Después del susto financiero mundial del domingo 4 y el lunes 5 de este mes, mucho se ha escrito sobre los acontecimientos. Esta semana, los mercados han tenido que lidiar con preocupaciones visibles, como los decepcionantes resultados de las empresas tecnológicas, y con fuerzas menos visibles, como el repentino desmoronamiento de estrategias comerciales populares, como el carry trade del yen. Esta estrategia ampliamente utilizada implicaba pedir dinero prestado en un mercado con tasas de interés bajas (como Japón) e invertir en activos de mayor rendimiento en otros lugares. El reciente fortalecimiento del yen, junto con el aumento de las tasas de interés por parte del Banco de Japón, ha perturbado esta actividad, causando turbulencias en el mercado y posibles pérdidas para los inversores. La situación es precaria y requiere vigilancia e información para navegar.