Avanza la lucha contra la inflación, ¿qué esperar con las tasas de interés en 2023?

Más allá de la invasión de Rusia a Ucrania, el regreso a una vida “normal” después de la pandemia del virus chino de Covid-19, el año 2022 será recordado como el año en el que el mundo en su conjunto vivió la inflación de precios al consumidor más alta de los últimos 40 años (la más elevada de los últimos 22 años en el caso de México). Afortunadamente, para la mayoría de países, la inflación ha comenzado a ceder en los últimos meses. Entre los países que más han logrado bajar su tasa de inflación en el último mes, destacan: Holanda, que pasó de 14.3% a 9.9%; India, que pasó de 6.8% a 5.9%; Brasil, que pasó de 6.5% a 5.9%; y España de 7.3% a 6.8%.

Una parte de la explicación de la disminución de la tasa de inflación interanual en muchos países se encuentra en la implementación de políticas monetarias restrictivas, que se han traducido en mayores tasas de interés, en la mayoría de los países.  Si bien los aumentos en tasas de interés tienen efectos de mediano plazo, y no ayudan a estabilizar los precios de algunos bienes como los alimentos, si pueden servir para evitar un mayor deterioro de las expectativas de inflación.

Desde mi punto de vista, lo que más ha ayudado en la lucha contra la inflación es que el precio del barril de petróleo alcanzó un máximo en junio de este año y desde entonces ha venido disminuyendo hasta el punto en el que ahora en día su precio se encuentra en un nivel apenas por encima del de hace un año.  Las razones de la disminución del precio del petróleo son varias, pero destacan: 1. El lento crecimiento de la economía de China; 2. El hecho de que Rusia sigue vendiendo su petróleo (con un precio castigado); y 3. Las perspectivas de menor crecimiento económico o inclusive recesión, en la mayoría de las economías del mundo en 2023.

Otro factor que ha contribuido en la lucha contra la inflación es el hecho de que la mayoría de los precios internacionales de los alimentos han regresado a su nivel de hace un año, después de haber alcanzado un pico en marzo de este año. Tenemos que de acuerdo con el índice de precios de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), entre noviembre de 2021 y el mismo mes de 2022 el índice de precios de los alimentos registra un incremento de apenas 0.3% (cabe señalar que la inflación mensual interanual de alimentos, medida a través de este índice llegó a ser de 33.95% en marzo de este año y ha venido disminuyendo gradualmente desde entonces). No obstante lo anterior, cabe destacar que en noviembre de 2022, los precios de cárnicos, lácteos y cereales todavía se encuentran 4.1%, 9.2% y 6.3% por encima de su nivel de hace un año, respectivamente.    

En los Estados Unidos también van avanzando en su lucha contra la inflación. El martes 13 de diciembre, se publicó que la inflación interanual de noviembre bajó a 7.10% desde el 7.70% observado en octubre. Hubo mejoría en la mayoría de sus componentes agregados ya que la inflación de alimentos bajó de 10.90% a 10.60%, la de Energéticos disminuyó de 17.60% a 13.10%, mientras que la subyacente bajó de 6.30% a 6.00%.  Se debe destacar que las tasas de inflación general y subyacente siguen siendo inaceptables y es por ello que el Banco de la Reserva Federal (FED) realizó siete incrementos en su tasa de interés de fondos federales. En su reunión del 13 y 14 de diciembre el aumento de tasa fue de 0.50 puntos porcentuales, lo cual contrasta con los incrementos de 0.75 puntos porcentuales en las anteriores cuatro decisiones del Comité de Mercado Abierto de la FED.

De hecho, en su conferencia de prensa para el anunció de la decisión de política monetaria, el presidente de la FED, Jerome Powell, dejó en claro que las tasas de interés tendrán que subir más de lo proyectado previamente ya que la inflación se mantiene muy por encima de la meta. Esto derrumbó los mercados bursátiles los dos días posteriores.

En el caso de México, también se han registrado avances en materia de inflación general, apoyados principalmente en lo mencionado líneas arriba. Tenemos que durante noviembre de este año, la inflación interanual de precios al consumidor fue de 7.80%, tasa por debajo del 8.41% observado en octubre, ubicándose como la menor tasa inflacionaria desde mayo de 2022. El gran problema es que no obstante de que la inflación general fue menor, la tasa de inflación subyacente subió a 8.51% interanual, producto de que la inflación de mercancías aumentó a 11.28% y la de servicios subió a 5.35%.  En cuanto a la inflación de mercancías, destaca que la de alimentos procesados, bebidas y tabaco se mantiene muy elevada y fue de 14.08% en la segunda quincena de noviembre. En cuanto a la inflación no subyacente, ésta disminuyó a 5.73% interanual en noviembre, producto de que la de bienes agropecuarios se moderó a 8.89% interanual y la de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno fue de apenas 3.23%. 

En el caso de México, quiero insistir en la importancia del dato de inflación subyacente de 8.51%, ya que es una medida de la tendencia general de evolución de los precios, cuando se excluyen los elementos más volátiles del índice de precios. Este componente inflacionario resultó el más alto desde agosto del año 2000 y es lo que mantiene preocupada a la Junta de Gobierno del Banco de México.  Es por esta evolución que las perspectivas inflacionarias continúan muy deterioradas y por lo que continúan los apretones monetarios por parte del Banco de México.

Tras darse a conocer el dato de inflación general de 7.80%, el grupo financiero Citibanamex publicó que anticipa que la inflación general para el cierre de 2022 será de 8.6%, aunque con riesgos sesgados a la baja. Esto implica que se espera una escalada fuerte de precios en diciembre o un rebote de la inflación de 7.80% a 8.6%.  Citibanamex también ha mencionado que espera que la inflación sea de 4.8% al final de 2023.

La elevada inflación subyacente y las deterioradas expectativas de inflación para este año y el 2023, provocaron que la Junta de Gobierno del Banco de México anunciara el 15 de diciembre que decidió incrementar en 0.5 puntos porcentuales su tasa de interés objetivo a un nivel de 10.5%, aunque cabe destacar que al igual que en el caso de la FED, esto implica una moderación en el ritmo de incremento de las alzas. Así mismo, se debe destacar que el voto de los miembros de la Junta de Gobierno estuvo dividido, con el subgobernador Esquivel optando por un aumento de 0.25 puntos porcentuales. Ningún miembro votó por un alza de 0.75 puntos porcentuales, lo que india que el conjunto de los miembros apoya la moderación en el ritmo de alzas (fue de 75pb en noviembre).

Cabe destacar que junto con el comunicado de prensa emitido al respecto, el Banxico publicó ajustes moderados a sus trayectorias de inflación. Los ajustes más significativos fueron a los de inflación subyacente durante 2023, aunque se aprecia el optimismo del banco central con pronósticos por debajo de las expectativas de la mayoría de los analistas.

En su comunicado de prensa, el Banxico reitera que sigue anticipando que la inflación converja a la meta de 3% hasta el tercer trimestre de 2024. Sin embargo, el cumplimento de dicha expectativa esta sujeta a diversos riesgos. Al alza: i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; ii) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; iii) presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico; iv) depreciación cambiaria; y v) mayores presiones de costos. A la baja: i) una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; ii) una disminución en la intensidad del conflicto geopolítico; iii) un mejor funcionamiento de las cadenas de suministro; iv) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y v) un efecto mayor al previsto de las medidas del Gobierno Federal ante la carestía. El Banxico apunta que si bien algunos choques han dado señales de mitigación, el balance de riesgos en la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico sigue sesgado al alza.

La Junta también mencionó en su comunicado (y lo hace explícitamente) que será necesario incrementar la tasa de interés nuevamente en febrero de 2023, y que “hacia delante, valorará la necesidad de ajustes adicionales en la tasa de referencia” y su magnitud.  Para varios analistas, lo anterior abre la puerta para detener el ciclo de alzas a partir de marzo de 2023, con lo que se reafirmaría el pronóstico de una última alza de 0.25 puntos porcentuales en febrero para llevar la tasa objetivo a un nivel de 10.75%. Esta creencia está sustentada en la desaceleración del índice general de la inflación y sus sorpresas positivas recientes, la estabilización de las expectativas inflacionarias en la mayoría de las encuestas, el menor ritmo de incrementos en tasa de interés por parte de la FED de Estados Unidos, así como a la muy elevada tasa de interés real (10.50% en tasa de interés vs 7.80% en inflación).

Como conclusión de todo esto podemos mencionar que se han logrado avances en la lucha contra la inflación, pero tardaremos muchos meses más para volverla a ver en niveles aceptables para el Banco de México. Durante ese periodo, viviremos con elevadas tasas de interés, lo cual mermará la inversión productiva y el consumo, en detrimento de la actividad económica. Es posible que en 2023 México se libre de una recesión, pero sin duda será un año de menor crecimiento económico, lo que dará como resultado que al quinto año del actual sexenio, el saldo de crecimiento sea cero, el peor desempeño económico desde la década de los ochenta.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

Las tendencias tecnológicas 2023: ojos en el cielo, pies firmes en la tierra

Los negocios que existen hoy, que quieran sobrevivir hacía el futuro, obligadamente deben incorporar tecnología cada vez más sofisticada en sus procesos productivos y de diseño, la forma como gestionan su cadena de suministro, la manera como llegan a sus clientes y cómo gestionan millones de datos que reciben para convertirlos en información para su toma de decisiones. Literalmente, nadie se puede sentir a salvo pensando que está en una actividad económica ajena a los avances tecnológicos.

Hace unos días observaba una imagen de 2010 en la que se ve a un camarógrafo en un helicóptero de algún noticiero, filmando no sé que cosa. El asunto es que con los avances tecnológicos, en tan sólo 10 años, tanto el camarógrafo como el piloto del helicóptero perdieron su empleo. Ambos fueron reemplazados por un simple dron.

Este es un ejemplo sencillo de cómo los avances tecnológicos nos obligan a mantenernos actualizados, y si los mantenemos fuera de nuestras empresas, nos pueden hacer que nos volvamos obsoletos en unos cuantos años. Ahora el cambio es mucho más rápido y pronunciado. La disrupción económica tras la crisis del Covid-19, continúa cambiando las estrategias comerciales y tecnológicas, desde luego que las empresas querrán aprovechar las lecciones que ofrecen las tecnologías de información (TI) del pasado para construir en el presente las estrategias de tecnología avanzada que sean compatibles con lo que se espera para el futuro.

Con esto en mente, en esta entrega quiero hacer mención de un artículo de Mike Bechtel y Bill Briggs respecto al recientemente publicado decimocuarto informe anual Tech Trends de la firma consultora Deloitte. Mike Bechtel es el director gerente y futurista en jefe y Bill Briggs es el director general y director de tecnología global, ambos de Deloitte Consulting LLP.

El reporte fue publicado la semana que recién concluye y explora la continua evolución de las fuerzas fundamentales de las TIs y otras áreas tecnológicas, las cuales se espera que sean la punta de lanza de la innovación empresarial en los próximos años. Son tecnologías y enfoques que se convertirán en la norma dentro de 18 a 24 meses y proyectos hacia dónde podrían dirigirse las próximas tendencias durante la próxima década.

Deloitte Tech Trends 2023

El informe de Deloitte identifica los avances en seis fuerzas macro como consecuencia de la transformación empresarial y también explora las posibilidades de seis disciplinas emergentes que representan aplicaciones empresariales potencialmente transformadoras, mismas que ya se encuentran en el horizonte tecnológico.

Tres eternidades perdurables

Pioneras e innovadoras, estas tendencias se centran en los avances en materia de interacción, información y computación, y se enfocan en cómo la confianza influye en el riesgo empresarial, la interacción hombre-computadora y la integridad de los datos. Se explican a continuación:

A través de la pantalla: Internet inmersivo para la empresa. Durante una generación, la conexión con el mundo digital se ha realizado a través de una serie cada vez más pequeña de pantallas rectangulares, pasamos de la pantalla de la computadora a la del celular. Ahora, el paradigma está cambiando nuevamente y nos movemos hacia interfaces que llevan a los usuarios más allá del cristal y hacia experiencias virtuales inmersivas, incluido el mundo digital conocido como metaverso. En los próximos dos años, las interfaces tangibles, conversacionales y virtuales probablemente continuarán pasando de tecnología de prueba a juguetes y luego a herramientas empresariales. Mientras que algunas empresas crean modelos comerciales lucrativos en torno a las capacidades únicas que ofrece una “realidad ilimitada”, otras brindarán entornos inmersivos para que los empleados optimicen las operaciones, colaboren y aprendan.

Apertura a la Inteligencia Artificial (IA): aprender a confiar en nuestros colegas de la IA. Con las herramientas de IA cada vez más estandarizadas y comercializadas, pocas empresas pueden obtener verdaderas ganancias competitivas al elaborar un mejor algoritmo. En cambio, lo que probablemente diferenciará a las empresas verdaderamente impulsadas por la IA respecto de su competencia será la solidez con la que utiliza la IA en todos sus procesos. El elemento clave aquí, que se ha desarrollado mucho más lentamente que la tecnología de aprendizaje automático es la confianza en la IA. A medida que las máquinas realizan más y más tareas similares a las humanas que van más allá del cálculo numérico básico, y entran en el ámbito del discernimiento y la toma de decisiones a través de la IA, el mundo empresarial tiene que desarrollar una nueva comprensión de lo que significa confiar en las máquinas.

Por encima de las nubes: domar el caos de la multinube. Para simplificar la gestión de múltiples nubes para el almacenamiento de datos y cómputo, algunas empresas están comenzando a recurrir a una capa de abstracción y automatización que se encuentra por encima de la floreciente multinube. Conocida alternativamente como metanube o supernube, esta familia de herramientas y técnicas puede ayudar a superar la complejidad de los entornos multinube al proporcionar acceso a servicios comunes como almacenamiento y computación, IA, datos, seguridad, operaciones, gobierno corporativo  y desarrollo e implementación de aplicaciones. Metacloud ofrece un único panel de control para las organizaciones que se sienten abrumadas por la complejidad de las múltiples nubes con las que trabajan.

Tres fuerzas fundamentales

Estas tendencias se centran en las fuerzas macro que mueven al negocio de la tecnología, la cibernética y la confianza, así como la modernización central, a medida que las organizaciones buscan lo que sigue:

Flexibilidad, la mejor habilidad: reinventar la fuerza laboral tecnológica. En el último año, muchas organizaciones se han involucrado en una competencia feroz compitiendo por una oferta limitada de talento tecnológico. Sin embargo, dado que las habilidades técnicas se vuelven obsoletas cada dos años, la contratación para cubrir las necesidades actuales no es una estrategia ganadora a largo plazo. En lugar de competir por la escasez de talento, los líderes inteligentes consideran un marco de abundancia, en el que el talento tecnológico con el que uno cuenta se puede crecer, crear y cultivar. Las empresas deben estar preparadas para evitar las ortodoxias de TI y premiar la flexibilidad como la mejor habilidad deseable. Al construir una organización basada en habilidades, aprovechar fuentes creativas para encontrar talento y brindar una experiencia de talento convincente, las empresas pueden cumplir sus objetivos de requisitos de talento.

En nosotros confiamos: Arquitecturas y ecosistemas descentralizados. Los ecosistemas impulsados ​​por blockchain se están volviendo clave no solo para desarrollar y monetizar activos digitales, sino también para crear confianza digital en cuestiones tan elementales como la rastreabilidad de insumos y productos. A medida que las organizaciones comienzan a comprender la utilidad del blockchain, se dan cuenta de que generar confianza entre las partes interesadas podría ser uno de sus principales beneficios. Desde las aplicaciones empresariales cotidianas hasta los modelos comerciales nativos de blockchain, las arquitecturas y los ecosistemas habilitados para blockchain fortalecen la confianza entre partes que no se conocen. La confianza no la colocan en una sola persona u organización, sino que la distribuyen entre la comunidad de usuarios. Además, las organizaciones pueden consolidar su credibilidad ayudando a reinventar una Internet más descentralizada, Web3, en la que una versión única e inmutable de la verdad se basa en cadenas de bloques públicas que son inviolables.

Conectar y ampliar: la modernización de los servidores de datos (mainframe) avanza a pasos agigantados. En lugar de eliminar y reemplazar los sistemas centrales heredados, las empresas buscan cada vez más llevarlos a la era moderna conectándolos y extendiéndolos con tecnologías emergentes. A través de enfoques probados y efectivos para la modernización de sistemas heredados, las empresas están aprovechando elementos como los mainframes y sus valiosos, datos para impulsar la transformación digital. Las soluciones de middleware (software que brinda servicios y funciones comunes a las aplicaciones, además de ofrecer el sistema operativo) impulsadas por IA, las aplicaciones de microservicios avanzados y las interfaces de usuario renovadas brindan a las organizaciones una combinación poderosa que aprovecha la funcionalidad confiable de los sistemas heredados y las capacidades expandidas de las tecnologías emergentes.

Ampliando la apertura: de InfoTech a xTech

Históricamente, para el público empresarial, “tecnología” ha servido como abreviatura de tecnología de la información. Pero separada y distinta de la TI empresarial, hay un conjunto extendido de tecnologías, o también llamadas xTech, que están en el horizonte; y dado su surgimiento e importancia, continuar enfocándose únicamente en TI sería ignorar un amplio espectro de otras aplicaciones para los negocios, que son potencialmente transformadoras y se encuentran en el horizonte tecnológico próximo.

Arraigadas en las ciencias formales, naturales y sociales, estas áreas académicas y de investigación rebosan de actividad con miles de patentes, así como startups, madurez y avances tecnológicos, inversiones académicas y de becas, y financiación de capital de riesgo. Y están atrayendo a los mejores y más brillantes talentos.

A manera de conclusión, simplemente quiero mencionar que se anticipa que estas seis disciplinas tecnológicas emergentes eventualmente rivalizarán con las TIs en su impacto en la innovación comercial: ingeniería espacial y aeronáutica; ingeniería celular y biomolecular; aplicaciones e interfaces del sistema nervioso y del cerebro; tecnologías climáticas, de sustentabilidad y ambientales; robótica autónoma y de precisión; y tecnologías de potencia, energía y baterías.

Si bien es un tema técnico, es obligado para las empresas entender lo que está sucediendo en el mundo e incorporar estas tecnologías. Debemos recordar que en este nuevo mundo ya no aplica la máxima de que el pez grande se como al chico, sino que el pez rápido se come al lento, y no hay manera de que haya un pez rápido que no tenga incorporada la última tecnología.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt

El precio final de las criptomonedas podría ser cero

Después del colapso de la casa de cambio de criptomonedas FTX, y toda la basura que ha salido posteriormente en el sentido del enorme desorden y falta de cualquier control en dicha empresa, se han incrementado las sospechas de que la mayoría de las compañías relacionadas al mundo cripto son un desastre administrativo y contable. Estas empresas carecen de un marco regulatorio que les obligue al orden y a no engañar prometiendo rendimientos que no pueden cumplir, los cuales actúan como gancho para atraer a inocentes desinformados en búsqueda de una ganancia fácil y rápida.

Pero su desorden no es nada en comparación del gigantesco fraude de apalancamiento sobre el cual se construyeron las super valuaciones de todo tipo de criptomonedas y con ello uno de los fraudes más grandes de este siglo. Todo esto ha ido saliendo a la luz pública tras la caída de FTX, aunque muchos ya lo sabíamos, lo que ha ocasionado una enorme pérdida de confianza en el público inversionista potencial y en los grandes inversores institucionales. Pero al final, lo más importante es el hecho de que las criptomonedas carecen de cualquier activo físico que respalde su “valor”, lo cual podría arrastrar a las criptomonedas a un valor ínfimo en un futuro no muy distante. 

En este sentido, en un artículo de Andy Kessler, publicado en el Wall Street Journal, el autor advierte que el precio de las criptomonedas podría llegar a cero dado que ningún prestamista cuerdo otorgaría crédito a ninguna persona o empresa que esté respaldada por activos que carecen de cualquier garantía subyacente (como es el caso de las criptomonedas). Esto se ha más que evidenciado después del derrumbe de FTX.

El autor comienza mencionando que en el mundo real no hay muchas compras apalancadas de empresas de tecnología, y esto se debe a una buena razón: La tecnología y la deuda, como la bebida Red Bull y la leche, no se mezclan. ¿Por qué? Porque cuando la tecnología funciona, tiene valoraciones muy altas. Pero cuando una empresa se queda rezagada y la tecnología pasa a la siguiente gran novedad, pues no queda mucho valor residual de la empresa en forma de activos y garantías a los cuales recurrir en caso de impago de la deuda. FTX, Elon Musk y SoftBank están aprendiendo esta lección.

El analista financiero Andy Kessler

Twitter, que obtuvo ganancias por última vez en 2019, ahora tiene que pagar $1 mil millones de dólares al año por concepto de su deuda. Wall Street no puede deshacerse de la deuda de recompra de Twitter, ahora valuada en tal vez unos 60 centavos por dólar, sin perder dinero. Musk incluso le ha dicho a sus  empleados que “la bancarrota no está descartada”. Por supuesto, Musk se ha beneficiado de la venta de sus propias acciones de Tesla altamente valoradas (aunque en declive). Como Jefe máximo de Twitter, Musk proclama que su plataforma operará bajo los principios de libertad de expresión, pero ante la amenaza de que Twitter sea aún más el mundo de las noticias falsas o “fake news”, es que los anunciantes están huyendo al igual que los empleados. Aquí el punto es que si Twitter fracasa e incumple sus compromisos de deuda, lo único que quedará de la compañía es un código envejecido y algunos pájaros azules de plástico para vender en una subasta. Por eso las empresas tecnológicas son tan riesgosas al dar financiamiento.

Ahora, el nuevo modelo de mezcla tóxica de tecnología y deuda es el ex CEO de FTX, Sam Bankman-Fried, con sus mal logrados imperios (el propio FTX y su empresa hermana Alameda). Claro, estas empresas se apropiaron indebidamente, por decirlo de la manera más sutil, de los activos de sus clientes. Y sí, es verdad que la estampida de retiros en la plataforma actuó como una corrida bancaria, lo cual llevó a la empresa a concurso mercantil o a Chapter 11. Pero si somos honestos veremos que el pecado original de FTX fue pedir prestado poniendo como garantía su propia criptomoneda (o token) FTT, el cual mantenía su precio de manera artificial, basado en nada más que en el aire.

El ex CEO de FTX, Sam Bankman-Fried

Y ese fue el engaño masivo de la criptomoneda FTT, la cual se negociaba tan poco que FTX podía fijarle cualquier precio, pero obvio esto no iba a ser para siempre. FTX y Alameda tomaron prestados tokens que ellos mismos estaban manipulando en su precio, incluidos Solana y otros, que algunos llamaron ”Sam Coins” y ahora denominan “Scam Coins”. Su concepto fatal fue que pensaron que el precio de FTT se mantendría alto para siempre, por lo que invirtieron en posiciones a menudo poco líquidas. FTX incluso estaba pagando a los empleados, proveedores y cualquier otra persona que lo tomara por medio de tokens FTT, cuya capitalización de mercado total solía ser de casi $10 mil millones de dólares y ahora es en el mejor de los casos de alrededor de $400 millones.

No puedes manipular algo por siempre y la realidad eventualmente reemplaza al engaño. Para que colapsara FTX sólo se necesitó que alguien reventara con un alfiler la burbuja. Después de que Coindesk filtrara una copia de la hoja de balance de Alameda (cargado con tokens FTT), el CEO de Binance, Changpeng Zhao, comenzó a vender sus posiciones de FTT. Ese token pasó de valer $22 dólares a menos de $3 en un lapso de 48 horas. Para nada sirvió la pseudo garantía que respaldaba el apalancamiento. Cuando se disipe el humo veremos que, FTX/Alameda podrían tener entre  $8 mil millones y $15 mil millones de dólares en deuda vigente, con pocos activos para vender y poder pagar, llevará años decidir quién recibe qué. Miles de clientes lo perdieron todo.

En este contexto, es importante mencionar que muchos aprovecharon el viaje. Surgió una industria artesanal de empresas cuyo único objetivo era impulsar el precio de las criptomonedas. Fue entonces cuando las cosas se volvieron tóxicas. La primera tarea de estas empresas era atraer a los clientes pagándoles intereses sobre sus tenencias de criptomonedas. El Protocolo Anchor detrás de los tokens algorítmicos de Terra-Luna, empresas que implosionaron de manera espectacular en junio de este año, estaban pagando un rendimiento de hasta un 20% anual.

Representación del token FTT de FTX

Otras plataformas como Binance y Crypto.com también pagaban entre 4% y 8% o más en criptografía, en un claro esquema piramidal, engañando a las masas en momentos en que podrían ganar en los Estados Unidos solo el 0.01% de interés por parte de, bueno, los bancos reales. Pero, ¿cómo podría alguien pagar intereses por las criptomonedas? El esquema era simple, recibían el dinero de los clientes, para darse la vuelta y prestarlo a fondos de cobertura o cualquier otro que también quisiera usar el dinero para operaciones de apalancamiento hasta de 100 a 1. Era una locura.

La empresa Genesis Global Capital creó una plataforma de préstamos para facilitar el préstamo de criptomonedas. ¿Préstamos respaldados en qué? Nuevamente, solo en aire. Empresas como Gemini, creada por los gemelos Winklevoss, pagaban un 8% de interés para que los clientes pudieran obtener rendimientos, estar contentos y seguir invirtiendo dinero de más y más incautos. ¿Por qué había rendimientos en la criptografía? Buena pregunta. Funcionó muy bien cuando los precios iban hacia arriba, pero ya no tanto en el camino hacia abajo. Las cripto se prestaban como una papa caliente hasta que alguien se quedó con valores por debajo del 90% (desde su precio más alto) y todos los demás se quedaron con deudas en mora. Para muchos, siempre se supo que esta era la única forma en que la desilusión podría haber terminado.

La mayoría de estas plataformas de criptos ahora están congeladas para realizar depósitos y retiros. Obvio que podrían desaparecer a medida que los clientes atrapados con esta papa caliente exijan frenéticamente poder realizar retiros después del colapso de FTX. En retrospectiva claro que toda esta burbuja se pudo haber evitado, todo lo que los prestamistas criptográficos tenían que hacer era preguntar: ¿Cuál es la garantía subyacente? ¿Dónde están los activos que respaldan el valor de mi token? Sin una buena respuesta, ningún prestamista en su sano juicio habría prestado con esas garantías de aire. Pero el problema es que nadie preguntó.

Es muy probable que la suerte para la mayoría de criptomonedas sea desaparecer. Tal vez algunas sigan vivas como un genuino medio de pago, pero esa obsesión de poseerlas para ganar dinero rápido y fácil creo que no regresará. Recuerdo cuando el bitcoin “valía” poco más de 64 mil dólares, en octubre de 2021, la gente se volvía loca pensando que su precio llegaría al millón de dólares. Al momento de escribir estas líneas un bitcoin “vale” poco más de 17 mil dólares.

La tecnología, al igual que el Red Bull, funcionan como una sobrecarga hasta que su efecto se termina. Por su parte, la deuda, al igual que la leche, pueden matarte cuando se echan a perder. No se mezclan.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: alejandrogomezt