplos:

  • Retrocedimos como economía mundial de la 9ª a la 15ª posición;
  • Nuestro PIB per cápita cayó del 43º al 73º lugar;
  • Como destino de la IED pasamos de la 4ª a la 18ª posición;
  • En materia de competitividad descendimos del 34º al 51º escalón; y
  • Nuestro valor agregado en la exportación mexicana se redujo del 59% al 38%, lo
  • que nos ubicada en el 30º lugar como exportador, en lugar del 13º que tanto cacarean nuestros altísimos funcionarios.

 

Arnulfo R. Gómez señala que esta es una situación deplorable que es resultado de una enorme irresponsabilidad, por lo que los senadores deben tomar en cuenta todas estas variables para actuar en función del bienestar de México, dejando a un lado los dogmatismos que han llevado a grandes núcleos de la población mexicana a una situación de pobreza que ya alcanza a más 60 millones de habitantes de nuestro país.

 

A manera de conclusión solo agregaría que el libre comercio es bueno, pero cuando se maneja de una manera inteligente. En México lamentablemente los funcionarios y teóricos del comercio exterior insisten en la ratificación del CPTPP, lo cual resulta increíble, sobre todo, cuando queda claro que no existen condiciones para que la planta productiva nacional trabaje en niveles de competitividad debido a las enormes deficiencias en el costo país que tenemos en México, situación que no permitirá enfrentar en muchas industrias nacionales a ninguno de los futuros socios de México en el CPTPP.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

No al CPTPP: el caso de Textil, Vestido y Calzado

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El CPTPP podría acabar con al menos 12,622 empleos directos en textil, vestido y calzado en los próximos cinco años

Después de la firma del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP por sus siglas en inglés), el pasado 8 de marzo en Santiago de Chile, hemos visto una intensa campaña por parte de funcionarios de la Secretaría de Economía defendiendo sus supuestos “beneficios”. Esto a pesar de que al día de hoy seguimos sin ver un solo estudio técnico serio, que dé soporte a las afirmaciones de los funcionarios respecto a las ventajas que tendría este acuerdo para la economía nacional. Hablan de las ventajas del CPTPP como si fuera lo mismo que el fallido Tratado Transpacífico (TPP), siendo que al no estar Estados Unidos en el nuevo acuerdo, estamos entrando en un tratado que tendrá repercusiones para México completamente diferentes.

 

Dado lo anterior, y ante la falta de estudios técnicos que midan el impacto del CPTPP en el empleo en México, a través de GAEAP decidí elaborar un modelo econométrico sencillo que arroje cierta luz para responder esta duda. A continuación presento las generalidades del modelo:

 

El objetivo es conocer cómo el incremento de las importaciones y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) impactan el empleo total en las siguientes cuatro ramas de actividad: 1. Fabricación de insumos textiles y acabado de textiles; 2. Fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir; 3. Fabricación de prendas de vestir; y 4. Curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos. Esta información se obtuvo de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) de INEGI.

 

Por su parte, el valor de las importaciones se obtuvo de INEGI para la rama Textiles, artículos de vestir e industria del cuero; mientras que los valores de PIB utilizados fueron los de las ramas de actividad: 1. Fabricación de insumos textiles y acabado de textiles; 2. Fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir; 3. Fabricación de prendas de vestir; y 4. Curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos.

 

Antes de presentar los resultados del modelo, quisiera comentar algunas cifras importantes. Según la EMIM, la suma del empleo total en las ramas de actividad arriba mencionadas pasó de 354,304 personas en el cuarto trimestre de 2007 a 284,770 personas en el mismo trimestre de 2017, lo que equivale a una pérdida del 19.6% de los empleos en los últimos diez años. Esto se dio mientras que en el mismo periodo el valor de las importaciones de los productos textiles, vestido, cuero y calzado subió de 2.602 miles de millones de dólares a 3.307 miles de millones de dólares, lo que representa un incremento de 27.1%. Por su parte, el PIB (en pesos de 2013) de las ramas de actividad antes mencionadas pasó de 123.457 miles de millones de pesos (mmdp) en el cuarto trimestre de 2007 a 120,656 mmdp en el cuarto trimestre de 2017, lo que representa una caída en términos reales de -2.3% en los últimos 10 años (ver Tabla 1 y Gráficas 1 y 2).

Tabla 1

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Gráfica 1

CPTPP1
Fuente: Elaborado por GAEAP con datos de INEGI

Estos datos son impactantes, y se deben hacer algunas aclaraciones sobre los mismos. 1. La cifra de empleo total que hace la EMIM para estas ramas de actividad está claramente subestimada y en realidad estas actividades dan empleo directo a aproximadamente 1.2 millones de personas a nivel nacional; 2. Las cifras de importación oficiales no toman en cuenta el grave y extendido problema de contrabando y subvaluación de mercancías que afecta a estos sectores, de manera que si se conocieran los datos de contrabando y no hubiera subvaluación veríamos valores de importaciones considerablemente más elevados a los reportados por las autoridades.

Gráfica 2

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Fuente: Elaborado por GAEAP con datos de INEGI

Con esto en mente, procedo a mostrar los resultados del modelo econométrico:

El modelo arrojó que por cada millón de dólares en que aumentan las importaciones de las ramas de actividad antes mencionadas, se pierden en México 26 empleos directos en esas mismas ramas. Por su parte, si el PIB de México en esas ramas de actividad aumenta en 18.5 millones de pesos (valores de 2013), vemos que se crean 35 empleos directos en esas mismas ramas de actividad. Este estudio está a disposición de quien lo desee para consulta, favor de solicitarlo si es de su interés.

Esos datos son más que reveladores porque podemos inferir que, si con todo y que las fracciones sensibles quedarán con un arancel de 0% en plazos que van de 13 a 16 años, en 5 años las importaciones de textil, vestido, cuero y calzado aumentan en 20%, se perderán en México un total de 12,622 empleos directos. Por su parte, si en 10 años las importaciones aumentan en 40% perderíamos al menos 28,700 empleos directos en estas ramas de actividad. Esto sin tomar en consideración que tanto los datos de empleo reportados por la EMIM, como las cifras de importaciones, están subestimados, por lo que la pérdida de empleos sería mucho mayor. Es importante precisar que con los escenarios planteados de aumento de importaciones, no se esperan incrementos en el PIB de estas ramas de actividad (como ha venido pasando en los últimos años), por lo que no habría forma de crear empleos en estas ramas suponiendo mayores ventas en el mercado interno si siguen aumentando las importaciones.

 

Pero otra conclusión importante que podemos obtener del modelo econométrico es que si el gobierno federal impulsara a estas ramas de actividad se podrían crear miles de empleos adicionales, sobre todo en las zonas donde éstos hacen más falta. Con los incentivos fiscales correctos y los apoyos de programas como el PPCI (Programa para la Productividad y Competitividad Industrial) se podrían dar las inversiones para que se reconvierta la industria y pueda crecer con mayor competitividad. Si de lo que se trata es crear empleos, resulta mucho mejor incentivar la industria nacional que abrir las fronteras a países que tienen todo tipo de ventajas desleales (subsidios, dumping, sueldos de miseria, entre otros).

 

Es así que queda claro que estar en el CPTPP con Vietnam, sin duda tendría un impacto negativo en miles de familias mexicanas, las cuales se quedarían sin su fuente de ingreso. Para el gobierno federal esto no representa mayor problema porque en su lógica de una economía de libro de texto dicen que los que pierdan su empleo podrán encontrar otro en alguna otra actividad (movilidad del factor trabajo), pero la realidad es otra ya que en el mejor de los casos para poder mover a un trabajador de una fábrica de zapatos a una ensambladora de automóviles se requerirá de mucha capacitación y entrenamiento; y en el peor de los casos tendremos la pérdida de miles de empleos manufactureros que se irán a trabajar al comercio y los servicios, los cuales en general pagan sueldos más bajos.

 

Este ejercicio se puede replicar para otras ramas de actividad para saber el impacto que tendrá el CPTPP, y este es el tipo de análisis que deben ser presentados a los Senadores de la República, ya que son ellos los que tienen la última palabra respecto a la ratificación del CPTPP en México. De igual manera, los Senadores pueden pedirle al Secretario de Economía que firme cartas paralelas con Vietnam y Malasia, que ayuden a mitigar los impactos de este acuerdo internacional en los sectores sensibles de la economía mexicana.

 

Hasta ahora la Secretaría de Economía se ha negado a firmas cartas paralelas con Vietnam, a pesar de que otros países si lo han hecho, argumentando que no tenemos nada que ofrecerles a los vietnamitas. Esto es una visión muy parcial del problema, ya que lo que tenemos que ofrecerle a los asiáticos es muy grande y muy importante, y es nuestro mercado nacional.

 

Aún estamos a tiempo de evitar una mayor desindustrialización de México y los Senadores deben conocer los estudios que evidencian lo que sucederá antes de tomar una decisión. No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando que se pierdan miles de empleos y que los dueños de las empresas de textiles, vestido y calzado pierdan su patrimonio.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

México en el CPTPP, ¿nos equivocamos?

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El CPTPP fue firmado el 8 de marzo en Santiago de Chile

Parece que desde que el presidente Carlos Salinas de Gortari firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), todos los mandatarios han tenido el deseo de pasar a la historia como signatarios de acuerdos comerciales. Por citar solo algunos ejemplos, Ernesto Zedillo firmó el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUEM), Vicente Fox los tratados con Japón y Uruguay, luego con Felipe Calderón se concretaron los tratados con Perú y varias naciones de Centroamérica, además de que comenzaron las negociaciones  del Tratado Transpacífico (TPP). Con Enrique Peña Nieto se continuaron y concluyeron las negociaciones del TPP, pero éste jamás vio la luz porque aunque fue firmado por sus 12 países miembros, antes de que éste fuera ratificado por los legislativos de cada estado miembro, en enero de 2017 el presidente de Estados Unidos anunció que se retiraban del acuerdo por considerarlo perjudicial para su economía.

 

Sin embargo, cuando la mayoría se había olvidado del tema, en enero de este año sorpresivamente se anunció que se habían resuelto diferencias entre Canadá y Japón y que se crearía el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP por sus siglas en inglés) y que éste sería firmado por los 11 miembros restantes del TPP, el 8 de marzo en la ciudad de Santiago de Chile. Como lo he comentado en pasadas entregas, el texto del CPTPP es básicamente el mismo del TPP en materia de reglas de origen y acceso a mercado, y sólo quedaron suspendidas unas 20 disposiciones de interés para Estados Unidos a manera de “zanahoria”, con la esperanza de que dicho país se integre al CPTPP.

 

En México varios sectores industriales se han pronunciado en contra del CPTPP ya que en principio ofrece muy pocas ventajas en términos de acceso a nuevos mercados, pero si pone en riesgo el mercado nacional al darle acceso a empresas de países con costos de producción considerablemente más bajos; y aquí tenemos el caso concreto de Vietnam, que en la práctica no es una economía de mercado al tener un estado que interviene fuertemente en toda la actividad económica creando distorsiones de precios en favor de sus productores.

 

Es así que de los 11 miembros del CPTPP, México ya tiene tratados de libre comercio vigentes con Canadá, Chile, Perú y Japón. El resto de los nuevos socios son Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Vietnam, Singapur y Brunei, naciones que por su tamaño de mercado, distancia y régimen de gobierno se antoja muy complicado incrementar nuestras exportaciones.

 

Para tener más elementos respecto a lo que podría suceder con este nuevo acuerdo comercial, a continuación analizamos el volumen y tendencias del comercio exterior de México con los restantes 10 países miembros del CPTPP.

 

Exportaciones

En el año 2017 las exportaciones totales de México sumaron 409.494 miles de millones de dólares (mmdd), cifra 9.5% superior a la registrada en 2016. De este total, sólo 21.967 mmdd fueron exportaciones realizadas a los países miembros del CPTPP, lo que representa apenas el 5.36% del total de nuestras ventas al exterior.

 

De igual manera, en 2017 exportamos a Canadá 11.380 mmdd, a Chile 1.804 mmdd, a Perú 1.510 mmdd, a Australia 1.189 mmdd, a Nueva Zelanda 0.113 mmdd, a Malasia 0.710 mmdd a Vietnam 0.292 mmdd, a Japón 4.055 mmdd, a Singapur 0.905 mmdd y a Brunei 0.005 mmdd. En cuanto a las tasas de variación de las exportaciones mexicanas en 2017, tenemos que las destinadas a Canadá subieron +9.1%,  a Chile +3.4%, a Perú +7.6%, a Australia +42.4%, a Nueva Zelanda +20.9%, a Malasia +58.6%, las que van a Vietnam se desplomaron -71.9%, las que van a Japón subieron +7.3%, a Singapur +6.4% y a Brunei +183.9%.  Es así que el valor total de las exportaciones de México a los países del CPTPP aumentaron apenas 6.5% en 2017. Sin embargo, se debe mencionar que el valor de las exportaciones a los países del CPTPP con quienes no tenemos un tratado de libre comercio vigente pasaron de 3.270 mmdd en 2016 a 3.216 mmdd en 2017, lo que representa una disminución de -1.7%.

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Importaciones

En 2017 las importaciones totales de México sumaron 420.369 mmdd, cifra 8.6% superior a la registrada en 2016.  De este total, 44.634 mmdd fueron importaciones provenientes de los países miembros del CPTPP, lo que equivale a 10.61% del total de importaciones, y es aquí donde podemos generar una primera observación relevante, ya que estamos entrando a un acuerdo comercial con naciones que son el destino de apenas el 5.36% de nuestras exportaciones, pero son el origen del 10.61% de nuestras compras.

 

En 2017 realizamos importaciones de Canadá por 9.787 mmdd, de Chile por 1.536 mmdd, de Perú 0.513 mmdd, de Australia 0.344 mmdd, de Nueva Zelanda 0.358 mmdd, de Malasia 7.887 mmdd, de Vietnam 4.615 mmdd, de Japón 18.184 mmdd, de Singapur 1.405 mmdd y de Brunei apenas 52 mil dólares. En cuanto a las tasas de variación de las importaciones mexicanas en 2017, tenemos que las originarias de Canadá subieron +1.6%,  de Chile +15.1%, de Perú cayeron -7.7%, de Australia se desplomaron -34.7%, de Nueva Zelanda retrocedieron -1.6%, de Malasia cayeron -3.4%, las que vienen de Vietnam subieron +15.0%, las de Japón subieron +2.4%, de Singapur +9.9% y de Brunei +477.8%.  Es así que el valor total de las importaciones de México provenientes de los países del CPTPP aumentaron 2.3% en 2017. Sin embargo, se debe mencionar que el valor de las importaciones desde los países del CPTPP con quienes no tenemos un tratado de libre comercio vigente pasaron de 14.344 mmdd en 2016 a 14.611 mmdd en 2017, lo que representa un aumento de 1.9%.

 

En este punto vale la pena hacer otra importante reflexión y contrastar que mientras que las exportaciones mexicanas a los países del CPTPP con los que no tenemos tratado de libre comercio vigente cayeron -1.7%, nuestras importaciones desde esas naciones crecieron 1.9%. Y para ilustrar la falta de reciprocidad comercial, se debe señalar que en 2017, mientras que nosotros les exportamos a estas naciones 3.217 mmdd, les compramos casi 4 veces más de lo que les vendemos, cifra que alcanzó 14.611 mmdd.

Imports CPTPP

Saldo de la balanza comercial

En el 2017 México registró un déficit en su balanza comercial total por -10.874 mmdd, cantidad 17.1% inferior al déficit de -13.125 mmdd registrado un año antes. No obstante lo anterior, nuestro déficit con las naciones del CPTPP sumó -22.666 mmdd en 2017, cifra 1.4% inferior al déficit observado en 2016. A nivel país tuvimos un superávit comercial con Canadá por +1.592 mmdd, clon Chile superávit de +0.267 mmdd, con Perú superávit de +0.997 mmdd, con Australia superávit de +0.845 mmdd, con Nueva Zelanda déficit de -0.245 mmdd, con Malasia déficit de -7.176 mmdd, con Vietnam déficit de -4.323 mmdd, con Japón déficit de -14.128 mmdd, con Singapur déficit de -0.500 mmdd y con Brunei superávit de +0.005 mmdd.

SBC CPTPP

Es importante señalar que con las naciones del CPTPP con las que no tenemos un acuerdo comercial vigente registramos un déficit comercial agregado de -11.395 mmdd en 2017, cifra 2.9% superior al déficit observado en 2016, cuando este sumó -11.073 mmdd. Esto nos lleva a una nueva reflexión y a cuestionarnos la conveniencia de que se haya firmado un acuerdo comercial con naciones con las que ya de por si tenemos un importante desequilibrio comercial, sobre todo porque la realidad es que Malasia y Vietnam, naciones con las que ya tenemos importantes desequilibrios comerciales, no hay grandes oportunidades de exportación, dado que éstas naciones pueden abastecerse a un costo más bajo de naciones como China.

 

Ante estas cifras, la posición de la Secretaría de Economía ha sido que estamos en el CPTPP porque es estratégico porque “en su panza” tiene un TLCAN, y de esta manera, si fracasa la renegociación con Estados Unidos y Canadá, sería más factible que una vez que termine su mandato el presidente Donald Trump, Estados Unidos regrese al CPTPP a que se vuelva a construir un TLCAN.

 

Pero este no puede ser considerado como un argumento válido ya que para muchas industrias hace más daño el estar en el CPTPP que quedarnos sin TLCAN. Y esto es algo que el Senado de la República debe valorar al analizar y votar si se aprueba el CPTPP. La realidad es que no se han hecho estudios serios y profesionales que digan que sectores se beneficiarían, y en que grado, del CPTPP y parece que la única razón por la cual le estaremos entregando nuestro mercado a naciones como Vietnam es por los funcionarios mexicanos que quieren pasar a la historia como impulsores del libre comercio.

 

Debe quedar claro que el CPTPP ocasionará un mayor deterioro de los niveles salariales en México, ya que industrias como la del vestido, textil y calzado (por citas sólo algunas) sufrirán por el crecimiento de las importaciones de naciones como Malasia y Vietnam. Estos países le harán daño a México porque, como quedaron redactadas las reglas de origen, se abastecerán de materia prima barata de China y elaborarán productos pagando a sus trabajadores sueldos que en promedio están 50% por debajo de lo que se paga en México. Esto aunado a los riesgos fundados de que se prestarán para realizar triangulación de productos no originarios buscando obtener preferencias arancelarias, aprovechándose de la ineficacia en la verificación de origen.

 

El CPTPP entrará en vigor una vez que 6 de sus 11 miembros lo hayan aprobado. Esperemos que el Senado de la República actúe con responsabilidad y analice bien los costos que este acuerdo tendrá en la producción y empleo en nuestro país.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

El CPTPP es una bomba de tiempo

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Miles de manifestantes en Australia y Nueva Zelanda han externado su rechazo al CPTPP

El pasado 24 de enero, 11 países de la Cuenca del Pacífico alcanzaron un acuerdo para firmar un resucitado Tratado Transpacífico (TPP), pero ahora con el nombre de Acuerdo Global y Progresivo para la Asociación Transpacífico (CPTPP por sus siglas en inglés). Este enorme tratado comercial, TPP, había sido casi olvidado después de que el año pasado, el presidente estadounidense Donald Trump, retiró a su país del mismo haciendo mención a preocupaciones por una eventual pérdida de empleos.

 

El CPTPP está programado para ser firmado el próximo 8 de marzo en Santiago, Chile, y no obstante lo anterior, el texto de este acuerdo apenas fue dado a conocer el pasado 21 de febrero a nivel mundial. De este texto revisado se desprende que no hay cambios en materia de reglas de origen (la determinación del porcentaje de contenido regional que un bien debe tener para gozar de preferencia arancelaria) y acceso a mercado (el periodo de desgravación o disminución de los aranceles).

 

Sin embargo, Patricia Ranald, de la Red Australiana de Libre Comercio e Inversión (AFTINET por sus siglas en inglés) ha señalado que en la nueva versión del acuerdo, hay nuevas disposiciones entre Vietnam y los otros países que debilitan las obligaciones en materia de derechos laborales. Ranald ha calificado al CPTPP como “un lío de acuerdos separados improvisados para resolver problemas planteados por Canadá y otros”. Esto es secundado por Steve Ciobo, Ministro de Comercio e Inversión de Australia, quien ha señalado que el CPTPP está conformado por 18 tratados de libre comercio.

 

El CPTPP también incluye nuevas disposiciones entre Canadá y los otros países en temas culturales, y nuevas disposiciones para el acceso de la industria automotriz entre Canadá, Japón, Malasia y Australia.

 

Por su parte, existen otras 20 disposiciones, que habían sido impulsadas por los Estados Unidos que han sido suspendidas en tanto dicho país no regrese al acuerdo. Entre éstas están muchas de las disposiciones más perjudiciales del acuerdo, tales como derechos de propiedad intelectual más estrictos para las corporaciones, las cuales habían sido aceptadas en su momento por los demás países como condición para ganar acceso al mercado estadounidense.

 

Sin embargo, este tema de la “suspensión” de las provisiones controversiales del CPTPP no es garantía de que éstas entren en efecto hasta que Estados Unidos se incorpore al acuerdo, ya que el artículo 2 del CPTPP señala que las suspensiones aplicaran “hasta que las partes estén de acuerdo en terminar la suspensión”. En otras palabras, nada fue realmente removido del TPP en el CPTPP.

 

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Los 11 países miembros del CPTPP

A este respecto Jack Burton de Open Source Industry Australia (OSIA) ha dicho que el CPTPP es “una bomba de tiempo” porque “nadie tiene idea de sí y cuando estas suspensiones serán reinstaladas. Si éstas algún día son reinstaladas tendremos una situación tan mala como si el TPP original hubiera entrado en efecto. Mientras tanto, tenemos algo aún peor: dos terceras partes de las restricciones originales propuestas del TPP relacionadas a anti-comercio y anti-innovación, además de una total incertidumbre sobre sí y cuando la otra tercera parte pueda ser resucitada”. En la industria, la incertidumbre arbitraria tiende a desmotivar el comercio de largo plazo y la inversión.

 

Aunado a lo anterior, la secrecía en las negociaciones ha sido denunciada por grupos de activistas anti-TPP desde el principio, y con el CPTPP no fue la excepción. Se dice que los gobiernos sólo dan a conocer información positiva sobre posible acceso a mercado generado por el acuerdo, pero el texto completo con los cambios no había estado disponible para el escrutinio público, sino a partir del 21 de febrero, 15 días antes de su firma.

 

Dado lo anterior, varios grupos de los países miembros del CPTPP (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur, Perú y Vietnam) están solicitándole a sus cuerpos legislativos que realicen una valoración independiente del acuerdo, así como de sus costos verdaderos.  Se han hecho llamados para que economistas independientes realicen modelos para determinar los impactos en cada país, dado que no se sabe cuántos empleos se crearán y se eliminaran con este acuerdo comercial; y es que hay un enorme riesgo de que se sacrificarán muchos empleos y la soberanía nacional en favor de las ganancias de las corporaciones multinacionales.

 

Ged Kearny, presidente del Consejo Australiano de Sindicatos Comerciales (ACTU) ha dicho que “los acuerdos comerciales como este son muestra del fallado experimento neoliberal que nos ha dejado con salarios estancados y la mayor inequidad de los últimos 70 años”.

 

Y como no va a ser así, si teniendo a Vietnam en el CPTPP estamos hablando de que habrá importaciones masivas por parte de México en sectores como textil, vestido y calzado (por mencionar sólo algunos), los cuales serán fabricados con materias primas baratas de China y serán ensambladas con mano de obra aún más barata de Vietnam. Es por esto que México debería abandonar la intensión de firmar el CPTPP y debería mejor enfocarse en implementar políticas públicas que mejoren los sueldos de los trabajadores mexicanos. ¿Cómo piensan que van a subir los sueldos en México enfrentando la competencia desleal por parte de países como Vietnam? De acuerdo al propio gobierno de Vietnam, el salario promedio en dicha nación es de 150 dólares al mes (https://www.vietnamonline.com/az/average-salary.html), lo cual equivale a 2,780 pesos, menos de la mitad de lo que es el salario promedio en México. Si a esto le agregamos que Vietnam sigue sin ser una economía de mercado, pues ya nos podemos imaginar lo que sucederá en México con nuestra planta productiva cuando las importaciones desde dicho país aceleren su tasa de crecimiento.

 

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En varios de los países miembros del CPTPP solicitan se haga una revisión profunda de los costos del acuerdo antes de una aprobación

Pero para terminar de complicar las cosas, el CPTPP aun contiene los peores elementos del TPP original como lo son las disposiciones para la resolución de controversias inversionista-estado (ISDS), las cuales le dan a las corporaciones el derecho a demandar a los gobiernos en tribunales especiales si ocurre un cambio en las leyes que les merme sus utilidades. Respecto a este asunto, la Comisión de las Naciones Unidas sobre Leyes de Comercio Internacional sostuvo reuniones el pasado noviembre para discutir sus preocupaciones respecto a ISDS y entre éstas estaban: el costo y duración de las disputas, el tema de las corporaciones que no pagan los costos si se falla en su contra, reclamos frívolos por parte de inversionistas, fallos inconsistentes, y falta de transparencia e imparcialidad de los árbitros.

 

Dado todo lo anterior y la obsolescencia de las reglas de origen ante la ausencia de Estados Unidos en el acuerdo, aunado a la enorme secrecía con la que se continuó el proceso de negociación del CPTPP, es que es fundamental que la Secretaría de Economía de México convoque a los sectores productivos a presentar los análisis de sus sensibilidades y sobre cómo les afectará de manera negativa el CPTPP.

 

En caso de que la Secretaría de Economía quiera justificar que no hará consultas porque ya se realizaron hace más de un año en el seno del Senado de la República, cuando se discutía el TPP, pues entonces se debe solicitar a los Senadores que actúen con responsabilidad y no aprueben un tratado comercial que será dañino para México; además de que debe quedar muy claro que no es lo mismo el TPP que el CPTPP, y por lo tanto se debe volver a escuchar a los sectores productivos en sus inquietudes ante la ausencia de Estados Unidos en este nuevo tratado comercial.

 

El ignorar esto por parte de la Secretaría de Economía y del Senado de la República tendrá importantes repercusiones en el proceso electoral mexicano, por la gigantesca molestia que se ocasionará en los sectores productivos nacionales. Es así que se debe explicar claramente primero que gana México con el CPTPP antes de cualquier aprobación, aunque ya sabemos que será muy difícil que encuentren alguna justificación técnica real.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*¨

alejandro@gaeap.com

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TLCAN sin avances sustanciales, CPTPP el nuevo riesgo

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Concluyó la Sexta Ronda de negociaciones del TLCAN con avances marginales, nada en los temas sustantivos

México está viviendo un momento de importantes definiciones en materia comercial. Por un lado tenemos la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y por el otro la inminente resurrección del Tratado Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) sin Estados Unidos, al cual se le ha denominado TPP-11 o bien CPTPP. En esta entrega quiero abordar el estatus que guardan ambos acuerdos comerciales.

 

Al momento de escribir estas líneas está a punto de concluir la sexta ronda de negociaciones para la modernización del TLCAN y podemos señalar que, a diferencia de las anteriores, ésta termina con un cierto optimismo por parte de los jefes negociadores de los tres países que conforman el bloque comercial. De acuerdo con una nota publicada el sábado 27 de enero en el portal de internet de Radio Canada International y titulada “NAFTA talks in Montreal end with glimmer of hope”, se destaca que Steve Verheul, el jefe negociador de Canadá dijo a los medios “Creo que fue una semana positiva, nos estamos moviendo en la dirección correcta pero aún falta mucho por avanzar”.

 

Este tono optimista contrasta con lo publicado unos días antes, cuando el jueves 25 de enero, varios medios reportaron que tres fuentes cercanas a la negociación del TLCAN dijeron que Estados Unidos se mantenía firme en sus demandas. Esto provocó que surgieran preguntas respecto a si se estaba dando algún movimiento real en la más reciente ronda de negociaciones. De hecho un funcionario hablando en condiciones de anonimidad dijo a Reuters: “Hemos traído flexibilidad, hemos traído ideas, pero el problema es que los Estados Unidos no se han movido ni una pulgada. Ellos dicen ´es mi propuesta o nada.´”

 

No obstante lo anterior, los funcionarios de los tres países admitieron que las intensas negociaciones programadas del 21 al 29 de enero en Montreal fueron más constructivas de lo que se esperaba y que los negociadores atendieron temas sensibles tales como la regla de origen para automóviles, la resolución de controversias, la cláusula de extinción del acuerdo cada cinco años (conocida como “sunset”); es decir todos los temas escabrosos que son considerados potenciales “pastillas envenenadas”.

 

Por su parte, un funcionario canadiense que habló en condiciones de anonimato dijo que los negociadores cerraron un capítulo sobre anticorrupción y que se lograron avances sustanciales en al menos otros seis capítulos. Además hay planes para que en los próximos dos meses se lleven a cabo nuevas rondas de negociación en la Ciudad de México y Washington, para seguir elaborando sobre lo que se construyó en Montreal.

 

No obstante lo anterior, todavía subsisten diferencias sustanciales en las posiciones de los tres países en temas tales como la resolución de controversias, capítulo laboral y la cláusula sunset que exige Estados Unidos. De hecho el portal de noticias canadiense NGNews señala en una nota del sábado 27 que “apenas si ha comenzado la negociación seria, ninguno de los tópicos duros se ha completado; otros elementos irritantes como productos lácteos apenas si han sido tocados; y los negociadores están esperando escuchar lo que siga el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, cuando atienda las negociaciones el lunes 29.”

 

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Quedan apenas ocho semanas, en el calendario oficial, para que concluya la renegociación del TLCAN

En este contexto es importante recordar que de acuerdo al calendario oficial de la renegociación, quedan apenas ocho semanas antes de que expire el tiempo para la renegociación, y el presidente estadounidense, Donald Trump se enfrentará en los próximos días a la decisión respecto a extender las negociaciones, pausar durante las elecciones nacionales en los Estados Unidos y México, o iniciar el proceso para la cancelación del TLCAN.

 

Por su parte, hay señales de que el cabildeo de México y Canadá, al contactar a diversos grupos de interés en Estados Unidos, están rindiendo frutos, ya que se percibe el apoyo en el Congreso estadounidense tanto por parte de legisladores republicanos como demócratas, quienes se han dado cuenta de que cancelar el TLCAN traerá más problemas a sus estados.  En este sentido, el sábado 27 se publicó una nota en la que se señala que un grupo de senadores del Partido Republicano le enviarán a Donald Trump una carta el 29 de enero (un día antes de su discurso del Estado de la Unión) diciéndole que debe conservar el TLCAN para seguir acrecentar las ganancias del mercado de valores y los logros económicos que el presidente dice que se han logrado gracias a su reforma fiscal.

 

Y mientras esto sucede con el TLCAN, los 11 países miembros del fallido TPP, anunciaron  el pasado 23 de enero que habían concluido de las discusiones de un acuerdo revisado, el cual se firmará el 8 de marzo en una ceremonia en Chile. Como lo he comentado desde este espacio, el TPP sin Estados Unidos pasará a denominarse, a partir de su firma, como CPTPP o Tratado Integral y Progresista para la Asociación Transpacífica.

 

Las naciones que formarán parte del CPTPP son Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam; y a través de diversos funcionarios se ha mencionado que se espera lograr mejoras comerciales y mayores accesos a los mercados participantes. Esto es especialmente importante porque este acuerdo comercial actualiza los términos de comercio entre Canadá y México, por lo que un eventual fracaso del TLCAN no obligaría a actualizarlo sólo para México y Canadá ya que el comercio entre ambas naciones se daría en el marco del CPTPP.

 

Fuera de esta ventaja, a juicio de muchos, el CPTPP representa un gran riesgo para múltiples industrias manufactureras mexicanas, así como para el sector agropecuario. Antes de abordar las razones por las cuales el CPTPP dañaría a productores mexicanos, vale la pena repasar algunos datos:

 

Los Estados Unidos se retiraron del TPP el 30 de enero de 2017, después de que el acuerdo se había concluido y firmado, sólo faltaba su ratificación e implementación por parte de cada país. Los países miembros del TPP representan aproximadamente el 40% del PIB mundial, pero sin Estados Unidos el CPTPP cubre el 13.6% del PIB mundial.

 

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El CPTPP sin Estados Unidos representa más amenazas que oportunidades para México

El CPTPP es un riesgo para México porque no cambia nada de lo estipulado por el TPP en materia de reglas de origen y acceso a mercado. Esto implica que naciones como Vietnam y Malasia tendrán acceso preferencial al mercado mexicano en muchos productos, pudiéndose abastecer de insumos chinos (China no forma parte del TPP), lo cual implica que tendrán menores costos de producción y desplazarán la producción nacional de muchos productos como calzado, textiles y ropa. ¿Existe posibilidad de que México se abastezca de insumos chinos para venderle a Vietnam y Malasia? Evidentemente no es un escenario con mucha probabilidad de ocurrencia.

 

Dada la urgencia y relevancia de este tema, en la Confederación de Cámaras Industriales de la República Mexicana (CONCAMIN) se ha tomado la decisión de crear una mesa de trabajo para analizar el impacto que tendría en la industria nacional la entrada en vigor del CPTPP. Sin embargo, existe el riesgo de que después del 8 de marzo vivamos en México un albazo legislativo y el Senado ratifique el CPTPP antes de que comiencen las campañas electorales y de que la industria nacional se pueda organizar para externar sus preocupaciones por el nuevo acuerdo comercial.

 

A manera de conclusión, vemos que en México seguiremos viviendo tiempos de intensidad en materia de negociaciones internacionales. Queda claro que aún falta resolver lo importante del TLCAN y que las negociaciones no concluirán pronto; y por parte del CPTPP se vuelve fundamental que la Secretaría de Economía escuche a los sectores productivos del país y no se enterquen en aprobar algo para México que será nocivo para la planta productiva nacional.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt