El regreso del super peso

Al momento de escribir estas líneas, el tipo de cambio se encuentra en un nivel de 17.97 pesos por dólar, su nivel más bajo desde el 26 de septiembre de 2017. En el comparativo del último año, no cabe duda de que el peso mexicano es una de las monedas más fuertes frente al dólar estadounidense, dentro del grupo de las diez monedas globales más intercambiadas. En el comparativo del promedio de los días que llevamos de marzo de 2023 respecto de marzo de 2022, tenemos que el dólar estadounidense está 1.83% más caro frente al dólar canadiense, está 6.33% más caro frente al euro, 22.62% más elevado frente al yen japonés, 9.83% más alto frente a la libra esterlina, 6.07% más barato respecto del franco suizo, 4.99% más caro frente al dólar australiano, 9.74% más caro respecto del dólar neozelandés, 15.29% más caro frente al won coreano y 5.90% más bajo respecto del peso mexicano. Queda claro pues, que en el último año, sólo el franco suizo y el peso mexicano se han apreciado frente al dólar estadounidense.

Si analizamos un periodo de tiempo más amplio, como del promedio de marzo de 2019 al promedio de marzo de 2023, vemos que sólo el peso mexicano se ha apreciado frente al dólar estadounidense, mismo que lo hizo en un 11.89%, tal y como se muestra en la siguiente tabla:

En teoría, el hecho de tener un super peso en este momento es una buena noticia para los consumidores mexicanos, quienes ahora podrán comprar productos importados más baratos. Claro, siempre y cuando los importadores trasladen un tipo de cambio más bajo a los precios de venta para el consumidor final, lo cual está supeditado a que haya la suficiente competencia en el mercado y consumidores informados, de lo contrario, la baja en el tipo de cambio que no se traduzca en disminución  de precios de productos importados, sólo servirá para ampliar los márgenes de utilidad de los importadores y comercializadores.

Donde si hay un impacto negativo innegable por tener un dólar por debajo de los 18 pesos, es en el sector exportador y en algunas ramas de la planta productiva nacional. Para los exportadores, sus precios de venta en dólares se han elevado, lo que merma su competitividad. Para ilustrar esto, pongamos un ejemplo sencillo. Si un par de zapatos costaba producirlos 400 pesos hace un año, eso significa que con un tipo de cambio de 20.545 pesos por dólar, su costo en dólares era de 19.47 dólares por par. Ahora, dada la inflación que hemos sufrido, el costo de producción en pesos es de 440 pesos por par, y a un tipo de cambio de 18.10 pesos por dólar, entonces el costo en dólares se ha elevado a 24.31 dólares por par. Es decir, por el efecto de la inflación interna y un menor tipo de cambio, el costo en dólares subió 24.84% en el último año, lo que sin duda es un duro golpe a la competitividad exportadora.

Es verdad que la baja del tipo de cambio puede ayudar a algunos fabricantes con la importación de ciertos insumos o bienes intermedios más baratos , aunque volvemos a lo mismo, es posible que los fabricantes de insumos nacionales se vean desplazados por fabricantes extranjeros.

Para el que fabrica bienes finales puede haber una afectación importante en la medida en que las grandes cadenas comerciales utilizan esta baja como argumento para exigirle a los fabricantes nacionales que bajen sus precios o serán reemplazados por proveedores extranjeros. Un producto que en marzo de 2022 costaba 20 dólares, tenía un costo en pesos de 410.90 pesos, si asumimos una inflación del 8%, ese producto ahora cuesta 21.60 dólares, pero al tipo de cambio actual son solo 391.00 pesos, por lo que el producto importado se volvió 4.84% más barato en el último año, a pesar de la inflación  internacional. De esta manera, un comercializador que vende productos importados y hechos en México, podría decirle a su proveedor nacional, que pese a la inflación del año pasado en México, necesita que le baje el precio 5% o de lo contrario le dejará de comprar.

Desde luego que también hay una afectación  para el turismo internacional, ya que con un dólar barato o un peso caro, para el turista nacional que puede, se vuelve más atractivo viajar al exterior, mientras que para el turista extranjero, México se ha vuelto caro por lo que tal vez será mejor ir a Europa, donde su moneda se ha debilitado frente al dólar, como vimos al principio de esta entrega.

Entonces queda claro que un dólar barato no es una buena noticia en todos los sentidos como nos lo quieren hacer creer.

Ahora, la pregunta más importante que muchos se hacen es ¿por qué se ha dado el fortalecimiento del peso estos últimos meses? ¿Hubo algún cambio en los fundamentales de la economía mexicana que justifique tal apreciación? La respuesta es no. Lo que explica buena parte de la fortaleza del peso mexicano es la importante alza en las tasas de interés y un cambio en la percepción de riesgo hacía nuestro país que ha provocado que los capitales golondrinos y especulativos hayan decidido regresar a México.

Las cifras oficiales dan cuenta de que no se debe a que nuestra economía esté en una posición de gran solidez de crecimiento económico, ya que en el cuarto trimestre de 2022 apenas recuperamos el nivel de PIB prepandemia, y pues tampoco se debe a que tengamos un superávit de cuenta corriente en la balanza de pagos.

Como ya lo mencioné, el peso ha estado fuerte básicamente por lo elevadas que están las tasas de interés en nuestro país. Y es que de las economías más importantes del mundo, la de México es la que paga las mayores tasas de interés, siendo la tasa objetivo del Banco de México de 11.00%. En la actualidad la tasa de interés de la zona euro es de 2.5%, en Malasia de 2.75%, en Suecia de 3.00%, en Australia de 3.35%, en Corea del Sur de 3.5%, en China de 3.65%, en Reino Unido de 4.00%, en Canadá de 4.5%, en Estados Unidos de 4.63%, en Arabia Saudita de 5.25%, en Indonesia de 5.75%, en Filipinas de 6.00%. en India de 6.5%, en Polonia de 6.75%, en Rusia de 7.5%, en Perú de 7.75% y en Turquía de 8.5%.

Queda claro que México es una buena alternativa para invertir, en bonos gubernamentales de corto plazo, un Cete a 28 días paga más del doble de lo que paga un bono del Tesoro de Estados Unidos a plazo de un mes (11.05% vs 4.75%). ¿Cómo no van a fluir los capitales hacía México con estos super rendimientos que estamos pagando, cuando la inflación en México es de 7.8% y en Estados Unidos de 6.5%?  Y más aún suma a la fortaleza del peso la expectativa de que las tasas de interés se mantendrán elevadas por mucho más tiempo.

En este contexto, la tasa de interés implícita anualizada que calculamos en GAEAP para los Cetes a 28 días está en un nivel de 11.67% para dentro de 91 días, de 12.10% para dentro de 175 días y de 11.39% para dentro de 693 días.  Esto implica que el mercado anticipa que el rendimiento de los Cetes a plazo de 28 días estará 1.05 puntos porcentuales más alto dentro de 6 meses y disminuirá paulatinamente sólo 0.70 puntos porcentuales hasta llegar a 11.39% en febrero de 2025.   

Si usted fuera un inversionista internacional y dados estos valores de tasa de interés ¿a usted en qué país le gustaría invertir? Desde luego que México es una alternativa atractiva, ya que aún conserva su calificación de deuda soberana en la categoría de “grado de inversión”. En una entrega anterior había explicado que aunque usted tuviera temor a un evento catastrófico en México, cualquier riesgo de la inversión por motivo de la depreciación del peso se puede cubrir comprando coberturas cambiarias, por lo que nuestro país sigue representando una magnifica alternativa para los inversionistas internacionales (claro a costa de los bolsillos de los mexicanos como veremos a continuación).

Estas elevadas tasas de interés, si bien ayudan a que baje el tipo de cambio porque son el imán que atrae capitales golondrinos, son también en parte causa de la perspectiva de desaceleración económica del país ya que afectan la inversión productiva. La contracción del sector construcción, la caída en la venta de automóviles y la disminución en la adquisición de maquinaria y equipo por parte de empresas, en buena medida es ocasionada por las fuertes alzas en la tasa de interés por parte del Banco de México, organismo que llevó su tasa de interés objetivo de 4.0% en la pandemia hasta el actual 11.00%. Y de igual manera, el hecho de que ahora familias, empresas y gobiernos en México paguen mucho más por sus créditos, es producto de la lucha contra la inflación.

Aunado a lo anteriormente mencionado, también se deben mencionar como factores que suman a la fortaleza del peso, el record histórico de recepción de remesas, mismas que sumaron 58.497 miles de millones de dólares en 2022. Y también ayuda mucho el que se haya concretado la atracción de la inversión de la planta automotriz de Tesla, ya que se genera una percepción más clara de que el gobierno federal es amigable con la inversión extranjera y que es capaz de asumir compromisos con este tipo de empresas. Con la decisión anunciada por Elon Musk, es verdad que muchas empresas van a voltear hacia México y con ello se pueden capitalizar más inversiones en este momento de nearshoring.

Un último punto para destacar es el relacionado a cuál debería ser el nivel de tipo de cambio idóneo o que tanto más podría baja el dólar. En este sentido, en GAEAP hicimos un sencillo ejercicio para calcular el tipo de cambio teórico de acuerdo a los diferenciales de inflación acumulados entre México y Estados Unidos de 1997 a la fecha. El tipo de cambio teórico en enero de 2023 resultó ser de 17.0391 pesos por dólar.

Fuente: Elaborado por GAEAP con datos de Pacific Exchange Rate Service, INEGI y Department of Labour Economics

Considero que las probabilidades de que veamos un dólar en ese precio son muy bajas, pero bueno, de alguna forma nos ilustra para saber que ese es el valor que “debería” tener un dólar.

A manera de conclusión podemos mencionar que un dólar tan barato seguro causará problemas para la industria nacional al dificultar las exportaciones y generar mayores importaciones, aunque habría que analizar caso por caso ya que no se descarta que haya industrias que podrían salir ganando de esta situación. Donde se ven las ganancias más claras es en el mercado de bienes de consumo que si podrían registrar una baja de precio siempre y cuando existan condiciones de competencia.

Sin embargo, debemos tener en claro que el regreso del super peso se debe principalmente a lo elevadas que están las tasa de interés en México, por lo que esta baja del tipo de cambio pudiera ser un episodio temporal en lo que se regulariza la política monetaria de la mayoría de países y regresamos a niveles de tasas más bajos. Finalmente, en los próximos meses en México estaremos adentrándonos más en temas políticos, veremos cual será el impacto que eso tiene en el tipo de cambio.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaedap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

¿La economía nacional está en crisis?

Las preguntas que muchos se hacen actualmente tienen que ver con la salud de la economía mexicana. En la semana que recién concluye se dieron a conocer dos notas importantes respecto de la disminución en las expectativas de crecimiento económico para este año. Primero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que su estimación de aumento del PIB de México para el 2022 era de apenas 2.8%, tasa 1.2 puntos más baja que la publicada en octubre de 2021. Posteriormente, salió el grupo financiero BBVA a decir que bajaba su pronóstico de crecimiento del PIB 2022 a 2.2%, tasa un punto porcentual por debajo del 3.2% estimada previamente, y agregó que México registra una recuperación “incompleta”, por debajo de otros países latinoamericanos.

Esto se da en un contexto en el que los datos de cierre 2021 de los principales indicadores económicos muestran un deterioro significativo, de manera que el año que recién concluyó habría cerrado con un desempeño muy por debajo del proyectado todavía hace un par de meses. Esto mientras que en Estados Unidos se acaba de informar que su PIB creció 5.7%, la tasa más alta desde la presidencia de Ronald Reagan. En el vecino del norte, el desempeño económico del cuarto trimestre fue particularmente robusto, con una tasa de incremento de 6.9 por ciento.  

Con esto en mente, en esta entrega analizamos los indicadores económicos más relevantes, que dan cuenta de cómo cerramos el 2021 y arrancamos el 2022.

Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE)

El IGAE es un índice que mide la evolución mensual de la economía y en ese mismo sentido, pues es lo más cercano a un PIB mensual. El INEGI acaba de dar a conocer los datos de este indicador durante noviembre de 2021 y vemos que en el acumulado de los primeros once meses de dicho año, la actividad económica total del país creció 5.2% respecto del 2020, pero se mantiene 3.7% debajo de su nivel de 2019. Como lo señalamos en la pasada entrega, los datos preliminares apuntan a que el IGAE cayó en diciembre, por lo que es posible que en un mes veamos que el saldo de todo el 2021 será de un crecimiento de aproximadamente 4.8 por ciento. Destaca que lo más probable es que en el comparativo del cuarto trimestre de 2020 al mismo trimestre de 2021, el crecimiento del IGAE bien pudo haber sido de 0.0 por ciento.

Al analizar la evolución del IGAE por tipo de actividad, vemos que en el acumulado de los primeros once meses de 2021, las primarias (agricultura, ganadería, etc.) están 6.9% arriba del 2020 y también están 3.1% por encima del nivel que tenían en 2019.

En cuanto a las actividades secundarias (industria), éstas se encuentran en 2021 en un nivel 6.9% superior al de 2020, pero aún están 4.3% debajo de 2019. Analizando con mayor detalle el desempeño de las actividades secundarias, vemos que la Minería va bien porque está 1.7% arriba del nivel de 2020 y también está 1.1% arriba del nivel de 2019; la actividad de electricidad, gas y agua va mal porque se encuentra en 2021 en un nivel 0.6% debajo del de 2020 y está 6.3% inferior al nivel de 2019; la construcción va muy mal porque si bien en 2021 está 7.7% por encima de 2020, todavía está 11.8% por debajo del nivel de actividad que tenía en 2019; y finalmente, las manufacturas van relativamente bien porque están en 2021 en un nivel 9.0% arriba del de 2020, aunque siguen 2.5% abajo del nivel de 2019.

Finalmente, en cuanto a las actividades terciarias (comercio y servicios), que han sido de las más golpeadas en la pandemia de Covid-19, éstas están en 2021 en un nivel 4.6% superior al de 2020, pero siguen 3.8% abajo del de 2019. Esto es muy relevante porque las actividades terciarias representan el 62.3% del valor agregado bruto generado por la economía.  

Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM)

Con relación al valor de la producción de la industria manufacturera, la EMIN nos arroja que, en términos nominales en el acumulado de los primeros once meses de 2021, ésta se encuentra 17.8% arriba del nivel de 2020 y también está 9.2% por encima del valor de 2019. Sin embargo, al analizar la evolución del valor de la producción en términos reales (ajustado por inflación), ésta creció 11.7% respecto al 2020 y se encuentra en el mismo nivel de 2019.  Es importante precisar que valor de la producción no es sinónimo de PIB, ya que éste último se refiere al valor agregado generado por la actividad, no sólo el valor de lo que se produce.

Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC)

Como se señaló líneas arriba, una actividad severamente golpeada desde que inició el actual sexenio del gobierno federal, es el sector construcción. La ENEC arroja que en términos reales, en los primeros once meses de 2021, el valor total de producción generado por las empresas constructoras se encuentra 0.3% abajo del nivel que tenía en 2020, pero está 20.4% por debajo del que tenía en 2019, y lo que es peor, se encuentra en un nivel 26.5% inferior al registrado en 2018.

El caso de la construcción en obras de edificación es aún más grave. Tenemos que en términos reales, en los primeros once meses de 2021, el valor de producción de las empresas constructoras se encuentra 6.1% por debajo del que tenía en 2020, es 29.0% inferior al que tenía en 2019 y está 31.8% por debajo del observado en los primeros once meses de 2018. Esto es gravísimo porque denota que el sector construcción en obras de edificación  ha perdido una tercera parte del negocio en los últimos tres años.

Encuestas sectoriales de comercio y servicios

En materia de comercio, la Encuesta Mensual de Empresas Comerciales (EMEC) de INEGI muestra que en los primeros once meses de 2021, los ingresos por suministro de bienes por parte del comercio al por mayor se encuentra 12.8% por arriba del nivel de 2020 y está 2.0% arriba del observado en 2019. Por su parte, los ingresos de los establecimientos comerciales al por menor se encuentran en 2021 en un nivel 8.0% por encima del observado en 2020, pero todavía están 2.3% debajo de los registrados en 2019. Los datos arrojan una recuperación importante del comercio en 2021, pero el problema es que este buen desempeño ha ayudado más a los fabricantes extranjeros que a los nacionales.

El Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior de INEGI, muestra que en el acumulado de los primeros diez meses de 2021, el consumo de bienes nacionales está 7.4% arriba del que tenía en 2020, pero está 2.1% abajo del observado en 2019. El problema es que el consumo de bienes importados está 25.1% arriba del nivel de 2020 y también está 5.1% por encima del nivel observado en 2019. Las estadísticas son claras en demostrar que la incipiente recuperación del comercio nacional ha beneficiado más (proporcionalmente hablando) a los fabricantes asiáticos.

En cuanto a los ingresos totales por suministro de servicios privados no financieros, éstos muestran que en el acumulado de los primeros once meses de 2021, éstos están 6.6% arriba del nivel de los mismos meses de 2020, pero siguen 12.3% por debajo del nivel observado en 2019. La pandemia ha golpeado fuerte al sector turismo y algunos otros servicios de apoyo a las empresas y vemos que están lejos de recuperarse.

Estadísticas de comercio exterior

Desde este espacio hemos comentado que el principal motor de recuperación de la economía nacional es el comercio exterior. El INEGI recién publicó que en todo 2021 el valor de las exportaciones de México sumó 494.224 miles de millones de dólares (mmdd), cesta es la cifra más alta de la historia y representa un incremento de 18.5% respecto a 2020 y un aumento de 7.3% en comparación del valor de 2019.  Lo negativo de las cifras de comercio exterior, es que las importaciones crecieron más rápido y sumaron en 2021 un valor de 505.715 mmdd, lo que implica un aumento de 32.0% respecto de 2020 y un aumento de 11.1% comparado con el valor de 2019. De esta manera, pasamos de tener un superávit de la balanza comercial de 5.362 mmdd en 2019 a uno de 34.013 mmdd en 2020 a tener un déficit de -11.491 mmdd en 2021. Es importante recalcar que hoy por hoy, las exportaciones son el principal motor de crecimiento de la economía nacional, aunque una estrategia de sustitución de importaciones le daría a la economía un impulso todavía mayor, como lo señalé hace un par de semanas.

Inversión  fija bruta

El último indicador que revisamos es el del índice de volumen físico de la inversión fija bruta (IFB), el cual mide los gastos de las empresas en bienes de capital, tales como maquinaria, equipo, herramientas y vehículos. Este indicador es muy importante ya que denota las posibilidades de crecimiento futuro de la economía nacional y de la productividad de ésta. En este sentido, los datos son muy negativos ya que el INEGI muestran que en el acumulado de los primeros diez meses de 2021, la IFB muestra un aumento de 10.7% comparado con 2020, pero aun se encuentra 10.4% por debajo del nivel que tenía en 2019, y lo que es peor, está 15.0% por debajo de lo observado en 2018. La inversión fija es un componente de la demanda agregada y los datos muestran que en nuestro país está totalmente deprimida.

Conclusiones

Los datos duros aquí presentados muestran que la economía nacional ha tenido un desempeño mediocre en 2021, y que hay sectores ampliamente golpeados como la construcción y los servicios. De igual manera, preocupa que buena parte de la incipiente recuperación  comercial esté sirviendo más para apoyar la demanda de productos importados, por encima de los nacionales. Vemos también que las posibilidades de crecer y ser más productivos en el mediano plazo han quedado severamente afectadas con niveles de inversión que denotan una destrucción neta de capital. La respuesta es que México si está en crisis en diversos sectores de actividad y componentes de la demanda agregada. Por eso hacen sentido los recortes de pronósticos por parte de analistas nacionales y extranjeros. Es una pena para el país.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt   

El comercio exterior es el principal motor de crecimiento económico

Mucho se ha dicho respecto de que el principal motor de crecimiento económico, desde el segundo semestre de 2020 y a lo largo de 2021, ha sido el sector externo, concretamente las exportaciones. En las pasadas entregas hemos comentado que de los componentes de la demanda agregada, en el comparativo del primer semestre de 2021 respecto del mismo semestre de 2020, el consumo privado de bienes y servicios nacionales muestra un aumento de 5.8%; mientras que la inversión fija bruta total presenta un incremento de 11.1%. No obstante estos aumentos, el consumo privado de bienes y servicios nacionales se encuentra 5.9% por debajo del nivel del primer semestre de 2019, mientras que la inversión fija bruta está 12.2% por debajo de lo observado en el primer semestre de 2019. Respecto del gasto neto del sector público presupuestario, las estadísticas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) muestran que en términos reales, entre el primer semestre de 2020 y el mismo semestre de 2021, éste creció 9.3% y que se encuentra 15.0% por encima del nivel del primer semestre de 2019. Pero no nos vayamos con la finta de datos preliminares del primer semestre, ya que al tomar en cuanta años completos vemos que entre 2019 y 2020 este gasto neto del sector público creció apenas 0.1% en términos reales.

Con lo anterior en mente, en esta entrega analizamos lo que está pasando con el sector externo y como contribuye a la recuperación económica nacional. Comenzamos haciendo un repaso de lo que sucedió en el periodo de 2019 a 2020, utilizando información de años completos; y posteriormente hacemos un análisis de lo sucedido en los primeros siete meses de 2021 respecto de los mismos meses de 2020. Este análisis se presenta primero para el volumen total de comercio (exportaciones, importaciones y saldo de la balanza comercial), y posteriormente se presenta la evolución de las diferentes actividades que conforman la industria manufacturera.

Comercio total de México 2019 – 2020

En el 2020 México realizó exportaciones totales de 416.999 miles de millones de dólares (mmdd), cifra que representó una disminución de -9.47% respecto de los 460.603 mmdd exportados en 2019. Por su parte, en cuanto a las importaciones totales, éstas sumaron 382.985 mmdd en 2020, cifra inferior en -15.87% a los 455.241 mmdd observados en 2019.  De esta manera, pasamos de tener un superávit en la balanza comercial de 5.362 mmdd en 2019 a uno de 34.013 mmdd en 2020, lo que implica un aumento del superávit de 534.34 por ciento.

El volumen de comercio exterior de México es enorme cuando lo relacionamos al tamaño de nuestra economía. En 2019 las exportaciones mexicanas sumaron el equivalente a 8.868 billones de pesos, mientras que las importaciones fueron de 8.765 billones de pesos. Es así que la suma de exportaciones e importaciones fue de 17.633 billones de pesos. Si tomamos en cuenta que el PIB nominal de México en 2019 sumó 24.453 billones de pesos, queda claro que en ese año las exportaciones representaron el 36.3% del PIB, las importaciones el 35.8%, mientras que la suma del comercio exterior fue de 72.1% del PIB. En el 2020 las exportaciones mexicanas tuvieron un valor equivalente a 8.882 billones de pesos, mientras que las importaciones sumaron 8.164 billones, por lo que la suma del comercio exterior fue de 17.047 billones de pesos. Si tomamos en consideración que el PIB nominal en 2020 fue de 23.073 billones de pesos, queda claro que en dicho año las exportaciones fueron equivalentes a 38.5% del PIB, las importaciones al 35.4% del PIB y la suma del comercio exterior fue de 72.1% del PIB.

Comercio total de México primeros siete meses de cada año 2019 – 2021

En el acumulado de los primeros siete meses de 2021 vemos que las exportaciones totales de México sumaron 276.994 mmdd, cifra que representa un incremento de 26.9% respecto de los mismos meses de 2020 y que también está 3.9% por encima de lo exportado en los primeros siete meses de 2019.  En materia de importaciones, la dinámica ha sido mayor, ya que éstas sumaron 279.962 mmdd en los primeros siete meses de 2021, cifra 33.2% superior a la observada en los primeros siete meses de 2020 y superior en 5.8% a la observada en los primeros siete meses de 2019.

Es así que derivado de la crisis económica de 2020 y la posterior recuperación de importaciones en 2021, es que pasamos de tener un superávit comercial de 1.945 mmdd en los primeros siete meses de 2019 a un superávit de 8.045 mmdd en los primeros siete meses de 2020 a tener un déficit de -2.968 mmdd en los primeros siete meses de 2021. Este importante aumento de importaciones puede tener dos componentes: 1. Varias de las importaciones son de insumos para la producción de exportaciones, por lo que serían positivas para la economía nacional; y 2. Si son importaciones que desplazan producción nacional, como muchas importaciones de bienes de consumo final, pues estas perjudican a la planta productiva nacional.

Ahora, para ilustrar el peso de las exportaciones e importaciones en el PIB de México en los primeros siete meses de 2021, tenemos que las exportaciones sumaron el equivalente a 5.582 billones de pesos, mientras que las importaciones fueron de 5.642 billones de pesos y la suma del comercio exterior de México de enero a julio de 2021 es de 11.225 billones de pesos. Si tomamos en consideración que el PIB nominal anual en el primer semestre del 2021 fue de 25.419 billones de pesos, tenemos que las exportaciones representan el 22.0% del PIB, las importaciones el 22.2% del PIB y la suma del comercio exterior es equivalente al 44.2% del PIB. Estos porcentajes evidentemente son más bajos que los  presentados líneas arriba, pero hay que tener en mente que corresponden únicamente a los primeros siete meses de 2021, por lo que la expectativa es de que al cierre de 2021 la suma de exportaciones e importaciones de México represente cerca del 75.0% del PIB mexicano.

Comercio manufacturas de México 2019 – 2020

En cuanto al comercio exterior de manufacturas, por pare de México, vemos que en 2020 las exportaciones sumaron 373.823 mmdd, cifra 9.0% inferior a la observada en 2019, cuando éstas sumaron 410.789 mmdd. Por su parte, las importaciones manufactureras sumaron 336.489 mmdd en 2020, cifra 14.3% más baja respecto de los 392.640 mmdd observados en 2019.  De esta manera, México pasó de tener un superávit manufacturero de 18.149 mmdd en 2019 a uno de 37.335 mmdd en 2020, lo que representó un incremento de 105.7%.

En 2020, las actividades manufactureras que más contribuyeron a generar el enorme superávit comercial fueron las siguientes (en paréntesis se indica el monto del superávit generado): Productos metálicos, maquinaria y equipo (78.400 mmdd); Alimentos, bebidas y tabaco (6.941 mmdd); Minerometalurgia (2.326 mmdd); y Fabricación de otros productos minerales no metálicos (1.247 mmdd). Ahora, a continuación se presentan las actividades manufactureras que registraron déficit en su balanza comercial en 2020 (en paréntesis se indica el monto de dicho déficit): Química (-16.444 mmdd); Productos plásticos y de caucho (-12.715 mmdd); Siderurgia (-8.478 mmdd); Otras industrias manufactureras (-5.611 mmdd); Papel, imprentas e industria editorial (-4.415 mmdd); Textiles, artículos de vestir e industria del cuero (-3.505 mmdd) e Industria de la madera (-0.412 mmdd)     

Comercio manufacturas  de México primeros siete meses de cada año 2019 – 2021

En cuanto al comercio exterior de manufacturas, por pare de México, vemos que en los primeros siete meses de 2021 las exportaciones sumaron 243.916 mmdd, cifra 26.0% superior a la observada en los primeros siete meses de 2020, cuando éstas sumaron 193.639 mmdd. Por su parte, las importaciones manufactureras sumaron 238.387 mmdd en 2021, cifra 29.8% más alta respecto de los 183.634 mmdd observados en los primeros siete meses de 2020.  De esta manera, México pasó de tener un superávit manufacturero de 10.005 mmdd en los primeros siete meses de 2020 a uno de 5.529 mmdd en los primeros siete meses de 2021, lo que representó un decremento de -44.7% en el valor del seuperavit comercial manufacturero.

En los primeros siete meses de 2021, las actividades manufactureras que más contribuyeron a generar el superávit comercial antes mencionado, fueron las siguientes (en paréntesis se indica el monto del superávit generado): Total productos metálicos, maquinaria y equipo (41.969 mmdd); Alimentos, bebidas y tabaco (3.787 mmdd); y Fabricación de otros productos minerales no metálicos (0.658 mmdd). Ahora, a continuación se presentan las actividades manufactureras que registraron déficit en su balanza comercial en el acumulado de los primeros siete meses de 2021 (en paréntesis se indica el monto de dicho déficit): Química (-12.614 mmdd); Productos plásticos y de caucho (-9.626 mmdd); Siderurgia (-8.268 mmdd); Otras industrias manufactureras (-4.461 mmdd); Papel, imprentas e industria editorial (-3.133 mmdd); Textiles, artículos de vestir e industria del cuero (-2.170 mmdd); Industria de la madera (-0.406 mmdd); y Minerometalurgia (-0.207 mmdd).

Conclusiones

Resulta evidente la dinámica exportadora de México es el principal motor de crecimiento económico de nuestro país. El hecho de que en los primeros siete meses de 2021 las exportaciones totales estén 26.9% por encima de lo observado en los primeros siete meses de 2020 y 3.9% superior a lo registrado en los primeros siete meses de 2019, aunado al enorme peso que tienen las exportaciones en el PIB, deja claro que esta actividad incide positivamente en el desempeño económico nacional. Sin embargo, no dejan de preocupar las importaciones que llegan al país y desplazan producción nacional. Como lo hemos señalado en otras entregas, la recuperación de la economía nacional debe ser en beneficio del empleo y producción mexicanos. Es importante que se cuide a la industria nacional de las prácticas de dumping que realizan diversos países, así como de las prácticas ilegales de comercio como el contrabando y la subvaluación de mercancías. El sector externo puede seguir siendo el principal motor de crecimiento del país, pero sin duda, se debe cuidar que las industrias nacionales sensibles no vayan a ser depredadas por las prácticas comerciales desleales e ilegales.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Exportaciones, el principal motor de crecimiento para las empresas

El año 2020 fue uno en el que el Producto Interno Bruto (PIB) de México cayó cerca de -9.0% (el dato oficial lo sabremos el 25 de febrero), cifra que hace ver a las pasadas crisis como asunto menor (en 1983 el PIB cayó -4.35%, en 1986 fue de -3.73%, en 1995 de -6.25% y en 2009 la caída fue de -5.28%). El colapso económico del año que acaba de terminar se dio por shocks de oferta y de demanda, y hablando de ésta última, es bien sabido que prácticamente todos los componentes de la demanda agregada del país se colapsaron. De acuerdo con cifras del INEGI, en el comparativo de los primeros nueve meses de 2020 respecto de los mismos meses de 2019 vemos que, en términos reales, el consumo privado presentó una caída de -11.5%, el consumo de gobierno creció 2.5%, la formación bruta de capital fijo (inversión) cayó -20.1%, la variación de existencias (inversión) disminuyó -12.4%, mientras que las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron -10.9%.

Como se puede apreciar, fuera del consumo de gobierno, en los primeros nueve meses de 2020, el componente de la demanda agregada del país que registró el desempeño “menos malo” fue el de exportaciones. Esto es muy relevante dado el enorme peso que tienen las ventas al exterior como proporción del PIB, siendo éste de 36.82% en los primeros tres trimestres de 2020. El dato pudiera parecer poco relevante, pero si consideramos que más de una tercera parte de lo que producimos depende del dinamismo económico del resto del mundo, pues las cosas adquieren otra perspectiva.

Es así que dada la importancia que tiene el comercio exterior para nuestro país, en esta entrega analizo las cifras de su desempeño en el acumulado a octubre de 2020, respecto a cómo se comportaron nuestras exportaciones e importaciones de mercancías en el comercio con las diversas zonas geográficas del mundo.

Exportaciones

En los primeros diez meses de 2020, las exportaciones de mercancías de México totalizaron 336.187 miles de millones de dólares (mmdd), cifra que representa una caída de -12.6% respecto a los 384.502 mmdd exportados en los primeros diez meses de 2019. De los 336.187 mmdd exportados, el 83.8% tuvo como destino las naciones de Norteamérica, el 4.4% fueron para las de Centro y Suramérica, el 5.5% para las de Europa, el 5.8% para las de Asia, el 0.2% para las de África el 0.3% para las de Oceanía y el restante 0.1% para países no identificados. Las cifras siguen evidenciando nuestra gigantesca dependencia respecto al desempeño del mercado estadounidense (de acuerdo con el Banco Mundial, el PIB de Estados Unidos habría caído -3.6% en 2020) no obstante que en los discursos de los sectores público y privado, se habla hasta el cansancio de la necesidad de hacer mayor uso de nuestra red de tratados comerciales y diversificar nuestras ventas al exterior.

Ahora, en cuanto a la evolución del valor (en dólares) de las exportaciones en el comparativo de los primeros diez meses de 2019 y los mismos meses de 2020, tenemos que las exportaciones de mercancías dirigidas a las naciones de Norteamérica cayeron -12.2%, las que van a los países de centro y Suramérica bajaron -20.8%, las que van a las de Europa bajaron -15.8%, las que van a las de Asia disminuyeron -7.3%, las que van a las de África bajaron -25.1%, y las que van a Oceanía retrocedieron -8.2%. Queda claro que el desempeño menos malo de nuestras exportaciones se dio en aquellas dirigidas a Asia, mientras que el peor desempeño ocurrió en aquellas que van a África (que realmente son poco significativas) y las que van a Centro y Suramérica.

Como se señaló líneas arriba, se debe destacar que la caída del PIB de Estados Unidos fue de apenas -3.6% y eso ayudó a que en el acumulado de los primeros diez meses de 2020 nuestras exportaciones de mercancías a Norteamérica hubieran caído sólo -12.2%. Es de esperarse que con las cifras finales de todo el 2020 veamos que la caída de exportaciones a totales haya sido de un -10.2% aproximadamente.

Importaciones

En los primeros diez meses de 2020 las importaciones de mercancías por parte de México sumaron 311.005 mmdd, cifra que implica una caída de -18.8% respecto de los 382.995 mmdd de importaciones registrados en los primeros diez meses de 2019. De los 311.0 mmdd de importaciones, el 45.9% tuvo como origen las naciones de Norteamérica, el 3.3% provinieron de los países de Centro y Suramérica, el 12.0% de las de Europa, el 38.2% de las de Asia, el 0.3% de las de África y el 0.2% de Oceanía.  De entrada llama la atención que mientras que Norteamérica es el destino del 83.8% de nuestras exportaciones, dicha región del mundo es el origen de apenas el 45.9% de nuestras compras del extranjero. En contraste, Asia es el destino del 5.8% de nuestras exportaciones, pero de esas naciones proviene el 38.2% de las mercancías que importamos.

Ahora, en cuanto a la evolución de las importaciones por región del mundo, primero debemos señalar que la caída de las importaciones mexicanas de -18.8% es producto de la severa contracción de la actividad económica en nuestro país. Si la actividad manufacturera se frena, cae la importación de materias primas y bienes intermedios, mientras que la pérdida de poder adquisitivo de la población ha provocado que caigan las importaciones de bienes de consumo final. En el comparativo de los primeros diez meses de 2019 y los mismos meses de 2020, tenemos que las importaciones de México desde Norteamérica cayeron -21.2%, las de Centro y Suramérica retrocedieron -18.7%, las de Europa cayeron -21.1%, las de Asia bajaron -14.9%, las originarias de África bajaron -21.5%, mientras que las que vienen de Oceanía bajaron -22.4%.

Es pertinente precisar que la caída de las importaciones, más allá de ser un síntoma de la recesión que vive nuestro país, tiene un efecto positivo para la recuperación económica de algunos sectores económicos en la medida en que esto implique que se consumen más productos hechos en México. Este es un tema que abordaré en otra entrega.

Saldo de la balanza comercial

Derivado de que las importaciones de México cayeron más de lo que disminuyeron nuestras exportaciones, es que en el periodo del comparativo de los primeros diez meses de 2019 a los mismos meses de 2020, nuestra posición en la balanza comercial mejoró con respecto a algunas regiones del mundo. Vemos que en los primeros diez meses de 2019 México registró un superávit en su balanza comercial total de 1.507 mmdd, mientras que en los primeros diez meses de 2020 dicho superávit aumentó hasta los 25.182 mmdd, lo que implica un aumento de 1,570.5%. Esto sin duda son buenas noticias para nuestras cuentas externas (y de hecho esto ayuda a la fortaleza relativa del peso frente al dólar), pero si debe quedar bien claro que este mayor superávit del 2020 no es producto de que estemos exportando más, sino que es el resultado de que nuestras importaciones cayeron más que nuestras exportaciones, lo que a su vez se debe a que la economía mexicana fue de las que más se contrajo en 2020.

En cuanto al saldo de la balanza comercial de México con las distintas regiones del mundo, tenemos que con Norteamérica pasamos de un superávit de 145.646 mmdd en los primeros diez meses de 2019 a uno de 143.294 mmdd en los mismos meses de 2020, lo que implica que dicho superávit se redujo en -1.6%. En relación a Centro y Suramérica, pasamos de un superávit de 5.771 mmdd en los primeros diez meses de 2019 a uno de 4.298 mmdd, lo que implica una disminución de -25.5% en el balance positivo que se venía observando.  Con respecto a Europa hubo una mejoría importante, ya que pasamos de un déficit de -25.412 mmdd en los primeros diez meses de 2019 a uno de -18.899 mmdd en los mismos meses de 2020, lo que significa que nuestro déficit con esa región del mundo bajó -25.6%.

La región con la que tuvimos la principal mejora en nuestra balanza comercial fue con Asia, ya que pasamos de tener un déficit de -118.662 mmdd en los primeros diez meses de 2019 a uno de -99.372 mmdd en los mismos meses de 2020. Esto significa que nuestro déficit con dicha región disminuyó en -16.3%, cifra equivalente a 19.291 mmdd menos de déficit. Respecto a África el déficit de México se mantuvo casi sin cambios en torno al medio millardo de dólares, mientras que con Oceanía nuestro superávit creció un poco al pasar de 327 millones de dólares (mdd) a 394 mdd.

Conclusiones

Lo que podemos concluir de todo esto es que en los primeros diez meses de 2020 las cuentas externas de México han mostrado un buen desempeño, pero esto se debe principalmente a que la fuerte crisis económica que vivimos ha frenado nuestras importaciones más de lo que se cayeron las exportaciones. Sin embargo las positivas perspectivas económicas para el PIB mundial y de los Estados Unidos en el 2021 (el Banco Mundial estima un crecimiento de 3.7% para el mundial y de 4.0% para nuestro vecino del norte) hacen pensar que el 2021 será un año de una importante recuperación de las ventas al exterior. Esto es muy importante, sobre todo cuando se considera que el mercado interno mexicano se recuperará a sus niveles precrisis hasta el 2023 en el mejor de los casos. Esto significa que las empresas que incursionen en los mercados de exportación son de las que más rápido se recuperarán. Es así pues, que la exportación puede ser el principal motor de crecimiento para las empresas manufactureras nacionales que hagan la tarea.

Alejandro Gómez Tamez*

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El único motor de crecimiento económico que tenemos

Desde este espacio hemos comentado que en la actualidad el único motor que puede impulsar la recuperación de la economía nacional es el sector externo, tanto por el lado de un aumento de las exportaciones, al igual que con la contracción de las importaciones. El resto de los componentes de la demanda agregada (consumo privado, inversión física y gasto público) se encuentran colapsados y no se ve ningún factor endógeno que pueda darles impulso. Es por ello que el aumentar las ventas al exterior e implementar una política de sustitución de importaciones, debería ser la prioridad para la planta productiva nacional.

Entre marzo y abril de este año se dio una fuerte caída de las exportaciones totales, ya que éstas pasaron de 38.343 miles de millones de dólares (mmdd) a apenas 23.385 mmd, lo que representa un retroceso de -39.0%. Las exportaciones mexicanas tocaron fondo en mayo cuando estas sumaron sólo 18.070 mmdd, pero desde entonces éstas se han venido recuperando hasta regresar a un nivel de 35.662 mmdd en el pasado mes de julio.  Sabemos que el camino hacia una recuperación plena de las exportaciones será largo, ya que en el acumulado de los primeros siete meses de 2020 se aprecia que el valor de éstas se encuentra 17.9% por debajo del observado en los mismos meses de 2019. Sin embargo, es de esperarse que en la medida en que se recupera la economía mundial, y en especial la de Estados Unidos, las exportaciones de México seguirán creciendo.

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En el mismo sentido, se debe destacar que como consecuencia de la caída en las exportaciones y de la crisis económica que vivimos en México, es que en observamos un comportamiento similar en el valor de las importaciones totales, las cuales pasaron de 35.007 mmdd en marzo de este año a apenas 21.592 mmdd en el pasado mes de mayo. Desde entonces las importaciones se han venido recuperando hasta sumar 29.864 mmdd en julio. De esta manera, tenemos que en el acumulado de los primeros siete meses de este año en comparación con los mismos meses de 2019, las importaciones presentan una contracción de 20.5%.

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Derivado de que el valor de las importaciones totales ha caído más que el de las exportaciones totales, es que pasamos de registrar un superávit comercial de 1.945 miles de millones de dólares (mmdd) en los primeros siete meses de 2019 a uno de 8.458 mmdd en los mismos meses de 2020. Este superávit comercial es sin duda un pequeño impulso para la economía nacional, aunque como veremos más adelante, no se ha traducido del todo en un impulso para el sector manufacturero nacional, ya que éste sector disminuyó el superávit comercial que venía presentando.

Con esto en mente, pasamos ahora a analizar cómo se ha comportado el comercio de las manufacturas en el comparativo del segundo trimestre de 2020 respecto del mismo trimestre de 2019.

Comercio exterior de manufacturas en el segundo trimestre de 2020

El rubro y el periodo de mayor afectación del comercio exterior es el de las manufacturas en el comparativo del segundo trimestre de 2020 respecto del mismo trimestre de 2019. Tenemos que de acuerdo con cifras del INEGI en el segundo trimestre de 2019 las exportaciones de manufacturas sumaron 106.069 mmdd, mientras que en el mismo trimestre de 2020 cayeron hasta los 62.102 mmdd, lo que implica una disminución de -38.6%. En cuanto a las importaciones de manufacturas, tenemos que éstas pasaron de 97.841 mmdd en el segundo trimestre de 2019 a 66.970 mmdd en el mismo trimestre de 2020, lo que implica una reducción de -31.6%. De esta manera, derivado de que en el sector manufacturero cayeron más las exportaciones que las importaciones, es que pasamos de tener un superávit comercial en la industria manufacturera de 8.228 mmdd en el segundo trimestre de 2019 a un déficit de -1.868 mmdd en el segundo trimestre de 2020.

No obstante lo anterior, cabe señalar que en el acumulado de los primeros seis meses de 2020 respecto de los mismos meses de 2019, vemos que las exportaciones manufactureras pasaron de 200.686 mmdd a 161.268 mmdd, lo que implica una caída de -19.6%; mientras que el valor de las importaciones manufactureras pasaron de 192.395 mmdd en el primer semestre de 2019 a 157.398 mmdd en los mismos meses de 2020, lo que representa una disminución de -18.2%. Dado lo anterior es que la industria manufacturera pasó de tener un superávit comercial de 8.290 mmdd en el primer semestre de 2019 a uno de 3.869 mmdd en los mismos meses de 2020, esto es un superávit 53.3% más pequeño.

X M Manufacturas

Entrando en los detalles de la parte de las exportaciones manufactureras, a continuación se presenta la evolución de cada rama de actividad (en paréntesis se menciona el porcentaje de variación en el periodo del segundo trimestre de 2020 respecto del mismo trimestre de 2019): Alimentos, bebidas y tabaco (-2.1%); Textiles, artículos de vestir e industria del cuero (-36.9%); Industria de la madera (-21.0%); Papel, imprentas e industria editorial (-2.4%); Química (-6.8%); Productos plásticos y de caucho (-31.6%); Fabricación de otros productos minerales no metálicos (-26.9%); Siderurgia (-20.2%); Minerometalurgia (-7.6%); Productos metálicos, maquinaria y equipo (-44.8%); y Otras industrias manufactureras (-27.0%).

Profundizando en el rubro de exportación de Productos metálicos, maquinaria y equipo, mismo que representó el 77.5% del valor total de las exportaciones manufactureras en el segundo trimestre de 2019, tenemos lo siguiente (en paréntesis se indica el porcentaje de variación en el periodo del segundo trimestre de 2020 y el mismo trimestre de 2019): Para la agricultura y ganadería (-38.6%);  Para transportes y comunicaciones (-66.3%); Maquinaria y equipo especial para industrias diversas (-21.3%); Productos metálicos de uso doméstico (-18.3%); Equipo profesional y científico (-25.6%); Equipo y aparatos eléctricos y electrónicos (-27.9%); y Aparatos de fotografía, óptica y relojería (-50.6%).

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Ahora, en cuanto al detalle de la evolución de las importaciones manufactureras, tenemos lo siguiente (en paréntesis se menciona el porcentaje de variación en el periodo del segundo trimestre de 2020 respecto del mismo trimestre de 2019): Alimentos, bebidas y tabaco (-17.1%); Textiles, artículos de vestir e industria del cuero (-34.9%); Industria de la madera (-31.0%); Papel, imprentas e industria editorial (-20.4%); Química (-11.9%); Productos plásticos y de caucho (-33.7%); Fabricación de otros productos minerales no metálicos (-33.8%); Siderurgia (-33.5%); Minerometalurgia (-39.9%); Productos metálicos, maquinaria y equipo (-33.2%); y Otras industrias manufactureras (-39.7%).

Profundizando en las importaciones del rubro de Productos metálicos, maquinaria y equipo, mismo que representó el 60.8% del valor total de las importaciones manufactureras en el segundo trimestre de 2019, tenemos lo siguiente (en paréntesis se indica el porcentaje de variación en el periodo del segundo trimestre de 2020 y el mismo trimestre de 2019): Para la agricultura y ganadería (-22.6%); Para transportes y comunicaciones (-58.0%); Maquinaria y equipo especial para industrias diversas (-22.3%);  Productos metálicos de uso doméstico (-23.3%); Equipo profesional y científico (-15.6%); Equipo y aparatos eléctricos y electrónicos (-27.5%); y Aparatos de fotografía, óptica y relojería (-58.5%).

Saldo de la balanza comercial de la industria manufacturera

Derivado de lo anteriormente expuesto, es que en el segundo trimestre de 2020 se presentan los siguientes saldos de la balanza comercial de las diferentes ramas de actividad de la industria manufacturera (en paréntesis se indica el monto de dicho saldo en dólares estadounidenses): Alimentos, bebidas y tabaco (+2.169 mmdd); Textiles, artículos de vestir e industria del cuero (-0.790 mmdd); Industria de la madera (-0.102 mmdd); Papel, imprentas e industria editorial (-1.037 mmdd);  Química (-3.817 mmdd); Productos plásticos y de caucho (-2.518 mmdd); Fabricación de otros productos minerales no metálicos (+0.231 mmdd); Siderurgia (-1.664 mmdd); Minerometalurgia (+0.860 mmdd); Productos metálicos, maquinaria y equipo (+5.630 mmdd) y Otras industrias manufactureras (-0.830 mmdd).

Profundizando en el saldo de la balanza comercial de la rama de Productos metálicos, maquinaria y equipo, tenemos lo siguiente: Para la agricultura y ganadería (-0.094 mmdd); Para transportes y comunicaciones (+6.990 mmdd); Maquinaria y equipo especial para industrias diversas (+1.250 mmdd); Productos metálicos de uso doméstico (+1.081 mmdd); Equipo profesional y científico (+0.558 mmdd); Equipo y aparatos eléctricos y electrónicos (-4.156 mmdd); y Aparatos de fotografía, óptica y relojería (+0.001).

Con estos datos queda claro, que a pesar del cierre de la actividad productiva en la mayor parte del segundo trimestre de 2020, la rama de actividad manufacturera de mejor desempeño en ese periodo fue la de Transportes y comunicaciones con un  superávit en su balanza comercial de +6.990 mmdd. Mientras que la rama de peor desempeño fue la de Equipo y aparatos eléctricos y electrónicos con un déficit de -4.156 mmdd.

Como se señaló líneas arriba, las exportaciones se han venido recuperando gradualmente y si bien cerraremos el 2020 con un nivel de ventas al exterior inferior al observado en 2019, el sector exportador tiene un enorme potencial de crecimiento en el 2021, lo cual convertirá a esta actividad en el principal, motor de crecimiento en los próximos años.

Factores que impulsarán el sector exportador en el corto y mediano plazos

Un factor que impulsa las exportaciones es el tipo de cambio, mismo que pasó de 19.12 pesos por dólar en el segundo trimestre de 2019 a 23.33 pesos por billete verde en el segundo trimestre de 2020, lo que implica que el dólar subió en 22.0%. En un contexto de baja inflación en México, esto es un importante impulso para el sector exportador, ya que los productos mexicanos se han  vuelto más baratos en los Estados Unidos, sobre todo si se compara con el hecho de que en el mismo periodo el tipo de cambio del yuan chino y el dólar estadounidense pasó de 6.82 yuanes por dólar a 7.09 yuanes por billete verde, lo que implica que para los chinos el dólar sólo de encareció en apenas 3.9%.

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La mayor depreciación del peso mexicano, sumado a que subsiste el conflicto comercial entre China y Estados Unidos, abre una magnífica oportunidad para que en la medida en que se recupera la economía de Estados Unidos, nuestro país pueda aumentar sus ventas a dicha nación. Es verdad que la economía de nuestro vecino del norte tardará un par de años en recuperarse al nivel que tenía en 2019, pero la realidad es que es un mercado tan grande que si México desplaza a China como proveedor de la mayoría de sus bienes manufacturados, nuestro país tiene posibilidades de aumentar sus exportaciones tan pronto como en 2021.

Finalmente, nos queda el tema de la implementación de una política de sustitución de importaciones. Este punto es fundamental para tener una recuperación económica más rápida ya que en la medida en que los fabricantes nacionales puedan producir lo que usualmente se importaba, aumentará el efecto multiplicador por cada peso gastado en productos hechos en México. Esto no es fácil y requiere un diálogo sólido entre fabricantes y sus proveedores, con el fin de que de manera conjunta se pueda trabajar en desarrollar la proveeduría que actualmente se trae del extranjero. Esto implica que haya certeza en las relaciones entre ambos grupos: que el proveedor sepa que si va a invertir en un desarrollo, los fabricantes locales se lo van a comprar, y que el fabricante sepa que va a contar con proveedores de calidad que con confiables en sus entregas. Finalmente, el encarecimiento del tipo de cambio es un factor adicional que apoya para que tengamos proveeduría local a precios competitivos, se puede aprovechar la coyuntura.

A manera de conclusión sólo queda agregar que la recuperación económica de México va a tardar muchos años, tal vez sea hasta el 2023 en el mejor de los casos, pero hay quienes la ubican hasta el 2025. Necesitamos encontrar maneras de que ésta sea más rápida. Ya sabemos que no contamos con el gobierno federal. Los empresarios debemos buscar los mercados alternos. No es fácil exportar, pero si se comienza con el proceso cuanto antes, más pronto llegaremos a donde queremos estar.

Alejandro Gómez Tamez*

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Nuestro superávit comercial con Estados Unidos se lo regalamos a Asia

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El debate comercial en México se ha centrado en el TLCAN, y se ha dejado de atender el tema de los déficits crónicos con las naciones asiáticas

Derivado de que el tema de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha absorbido buena parte de la discusión sobre asuntos comerciales internacionales, un asunto al que no se le ha prestado la debida atención es la evolución de nuestra relación comercial con otros importantes mercados como la Unión Europea y las naciones asiáticas.

 

Como es bien sabido, el presidente estadounidense ha criticado en incontables ocasiones al TLCAN por considerar que éste sólo beneficia a México. En esta entrega, confirmaremos de acuerdo con cifras oficiales que efectivamente México obtiene un gigantesco y creciente superávit comercial con Estados Unidos, pero que desafortunadamente nuestro país lo utiliza para financiar enormes déficits comerciales, en especial, con naciones asiáticas. Este no es un asunto transitorio o pasajero, sino que se ha convertido en un problema crónico que da sustento a las acusaciones de funcionarios estadounidenses en el sentido de que naciones asiáticas, en especial China, se benefician enormemente del TLCAN sin ser parte de él. A continuación se presenta la evidencia:

 

Exportaciones

De acuerdo con cifras del INEGI, en los primeros nueve meses de 2017 las exportaciones totales mexicanas sumaron 299.288 miles de millones de dólares (mmdd), lo que implica un incremento de 9.3% respecto a los mismos meses de 2016. Esta favorable evolución contrasta con la caída de 1.7% observada en el comparativo de 2015 a 2016 y responde principalmente al dinamismo industrial estadounidense.

 

A nivel región, el incremento de 9.3% en el valor de las exportaciones mexicanas es producto de una favorable evolución en las ventas a prácticamente todos los mercados, ya que las que tienen como destino los Estados Unidos crecieron 8.2%, las que van a la Unión Europea repuntaron 14.7%, mientras que las que son enviadas a las naciones asiáticas crecieron 25.7%; y dentro del total asiático las exportaciones a China crecieron 36.5%, las que van a Corea del Sur subieron 32.4% y las que van a Japón se elevaron 4.8%.

 

Cabe señalar que en los primeros nueve meses de 2017, el 80.3% del total de exportaciones mexicanas tuvieron como destino Estados Unidos, y son equivalentes a 240.343 mmdd; el 5.47% la Unión Europea, equivalentes a 16.371 mmdd; el 5.26% a Asia, equivalentes a 15.741 mmdd; y el restante 8.97% a otros mercados, equivalentes a 26.873 mmdd. Del total asiático el 1.65% de nuestras exportaciones van a China, cantidad que representa sólo 4.931 mmdd; el 0.79% van a Corea del Sur, y equivalen a 2.376 mmdd;  y el 0.93% a Japón, y representan 2.773 mmdd. Esto último cobra especial relevancia, ya que podemos ver en los primeros nueve meses de 2017 elevadas tasas de crecimiento de las exportaciones mexicanas a China y Corea del Sur, pero su participación dentro del total es muy bajo, lo que se traduce en incrementos nominales poco significativos.

Exports

Importaciones

Ahora, en cuanto a las importaciones totales por parte de México, vemos que en el periodo de los primeros nueve meses de 2016 a los mismos meses de 2017, éstas crecieron en 7.8%, al haber pasado de 286.101 mmdd a 308.339 mmdd. Este incremento contrasta con la caída que registraron éstas de -2.1% en el periodo de 2015 a 2016.

 

El aumento de 7.8% en las importaciones totales es producto de aumento en las importaciones provenientes de prácticamente todos los orígenes. Las que vienen de Estados Unidos subieron 8.0%, las de la Unión Europea 14.2%, mientras que las de las naciones asiáticas se incrementaron 6.2%. Dentro del total asiático, se debe destacar que las importaciones que provienen de China subieron 7.2%, las de Corea del Sur 16.4% y las de Japón 4.3%.

 

Se debe señalar que en los primeros nueve meses de 2017, el 46.3% de nuestras importaciones provienen de Estados Unidos, porcentaje equivalente a 142.878 mmdd; el 11.7% vienen de la Unión Europea, equivalentes a 36.214 mmdd; el 34.8% de Asia, las cuales representan 107.270 mmdd;  y el restante 7.2% de otras regiones, equivalentes a 21.977 mmdd. Del total asiático, el 17.4% de nuestras importaciones provienen de China, cifra que representa 53.803 mmdd; el 3.8% de Corea del Sur, que equivale a 11.643 mmdd; y el 4.4% de Japón, cantidad que representa 13.592 mmdd.

 

Al observar la participación relativa de las exportaciones y las importaciones de cada país respecto al total, queda claro con que países registramos superávits comerciales y con cuales déficits; y eso se detalla a continuación.

Imports

Saldo de la balanza comercial

En los primeros nueve meses de 2017, México registró un déficit en su balanza comercial de -9.051 mmdd, cifra menor en -26.4% comparada con el déficit comercial de -12.289 mmdd registrada en los primeros nueve meses de 2016. El déficit comercial de -9.051 mmdd, es producto de un superávit de 97.465 mmdd con los Estados Unidos, un déficit de -19.843 mmdd con la Unión Europea, un déficit de -91.528 mmdd con Asia, y un déficit de -22.957 mmdd con el resto del mundo. Estas cifras confirman lo que argumentábamos al principio de esta entrega en el sentido de que el creciente superávit comercial con Estados Unidos sirve principalmente para compensar el déficit comercial con las naciones asiáticas.

 

El problema de los déficits comerciales con las naciones asiáticas es un problema crónico. En los primeros nueve meses de 2012 éste ascendió a -70.625 mmdd, pero en los mismos meses de 2015 fue de -88.059 mmdd, en el mismo periodo de 2016 fue de -88.439 mmdd y ahora vemos que en los primeros nueve meses de 2017 ya suma -91.528 mmdd. Afortunadamente, en el mismo periodo el superávit comercial con Estados Unidos pasó de 76.545 mmdd en los primeros nueve meses de 2012 a los actuales 97.465 mmdd en los mismos meses de 2017, y con esta entrada de divisas compensamos los desequilibrios con Asia.

 

Del déficit comercial de -91.528 mmdd con las naciones asiáticas, cabe señalar que -48.871 mmdd son con China, -9.266 mmdd con Corea del Sur y -10.819 mmdd con Japón. De esta manera, estas tres naciones representan el 75.3% del déficit que tiene México con los países asiáticos, o bien, el déficit con estas tres naciones “se come” el 70.8% del superávit comercial que tenemos con los Estados Unidos.

 

Cabe señalas también que el déficit comercial con China también es un problema crónico, no obstante que las exportaciones mexicanas a dicha nación han aumentado de forma importante. En los primeros nueve meses de 2012 nuestro déficit comercial con China fue de -36.909 mmdd, para los mismos meses de 2016 fue de -48.030 mmdd y vemos que en los primeros nueve meses de 2017 ya es de -48.871 mmdd.

Saldo

La conclusión que uno puede obtener de todo esto es que parece que somos muy dependientes de nuestras exportaciones a Estados Unidos debido a que necesitamos financiar los gigantescos déficits con las naciones asiáticas, y en especial con China. Si lográramos abatir estos déficits, no nos afectaría tanto en nuestra balanza de pagos el perder algunas exportaciones a nuestro vecino del norte. Pero vemos que pasan los años y que las autoridades de la Secretaría de Economía y de Proméxico hicieron poco para lograr comenzar a nivelar nuestro comercio con Asia.

 

Tal vez con una renegociación exitosa del TLCAN que endurezca las reglas de origen para varios productos podría lograrse cerrarle la puerta a las crecientes importaciones provenientes de Asia. Y esto se podría lograr incentivando la producción nacional de aquellos bienes intermedios que actualmente traemos de Asia y que sirven de insumos para nuestras exportaciones a Estados Unidos.

 

Y otro punto que es muy importante para lograr mejorar nuestra balanza comercial con las naciones asiáticas es que se debe reforzar la lucha contra el contrabando y la subvaluación. En la medida en que las autoridades aduanales mexicanas tengan más herramientas para desechar valor cuando se pretendan importar mercancías claramente subvaluadas, lograremos disminuir el déficit comercial y tendremos una industria mucho más sólida.

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