La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés) de China, a veces denominada Nueva Ruta de la Seda, es uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos jamás concebidos. Fue lanzado en 2013 por el presidente chino Xi Jinping y consiste de un vasto conjunto de iniciativas de desarrollo e inversión concebidas originalmente para vincular a Asia Oriental con Europa a través de infraestructura física. En la década posterior, el proyecto se expandió a África, Oceanía y América Latina, ampliando significativamente la influencia económica y política de China en todo el mundo.

Algunos analistas ven el proyecto como una preocupante extensión del creciente poder de China y, a medida que los costos de muchos de los proyectos se han disparado, la oposición al BRI ha crecido en algunos países. Mientras tanto, Estados Unidos comparte la preocupación de que esta iniciativa podría ser un caballo de Troya para el desarrollo regional y la expansión militar liderados por China. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha mantenido la postura escéptica de sus predecesores hacia las acciones de Beijing, pero Washington ha tenido dificultades para ofrecer a los gobiernos participantes una alternativa económica más atractiva.

Como sabemos, China tiene motivaciones tanto geopolíticas como económicas detrás del BRI. Xi ha promovido una visión de una China más asertiva, incluso cuando los préstamos pendientes de pago que ha otorgado el país a otras naciones, han aumentado hasta el equivalente de más de una cuarta parte del PIB chino.

Para los analistas pro-China, la BRI es uno de los pilares de una forma de gobierno más audaz bajo Xi, junto con la estrategia de desarrollo económico Made in China 2025. Para Xi, el BRI sirve como respuesta a la iniciativa “pivote hacia Asia” lanzada por Estados Unidos por la Administración del presidente Obama, así como una forma para que China desarrolle nuevos vínculos comerciales, cultive mercados de exportación, impulse los ingresos chinos y exporte el exceso de capacidad productiva que tienen. Aunque como se ha documentado, mucho de esto se hace violando las reglas de la casi defunta Organización Mundial de Comercio (OMC)

“China ha tenido bastante éxito en rediseñar los mapas comerciales en todo el mundo, de manera que la coloquen en el centro y no a Estados Unidos o Europa”, dice David Sacks del CFR, un experto en las relaciones entre Estados Unidos y China.

En términos más generales, los líderes chinos están decididos a reestructurar su economía para evitar caer en la llamada trampa del ingreso medio. En este escenario, que ha afectado a cerca del 90% de los países de ingresos medios desde 1960, los salarios aumentan y la calidad de vida mejora a medida que aumenta la manufactura poco calificada, pero los países se ven imposibilitados a transitar hacía la producción de bienes y servicios de mayor valor.

Además, Beijing busca influencia geopolítica sobre los países de la BRI. Un estudio de 2021 analizó más de cien contratos de financiamiento de deuda que China firmó con gobiernos extranjeros y descubrió que los contratos a menudo contienen cláusulas que restringen la reestructuración con el grupo de 22 principales países acreedores conocido como el “Club de París”. China también suele conservar el derecho de exigir el reembolso en cualquier momento, lo que le da a Beijing la capacidad de utilizar el financiamiento como herramienta para presionar y alinear a los países en temas candentes como Taiwán o el trato a los uigures. En enero de 2022, Nicaragua se unió oficialmente a la BRI, un mes después de romper relaciones diplomáticas con Taiwán.

Hasta la fecha, 147 países (que representan dos tercios de la población mundial y el 40 por ciento del PIB global) han firmado proyectos en el marco de la BRI o han manifestado interés en hacerlo.

La expansión de la influencia de China por el mundo, en especial en Latinoamérica, es algo que tiene preocupado a Estados Unidos. En un artículo de John Haughey, publicado el 15 de marzo en el portal de Epoch Times y titulado “Las inversiones en el hemisferio occidental de la Franja y la Ruta tienen a China firmemente arraigada en el patio trasero de Estados Unidos”, se deja en claro cómo es que China se ha colado en lo que debería ser la zona de influencia natural de la potencia más grande del mundo.

El artículo de Haughey comienza mencionado que Estados Unidos ha estado tan concentrado en las preocupaciones de seguridad global que durante décadas ha pasado por alto invertir en las necesidades económicas y militares de su propio patio trasero.

Hasta la próxima

Pero ante la ausencia estadounidense en la región, China no lo ha dejado de hacer. Con su BRI, China se ha convertido en la mayor fuente de inversión en infraestructura de América del Sur y el segundo socio comercial, aumentando el comercio de 18 mil millones de dólares en 2002 a 450 mil millones de dólares en 2022.

Veinticinco de 31 países de América Central y del Sur han negociado inversiones en infraestructura de China, y 22 de esas naciones, más recientemente Honduras, han firmado formalmente el programa BRI.

El interés estratégico de China en la región se puede ver en su Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina que en 2022 ascendió a entre 7,000 y 10,000 millones de dólares, cifra que estuvo a la par o superó las inversiones de China en Estados Unidos y Europa.

Por su parte, entre 2005 y 2020, el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China han concedido un total de 138,000 millones de dólares en préstamos a varios países de América Latina y el Caribe, con requisitos para reembolsar cantidades adeudadas con materias primas como el petróleo, a través de la compra de productos chinos, o proporcionando acceso a industrias como las telecomunicaciones y la energía.

Las empresas chinas, ya sean propiedad del Partido Comunista Chino (PCCh) o subsidiadas por él, operan minas en México, Argentina, Perú y Venezuela; redes eléctricas en Perú y Chile; sistemas inalámbricos 5G en Costa Rica, Bolivia, Brasil y México (el 80% del equipo de telecomunicaciones de México lo proporcionan empresas chinas); instalaciones de lanzamiento espacial y rastreo de satélites en Argentina; y la embajada más grande del mundo en las Bahamas.

El Departamento de Estado de Estados Unidos estima que el comercio de China con las naciones latinoamericanas y las inversiones en el mar, el espacio, las telecomunicaciones, los minerales críticos y la energía igualarán a los de Estados Unidos en la región para 2035. Los vínculos militares de China con Venezuela, Cuba, Perú y Chile –que ahora incluyen visitas a puertos de buques de guerra y asesores técnicos chinos– madurarán hasta convertirse en acuerdos de bases navales dentro de una década.

China tiene, o planea construir o mejorar, 40 puertos en 16 países de América Latina y el Caribe sin restricciones al uso militar, incluso en ambos extremos del Canal de Panamá, donde empresas patrocinadas por el PCCh están pujando con Panamá para trabajar en el canal construido por los Estados Unidos.

El próximo otoño, el líder chino Xi Jinping estará en Perú para conmemorar la finalización de “un ‘megapuerto’ de 3,600 millones de dólares que fue financiado por China, construido por trabajadores chinos, y será propiedad de una empresa respaldada por el PCCh, además de que será operado por ella», recientemente dijo el presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el representante Mike Rogers (R-Ala.).

“Se utilizará para enviar cobre, litio y otros materiales críticos de América del Sur a China para promover su modernización militar”, dijo durante una audiencia del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes el 12 de marzo sobre los desafíos de seguridad nacional del hemisferio occidental.

Rogers lo llamó “el último esfuerzo de China para desplazar la influencia estadounidense y construir una huella estratégica en nuestro patio trasero”.

“Trampas de la deuda” y espionaje del PCCh

Como mayor prestamista bilateral del mundo, China enfrenta desafíos para lidiar con el sobreendeudamiento de algunos de sus prestatarios bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Que China pueda apoyar a esos deudores y evitar quedar atrapada con miles de millones de dólares en deudas en moratoria dependerá de sus decisiones políticas.

La BRI de China ha provocado críticas de partes del mundo occidental. Estados Unidos sigue preocupado de que el ascenso de China socave sus valores e intereses. La supuesta falta de transparencia y las costosas condiciones crediticias de la BRI han sido cuestiones centrales.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta también ha avivado cierta oposición, ya que para algunos países que contraen grandes cantidades de deuda para financiar mejoras de infraestructura, el dinero de la BRI se considera un posible cáliz envenenado.

China considera los proyectos BRI como un esfuerzo comercial, con préstamos cercanos a una tasa de interés de mercado que espera ser reembolsados en su totalidad. Sin embargo, algunas inversiones de la BRI han implicado procesos de licitación opacos y han requerido el uso de empresas chinas. Como resultado, los contratistas han inflado los costos, lo que ha provocado proyectos cancelados y reacciones políticas.

Desde que la pandemia de COVID-19, causada por el virus chino SARS-COV-2, y la invasión rusa de Ucrania sacudieron los mercados globales, un número cada vez mayor de países de bajos ingresos de la BRI han tenido dificultades para pagar los préstamos asociados con la iniciativa, lo que provocó una ola de crisis de deuda y nuevas críticas a la BRI. En Pakistán, por ejemplo, las importaciones necesarias para construir la infraestructura del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) contribuyeron a un creciente déficit presupuestario, que en última instancia derivó en un rescate por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Y en Ghana y Zambia, las altas cargas de deuda que consistían en parte en préstamos de la BRI llevaron a un incumplimiento soberano. Sin embargo, muchos países que se suman a la BRI tienen pocas alternativas.

La general del ejército Laura Richardson, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, dijo recientemente que la creciente presencia de China en Latinoamérica es un arma de doble filo para los países que aceptan financiamiento y otro tipo de asistencia del PCCh.

“Nuestros socios en el hemisferio occidental, con quienes estamos unidos por el comercio, los valores compartidos, las tradiciones democráticas y los lazos familiares, se ven cada vez más afectados por la interferencia y la coerción de China.

“La República Popular China ha explotado la confianza de las democracias en este hemisferio, utilizando esa confianza para robar secretos nacionales, propiedad intelectual e investigaciones relacionadas con la academia, la agricultura y la atención médica”, continuó.

“El alcance y la escala de este espionaje no tienen precedentes. A través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la República Popular China pretende acumular poder e influencia a expensas de las democracias del mundo”, añadió.

Richardson dijo que si bien es cierto que América Central y del Sur no han recibido la atención económica y de seguridad nacional por parte de Estados Unidos, que otras zonas si ienen, eso está cambiando.

«He aprendido que nuestra presencia es absolutamente importante», dijo, señalando que después de casi 20 años de «recibir menos del 50 por ciento» de sus necesidades de cooperación en materia de seguridad en el Hemisferio Occidental, ahora el Comando Sur de los EE. UU. está totalmente financiado y recibió fondos suplementarios adicionales en el Presupuesto de defensa para el año fiscal 2024.

La Sra. Richardson dijo que si bien el impulso «fue muy, muy útil, no podemos simplemente obtener un año de financiamiento adicional para cumplir con los requerimientos, y yo diría que nuestra presencia es absolutamente importante» y necesita ser financiada completamente en el Presupuesto de defensa del año fiscal 2025.

Con el financiamiento adicional, dijo, Estados Unidos ha intensificado los ejercicios militares y de respuesta de emergencia conjuntos con Chile, Argentina y Paraguay con “más compromiso que solo una visita una vez al año”.

“Esto realmente ha marcado una gran diferencia en términos de asociación, pero tenemos que estar ahí. Tenemos que tener buenos programas de cooperación en materia de seguridad; Tenemos que tener autoridades flexibles que [respondan a] las oportunidades [a medida que] se presenten porque sólo están abiertas por un corto período de tiempo”, añadió.

Denuncias de corrupción que involucran a empresas chinas en América Latina

De acuerdo con un estudio de Lexology, publicado en diciembre de 2023 y titulado “La inversión china en América Latina aumenta los riesgos de corrupción”, ha habido varios problemas que involucran a empresas chinas que tienen contratos en América Latina.

Las autoridades estadounidenses no están directamente involucradas, pero ciertamente las vigilan de cerca, y las empresas de la región deberían hacer lo mismo para comprender los riesgos que surgen de tales casos. A continuación se presenta una muestra:

Bolivia.- China Harbour Engineering Company Ltd. supuestamente pagó un soborno de 2.7 millones de dólares a cambio de ser favorecida en una apuesta por ganar un contrato de ampliación de la carretera Sucre-Yamparáez por 95 millones de dólares.

Los fiscales bolivianos han investigado activamente la presunta mala conducta desde septiembre de 2022, y ya se han realizado varios arrestos, incluido el de un funcionario de la autoridad de carreteras de Bolivia.

Ecuador.- En septiembre de 2022, las oficinas de Sinohydro Corp., una empresa hidroeléctrica estatal china, fueron registradas como parte de una investigación de soborno ecuatoriana dirigida a ex funcionarios del gobierno.

Sinohidro completó una planta hidroeléctrica multimillonaria en 2016: Coca Codo Sinclair, el proyecto hidroeléctrico más grande de Ecuador.

Los documentos supuestamente contenían evidencia de que Sinohydro pagó sobornos a amigos de funcionarios gubernamentales a través de compañías extraterritoriales en Panamá para ganar el contrato para el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair.

Venezuela.- En 2018, un tribunal superior andorrano determinó que las empresas chinas pagaron al menos 100 millones de dólares en sobornos a funcionarios venezolanos para conseguir un contrato para una instalación de producción de arroz que fue adjudicado a la china CAMC Engineering Co. Ltd.

Desde 2007, China ha invertido más de 50 mil millones de dólares en Venezuela, principalmente en forma de acuerdos de petróleo a cambio de préstamos. Muchos proyectos de desarrollo se han visto frenados debido a la corrupción, la mala gestión y la falta de supervisión, según quienes están familiarizados con los proyectos.

‘Pon nuestro dinero donde está nuestra boca’

Para tratar de contrarrestar la gran y creciente influencia de China en la región, en noviembre de 2023, el presidente Joe Biden dio la bienvenida a los líderes del hemisferio occidental a la Casa Blanca para la Cumbre inaugural de Líderes de la Asociación para la Prosperidad Económica de las Américas para discutir la migración, las cadenas de suministro y la inversión en infraestructura.

Asistieron primeros ministros, presidentes y ministros de Relaciones Exteriores de Canadá, Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Perú, Uruguay, México y Panamá.

Por su parte, Estados Unidos está desarrollando un programa con el Banco Interamericano de Desarrollo para ampliar el financiamiento de infraestructura con el lanzamiento de una plataforma de inversión a través de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos para invertir miles de millones en mejorar cadenas de suministro críticas, puertos modernos, redes de energía limpia, e infraestructura digital.

También el “Americas Partnership Accelerator” ayudará a los empresarios a desarrollar y financiar sus ideas de negocios y movilizar capital de riesgo de todo el mundo para nuevas empresas en la región, sostiene la administración Biden.

El representante Jan Kiggins de los Estados Unidos, ha dicho que si bien “el presupuesto de defensa siempre es inadecuado” para abordar todas las necesidades, es bueno “que nuevamente estemos priorizando esa financiación porque es muy importante que podamos poner nuestro dinero en donde está nuestra boca”

“Debemos utilizar todas las palancas disponibles para fortalecer nuestras asociaciones con las 28 democracias con ideas afines en este hemisferio que entienden el poder de trabajar juntas para contrarrestar estas amenazas compartidas”, continuó.

“Estados Unidos sigue siendo el socio de seguridad preferido y más confiable de la región.

Conclusiones

La enorme presencia de China en Latinoamérica y el Caribe, obedece en gran medida al abandono de Estados Unidos y a la falta de iniciativas atractivas para la región. Pero sin duda, la BRI es un caballo de Troya para la región y China sacará ventaja de aquellas naciones con las que firmen acuerdos.

Es verdad que la BRI podría generar una mayor conectividad y flujos comerciales y de inversión, lo que sería un gran impulso para estas economías. Sin embargo, los países de la región deben evaluar y mitigar con precisión las posibles desventajas, que van desde riesgos a nivel de proyecto hasta implicaciones fiscales y presión competitiva sobre las empresas locales. No hacerlo podría retrasar el desarrollo económico regional, especialmente si otras partes del mundo tienen más éxito en equilibrar las oportunidades y los riesgos de la BRI.

En el caso de México, el acercamiento con China puede ser demasiado costoso. El malestar estadounidense con nuestro país, por considerarlo la puerta trasera por donde China realiza sus exportaciones a Estados Unidos, así como la utilización de México como plataforma para la producción y exportación de automóviles a Estados Unidos, es algo que pondrá mucha presión cuando se revise el T-MEC en 2026.

Esto ya lo anticipó Katherine Tai, titular de la Representación Comercial de EU, hace un mes en su participación en el Brookings Institution, cuando identificó el comercio con China como un primer desafío que debería ser abordado por los socios. “La pieza de China no puede ser… exagerada…Va a ser -y ya lo es- un elemento realmente importante de tensión y preocupación que está surgiendo en esta relación comercial tan íntima que tenemos entre tres países”, mencionó en el evento.

Dado lo anterior, lo mejor es que México asuma una postura por demás conservadora con los chinos, si no quiere perder lo más por lo menos.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En X: @alejandrogomezt

4 comentarios

Deja un comentario

Descubre más desde Bienvenido a EconoMex, UN BLOG DE GAEAP...

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo